Viaje con Francisco Mundo VIAJE CON FRANCISCO: ATRAVESANDO LOS MUROS DEL CONGRESO DE EEUU. Todo comenzó cuando el Fiat negro llegó a la puerta del Congreso de los Estados Unidos y Francisco se perdió tras el umbral del Capitolio. Al verlo, tengo la impresión de que no entra al edificio imponente que es –desde hace meses con la cúpula cubierta por unas prótesis de metal-, sino a una caverna, a una cripta resguardada por pesadas paredes de piedra. CRECE LA DIVISIÓN POLÍTICA EN ESTADOS UNIDOS El negacionismo climático liderado por los republicanos amenaza el futuro de todo el planeta Ha pasado más de un año desde que un sondeo descubriera que el cambio climático se ha situado como la cuestión política que más polariza a los estadounidenses. La encuesta, dirigida por el Instituto Carsey de la Universidad de New Hampshire, encontró que la capacidad de polarización del debate sobre el clima es tan fuerte que ha dejado atrás a temas candentes como el control de las armas de fuego, la evolución, la pena de muerte e incluso el aborto. Latinoamérica ARGENTINA: LAS GARRAS CADA VEZ MÁS INSOSTENIBLES DE LA MINERÍA La minera Barrick Gold admitió que el derrame en Veladero fue de más de un millón de litros de solución cianurada. Mientras los vecinos aún no conocen ciertamente los alcances de esta contaminación en sus vidas, la justicia determinó que el emprendimiento vuelva a funcionar. La MIENTRAS CHILE SE MIRA EN UN ESPEJO ROTO. Aspectos de la contingencia y de la crisis en el país andino. Que EE.UU. sea el enemigo principal de la humanidad no significa que China y/o Rusia sean una suerte de alternativa liberadora. Basta observar su desenvolvimiento y las condiciones de sus clases sociales trabajadoras.
Mundo VIAJE CON FRANCISCO: ATRAVESANDO LOS MUROS DEL CONGRESO DE EEUU by Ecupres Rosa Miriam Elizalde Desde Washington. Nueva York Todo comenzó cuando el Fiat negro llegó a la puerta del Congreso de los Estados Unidos y Francisco se perdió tras el umbral del Capitolio. Al verlo, tengo la impresión de que no entra al edificio imponente que es –desde hace meses con la cúpula cubierta por unas prótesis de metal-, sino a una caverna, a una cripta resguardada por pesadas paredes de piedra. La cámara lo sigue cuando traspasa el umbral y el Papa argentino hace historia como el primer pontífice católico que viene al Congreso de Estados Unidos. Es comprensible que algunos legisladores estén muy emocionados por ello y en primer lugar, el Speaker del legislativo estadounidense, John A. Boehner, quien cursó la invitación a su Santidad para que visitara este sitio. Boehner es católico practicante y lloró abiertamente mientras recibía a Francisco y luego, cuando el Papa terminó su discurso y se asomó al balcón de la terraza oeste para ofrecer unas breves declaraciones a las decenas de miles de personas, la mayoría inmigrantes, que se reunieron frente al Capitolio. Otro católico prominente, el vicepresidente Joseph R. Biden Jr., estuvo de pie estoicamente todo el tiempo en que el Obispo de Roma ofreció su discurso. Eso es lo que se ve, pero hay una historia soterrada en este escenario o al menos pasa a un segundo plano, sepultada por los miles de titulares que despacha el discurso y las poderosas imágenes del Papa yendo y viniendo por Washington y luego Nueva York, con transporte en helicóptero incluido. La visita al Capitolio está precedida por una batalla interna bastante sui géneris para facilitar la visita del pontífice y ahorrarle situaciones incómodas a quien suele hablar claro sobre los problemas del mundo –el drama de los inmigrantes y refugiados, la depredación del planeta, la tenencia de armas, la pena de muerte, el culto al dinero y otros asuntos que en un lugar como este, con un altísimo por ciento de conservadurismo por metro cuadro, es como mentar la soga en la casa del ahorcado. El Congreso de los Estados Unidos, como sabemos muy bien los cubanos, es célebre por aprobar bombardeos o imponer medidas que están en las antípodas de la prédica de Francisco, como el bloqueo contra Cuba. La comidilla entre los periodistas que reportamos esta visita es que, para asegurarse de que nadie en la Cámara o el Senado se expresara de forma belicosa o demasiado efusiva, el líder de los demócratas y el de los republicanos enviaron a sus miembros una carta, en la que se advertía firmemente que no podían tocar al Papa. “Por respeto a la agenda del Papa y la expectativa de una conducta oportuna, respetuosamente solicitamos que nos ayude absteniéndose de apretones de manos y de darle conversación a lo largo del pasillo central”, dice el mensaje que llegó a cada congresista, firmado por su respectivo líder: el de la mayoría del Senado, Mitch McConnell (Republicano), el de la minoría del Senado, Harry Reid (Demócrata), el presidente de la Cámara, John Boehner (R), y la líder de la minoría Nancy Pelosi (D). “Aunque la carta que distribuyeron desalienta a miembros del Congreso para que no intenten ninguna payasada con el Papa, los líderes del Congreso aparentemente están preocupados por el comportamiento de los legisladores”, afirmó CBS News en la víspera del discurso del Papa. La cadena noticiosa también develó que los líderes de ambos partidos, provisoriamente, reclutaron a sus miembros mejor portados para sentarlos en los asientos del pasillo por donde hizo su entrada Francisco. En otras palabras, este día también se recordará como histórico porque el Congreso operó con unas reglas diferentes a las habituales. Intercalaron a los congresistas de ambos partidos para evitar que se noten los aplausos divididos entre republicanos y demócratas. También, le leyeron la cartilla especialmente a algunos congresistas, entre ellos a Ileana Ros-Lehtinen de Florida, para que se ahorraran cualquier escándalo. La información es confiable, me confirman. La fuente es el analista David Hawkings, autor de un blog especializado en temas del Congreso. Él asegura que estuvieron prohibidos los selfies y los flash de las cámaras. Los aplausos estuvieron bienvenidos y de hecho fueron, sino un récord, al menos un magnífico average: hubo 37 ovaciones, de ellas 8 con los congresistas de pie. Como el horno no estaba para galleticas, los candidatos presidenciales republicanos de ascendencia cubana que no han ocultado sus críticas al Papa –como Marco Rubio y Ted Cruz-, se llamaron a capítulo y cuando fueron alcanzados por las cámaras, expresaron satisfacción por el discurso del Papa. No dijeron nada sobre la alusión indirecta en el discurso al tema del restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, que el pontífice elogió con palabras meditadas y justas, una aprobación destinada más al Presidente Obama que al Congreso estadounidense. Valdría la pena recordarlas: En tal perspectiva de diálogo, deseo reconocer los esfuerzos que se han realizado en los últimos meses y que ayudan a superar las históricas diferencias ligadas a dolorosos episodios del pasado. Es mí deber construir puentes y ayudar lo más posible a que todos los hombres y mujeres puedan hacerlo. Cuando países que han estado en conflicto retoman el camino del diálogo, que podría haber estado interrumpido por motivos legítimos, se abren nuevos horizontes para todos. Esto ha requerido y requiere coraje, audacia, lo cual no significa falta de responsabilidad. Si Marco Rubio y Ted Cruz hubieran soltado sus habituales andanadas de odio contra el gobierno cubano, no solo habrían roto las normas de buena conducta, sino que les habría descontado una buena porción de votos de sus futuros electores encantados con Francisco. Él no solo fascinó a la mayoría de los congresistas, sino a los estadounidenses “de la periferia”, fundamentalmente a los inmigrantes que son millones en este país -de ellos 11 millones indocumentados-, que sienten que el Papa Francisco ha oxigenado a la Iglesia. El oxígeno en gran parte se debe a la coherencia del Papa Francisco, que hace lo que dice y tiene el valor de no cambiar su discurso para alegrar las orejas conservadoras, por muy poderosas y congresionales que sean. De modo que cuando traspasó la puerta de piedra del Capitolio, Francisco se adentró en un ambiente educado por un enérgico llamado a la disciplina, que evitaba a toda costa la posibilidad de una mala prensa frente al líder espiritual más célebre del planeta. La buena noticia fue la sincera admiración que demostraron muchos congresistas después de la intervención del monarca de la Iglesia Católica. La mala, el cinismo expresado por algunos otros, una vez concluida la ceremonia. Rebecca Leber, redactora del diario conservador The New Republic, no demoró en demostrar su escepticismo: el llamado de Francisco para la acción sobre el cambio climático no es probable que conduzca a un cambio en la política de los Estados Unidos o de otros lugares. “No hay duda de que el líder religioso de 1,2 mil millones de personas es tan potente como un portavoz del movimiento climático podría esperar. Sin embargo, en la vida real el ‘Efecto Francisco' – como los medios lo han llamado – apenas coincide con la realidad. Hay poca evidencia de que su mensaje está llegando a todo el que no cree que el cambio climático es un problema. Cuando se trata del clima, al parecer, el partidismo y la ideología son fuerzas más potentes que la fe”. Mateo Schmitz, el editor adjunto de FirstThings, una revista religiosa publicada por el Institute for Religion, Culture, and Public Life, predice que “la historia de amor de los medios con Francisco, al igual que con Juan Pablo II, llegará a su fin”. La razón, a su juicio, es en parte porque Francisco tiene “una predilección por determinados grupos perturbadores”. Pero el que le puso la tapa al pomo fue el Senador SheldonWhitehouse, demócrata por Rhode Island, que no había salido aún del Capitolio cuando declaró que sus colegas republicanos escucharían más al Papa si este tuviera un Super-Pac (un grupo que les regale millones de dólares para ejecutar las políticas). Esto no debe sorprender a Francisco. Es más, sospecho que lo esperaba, porque salió por la puerta del edificio del Congreso, abordó su Fiat 500L –que parece de juguete junto a los carros blindados del Servicio Secreto- y partió a toda velocidad hacia el Centro Caritativo de la Parroquia de St. Patrick, para almorzar con más de 200 personas que viven en las calles de Washington. Allí estaba en su ambiente. Lo vimos llegar hasta una enorme carpa blanca y convertirse en el centro de una escena que parecía la recepción para una boda: mesas redondas vestidas con manteles azules, sobre las que había flores amarillas y blancas, servilletas, platos de cristal y cubiertos en toda regla. El menú sobrio y apetitoso. Los invitados, hombres y mujeres que viven en refugios sostenidos por la Iglesia: alcohólicos, drogadictos o ex drogadictos, enfermos mentales, víctimas de la violencia doméstica… The New York Times conversó con uno de ellos, de apellido Grey, que dijo estar en un refugio porque estaba ahorrando para alquilar un hogar. No habló mucho más acerca de por qué no tiene casa. El hombre, en realidad, quería hacerle una pregunta al periodista: “¿Francisco vino hasta aquí para ver a los homeless? Eso es muy extraño, un monarca que viene a ver a las personas sin hogar.” Cuando el Times le preguntó qué pensaba sobre el significado de ese gesto, el señor lo pensó por un momento y luego dijo: “Esto significa que me está perdonando, al igual que Dios.” Dos nombres extraños Una colega me llama la atención sobre algo curioso: Bergoglio menciona en el Congreso a cuatro figuras de los Estados Unidos, pero solo se detalla la biografía de dos de ellas en los documentos que reparte el Vaticano antes del discurso en el Capitolio. “Los cuatro fantásticos”, como los llama el vaticanista John Allen Jr, son el presidente Abraham Lincoln; el líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr.; el monje trapense y escritor Thomas Merton, y la activista social Dorothy Day. Es como si dijeran que los dos primeros son harto conocidos y lo otros, puestos en un mismo altar por el Papa, son unos perfectos desconocidos para muchos, empezando por los legisladores estadounidenses. Quienes conocen sus biografías aceptarán como cosa extraordinaria la intrépida mención de Day y Merton en ese discurso del Papa en particular y en el contexto en que fue dicho. No son dos figuras cualesquiera. Ella fue una laica benedictina consagrada a la defensa de los pobres, que además se divorció, admitió haber abortado, escribió en la revista The Masses –célebre publicación de la izquierda estadounidense donde colaboró John Reed y otros grandes del periodismo, sus compañeros de militancia política- y además, visitó a Cuba y simpatizó tempranamente con Fidel Castro y la Revolución. Es conocida como La Radical Piadosa. Por su parte, Merton se opuso a la guerra de Estados Unidos en Vietnam, a la violencia de cualquier signo, a las armas nucleares. Tenía la misma predilección, que Francisco, por las “criaturas de la periferia”. Y un dato adicional: fue mentor de Ernesto Cardenal y de CintioVitier*. Tengo la certeza de que si le hubiera alcanzado la vida para ver a Francisco en el Congreso recordándole a los congresistas estadounidenses quién fue Thomas Merton, Cintio habría sido el hombre más feliz de la Tierra. A él le escuché muchas veces hablar del monje con devoción y dolerse de su muerte, acontecida en circunstancias absurdas –se electrocutó con un ventilador. He buscado en la memoria digital y encontré una carta que le escribiera al autor de Ese sol del mundo moral y que es muy probable que el Papa no conozca. Con esto cierro por hoy: Es raro –le dice Merton a Cintio, en carta del 7 de diciembre 1962-, pero tengo muchos amigos latinoamericanos, porque sólo así puede uno ser ‘americano' de veras: es decir renunciando a ser únicamente ‘estadounidense', lo que sería un destino miserable. Pues de eso vienen tantos problemas: del hecho de que tanta gente aquí sea provincial e ignorante, y no pueda entender lo que pasa allá (en Cuba).+ (PE) *Este viernes Cintio, que murió en el 2009, habría cumplido 94 años. Vaya el homenaje a su memoria. CRECE LA DIVISIÓN POLÍTICA EN ESTADOS UNIDOS El negacionismo climático liderado por los republicanos amenaza el futuro de todo el planeta (Primera parte) Reynard Loki La especie humana... no es muy capaz de soportar la realidad. T.S. Eliot, de ‘Burnt Norton' (Cuatro cuartetos) Ha pasado más de un año desde que un sondeo descubriera que el cambio climático se ha situado como la cuestión política que más polariza a los estadounidenses. La encuesta, dirigida por el Instituto Carsey de la Universidad de New Hampshire, encontró que la capacidad de polarización del debate sobre el clima es tan fuerte que ha dejado atrás a temas candentes como el control de las armas de fuego, la evolución, la pena de muerte e incluso el aborto. Con la histórica visita a Alaska del presidente Obama hace poco para hablar sobre la urgencia de actuar en relación con el cambio climático justo al mismo tiempo que los republicanos se esfuerzan por desbaratar su agenda climática, cualquier señal de que la distancia que separa a los principales partidos del país sea salvada en un futuro próximo es muy débil. En 2009, el Centro de Investigaciones Pew estudió los puntos de vista de los estadounidenses sobre el estado de la ciencia y su impacto en la sociedad. La conclusión fue que “la opinión sobre el cambio climático está relacionada sobre todo con la afiliación partidaria de los encuestados”. Dos tercios de los republicanos (67 por ciento) creen que en realidad el calentamiento global no se está produciendo, o, en todo caso, si está ocurriendo nada tiene que ver con la actividad humana. Por el contrario, la mayoría de los demócratas (64 por ciento) dice que el planeta se está calentando debido principalmente a los seres humanos. El cambio climático no debería provocar una división tan marcada: el año pasado, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), el organismo de Naciones Unidas que se ocupa del clima, informó de que más del 95 por ciento de los científicos está de acuerdo en que la causa principal del calentamiento global es la actividad humana. La quimera de Estados Unidos Cuando se acercan las elecciones presidenciales, para los republicanos la cuestión del clima se convierte en un problema electoral: según un sondeo reciente, la mayoría de los estadounidenses declara que lo más probable es que apoye a los candidatos que prometan parar el cambio climático. La encuesta, realizada por The New York Times, la Universidad de Stanford y la asociación Recursos para el Futuro, encontró que las dos terceras partes de los estadounidenses dicen que apoyarían a los candidatos que prometan combatir el cambio climático. Casi la mitad de los republicanos (48 por ciento) dice lo mismo. El sondeo también observó que una mayoría consistente de los votantes de Estados Unidos, 83 por ciento, cree que el calentamiento global es una seria amenaza global. Si bien es cierto que los negacionistas climáticos están en todo el mundo, esta postura anticientífica es un fenómeno particularmente estadounidense. En Estados Unidos, los miembros elegidos por el Partido Republicano* que son negacionistas son los más numerosos; varios de ellos están tratando de llegar a la presidencia. En otros países industrializados, la historia es diferente. “En Europa, negar el cambio climático es visto como algo descabellado”, dice el escritor sobre cuestiones financieras y económicas londinense Imogen Reed. “A pocas figuras políticas o periodistas se les ocurriría mencionar esta cuestión; de hacerlo, recibirían del público europeo el mismo desprecio que despierta la negación del Holocausto”. Hasta los ciudadanos de los países emergentes están más en sintonía con la realidad del calentamiento global. El Proyecto Pew de Actitudes Globales concluyó que la mayoría de los consumidores de China (91 por ciento), India (73 por ciento) y Corea del Sur (71 por ciento) está dispuesta a pagar precios más altos para solucionar el cambio climático. No es así en Estados Unidos, donde un escaso 38 por ciento haría lo mismo. “En este sentido, el publico estadounidense está desacompasado del resto del mundo”, escribe el autor del informe. “En la mayor parte de los países encuestados, lo más probable es que la gente esté más dispuesta a pagar cualquier cosa que pueda hacerse para frenar el calentamiento global; no pasa lo mismo en Estados Unidos.” El negacionismo climático de los republicanos, acicateado por una enorme maquinaria social, económica y política engrasada por los laboratorios de ideas conservadores y grupos activistas, ha creado una situación potencialmente desastrosa en la que el cambio climático –indiscutiblemente, la cuestión mundial más apremiante de nuestro tiempo– se ha convertido también en el tema con mayor capacidad de división del país cuyo liderazgo es del todo crucial para encontrar una solución. Si bien Obama se comprometió a reducir la emisión de gases de invernadero en un 17 por ciento del nivel de 2005 de aquí a 2050, el objetivo se enfrenta con un obstáculo mayor: la rica y poderosa maquinaria republicana que trata de desmantelar la agenda climática del presidente. Con los dos principales partidos bloqueados en una confrontación aparentemente insoluble sobre esta cuestión, cualquier acción significativa parece casi una quimera. Si es un sueño, es porque el Partido Republicano se niega a aceptar la realidad. La encuesta Carsey encontró que la separación definida por la afiliación partidaria en lo referente a las cuestiones científicas “iguala o supera a aquellas que dividen históricamente las cuestiones de índole social”. La división es impulsada sobre todo por los republicanos, 70 por ciento de los cuales no cree en el calentamiento global. Esta posición se mantiene en marcado contraste con los científicos del mundo, 97 por ciento de los cuales está de acuerdo con que el cambio climático es un fenómeno de los últimos 100 años. Lawrence Hamilton, quien dirigió la encuesta Carsey, escribió que los hallazgos muestran “un panorama político en cambio, en el que las ideas e informaciones científicas que son aceptadas por la mayor parte del mundo de la ciencia son, sin embargo, muy discutidas”. La desinformación mediática La controversia está en parte alimentada por informaciones erróneas difundidas por los medios. El año pasado, la Unión de Científicos Preocupados (UCS, por sus siglas en inglés) publicó su análisis de la cobertura sobre el clima en 2013 realizada por las tres principales redes de noticias por cable. Los investigadores confirmaron lo que la mayor parte de los ambientalistas ya presentían: Fox News lideraba en la desinformación climática. La portavoz de la derecha presentaba evaluaciones engañosas en prácticamente tres de cada cuatro (72 por ciento) de sus espacios dedicados al clima. Oponiéndose a ese sesgo de Fox News está su presentador Shepard Smith, que es un reconocido defensor de la teoría antropogénica en el cambio climático, aunque es una de las pocas voces de la cadena que hacen esto. Pero Fox no tiene por qué asumir toda la culpa; un tercio de los espacios de CNN también contiene información engañosa. La UCS hace una sugerencia: “El paso más importante que CNN podría dar para aumentar su credibilidad es acabar con los debates sobre la ciencia climática oficial y en lugar de ellos propiciar discusiones sobre el tiempo y la forma de responder al calentamiento global mediante una política climática”. MSNBC es la red de noticias más exacta de las tres, con 8 por ciento. “La audiencia se merece una información del clima que responda a la corrección científica”, dice el autor de informe de la UCS. “Los medios pueden hacer más para alentar un debate sobre el problema del cambio climático y las políticas que se diseñen para resolverlo que esté basado en la realidad de los hechos, en lugar de contribuir a una discusión entrecortada y errónea sobre los hechos oficiales de la ciencia climática.” Las redes de noticias por televisión han realizado un trabajo terrible en la cobertura del cambio climático. En marzo, Miles Grant, gerente adjunto de comunicaciones de la Federación Nacional de la Vida Silvestre (NWF, por sus siglas en inglés) escribió sobre el fracaso de las tres redes mayores a la hora de informar apropiadamente acerca de las condiciones climáticas extremas que castigaron a Estados Unidos a principios de este año: “Comprensiblemente, en las últimas semanas, las redes de noticias por televisión se han centrado sobre todo en los fríos extremos y las nevadas en el Noreste y norte del Medio Oeste. Pero un reciente estudio de Imparcialidad y Exactitud en la Información (FAIR, por sus siglas en inglés) muestra que esas redes han ignorado casi completamente un fenómeno relacionado e incluso más peligroso en el Oeste: el tremendo récord de calor en el invierno. Y tristemente, han omitido discutir lo que conecta a ambos conjuntos de extraños fenómenos climáticos: la actividad humana como causante de los trastornos climáticos”. El estudio examinó las grabaciones de los noticiosos de ABC, CBS y NBC emitidas entre el 25 de enero (mientras el temporal Juno se acercaba al Noreste de EEUU) y el 4 de marzo. Percibieron que mientras 417 segmentos informativos mencionaban el frío extremo, solo siete (apenas el 1,7 por ciento) se refirieron al cambio climático, a pesar de que algunos científicos ya habían establecido la vinculación. A medida que Juno se aproximaba, el climatólogo del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR, por sus siglas en inglés) Kevin Trenberth le dijo a The Guardian: “Es posible que haya fuertes nevadas en parte debido al cambio climático”. Seguir la pista del dinero Ya es bastante penoso que los medios no cubran apropiadamente el cambio climático; cuando lo hacen, buena parte de la cobertura está plagada de información errónea. Sin embargo, los esfuerzos por informar al público con investigación científica contrastada por los pares y el estímulo de la acción legislativa relacionada con la cuestión del clima también es obstaculizada por los millones de dólares gastados para pagar a los grupos de presión que se oponen a las acciones del presidente Obama y para apoyar a quienes niegan el cambio climático. En junio, The Guardian publicó lo que había descubierto en su análisis de los depósitos de impuestos anuales realizados en rentas públicas de EEUU por el fondo de inversiones de donantes y el fondo de donantes de capital (DT y DCF, por sus respectivas siglas en inglés; juntos, son conocidos como el “Dark Money [dinero negro] ATM” del movimiento conservador. The Guardian encontró que estos fondos –que no pueden ser examinados por particulares– en algo más de tres años habían donado alrededor de 125 millones de dólares a grupos que “difunden desinformación relacionada con la ciencia del clima y están comprometidos con la destrucción del plan de Obama sobre el cambio climático”. En otro análisis, DeSmog, un sitio web centrado en las campañas de desinformación, examinó registros fiscales que revelaron que entre 2005 y 2012, DT y DCF –que comparten sede en Virginia– habían recibido 479 millones de dólares en negro cedido por personas individuales o grupos que no están obligados a declarar las donaciones que hacen. Más aún, un análisis hecho por Greenpeace descubrió que entre 2002 y 2013, DCF había dado 16 millones de dólares al instituto Heartland, que alberga regularmente conferencias a cargo de negacionistas climáticos; una vez, este instituto equiparó a quienes creen en la ciencia del cambio climático con los autores de matanzas. “En realidad, los laboratorios de ideas conservadores son la punta de lanza del ataque conservador sobre el cambio climático”, dijo Riley Dunlap, sociólogo de la Universidad de Oklahoma que colaboró en la creación de la asignatura de “sociología ambiental” en los setenta. “Escriben libros, dan instrucciones, abren editoriales y atraen a científicos contrarios... Son un impresionante altavoz que amplifica un discurso muy, muy, minoritario.” “Todas esas corporaciones que estaban teniendo mala prensa se dieron cuenta de que pueden continuar financiando a laboratorios de ideas conservadores”, dijo Dunlap. Exxon o BP pueden seguir financiando alguna de esas cosas al mismo tiempo que hacen muchas otras cosas para reducir las emisiones.” Greenpeace reveló que, entre 2005 y 2008, ExxonMobil gastó 8,9 millones de dólares para financiar la maquinaria del negacionismo climático. Pero esto fue superado ampliamente por Koch Industries, que aportó casi 25 millones de dólares en esa campaña durante el mismo lapso. Robert Brulle, profesor de sociología y ciencia medioambiental en la Universidad Drexel fue el primero en exponer la compleja y altamente secreta matriz de grupos de activistas y laboratorios de ideas que integran el movimiento conservador negacionista del cambio climático; dice que esas fundaciones fueron utilizadas para poner a punto la oposición a cualquier regulación relacionada con el clima. “Se trata de una maquinaria cultural y política muy bien aceitada y compleja que ha implementado el ala derecha del movimiento conservador”, agrega. Leyendo la buenaventura en los posos del té Así como la corriente dominante del Partido Republicano tiene dinero y medios informativos que trabajan para promover el negacionismo climático y oponerse a la aprobación de leyes relacionadas con el tema, el Tea Party ha desempeñado un papel único e importante en la polarización en el debate por la cuestión climática en Estados Unidos. “Mientras la gran mayoría de los demócratas y los independientes y los republicanos que no adhieren al Tea Party dicen que dan crédito a los científicos, solo el 28 por ciento de los republicanos del Tea Party confían en ellos”, escribe Hamilton, el investigador de la encuesta Carsey. Con uno de cada cuatro estadounidenses que se declaran adeptos del Tea Party, cerca del 80 millones de personas recelan de la ciencia. Entonces, no debería sorprender que, dentro del Partido Republicano, los seguidores del Tea Party sean los más fervientes defensores de la bandera del negacionismo climático. “Los republicanos del Tea Party son quienes más improbablemente estén de acuerdo con el consenso entre los científicos acerca de que la actividad humana está cambiando el clima, o que los seres humanos han evolucionado a partir de antiguas formas de vida en un proceso que ha durado millones de años”, escribe Hamilton. Una encuesta hecha por Pew en 2013 reveló que el de los adeptos al Tea Party es el único grupo de estadounidenses que piensa que la Tierra no está calentándose. John M. Broder, informador sobre temas de energía y medioambientales en la delegación Washington de The New York Times, opina que mientras los adeptos del Tea Party pueden llegar a negar el cambio climático desde distintas posturas, todos ellos coinciden en su resistencia a cualquier supervisión federal. El escepticismo y la negación rotunda del calentamiento global es una de los artículos de fe del Tea Party. Para algunos, es una especie de creencia religiosa; para otros, está motivado por la desconfianza hacia quienes ellos llaman la elite. Y para otros, los esfuerzos destinados a solucionar el cambio climático son una conspiración para imponer un gobierno mundial y una redistribución total de la riqueza. Pero todos ellos son conscientes de que los planes de la administración Obama son regular el dióxido de carbono –un gas ubicuo–, lo que requerirá la expansión de la autoridad gubernamental en casi todos los renglones de la economía. El candidato a la presidencia por el Partido Republicano, senador Ted Cruz (Texas), un favorito del Tea Party, ha reconocido que el calentamiento global es real, pero sostiene a viva voz su creencia de que no tiene nada que ver con la actividad humana. “En cuanto a los alarmistas por el calentamiento global, si cualquiera muestra una evidencia que refute esa apocalíptica visión, ninguno de ellos se implica en un debate razonado”, dijo Cruz en marzo. “¿Qué hacen? Gritan ‘Usted es un negacionista', y te ponen la etiqueta de herético. Hoy día, los alarmistas del calentamiento global son el equivalente de los que creían que la Tierra era plana.” En relación con las nuevas regulaciones de la EPA que exigen a las generadoras de electricidad la reducción de la emisión de gases de invernadero en un 30 por ciento para 2030, Cruz lanzó un llamamiento a “invalidarlas en el Congreso, echarlas abajo en los tribunales o que la próxima administración las rescinda”. Pero, ¿durante cuánto tiempo ejercerá influencia el Tea Party en el debate sobre el cambio climático? Los adeptos de este tendencia suelen ser más mayores que el resto de los republicanos (el 25 por ciento de ellos tienen 65 años o más, en comparación con el 19 por ciento del resto de los republicanos). Dado que casi toda la gente joven cree que el cambio climático es real (solo el 3 por ciento no lo cree), es posible que la capacidad del tea Party de influir en la discusión sobre el clima disminuya con el tiempo. Pero para entonces, cualquier cosa que se haga podría ser demasiado tarde. (Continuará) Traducción del inglés para Rebelión de Carlos Riba García Latinoamérica ARGENTINA: LAS GARRAS CADA VEZ MÁS INSOSTENIBLES DE LA MINERÍA La minera Barrick Gold admitió que el derrame en Veladero fue de más de un millón de litros de solución cianurada. Mientras los vecinos aún no conocen ciertamente los alcances de esta contaminación en sus vidas, la justicia determinó que el emprendimiento vuelva a funcionar. La permanente lucha de las poblaciones afectadas por esta actividad. Los casos de Jáchal y Capital en San Juan y Las Coloradas en Neuquén. 10 días después de conocerse la noticia del derrame en el emprendimiento minero Veladero en San Juan, la empresa Barrick Gold presentó un nuevo informe ante el juez Pablo Oritja de la localidad de Jáchal, quien había ordenado la suspensión de las actividades a partir de una medida cautelar efectuada por los vecinos, en el que reconoce que la cantidad de solución cianurada arrojada es de 1027 m3 , esto equivale a más de un millón de litros, 4 veces más de lo que la firma había reportado al Gobierno de San Juan en el estudio preliminar. Sin embargo, este mismo jueves 24 de setiembre, el magistrado levantó esa suspensión al considerar que Veladero reforzó su seguridad. Los vecinos y asambleístas de San Juan tenían previsto realizar una marcha este viernes 25 para exigir el cierre, remediación y prohibición de la minera. Esta decisión de la justicia no hace otra cosa que reforzar la convocatoria. A partir de las 18 llevarán adelante una caravana que partirá desde la rotonda de Albardón hasta la Plaza 25 de mayo de la capital provincial, donde a las 20 se hará el acto central. Además de la Asamblea Jáchal No Se Toca también marchará la Asamblea Sanjuanina Contra la Contaminación y el Saqueo, desde donde emitieron un comunicado apenas se conoció el derrame. Allí señalan al gobernador José Luis Gioja como el responsable político de esta situación que lleva en realidad más de 10 años en la provincia. Los vecinos afirman que el mandatario es el principal socio comercial de la Barrick Gold y fue un impulsor dentro de la Cámara de Diputados durante la década del '90 para la aprobación de las leyes de inversiones mineras. Señalan además que permitió el inicio de proyectos megamineros sin la licencia social necesaria. “Denunciamos la censura mediática y el rol de complicidad de los medios hegemónicos de comunicación para ocultar sistemáticamente información sobre el impacto ambiental que genera la megaminería a gran escala a cielo abierto y con sustancias tóxicas. Como así también denunciamos el rol que durante estos años ha cumplido la Universidad Nacional de San Juan, siendo esta institución quien brinde el sustento ideológico y científico a la actividad realizada por las multinacionales. Denunciamos a las fuerzas de ‘seguridad' de la provincia y a Barrick Gold por el constante seguimiento, intimidación y amenaza hacia por los luchadores sociales a lo largo de los años y que hoy en día está resurgiendo”, agregan en el comunicado. Finalmente, denuncian que la multinacional no solo ha contaminado el suelo sanjuanino con cianuro y mercurio, sino que también ha explotado la mano de obra local sin participación en las ganancias de la empresa y que sobre todo ha destruido gran parte de las fuentes de agua dulce como glaciares, napas, vegas, aguas subterráneas, ríos. A diferencia de lo que ha ocurrido con otras denuncias de contaminación o conflictos con las empresas mineras, lo sucedido en Jáchal ha tenido algo de difusión en medios tradicionales. Sin embargo, este caso no es un hecho aislado. Permanentemente hay movilizaciones de vecinos de distintas localidades del país al grito de “No a la Mina, Sí a la Vida”. Un ejemplo son los Vecinos Autoconvocados de Las Coloradas, de Neuquén, que se oponen a la megaminería hidrotóxica en la Sierra de Catán Líl, a solo 22 kilómetros del Parque Nacional Laguna Blanca. El río Catan Lil incluso abastece de agua a toda la zona. A pesar de que en julio de este año el Concejo Deliberante local aprobó una ordenanza que prohíbe la minería contaminante en su ejido, el proyecto que impulsa la minera Southern Copper sigue en pie. “Anunciaron la explotación de cobre diseminado, y en el proyecto de exploración que presentó la empresa explican que van a hacer unas 10 perforaciones hasta unos 500 metros del subsuelo (…). En años anteriores otra empresa ha hecho perforaciones y ahora retoma este proyecto la empresa Southern Copper, perteneciente al Grupo México, que tiene un historial terrible y ha hecho desastres buscando sulfato de cobre en México, contaminando el río Sonora, y en Perú, en donde también fueron muy cuestionados por la contaminación en zonas como Arequipa”, afirmaba hace pocos meses Martín Goettle, cura párroco de Las Coloradas, a medios locales. Goettle pertenece a Vecinos Autoconvocados y hace unos días uniformados del Parque Nacional Laguna Blanca le hicieron un “acta de infracción” por haber colocado un cartel cerca de la ruta provincial 46 que decía “No Contaminación”- “El Río es nuestro alimento”. A través de un comunicado, los Vecinos de Las Coloradas explicaron: “en el lugar frente a la ‘Laguna Blanca' vive una familia mapuche, donde está el rehue (lugar sagrado) de la comunidad, claro indicio de la posesión indígena reconocida en Constitución Nacional Art. 75 inc. 17 y en la Constitución Provincial Art. 53. Sabemos que para realizar una actividad en Parques Nacionales los Guardaparques siempre han indicado que se hable con la comunidad Mapuche del lugar y con sus autoridades. Siempre los habitantes de la zona lo hemos hecho así (…). Nunca se ha tenido problema con esto. Por ello, y al reconocer esto como territorio de la comunidad Zapata, los Vecinos Autoconvocados hemos pedido permiso a la familia del lugar para la colocación del cartel. Ellos nos indicaron que el lugar correcto sería al lado del camino de entrada para su vivienda. Así lo hicimos. Se ha actuado con expreso permiso de los aparentes dueños del lugar. Nos sorprende que esto no sea reconocido por los Guardaparques de Laguna Blanca”. Los vecinos recordaron además que en junio pasado habían pasado por el Observatorio del Parque Nacional Laguna Blanca e invitado al personal presente a acercarse a una de las reuniones de los Autoconvocados para compartir la preocupación por el impacto del proyecto minero, y para articular acciones y estrategias de resistencia, pero no hubo respuesta a la convocatoria. “El cartel invita a no contaminar y a cuidar el medio ambiente, un mensaje supuestamente en sintonía con los objetivos de los Parques Nacionales (…). Deberían apoyar a nuestros reclamos y no perseguir a los mismos”, reflexionaron los vecinos en el comunicado. Sin duda, los intereses que generan los emprendimientos mineros son realmente abarcativos e inconmensurables, y no lo son solo para los empresarios y gobiernos que se encuentran detrás (o adelante) de los proyectos. De todos modos, la lucha de los vecinos de las distintas localidades afectadas permanece igual de firme como el primer día en que estos mega proyectos empezaron a acercarse a suelo argentino. Fuente: http://www.redeco.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=16915:las-garras-cada-vez-mas-insostenibles-de-la-mineria&catid=16:ambiente&Itemid=507 MIENTRAS CHILE SE MIRA EN UN ESPEJO ROTO Aspectos de la contingencia y de la crisis en el país andino Andrés Figueroa Cornejo 1. El enemigo principal de la humanidad es el Estado corporativo de los Estados Unidos. Y el imperialismo norteamericano comporta, junto a las más grandes economías del mundo, el movimiento de la realidad del capitalismo como totalidad planetaria que domina, subyuga y sobreexplota mediante el trabajo asalariado y la expoliación sin remedio de la biodiversidad. Esto es, el imperialismo es consecuencia dinámica del desenvolvimiento ampliado del modo capitalista de reproducir la sobrevida humana. Para ello cuenta con las armas de la alienación, de la producción del sentido común y del fetichismo de la propiedad privada, de la ganancia y del propio capital. Y también cuenta con más del 23% del Producto Interno Bruto Mundial y del 37% de la industria bélica de última generación. No sólo se trata de armas convencionales y nucleares de plutonio, uranio e hidrógeno. Asimismo, genera armas bacteriológicas, químicas y radiológicas (HAARP). Con las dimensiones actuales que han cobrado las armas de destrucción masiva, ya se perdió la contabilidad sobre cuántas veces podría destruirse el mundo. Sin embargo, la industria bélica continúa prosperando, produciendo, adoctrinando y lucrando sideralmente, y es parte del mismo holding que compone el sistema financiero, la trata de personas, la prostitución infantil, el narcotráfico, la agroindustria, los ahorros previsionales, los paraísos fiscales, el comercio mundial. Que EE.UU. sea el enemigo principal de la humanidad no significa que China y/o Rusia sean una suerte de alternativa liberadora. Basta observar su desenvolvimiento y las condiciones de sus clases sociales trabajadoras. El presupuesto militar de Rusia y China, según al sitio web Global Firepower a enero de 2015, fue de USD 76.600.000.000 y 126.000.000.000, respectivamente. Luego vienen India, Reino Unido, Francia, Alemania, Turquía, Corea del Sur y Japón. Por lo demás, únicamente la humanidad oprimida puede emanciparse a sí misma y es su garantía única de sobrevivencia. El resto es naufragio. De hecho, hasta la mejor literatura de ciencia ficción, cada día que pasa, parece más novela histórica y crónica de actualidad. 2. En medio de la contradicción esencial entre capitalismo y humanidad (o la contradicción ampliada entre capital y trabajo), además del imperialismo estadounidense, también existen otros polos capitalistas centrales, como China (13,9% del PIBM), Japón (6,2 % del PIBM), Alemania (5,2% del PIBM), Reino Unido (3,9 del PIBM) y Francia (3,8%). De los 194 países de la Tierra, 159 de ellos sólo llegan a concentrar menos del 9% del PIBM. La asimetría estructural y las relaciones de fuerza y de poder son las formas en que se presenta el imperialismo capitalista. La división internacional del trabajo, la dependencia, la colonización ideológica, el racismo o narrativa necesaria para la subyugación de clase, el patriarcado, las migraciones criminales, las guerras genocidas, las guerras preventivas, las guerras de baja intensidad, las guerras solapadas, las guerras diplomáticas, las guerras comerciales y las guerras financieras y monetarias, corresponden al soporte de la dominación económica y política de la minoría opresora contra la mayoría sometida. A través de esos medios, el capitalismo se concentra, se vuelve oligopólico y busca ralentizar su tendencia a la caída de la tasa de ganancia. Las llamadas crisis financieras en el marco de la hegemonía del momento financiero sobre el todo de la reproducción capitalista, es una de las formas privilegiadas de cómo se expresa la caída de las utilidades del propio capital y la sobreproducción de mercancías y servicios (o burocracias en torno a la sobreproducción de mercancías que se apilan en los momentos del intercambio, la distribución y el consumo). De la misma manera, las crisis financieras están ligadas al crédito y a la deuda infinita tanto en los capitalismos centrales, como en los dependientes o periféricos o auxiliares o complementarios o subordinados. Lo que existe en general, son pugnas interimperialistas e intercapitalistas. Dentelladas asesinas al interior y entre los propios capitalismos-eje del planeta, así como el ocaso del Estado de Bienestar, el ocaso de los progresismos, el ocaso de la socialdemocracia, el ocaso de la democracia burguesa y liberal que signó la fase anterior a la del capitalismo en curso. Lo que existe es la dictadura del capital y brotes fascistas en todo el globo. La gesta de los oprimidos/as se desarrolla como resistencia en lugares muy concretos y específicos del mundo. Y gestos hay por doquier. No obstante, la suma de los gestos no se resuelve en la constitución de la gesta urgente. 3. El movimiento real de las luchas descoyuntadas de las fuerzas populares en Chile no se manifiesta como un enfrentamiento directo y consciente, organizado y maduro en contra del capitalismo y el imperialismo. La mayoría activa destacada para las transformaciones poscapitalistas es todavía insuficiente. A septiembre de 2015, salvo la resistencia concreta de franjas del Pueblo Mapuche en y por su territorio y autonomía ( http://www.rebelion.org/noticia.php?id=202707 ), se observa una fragmentación del movimiento de los oprimidos tras demandas que emplazan al Estado sobre reivindicaciones asociadas a la democracia burguesa tal como se conoció antes del golpe de Estado de 1973. Se trata de una suerte de peticionismo economicista y ligado a los derechos sociales convertidos en mercancías desde la imposición del imperio de la ortodoxia más rabiosa del liberalismo económico en la historia del suelo andino. El 2014, cientos de miles de trabajadores/as se lanzaron a la huelga ilegal y no normada, superando con creces las huelgas “legales”. No obstante, no existe una dirección única o compartida del pueblo trabajador, y las tasas de sindicalización con capacidad de negociar colectivamente el salario y las condiciones laborales no llegan siquiera a los dos dígitos. El aislamiento y la insolidaridad que sufren los focos de los asalariados/as en lucha, se recortan sobre un paisaje marcado por la indolencia y el miedo todavía. Las reformas comprometidas y luego sepultadas por la misma Nueva Mayoría encabezada por Michelle Bachelet, que jamás significaron modificaciones de calado estructural en beneficio del pueblo trabajador, más la política de recortes de presupuesto fiscal para inversión social, van constituyendo algunas de las piezas que acaban por consolidar la deslegitimación del sistema político general en Chile. La crisis de representación del sistema político ya existía antes de los casos de corrupción. Estos últimos simplemente aceleraron su desprestigio entre la población y desnudaron los vínculos entre la política tradicional (o una de las particiones de la administración formal del orden existente) y el capital, fenómeno y una de las determinaciones orgánicas del Estado como forma de dominación de la clase opresora y minoritaria contra la mayoría oprimida. Los gremios del capital reunidos en la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) apenas tuvieron que desabrocharse un botón de la camisa y arrugar el ceño para descafeinar lo poco que cambiarían las cosas de realizarse las reformas, las cuales apuntaban, en el mejor de los casos, a morigerar las desigualdades estructurales ligadas al momento de la distribución de la totalidad del modo ultraliberal de desarrollo chileno. Como se ha indicado en otros análisis, como un espejo roto del sistema político usamericano, la Nueva Mayoría es al Partido Demócrata, lo que la Alianza es al Partido Republicano. No importa que mediante las encuestas de opinión la gente de queje repetidamente por la corrupción. Lo realmente grave para los de arriba es que el malestar apuntara directamente al corazón del capital. Naturalmente que las encuestas no están hechas para esos efectos. Chile es el segundo país miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), luego de Corea del Sur, con mayor cantidad de suicidios al año (1.500, según el Servicio Médico Legal), con tasas explosivas de medicación psicotrópica, alcoholismo y drogadicción, mientras que la insatisfacción y las relaciones de competencia reinan como la peste desde las aulas escolares hasta las gerencias transnacionales. Como resultado de la sobreproducción mundial de mercancías, en Chile el consumismo a cuotas imposibles, el egoísmo y la indolencia festejan su mediodía. Las relaciones sociales presas de la alienación y el fetichismo, tienden a facilitar y consentir los modos del fascismo, la industria de la seguridad, la militarización del territorio mapuche, el Estado policíaco, los montajes contra la juventud disidente, la xenofobia, el recelo al semejante. En el país, como en casi todas partes del mundo, surgen, se desintegran y vuelven a surgir diversas agrupaciones políticas anticapitalistas. Como la lucha de clases no se resuelve explícita y consistentemente, las organizaciones anticapitalistas parecen no verse emplazadas a reunirse virtuosamente, aún carecen de un proyecto común para el desenvolvimiento de una sociedad no capitalista, de una estrategia que salga de los títulos, del insorteable análisis concreto de la realidad concreta, y muy pocos empeños logran hacer pie en territorios sociales que potencialmente sean capaces de labrar la señalética del futuro de la vida socializada. Sin embargo, la sola existencia de esas agrupaciones anticapitalistas ilustra la rebeldía majadera e imparable que produce la deshumanización capitalista. Aunque todavía no sea la hora de ofensivas, ya es la hora apremiante de la organización, la reflexión colectiva crítica, la sistematización aleccionadora de la acción práctica y directa, por menuda que resulte. Las instancias anticapitalistas que ya están, no perecerán si se desenvuelven en el automovimiento orgánico de los grupos sociales oprimidos en lucha. Nada está terminado ni nada es definitivo. Ya es una muestra de comprensiones superiores que cualquier lucha encorsetada en el reducto de la institucionalidad, de aquel punto concentrado de la coacción y la cooptación, no comporta ninguna promesa de porvenir. Y el horror capitalista continúa siendo la condición de su propia destrucción y superación si vence en la humanidad la voluntad colectiva y acuñada en el principio de vida y no de muerte. 4. Ante la crisis capitalista mundial, la presente administración del Ejecutivo chileno, con el fin de encantar inversiones y evitar la deslocalización de capitales y su fuga, disminuye la tramitación y los estándares de impacto ambiental de los proyectos transnacionales y combinados extractivistas asociados a la minería, la agroindustria, las forestales y la energía. Asimismo, intenta contrarrestar la destrucción del trabajo asalariado mediante microcréditos para microemprendimientos y multiplicar el cuentapropismo de sobrevivencia. Tanto la fortaleza del dólar, como el fin del período dorado de los altos precios de la exportación de materias primas y commodities frente a la ralentización de la economía china y planetaria, provocan la caída de las proyecciones de crecimiento nativo, sintonizándose con las economías en crisis del continente. En Chile, se precipitan las fusiones empresariales, las colusiones monopólicas, los despidos, el empleo informal, las ventas callejeras. En tanto, la maquinaria de producción de sentido común capitaneada por los medios masivos de comunicación, agitan premeditadamente el fenómeno de la delincuencia, multiplicando la incertidumbre ambiental y su percepción fabricada, y desligando el hurto de sus causas gatilladas por el empeoramiento de las condiciones de vida, la miseria y la ignorancia. Además de aumentar la dotación de las fuerzas policiales, la rebaja de la edad penal, el incremento de las cárceles y el negocio de la seguridad privatizadas, los medios de propaganda del poder hacen prosperar el uso de armas y de capacitaciones al respecto por la población ‘contra la sospecha', la discriminación aspectual y hasta contra la infancia y adolescencia empobrecida. Independientemente que de manera oficial, el registro de incidentes delincuenciales no haya aumentado en la realidad. Como es sabido, también se pueden construir las condiciones de la fascistización y de los ‘rostros disfuncionales', esto es, los escenarios subjetivos necesarios que junto a una crisis económica, auspicien ‘soluciones' más radicales en materia de orden y disciplinamiento social. La independiente Fundación Sol ( http://www.fundacionsol.cl/ ), evacuó en septiembre de 2015 un estudio basado en los más frescos datos ofrecidos por la Encuesta de Caracterización Socioeconómica 2013 (CASEN2013), dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, donde “se puede concluir que en Chile se registra un considerable ‘atraso salarial'”. Si bien el análisis de la Fundación Sol acentúa las asimetrías en el momento de la distribución de los ingresos, ello es suficiente para graficar los niveles de súper-explotación de la mercancía fuerza de trabajo de, al menos, una parte significativa de la población asalariada. En general, la investigación revela que el 50,5% de los ocupados chilenos gana menos de $260 mil pesos líquidos al mes (USD382), y el 74,1% menos de $400 mil pesos (USD588). Sólo el 11,8% obtiene más de $700 mil pesos (USD1.029). La feminización de la pobreza queda ilustrada cuando el estudio arroja que el 84,9% de las mujeres gana menos de $500 mil pesos (USD735). “En los cuatro sectores que más acumulan ocupados a nivel nacional, Comercio (18,8 %), Industria Manufacturera (11,3 %), Construcción (9,4 %) y Agricultura y Pesca (8,5 %), el 60 % de los trabajadores de menores ingresos obtienen hasta $320.000 (USD470,5). Y en ocho sectores económicos el 74 % de los ocupados obtiene ingresos menores a $400.000”, y la Fundación Sol agrega que “El 79,6 % de los ocupados con jornada completa obtiene ingresos inferiores a $500.000 (USD735)”. Por otra parte, la investigación afirma que “Al comparar a Chile con países similares en cuanto al PIB per cápita (o cercanos en la vecindad), se corrobora una situación de atraso salarial efectivo. Por ejemplo, Croacia, con un PIB per cápita menor que Chile en 2013, tiene una mediana salarial que es casi un 45 % más alta. En el caso de Polonia, con un PIB per cápita muy similar a Chile, obtiene una mediana salarial ajustada por paridad de poder de compra que es casi un 47,3 % superior. Para situarse en los rangos normales de los países con un PIB per cápita similar, nuestro país tendría que recuperar terreno de forma considerable en lo que refiere al valor del trabajo”, e indica que “la heterogeneidad sectorial también se aprecia, Intermediación Financiera tiene un ingreso promedio de $887.975 líquido, mientras que en Agricultura, Pesca, Hogares Privados con Servicio Doméstico, Hoteles y Restaurantes el promedio de ingresos es inferior a $300.000”. Si el lugar de Chile en el planeta capitalista es el de plataforma financiera y comercial para la región, y el extractivismo exportador minero, maderero y de producción de celulosa, no existe una relación entre los salarios y las ganancias de esas zonas. Si bien, los altos ejecutivos de las industrias mencionadas y fracciones de sus trabajadores/as, en términos relativos, tienen sueldos diferenciados y más altos que el resto, sólo se explica por los índices astronómicos de sus utilidades. Sin embargo, así y todo, los salarios tienden a una media que corresponde al sueldo necesario para fidelizar la fuerza de trabajo a las empresas donde es sobreexplotada. Y la diferencia salarial en una economía donde el sistema financiero y el extractivismo hegemonizan, los sueldos sólo amplían o reducen la capacidad de endeudamiento de los trabajadores/as. Los cálculos moderados hablan de que los asalariados/as chilenos están endeudados, por lo menos, en siete salarios. Heterogeneidad, castigo a las mujeres y jóvenes, diferencias menores entre los salarios de quienes se desempeñan en pequeñas o grandes empresas, y distancias menores entre la fuerza de trabajo contratada y la no contratada, junto a la extraordinaria y añosa política de flexibilidad y polifuncionalidad laborales, índices ridículos de trabajadores/as que pueden siquiera negociar sus sueldos y condiciones de trabajo, forman parte del mapa de la fuerza de trabajo en Chile. Rebelión
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