Fw: [otraspalabras] OTRAS PALABRAS - N°11 - Viernes, 19/10/01

["Nello Margiotta" <animarg@tin.it>]

OTRAS PALABRAS - BOLETIN DE ACTUALIZACION DEL PORTAL PORTO ALEGRE 2002 - 19
DE OCTUBRE DE 2001 - No. 11


I - EL IMPERIO VA A LA GUERRA
¿Vendrá el "fin de la Historia" por la fuerza de las armas?
Fuentes de la Casa Blanca revelan: con el pretexto de "combatir el terror",
los EE.UU. pueden estar preparando intervenciones militares contra grupos
políticos que se oponen a sus proyectos imperiales.  Vea al final de esta
edición.

II. - LOS DESAFIOS DEL MOVIMIENTO POR UNA NUEVA SOCIEDAD
Boaventura quiere otra sociedad civil
"En la tradición occidental, el concepto de sociedad civil ayudó a definir
los espacios democráticos de acción de los ciudadanos, pero también los
espacios de exclusión de aquellos que no eran considerados ciudadanos, como
las mujeres, los trabajadores, los negros, los indígenas..."  Para el
filosofo portugués Boaventura de Souza Santos, ahora es el momento de
arrogarnos la tarea de construir una nueva sociedad, en la cual quepan todos
esos actores.  Y que, al mismo tiempo, asegure igualdad y diversidad.
"Tenemos derecho de ser iguales cuando la diferencia nos torna inferiores.
Y el derecho de ser diferente cuando la igualdad nos descaracteriza". (en
portugués)
¿Frente al terror, que tal la verdadera internacionalización?
Ataques a las tiendas McDonald's y el uso exhaustivo de los logotipos de las
multinacionales "alterados culturalmente": para la investigadora y activista
canadiense Naomi Klein, esa guerra simbólica, que fue innovadora y
memorable, al final de los años 90, acabó el día 11 de septiembre.  La
utilización crítica de signos del capitalismo, según ella, tendrá un efecto
nocivo, confundiéndose en la cabeza del gran público con la imagen de la
explosión de las torres gemelas.  Ahora, la tarea de quien lucha contra la
globalización neoliberal sería exponer públicamente los espacios posibles,
plurales y democráticos que existen "entre el McMundo y la jihad".
Para alcanzar ese objetivo, Naomi sugiere abolir el término
"anti-globalización".  La investigadora piensa que la verdadera respuesta
mundial al terrorismo sería el ataque a la miseria (que fomenta la
violencia) y la creación de un sistema judicial para atentados como aquellos
perpetrados en Nueva York y Washington-pero también para aquellos cometidos
por las grandes potencias.  Esas medidas, insignias del movimiento, no serán
conquistadas regresando a la orden "no globalizada" de la pos-Segunda
Guerra, sino con la movilización internacional a favor de un nuevo mundo.
La transformación del discurso del movimiento es una tarea urgente, según
Klein, ya que son muchas las amenazas desde el 11 de septiembre.  La primera
es la restricción a la libertad de manifestación, que será alcanzada más
fácilmente si la derecha es capaz de infiltrar agentes policiales en las
protestas-y provocar actos que irriten a la opinión pública.
Además, advierte, es necesario evitar otros retrocesos.  "El apoyo al libre
comercio, que hace tiempo enfrenta una crisis de relaciones públicas, fue
transformado rápidamente en un deber patriótico, como ir de compras o jugar
béisbol".  Los fondos internacionales para el combate al SIDA en África y la
cancelación de la deuda externa de los países más pobres, que iban caminando
a pasos muy cortos, pueden estancarse totalmente.  El esfuerzo financiero de
los países centrales se concentrará en la campaña contra el terrorismo y en
la recuperación de la economía mundial.  La lucha por el derecho de los
inmigrantes será aún más difícil. (en español)
Indios de Ecuador proponen Estado plurinacional
¿Cómo construir una nueva unidad nacional fundamentada en la diversidad de
las comunidades indígenas? Ese es el desafío planteado por los que
participan, entre 8 y 12 de octubre, del 1º Congreso de Nacionalidad y
Pueblos Indígenas, en Quito, Ecuador.  Además de las cuestiones directamente
vinculadas a las comunidades, en la pauta estarán la ALCA, el Plan Colombia,
la estructura de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador
(CONAIE) y la participación del Movimiento Pachakutik en las próximas
elecciones del país. (en español)
Aprendiendo a transformar el planeta
Uno de los mejores lugares para la construcción de un nuevo mundo es la sala
de aula, con nuevas formas de enseñanza y aprendizaje.  Esos son las ideas
que guían a la organización del Foro Mundial de Educación, que congregará
educadores y estudiantes en Porto Alegre, de 24 a 27 de octubre.  El portal
trae dos textos con novedades sobre el encuentro. (en portugués)
III - INFORMES DE UN MUNDO ESCINDIDO:
Privatización de los servicios públicos: un estudio revelador sobre Asia
 ¿Cuáles son los movimientos políticos que están provocando, en todo el Sur
del planeta, la privatización de los servicios públicos? ¿Cuáles son los
resultados esenciales de esa política: atender mejor las necesidades de los
ciudadanos, como promete la propaganda de los privatistas?  Acaba de salir
un estudio esencial para los interesados en encontrar respuestas a esas
indagaciones.  Su autora es Chris Adams, del centro de independiente de
investigaciones Focus on the Global South, que funciona en Bangkok,
Tailandia.  Para redactarlo, la autora examinó en profundidad los cambios
que atraviesan las redes de infraestructura asiáticas.  Al relacionarlas con
las políticas de financiamiento adoptadas por el Banco de Desarrollo
Asiático (ADB, en inglés) descubrió fenómenos que no se repiten apenas en
aquel continente, sino en todos los países de la periferia.
Chris Adams verificó que a partir de los años 80-y especialmente después de
la crisis cambiaria de 1997-el ADB se aprovecha de las dificultades
financieras de los Estados asiáticos para promover de modo conciente la
privatización.  El banco abandonó los préstamos a intereses reducidos que
hiciera a los Estados en las décadas anteriores.  Contribuyó para que las
inversiones públicas fuesen inviables, ya golpeadas por la necesidad de
pagar intereses a los especuladores y por la reducción de la recaudación
tributaria.  Con la condescendencia del gobierno japonés, interesado en
mantener buenas relaciones con Washington, abandonó lo que la autora llama
de "flirteo con el modelo nipón" y adoptó la ortodoxia angloamericana.  Pasó
a actuar en estrecha sintonía con el FMI.  Exige de los países "rescatados"
de las crisis cambiarias que entreguen sus servicios de infraestructura a
grandes empresas privadas, casi siempre extranjeras, y hasta financia esas
operaciones.
El estudio de la investigadora del Focus muestra que las consecuencias son
perversas.  Si las reglas son las leyes del mercado, los países y los
consumidores con menos condiciones de pagar los servicios se quedarán
rezagados.  El estudio es de enorme importancia para que los que resisten la
privatización en todo el Sur del planeta, ya que destruye el mito de la
naturalidad e inevitabilidad de la venta del patrimonio público.  Nos
explica que, al contrario, son decisiones políticas, coordinadas
internacionalmente, beneficiando a sectores sociales bien concretos.  El
texto ya está disponible en www.portoalegre2002.net. (en inglés)
Transnacionales y ambiente: el (pésimo) ejemplo de la Unilever en India
Dedicado a la investigación de las prácticas adoptadas por las
multinacionales en todo el planeta, el sitio estadounidense CorpWatch
informa esta semana un caso ejemplar de transferencia de producción
indeseable para el Tercer Mundo, de violación de derechos humanos y de
agresión al ambiente.  Es el caso de la corporación anglo-holandesa Unilever
(Gessy Lever no Brasil), a propietaria de la mayor fábrica de termómetros
clínicos del planeta.
La industria fue removida de los Estados Unidos (estado de Nueva York) en
1983.  Los antiguos propietarios (una firma estadounidense) se instalaron en
la ciudad de Kodaikanal, en el sur de la India, en cuyas adyacencias hay
florestas de gran biodiversidad y fuentes de agua muy importantes.  Ni
ellos, ni Unilever, que adquirió la unidad en 1987, se preocuparon en darle
un destino adecuado al mercurio, materia prima básica usada por la fábrica.
Conscientes de que el metal es extremamente tóxico cuando entra en contacto
con la atmósfera (se acumula en los órganos humanos, causa cáncer y desforma
recién nacidos), acumularon 7,4 millones de residuos de vidrio con mercurio
en tres depósitos.
La negligencia de Unilever, especialmente, llega a ser absurda.  Entre otros
crímenes, la multinacional mantuvo clandestino uno de los depósitos, indujo
a colectores de chatarra a quedarse con los residuos de vidrio que contenían
mercurio (no los informara de los riesgos y sólo les ofrecía otros tipo de
chatarra si se llevaban la contaminada), expuso a los trabajadores a
emanaciones de vapor de mercurio.  Las prácticas se mantuvieron aún después
de la adhesión de Unilever al llamado Global Compact, un acuerdo de
responsabilidad social propuesto por la ONU.  Es más, son tantos los casos
de violación descritos por CorpWatch que es fácil estar de acuerdo con los
que se oponen a ese acuerdo.  Para ellos, se trata, sobretodo, de medida de
propaganda, destinada a "limpiar" la imagen de grandes empresas e
impermeable a cualquier control real, por parte de la sociedad, sobre los
compromisos asumidos. (en inglés)




¿Vendrá el "fin de la Historia" por la fuerza de las armas?
 Fuentes de la Casa Blanca revelan: con el pretexto de "combatir el terror",
los EE.UU. pueden estar preparando intervenciones militares contra grupos
políticos que se oponen a sus proyectos imperiales.

Dos días después de "comunicar" a la ONU, por carta, que está dispuesta
atacar todos los Estados que juzgue sospechosos de colaborar con
organizaciones terroristas, la Casa Blanca dio ayer un nuevo paso en su
esfuerzo de acostumbrar a la opinión pública a la militarización de las
relaciones internacionales.  Después de oír fuentes no identificadas del
gobierno Bus, el periodista Tim Weiner reveló, en artículo para el New York
Times, que Washington piensa también en intervenir, por la fuerza de las
armas, en asuntos internos de otros países.
Weiner informa que la ofensiva estadounidense contra Afganistán podrá
desdoblarse, en una segunda etapa, en ataques militares contra
organizaciones que actúan en Filipinas, Malasia e Indonesia.  El pretexto,
una vez más, será el combate al terror.  La Casa Blanca dirá que la red de
Osama bin Laden también tiene ramificaciones en esos países-y las atacará.
Usará una artimaña jurídica grosera. Argumentará que los atentados al World
Trade Center le dan al país atacado el derecho de actuar en su "autodefensa"
y de perseguir, en todo el mundo, a los sospechosos de terrorismo.  A través
del propio texto del periódico estadounidense, se puede percibir, sin
embargo, que, en realidad, las acciones tienen en mente otro tipo de
"enemigos": grupos políticos que cuestionan, en sus países, regímenes que
los Estados Unidos apoyan ou puedan tener interés de apoyar.

"Combate al terrorismo": pretexto para atacar grupos rebeldes

Weiner admite que, en las Filipinas e Indonesia, el "clima de instabilidad
política" está permitiendo el avance de fuerzas que se oponen a Washington
y, en especial, a la ofensiva militar en Afganistán.  En los últimos días,
hubo manifestaciones importantes en frente a las embajadas estadounidenses.
El texto añade que, en Filipinas, la presidente Gloria Macapagal Arroyo, que
atraviesa dificultades, pasó a acusar al grupo separatista islámico Abu
Sayyaf de mantener conexiones con bin Laden.  Ya las autoridades de Malasia
aprovecharon el clima de instabilidad para "acusar" al hijo de un político
de la oposición de pretender derrocar el gobierno.
Así como la Casa Blanca no se preocupó en presentar pruebas de participación
de bin Laden en los atentados contra el World Trade Center, el periodista
del New York Times se conforma con aseveraciones de las autoridades locales
y de la CIA, para "demostrar" el vínculo entre los grupos de oposición
filipinos, indonesios y malasios y la Al Qaeda-la red liderada por el
millonario saudita.  Algunas de las alegaciones son casi inverosímiles o, al
menos, incompatibles con el perfil de organización terrorista atribuido
hasta ahora a Al Qaeda.  Weiner la describe como casi una organización
educacional o de caridad.  Sus pruebas de vínculos del grupo de bin Laden en
Filipinas, por ejemplo, sería el financiamiento de escuelas, asistencia y
desvalidos y hasta una universidad...
Un precedente que podría transponerse contra las FARC, los zapatistas, el
MST...
Mucho más preocupada en sacarle provecho político al terror que en
combatirlo de hecho, la Casa Blanca parece, también aquí, poco preocupada en
presentar pruebas.  Pero ya toma iniciativas políticas.  El presidente
George W. Bush estaría preparado para debatir con los jefes de gobierno de
Malasia, Indonesia y Filipinas, el próximo día 19, acciones conjuntas contra
el "terrorismo".  El texto de Tim Weiner deja claro que dentro del menú de
opciones está un apoyo de los Estados Unidos a los gobernantes con
dificultades, a través de intervención militar contra los grupos de
oposición.
Desde el principio, los críticos de la declaración de guerra lanzada por el
gobierno de los Estados Unidos después del 11 de septiembre avisaron que
resultaría no sólo en pérdidas humanas, sino también en riesgos de
retrocesos políticos gravísimos.  Los planes revelados ayer por el New York
Times les dan razón.  Si se establece el precedente de Indonesia, Malasia y
Filipinas, ¿qué impediría que Washington actuase de forma semejante en
Colombia, contra las FARC; en México, contra los zapatistas; o tal vez en
Brasil, contra los sin tierra?
A principios de la década de 1990, auge de la hegemonía liberal, el filósofo
Francis Fukuyama decretó el "fin de la Historia".  Creía que el fin de la
Unión Soviética había consolidado para siempre las sociedades organizadas
con base en la lógica del mercado, de los lucros y del egoísmo.  Imaginó que
la rebeldía contra las injusticias pudiese quedarse confinada a los museos o
a los libros de historia.  Desde el punto de vista político, fue una de las
hipótesis más fugaces de todos los tiempos.  ¿Estaría el Imperio, ahora,
imaginando que es posible promover el "fin de la Historia" por medios
militares?


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