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Parla l'unico prigioniero politico, militante del FPMR.
Parla l'unico prigioniero politico,
militante del FPMR.
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Prigionieri Politici di Cile
(www.presos.com/chile)
RFAPPCh/Feb-10-2001
Rafael Escorza Enríquez (53 años) es el último prisionero del FPMR,
luego de la fuga en helicóptero en diciembre de 1996. Se encuentra
recluido en la CAS desde 1992, condenado a cadena perpetua por su
participación en el secuestro de Cristián Edwards. Su esposa, María
Cristina San Juan, también está condenada presidio perpetuo en el mismo
caso, y padece de una enfermedad terminal denominada lupus sistémico
diseminado.
Respecto al tema de una eventual transacción que posibilite su
libertad, Escorza contestó un cuestionario enviado por El Metropolitano
al interior del penal.
¿Cómo ha sido su reclusión en la Cárcel de Alta Seguridad, que es muy
diferente a los otros penales del país?
En el fondo no es muy distinto de lo que se vive en otro tipo de
prisión. La CAS es un penal que fue diseñado para lograr el
aniquilamiento del individuo, tanto físico como psíquico. El régimen
interno es lo que hace de este papel, lo que nosotros hemos denominado
un engendro de la Concertación. Hay un sistema de escucha de micrófonos
y cámaras. El régimen interno apunta a actuar sobre el prisionero,
degradándolo, llevándolo a su más mínima expresión como individuo.
¿Qué opina del acuerdo logrado en la Mesa de Diálogo?
- Este acuerdo está inserto en la lógica de imponer la impunidad. Al no
poder imponerla, dado que las coyunturas no se presentaban, se recurrió
a esta fórmula. Se trata de un cóctel compuesto por heterogéneos grupos
de personas, supuestamente representativas, en el cual lamentablemente
la participación de los abogados Pamela Pereira y Héctor Salazar le
otorgó una aparente legitimidad. Me pregunto: ¿puede un grupo
representar a la sociedad y tomar acuerdos tan trascendentales como los
que llegaron siendo que fueron convocados por el gobierno, y la
sociedad en su conjunto no una mayor participación? Le resto toda
calidad moral a esos ciudadanos para arrogarse esa representatividad y
llegar a acuerdos que son inmorales. El tema de los derechos humanos no
se cierra por simple decreto.
- ¿Cree que los militares entregarán la información respecto al
paradero de los desaparecidos?
Es que esto no se trata de un problema de confianza o desconfianza.
Ellos seguramente entregarán un número, no sé si significativo o no, de
cuerpos de detenidos desaparecidos. No deberían demorar tanto tiempo en
hacerlo, porque mi impresión es que, si bien es cierto que la
información no está centralizada, naturalmente ellos conocen la
situación. Hay militares en servicio activo que saben el destino de
muchos restos. Así que no se trata de confianza o simplemente van a
entregar la información de acuerdo a lo establecido en la negociación.
LA PROPUESTA
- Tras el acuerdo logrado en la mesa de diálogo se habla de buscar una
solución a los presos por delitos subversivos después de 1990. ¿Cuál es
su postura?
- De partida, estoy en contra de la impunidad y no me prestaría para
que se resuelva una amnistía general o Ley de Punto Final, en la que
nos viésemos involucrados como supuesta moneda de cambio. Simplemente
lo rechazo. Nuestra libertad la entiendo como consecuencia de una
decisión política del gobierno y de lo que pueda aportar nuestro
entrono en las constantes movilización por nuestra libertad, pero
independiente de la problemática de la violación a los derechos
humanos. En lo personal no puedo permitir que mi libertad signifique la
impunidad para tantos hermanos que cayeron luchando. Una alternativa de
ese tipo la catalogo como inmoral. No comulgo con eso. La lucha por mi
libertad es totalmente ajena al tema de las violaciones a los derechos
humanos.
- ¿Qué le parece la gestión que la Iglesia Católica estaría haciendo en
ese sentido?
Depende de cómo y cuándo se hagan esas eventuales gestiones para
posibilitar nuestra libertad. Sería valiosa si nuestra libertad como
presos políticos no parece ligada a la solución de la problemática de
los derechos humanos.
- ¿Qué piensa del planteamiento del parlamentario de la UDI tendiente a
lograr que salgan libres?
- El hecho que la UDI esté impulsando iniciativas para lograr nuestra
libertad., está relacionado con lo que yo me opongo y que ya he
comentado. Ellos propugnan la impunidad para Pinochet y los militares.
Y en ese contexto, como canto de sirena, ellos ponen la problemática
nuestra, si bien es cierto no es un gran problema para los gobiernos
concertacionistas, no deja de ser una piedrecita en el zapato. Estoy en
contra de ser una moneda de cambio. Hay valores muy profundos que están
en juego y está la dignidad de por medio. Por ningún motivo voy a
aceptar un acuerdo político en el cual mi libertad signifique impunidad
para los violadores de los derechos humanos.
- ¿Cuáles serían las condiciones para por lo menos un acercamiento?
- Vuelvo a insistir. Nuestra libertad va por un carril diferente a la
problemática de los violadores de derechos humanos durante la
dictadura. Ellos tienen que ser juzgados y castigados y en el caso de
nuestra demanda de libertad no se puede aducir impunidad porque hemos
sido apresados, torturados y llevamos más de 8 años en prisión con
condenas excesivamente altas, con una aplicación de las normas legales
antiterroristas que según su propio creador Francisco Cumplido, fueron
mal aplicados. Por tanto, que nosotros accedamos a nuestra libertad no
se puede tomar como impunidad sino simplemente como un acto de
justicia. No permita que se nos ponga en un mismo saco con los
violadores de los derechos humanos.
- También se habla de que les podrían otorgar beneficios ¿Cuáles
estarían dispuestos a aceptar?
- No los llamaría beneficios. Simplemente apelamos al derecho de tener
un justo proceso, que ninguno de nosotros hemos tenido. Por simples
presunciones hemos sido condenados a penas altísimas, aberrantes,
ejemplarizadoras, por jueces que tenían prejuicios hacia nosotros.
Tengo derecho a un juicio justo.
- ¿Estaría de acuerdo en aceptar la conmutación de pena por
extrañamiento, tal como se hizo con los presos políticos a fines del
gobierno de Patricio Aylwin?
- En principio, estoy en contra, sin embargo si se impone un
extrañamiento al carecer de capacidad de revertir esa situación habría
que optar por este mal menor.
LOS RODRIGUISTAS
- ¿En qué está el FPMR?
- El Frente está sumido en un proceso de discusión interna que ha sido
más extenso de lo que nosotros quisiéramos. Estamos efectuando un
análisis del momento que vivió el FPMR y de nuestro accionar y estamos
elaborando nuestro proyecto político, recuperando nuestra inserción en
la masa. Ser rodriguista significa mucha entrega, dedicación, estudio y
sacrificio. Ser un militante ejemplar y, en ese sentido, ser un soldado
en esta dura lucha por la reconquista de los valores de todos los
hermanos caídos y de todos los grandes hombres que han conformado esta
organización que tanto amo.
- ¿Qué errores del Frente reconoce?
- Las organizaciones están constituidas por seres humanos y siempre
estamos susceptibles a cometer errores. Se han cometido, y precisamente
a ello obedece nuestro Proceso de Discusión Interna. Nuestra
reformulación es para enmendar esos errores en virtud de ser una fuerza
que tenga injerencia en la vida política nacional. Sin embargo, el
hecho de asumir que hemos cometido errores no significa que reneguemos
de nuestro pasado. Todo lo que hemos hecho es legítimo. En el Proceso
de Discusión Interna analizamos nuestros errores y los vamos a
enmendar, pero para nada está en cuestionamiento nuestro pasado.
- ¿Cuál es su análisis del escenario político actual?
- Uno de los hechos fundamentales es el establecimiento de una lucha
política entre dos grandes bloques: la Concertación y la derecha, con
la exclusión de sectores más progresistas y de la izquierda
tradicional, producto del sistema binominal y de las propias
deficiencias de estos sectores. De este modo, el pluralismo está
totalmente ausente en este país. La agenda de la vida nacional la
imponen estos dos grandes grupos de acuerdo a sus intereses, en
decisiones adoptadas a nivel cupular. El interés popular es ignorado y
la única participación que se le permite es expresarse a la hora de
votar, pero enfrentando una disyuntiva en que hay que decidirse
solamente por el mal menor, como la última elección presidencial.
Rete di Famiglia e Amici dei Prigionieri Politici di Cile
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