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Culpa Marcos a Castañeda de haber bloqueado la participación del CICR en la marcha zapatista



(La jornada)
Asegura que el canciller mandó decir: ''Quieren una guerra de mentiras,
tendrán una paz de mentiras''

ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL

La Realidad, Chis., 22 de febrero. El subcomandante Marcos responsabilizó
hoy directamente al secretario de Relaciones Exteriores, Jorge G. Castañeda,
de haber dado ''la orden de bloquear'' la participación del Comité
Internacional de la Cruz Roja (CICR) en el traslado de los delegados
zapatistas que irán en la marcha al Distrito Federal -y 12 estados del
país-, a partir del 25 de este mes.

Incluso, aseguró: el canciller mexicano ''nos acaba de mandar decir lo
siguiente, textual: Quieren una guerra de mentiras, tendrán una paz de
mentiras". El mensaje, explicó, llegó de manera verbal a través de ''un
propio'', cuyo nombre omitió.

Marcos también se refirió al CICR y dijo que éste ''miente y es deshonesto
con la opinión pública o con el EZLN''. Agregó que ''en caso de que el
gobierno federal no haya rechazado la participación del organismo en la
marcha, entonces el Comité Internacional de la Cruz Roja le mintió al
Ejército Zapatista, y en cualquiera de los dos casos, si tuviera un poco de
dignidad, ofrecería disculpas a los pueblos indios, a la opinión pública
mexicana y se marcharía''.

El subcomandante llegó puntual (a las 10 horas) a la conferencia de prensa,
convocada desde el domingo pasado para dar a conocer el itinerario de la
marcha hacia la capital del país.

Inmediatamente después de dar los detalles al respecto, el líder guerrillero
explicó cómo empezó y terminó la solicitud para que el CICR participara en
el traslado de los delegados zapatistas, y cuyo desenlace -señaló- ''nos ha
hecho ver cuál es la estrategia gubernamental del señor Vicente Fox'', para
quien ''la preocupación central no es la paz en Chiapas, sino aparentar que
la paz es posible o es ya un hecho, como ha declarado últimamente''.

Manifestó que, para tal fin, el mandatario ''ha dirigido toda una campaña en
dos sentidos. Por un lado, en los medios de comunicación, ya sea
personalmente, a través de los miembros de su gabinete o  distintos voceros,
no sólo para tratar de convencer al pueblo que la paz está cerca sino
también para tratar de apropiarse de la marcha zapatista y presentarla como
una marcha foxista''.

Por otro lado, sostuvo, esa estrategia ''pretende presionar al EZLN con
amenazas y chantajes para que se preste a esta simulación de la paz''.
Enseguida, explicó lo ocurrido con la Cruz Roja Internacional: ''En los
antecedentes, el CICR ha participado directamente en la relación con las
partes en 1994, 95, 96 y 98. Desde entonces, se ha ocupado del traslado de
los delegados a las distintas instancias de diálogo y en su tiempo, en 1994,
estableció las zonas grises, zonas de amortiguamiento que evitaban un choque
entre el Ejército federal y el EZLN''.

Añadió que el organismo ha instalado, además, puestos de socorro y ha sido
el canal parta programas de salud y alimentación. Precisó que el método a
través del cual se hace la relación con el CICR es el siguiente: ''Una de
las partes solicita algo, el comité analiza si puede cumplir con esa
solicitud, luego pregunta a la otra parte si está de acuerdo y si dice que
sí, entonces elabora un contrato con la parte que solicita. Eso es lo que se
hizo en 1994, cuando el gobierno de Salinas solicitó que se instalara la
zona gris. El CICR se declaró dispuesto y preguntó al EZLN si estaba de
acuerdo; éste mostró su acuerdo y se instalaron esos puestos''.

Marcos comentó que cuando se han hecho los traslados para las zonas de
diálogo, ''siempre ha sido el EZLN el que se dirige directamente al CICR, o
en su momento a través de la Conai, solicitando el traslado y la
neutralización de la sede. Hasta entonces, el comité preguntaba al gobierno
si estaba de acuerdo o no''.

Subrayó que ''nunca, y aquí contradigo directamente al señor Fox, ha habido
una solicitud directa de una de las partes a la otra pidiendo la
intervención del CICR. Lo que tienen que hacer él y su gabinete es
informarse bien de las cosas antes de emitir su comunicado. En su comunicado
de ayer, el señor Fox decía que debíamos haberle solicitado al gobierno la
intervención del CICR, y nunca se ha hecho así en siete años de guerra''.

Luego contó la historia reciente de lo ocurrido sobre el caso: ''El EZLN
sostuvo un encuentro con el delegado en jefe del CICR, Pierre Meirandt, en
el que le solicitamos al comité participar en el traslado de los delegados.
El señor Pierre habló con nosotros, entró en detalles de cuál sería la
participación del organismo y establecía los límites de la participación. Se
le dieron detalles de la ruta, entramos en detalles del tipo de vehículos y
de acompañamiento que se tendría y el delegado dijo que había que esperar
dos cosas: una, la respuesta de la sede en Ginebra, y dos, como se
acostumbra, la anuencia del gobierno federal mexicano''.

Marcos expuso que el 19 de febrero, en horas de la noche, un delegado de la
Cruz Roja Internacional comunicó al EZLN que en Ginebra se habían aceptado
los términos de la participación del CICR en la marcha, y estaba en espera
de la respuesta del gobierno mexicano.

Abundó: ''El 20, alrededor de las doce del día, a través de un teléfono
satelital, el delegado del CICR se comunicó con el delegado en jefe, que
estaba en ese momento hablando con las instancias gubernamentales, y le
reiteró que Ginebra había dado su aprobación y que el gobierno mexicano
estaba renuente a aceptar la participación del comité. Unos minutos después,
el delegado del CICR que se encontraba en La Realidad en contacto directo
por teléfono satelital con el delegado en jefe, recibió la comunicación de
que el gobierno federal se negaba a que la Cruz Roja Internacional
participara en la marcha".

Esa, aseguró el subcomandante, ''es la verdad: el gobierno federal bloqueó
la orden que Ginebra había dado de aprobación a sus delegados en México. La
orden del bloqueo provino de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en
concreto de su titular, Jorge Castañeda, quien nos acaba de mandar a decir
lo siguiente, textual: Quieren una guerra de mentira, tendrán una paz de
mentiras".

Enseguida, cuestionó al CICR: ''Si es cierto que su sede en Ginebra había
aceptado su participación, y estaba sólo a la espera de la autorización del
gobierno, entonces ¿por qué le mintió a la opinión pública diciendo lo que
dijo en su comunicado de que no estaba dentro del ámbito de su participación
y que no había guerra ni hechos violentos en Chiapas? Le preguntamos al
comité: ¿si no hay guerra, entonces por qué hay un proceso de paz? ¿Por qué
desde 1994 ha participado en el traslado y la neutralización de sedes de
diálogo para resolver un conflicto? ¿Qué significa el Protocolo 2 de los
acuerdos de Ginebra, que reconoce que en caso de conflictos internos el CICR
tiene derecho a participar?''.

Y continuó: ''En caso de que el gobierno federal no haya rechazado su
participación, entonces el Comité Internacional de la Cruz Roja le mintió al
EZLN, y en cualquiera de los dos casos, si tuviera un poco de dignidad, el
comité ofrecería disculpas a los pueblos indios, a la opinión pública
mexicana y se marcharía''.

Ante unos 150 periodistas nacionales y extranjeros, Marcos dijo a manera de
conclusión: ''La lección que sacamos los zapatistas de todo esto es la que
hemos sacado durante estos siete años desde el 12 de enero de 1994: la única
fuerza en la que podemos confiar es en la de la sociedad civil. Ni en la del
gobierno, ni en la de organismos internacionales está la puerta de la paz.
Por eso, por la sociedad civil y fundamentalmente por los pueblos indígenas
de este país que están lucha por sus derechos, es que el EZLN ha insistido
en realizar esta marcha y ha abierto la puerta del diálogo con el Poder
Legislativo federal''.

En lo anterior basó el dirigente rebelde su confianza en que la marcha no
tendrá problemas de seguridad. ''Nosotros pensamos que la gente va a apoyar
nuestra marcha porque es por la paz, y nuestras demandas porque son justas,
como es el reconocimiento de los derechos indígenas; va a apoyar el
cumplimiento de las tres señales y que el proceso de paz sea serio y
responsable de las partes y no un simple evento mediático donde se busque
presentar como real lo que apenas es una intuición y una esperanza: la paz
en el sureste mexicano''.

Cuestiona ''falsas expectativas'' de paz

Ante las ''falsas'' expectativas que ha generado el gobierno foxista en el
sentido de que la caravana rebelde va al Distrito Federal para firmar la
paz, aclaró: ''No vamos a firmar la paz en este viaje, vamos a tratar de
conseguir una de las condiciones necesarias para que reinicie el diálogo. Si
en el trayecto o estando en el DF se cumplen, haríamos contacto para iniciar
el diálogo, pero es necesario que el señor Fox tenga claro que no va a tener
la firma de la paz con los zapatistas hasta que el dialogo se termine, y
para que termine tiene que comenzar, y para que comience tiene que cumplir
tres señales. No nos espantan los conciertos ni los miles que dicen que
están votando por la paz''.

A la reiterada pregunta sobre los riesgos en la seguridad de los
participantes en la marcha, dijo: ''Vamos preparados a que pase cualquier
cosa, pero no esperamos que pase algo. Siempre nos ha pasado, que parece que
nos quieren amedrentar pero no lo logran''. Además, reiteró, la cuestión de
la seguridad ''no nos preocupa''.

Incluso, al responder a una pregunta específica, el subcomandante Marcos
aseguró que no le preocupa pasar -como lo hará- por la ex hacienda de
Chinameca, Morelos, lugar donde fue asesinado Emiliano Zapata. ''La historia
no necesariamente tiene que repetirse con una tragedia'', concluyó.