El “largo viaje” hacia Palestina
Mundo EL “LARGO VIAJE” HACIA PALESTINA. 65 años después de aprobada, la resolución 194 sigue perturbando al conflicto palestino-israelí Latinoamérica ALIANZA DEL PACÍFICO: ¿INTEGRACIÓN O DEPENDENCIA? El tablero político de América Latina se sacudió estos últimos años con la aparición de la Alianza del Pacífico, bloque regional constituido por México, Colombia, Perú y Chile. No es casual: se trata de cuatro países que tienen Tratados de Libre Comercio con EE.UU., ¿Cuáles son sus principios organizativos? ¿Qué tipo de integración buscan estos países? HAMBRE DE PAN… DE VERDAD Y DE RESPETO Respaldamos absolutamente al Papa Francisco en cuanto a que, resulta inmoral e inadmisible, que haya quienes sufran hambre. Estamos convencidos de que el hambre en el mundo es un flagelo provocado por el capitalismo globalizado, tanto como por la codicia humana, y creemos como tantas personas preocupadas por esta situación, que debemos esforzarnos para que pueda ser erradicado. Compartimos, asimismo, de modo vehemente sus conceptos emitidos en la jornada por la paz mundial. NEGOCIACIONES POR UN ACUERDO MERCOSUR-UNIÓN EUROPEA La trascendencia de las negociaciones en marcha para la firma de un acuerdo de liberalización económica y comercial del MERCOSUR con la Unión Europea (UE) requiere que sus alternativas sean conocidas en forma amplia y puestas en debate público. ARGENTINA, CÓRDOBA.: NO A MONSANTO. LA JUSTICIA ORDENÓ QUE SE PARALICEN LAS OBRAS DE LA MULTINACIONAL EN MALVINAS ARGENTINAS “Esta decisión judicial significa otro revés para Monsanto. No es una solución definitiva porque está pendiente el estudio de impacto ambiental que deberá ser dado a conocer en marzo”, manifestó Gastón Mazalay, referente de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida, tras conocer el fallo. La empresa apelará ante el TSJ. PANAMÁ: LA JUVENTUD REBELDE DE LA GESTA DEL 9 DE ENERO cuyo cincuentenario conmemoramos hoy - sigue siendo el grito de guerra del pueblo panameño y de la juventud. Es el símbolo del proyecto de Nación y recoge lo más noble de nuestro patriotismo.
Mundo EL “LARGO VIAJE” HACIA PALESTINA 65 años después de aprobada, la resolución 194 sigue perturbando al conflicto palestino-israelí Por Ghada Karmi (*) Traducción por María Landi (**) Diciembre de 2013 será recordado como el mes de la muerte de Nelson Mandela, un hito que culminó con la épica vida del hombre que dejó un legado de compasión hacia todos los pueblos que sufren injusticias, en especial el palestino. Mandela habló de “la injusticia y las graves violaciones de derechos humanos que se cometen en Palestina”, y acuñó la famosa sentencia: “Sabemos muy bien que nuestra libertad es incompleta sin la libertad de los palestinos“. Es una coincidencia oportuna que ese mismo mes marque también el aniversario del intento internacional de revertir la más notoria y persistente de todas las injusticias cometidas con los palestinos: su desplazamiento y despojo en 1948. El 11 de diciembre hizo 65 años que la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Resolución 194, que exhortó al recién creado Estado de Israel a repatriar a las y los desplazados palestinos “que deseen vivir en paz con sus vecinos (…) en la fecha más pronta posible”, y a compensarlos por sus pérdidas. Y se creó una Comisión de Conciliación con el propósito de supervisar la reparación. A pesar de que nunca fue implementada, la Resolución 194 es el fundamento jurídico del “derecho al retorno” al que los palestinos se han aferrado durante 65 años. En las décadas siguientes, las y los refugiados palestinos, lejos de regresar a sus hogares, pasaron a convertirse en una característica semi-permanente del paisaje árabe, habitando en los campamentos, lejos de la vista y a menudo olvidados. Ahora que la atención mundial se centra en la crisis de los y las refugiadas en Siria, los palestinos se han vuelto aún más invisibles. De nuevo olvidados La crisis de Siria es realmente trágica, pero es bueno recordar que no afecta sólo al pueblo sirio. Entre los dos millones de personas que se estima han sido desplazadas por el conflicto desde 2011, hay unas 270.000 palestinas, aproximadamente la mitad de las 540.000 personas que vivían en campamentos de la ONU sirios, convertidas ahora en refugiadas por segunda vez. Ellas han atraído mucha menos atención, aunque su destino es mucho peor. Las que huyeron a Líbano o Jordania han encontrado muy poco apoyo allí y no pueden regresar a Siria, ya que dos tercios de sus campamentos han sido destruidos o se han convertido en zonas de guerra. Mientras para las y los refugiados sirios existe la posibilidad de que en algún momento puedan regresar a su país, esa posibilidad no es ni remota para los palestinos. Si la Resolución 194 se hubiera implementado, esta situación no existiría. La obstinación de Israel Lo que ha llevado a esta situación es el permanente rechazo de Israel a la Resolución 194, y a la justicia más elemental. Desde el comienzo, Israel rechazó las exigencias de la ONU sobre la repatriación palestina, a pesar de que los términos de su admisión como miembro de las Naciones Unidas exigían el cumplimiento de las resoluciones de la ONU, incluyendo la 194. Cuando el Mediador de la ONU para Palestina, el diplomático sueco Conde de Bernadotte, consternado por la situación de los refugiados, trató de impulsar su repatriación en conformidad con la Resolución 194, disidentes de la milicia israelí Irgún al mando de Menachem Begin (más tarde Primer Ministro de Israel) lo asesinaron en septiembre de 1948. Nada ha logrado cambiar la oposición de Israel. En 65 años, no ha repatriado a un solo refugiado, no reconoció nunca su responsabilidad en la creación del problema de los refugiados, ni se disculpó por sus acciones de 1948, exigiendo en cambio que las y los refugiados se asienten en otros estados y busquen compensación a través de fondos internacionales. Esta política de la negación le ha sido redituable a Israel. Cuando otro cuarto de millón de personas palestinas fueron desplazadas en la guerra de 1967, tampoco se les permitió volver nunca, pero esta vez hubo menos condena internacional. Con el paso de los años, la expulsión de la población palestina de las tierras ocupadas por Israel -más lenta pero continua- también ha pasado desapercibida. Actualmente el gobierno israelí se propone despojar a otras 40.000 personas beduinas del Negev y apoderarse de sus tierras, mediante el llamado Plan Prawer, creando así más desplazados internos. Ninguna acción internacional parece dispuesta a impedir que Israel continúe con este plan despiadado. Al ignorar el derecho palestino al retorno, Israel se ha guiado por el pensamiento de su primer Primer Ministro David Ben-Gurion, quien el 18 de julio de 1948 escribió en su diario: “Tenemos que hacer todo lo posible para garantizar que [los refugiados palestinos] nunca regresen. Los viejos morirán y los jóvenes olvidarán.” Pero a pesar de los esfuerzos de Israel y de la traición de las potencias mundiales y de los dirigentes árabes, el pueblo palestino no ha olvidado. Documentar el sufrimiento En esta lucha solitaria contra el olvido, llega la noticia de una iniciativa importante de UNRWA, la agencia de la ONU creada en 1949 para atender a las y los refugiados palestinos, que les apoyará en ese esfuerzo. Es poco sabido que el archivo de UNRWA ha mantenido un rico registro de la experiencia de los refugiados palestinos en fotografías, videos y películas, desde los primeros días hasta la actualidad. Consiste en imágenes vívidas del pueblo palestino en varias etapas del proceso de convertirse en refugiado: cuando fueron obligados a abandonar sus hogares en 1948; el establecimiento de los campamentos de refugiados en la década de 1950; el segundo éxodo de refugiados en 1967; la población refugiada en Líbano; y la vida de las comunidades refugiadas desde la década de 1980 hasta el siglo XXI. Gran parte de esta valiosa colección de medio millón de imágenes que relata la historia y desarrollo de la tragedia de los refugiados va a ser digitalizada y así preservada para la posteridad. Es un proyecto enorme y costoso, ya inscrito en el Registro “Memoria del Mundo” de la UNESCO. Estará disponible a escritores, académicas, investigadores y periodistas, pero sobre todo a las generaciones de palestinos y palestinas que aprenderán acerca de su historia y sabrán que va a estar a salvo de la destrucción futura por parte de aquellos que, como Israel, están ansiosos por borrar el pasado. Algo de eso ya sucedió. En la invasión israelí al Líbano en 1982, y durante el ataque contra Gaza en 2008, Israel confiscó o destruyó una cantidad desconocida de documentos de UNRWA. Aunque por seguridad gran parte del archivo ha sido trasladado de un lugar a otro, el proyecto de digitalización lo protegerá para siempre. El proyecto de UNRWA se inauguró en Jerusalén a finales de noviembre con una exposición magnífica: “El largo viaje“, con fotografías nunca antes vistas del éxodo de los refugiados en sus primeros días, que datan de finales de los años 1940 y 1950. Está previsto que la exposición salga de gira por varios países árabes, y posiblemente a Europa. Pero dondequiera que vaya merece la mayor audiencia posible, para traer de nuevo a la conciencia pública un tema deliberadamente marginado, negado y calumniado durante 65 años.+ (PE/Palestina en el Corazón) (*) Jerusalén, 1939, refugiada palestina residente en Londres, médica, académica, activista y escritora. Es autora de “Casada con otro hombre: el dilema de Israel en Palestina” y de numerosos artículos de análisis publicados, entre otros, en The Guardian, The Nation, y Journal of Palestine Studies. (**) Activista de derechos humanos latinoamericana, comprometida con la causa palestina. Desde 2011 ha sido voluntaria en distintos programas de observación y acompañamiento internacional en Cisjordania: EAPPI (en Yanún/Nablus), CPT (Al-Jalil/Hebrón), IWPS (Deir Istiya/Salfit) y Kairos Palestine (Belén). Autora del blog “Palestina en el corazón” ECUPRES ALIANZA DEL PACÍFICO: ¿INTEGRACIÓN O DEPENDENCIA? Juan Manuel Karg El tablero político de América Latina se sacudió estos últimos años con la aparición de la Alianza del Pacífico, bloque regional constituido por México, Colombia, Perú y Chile. No es casual: se trata de cuatro países que tienen Tratados de Libre Comercio con EE.UU., y cuyos últimos gobiernos han sido mayormente conservadores: Peña Nieto en México, Santos en Colombia, Humala en Perú y Piñera en Chile. ¿Cuáles son sus principios organizativos? ¿Qué tipo de integración buscan estos países? A través de la “Declaración de Lima”, primer documento del bloque, los países miembros señalan la necesidad de “avanzar progresivamente hacia el objetivo de alcanzar la libre circulación de bienes de servicios, capitales y personas”. Esta idea de integración llevó a que el bloque forme el Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico (CEAP), entre cuyas funciones está elevar a los respectivos gobiernos “recomendaciones y sugerencias para la mejor marcha del proceso de integración y cooperación económica-comercial entre nuestros países”. ¿Cuál es la visión que hay tras esto? La noción de que la integración entre los países sólo debe ser comercial, económica, y financiera, sin tener implicancias de unión en lo político, lo social, lo cultural. Esto es, sin lugar a dudas, una falacia, ya que detrás de toda acción –o inacción- en lo económico hay política. Hasta el neoliberalismo más ortodoxo de los ´90 se amparó en una política bien definida: la “reforma” del Estado en busca de su achicamiento, con el consiguiente desmantelamiento del aparato productivo, entre otros efectos. Ahora bien, y relacionado con esto mismo, la creación de la Alianza del Pacífico ha tenido rápidas repercusiones en los organismos multilaterales de crédito. Uno de sus máximos exponentes, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entregó “apoyo técnico a los gobiernos y representantes empresariales”, tal como figura en su página web. Vale recordar que EE.UU. cuenta con más del 30% del paquete accionario del BID, siendo fundador del mismo y garantizando su funcionamiento mediante su sede en Washington. El país que gobierna Barack Obama, además, es miembro observador de la Alianza del Pacífico, lo que cierra un círculo de intereses en común entre ambos. Las críticas a la integración propuesta por la Alianza del Pacífico Numerosos políticos e intelectuales han realizado críticas a la conformación de la Alianza del Pacífico, con similares perspectivas: la denuncia a un intento de “paralización” de la integración regional –y su subordinación a Washington- como los principales motivos para oponerse a este bloque emergente. Para el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera, esta alianza de países “parece estar puesta para bloquear esta mirada hermanada del continente”, al haber nacido “muy fuertemente vinculada a los intereses de EE.UU” tal como declaró en diciembre pasado en España. Tras ello, explicó su visión sobre la integración, al decir que "somos un continente, somos hermanos de historia. Nos necesitamos mutuamente. Los mejores resultados para nuestros países van a venir si nos fusionamos en un gran horizonte compartido". El presidente ecuatoriano Rafael Correa fue más enfático: señaló la existencia de una “reconstitución” de la derecha en el continente, expresada en cierta forma por estos países, al no proponerse “crear una gran sociedad con ciudadanos de la región; sino crear un gran mercado, crear consumidores”. El dilema integracionista: ¿subordinación o autonomía? Los próximos 30 días de América Latina y el Caribe serán importantes en lo relativo a la integración regional: en La Habana, Cuba, se realizará la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños –CELAC-, el 28 y 29 de enero; y, a su vez, el 31 de este mismo mes, en Caracas, Venezuela, tendrá lugar la XLVI Cumbre Presidencial del Mercosur. Sin intentar perder iniciativa, y mostrando su dinamismo, los presidentes de la Alianza del Pacífico planifican una reunión en Cartagena de Indias, Colombia, para el 10 de febrero. Como se ve, las frías agendas diplomáticas guardan también una disputa central sobre las relaciones que deben darse, entre sí, los países de nuestro continente. Para finalizar, son necesarias algunas preguntas de cara al futuro cercano de nuestro continente: ¿Puede un bloque que, en teoría, busca la integración de los países de América Latina y el Caribe, actuar subordinado a los intereses de los organismos multilaterales de crédito como el BID? ¿Cuál son las motivaciones ideológicas de estos países para no integrar mecanismos de integración económica, política y social ya existentes, como CELAC, Unasur, Mercosur o ALBA? ¿Hasta dónde llegará este intento de intentar paralizar –y paralelizar- las herramientas de integración autónomas que, durante estas últimas décadas, se han dado nuestros pueblos o gobiernos? El 2014 que acaba de comenzar podrá brindarnos algunas respuestas a estos interrogantes, a la luz de las próximas cumbres presidenciales, cuyos acuerdos nos darán mayores elementos para comprender los años venideros en la integración de nuestro continente. - Juan Manuel Karg es Licenciado en Ciencia Política UBA, Investigador Centro Cultural de la CooperaciónURL de este artículo: http://alainet.org/active/70253 HAMBRE DE PAN… DE VERDAD Y DE RESPETO Respaldamos absolutamente al Papa Francisco en cuanto a que, resulta inmoral e inadmisible, que haya quienes sufran hambre. Estamos convencidos de que el hambre en el mundo es un flagelo provocado por el capitalismo globalizado, tanto como por la codicia humana, y creemos como tantas personas preocupadas por esta situación, que debemos esforzarnos para que pueda ser erradicado. Compartimos, asimismo, de modo vehemente sus conceptos emitidos en la jornada por la paz mundial: “ En particular, el sector agrícola es el sector primario de producción con la vocación vital de cultivar y proteger los recursos naturales para alimentar a la humanidad. A este respecto, la persistente vergüenza del hambre en el mundo me lleva a compartir con ustedes la pregunta: ¿cómo usamos los recursos de la tierra? Las sociedades actuales deberían reflexionar sobre la jerarquía en las prioridades a las que se destina la producción. De hecho, es un deber de obligado cumplimiento que se utilicen los recursos de la tierra de modo que nadie pase hambre. Las iniciativas y las soluciones posibles son muchas y no se limitan al aumento de la producción. Es de sobra sabido que la producción actual es suficiente y, sin embargo, millones de personas sufren y mueren de hambre, y eso constituye un verdadero escándalo. Es necesario encontrar los modos para que todos se puedan beneficiar de los frutos de la tierra, no sólo para evitar que se amplíe la brecha entre quien más tiene y quien se tiene que conformar con las migajas, sino también, y sobre todo, por una exigencia de justicia, de equidad y de respeto hacia el ser humano. En este sentido, quisiera recordar a todos el necesario destino universal de los bienes, que es uno de los principios clave de la doctrina social de la Iglesia. Respetar este principio es la condición esencial para posibilitar un efectivo y justo acceso a los bienes básicos y primarios que todo hombre necesita y a los que tiene derecho” . Como grupo humano y activista movido por fuertes motivaciones sociales y especialmente morales, como Grupo de Reflexión Rural de la República Argentina que se propone generar nuevos pensamientos, proponemos que la Iglesia , y particularmente el Vaticano, establezca los debates necesarios acerca de cómo combatir el hambre en el mundo a partir del pensamiento inspirado de Francisco, pero recomendaríamos que esos debates sean encarados a partir de análisis críticos sobre las causas sistémicas que lo generan, y que se eviten las miradas urbanas y superficiales, cuando no meramente académicas, que son las que pareciera, suelen primar cada vez que el tema sale a debate. Comencemos reconociendo que, en el mundo globalizado, los alimentos que el hombre necesita para vivir y desarrollarse han devenido en francas mercancías. Su producción y comercialización corresponden cada vez más, a gigantescas empresas guiadas tan sólo por el lucro y la ganancia que han terminado apoderándose de la mesa familiar y de todo lo que comemos. La antigua capacidad de cada uno de proveer a su propia alimentación ha sido gradualmente reemplazada por entidades e instituciones encargadas de “dar de comer”. Así, de esa manera, lo que en el mandato bíblico pudo ser una situación absolutamente excepcional, se ha convertido en atribuciones propias del mercado, cuando no también, de los mismos gobernantes que utilizan esta capacidad del Estado de dar de comer para generar políticas que asistencializan e invalidan a los necesitados y les expropian el poder que tuvieran alguna vez, cuando fueron autónomos en proveer a su propia alimentación o a una parte significativa de ella. Esos alimentos mercancías son hoy gracias a las empresas corporativas que guían los mercados, objetos de procesos de escala gigantesca. A la producción masiva de animales en encierro, sometidos a una crueldad funcional inaudita, se le suma la alimentación con balanceados industriales y el uso intensivo de fármacos, hormonas y antibióticos de todo tipo, de tal manera que, más que alimentarnos terminan enfermando a quiénes los consumen. Lo mismo ocurre con los cereales, con las legumbres y en general con todos los frutos de la tierra producidos ahora, en escala industrial y abrumadora mediante brutales procesos de agriculturización que deterioran y envenenan los suelos con ingentes cantidades de agrotóxicos. Este sistema es guiado por visiones cada vez más tecnocráticas, con fertilizantes químicos y semillas genéticamente modificadas. Que el hambre en el mundo no vuelva a ser excusa para alimentar nuevamente desde estrados académico religiosos el hambre insaciable de ganancias de los nuevos poderes corporativos Biotecnológicos… Creemos, asimismo, que no es propicio abordar el tema del hambre comenzando con ilustraciones sobre las nefastas consecuencias del consumo desproporcionado de comida en algunos lugares del Planeta en que la norma sería la disipación y el desenfreno. Esa mirada a fuer de sesgada y urbana, pone siempre el énfasis en el desperdicio en destino e ignora o invisibiliza los modos de producir y los desperdicios en origen. Y con esto nos referimos a la ruralidad en desmedro de cosmovisiones urbano fabriles cada vez más hegemónicas. Una perspectiva semejante basada en los desperdicios, más allá de que aquellas situaciones de hiperconsumismo impliquen explícitas profanaciones y desprecio por los seres humanos y por el trabajo del hombre en general, podrían colaborar a sugerir soluciones a partir de mejores distribuciones de las mercancías producidas por los grandes conglomerados corporativos. Estamos convencidos de que esa mejor distribución, aún de poderse lograr, tampoco solucionaría el problema del hambre y de la desnutrición que enfrenta la humanidad. El crimen del mundo globalizado es la industrialización masiva de alimentos, su creciente encarecimiento, el que obligue a la ingesta inexorable de comida chatarra, el que conduzca a la apropiación de las materias primas y de los territorios, al uso generalizado de publicidad y de packaging suntuario, y al concepto de valor agregado, cuando en definitiva, lo que se agrega son solamente costos y precios por gastos de energía y enormes traslados que, al fin y al cabo, sólo garantizan la monopolización de la producción de alimentos en manos de la agroindustria, pero nunca una mayor calidad nutricional ni ecológica. Por todo ello, pensamos que será consecuente con nuestras creencias religiosas y o sociales, tanto como con nuestros intereses de poder comer alimentos sanos y nutritivos, si en el debate de la Iglesia , y de Caritas particularmente, se encara a los alimentos como productos de la Cultura , frutos del trabajo y de la correspondencia humana con el mundo natural que, en definitiva, refiere al milagro de la Creación. Así entendido, salta a la luz que hasta aquellos que tienen más dinero para consumir e inclusive, que pueden permitirse desaprovechar los alimentos que compran en exceso, guiándose por las publicidades y el afán de consumir y que eligen por las marcas aquellos alimentos industrializados que proveen los supermercados suelen sufrir, también, las epidemias modernas propias del consumismo y de la ingesta de comida chatarra. Nos parece importante enfatizar que las miradas que se aferran a las consecuencias inmediatas y que desconocen las causas profundas del hambre en el mundo, como aquellas otras que se engañan creyendo que la incorporación de tecnologías que prometen aumentar al infinito las actuales producciones, podrían resolver el problema, resultan ser, a corto plazo, absolutamente funcionales al sistema implantado y no hacen sino agravar la situación de aguda desprotección y vulnerabilidad alimentaria en que permanece sumergida gran parte de la población del Planeta. Recordemos el modo en que Caritas Argentina respondió a la angustiante hambruna vivida en el país a partir de la debacle económica de finales del año 2001. Luego del saqueo de los supermercados, y cuando el hambre era un fantasma que recorría insomne las periferias urbanas de indigencia, en los comedores de Caritas Argentina se distribuía como alimento para los pobres y desesperados la misma soja transgénica que se exportaba para los cerdos de China y de Europa. ¡Qué paradoja tan siniestra aquella! Esa misma soja que necesitada de territorios vacíos, que forzó los desplazamientos indígenas y campesinos, que contribuyó a su pobreza, a su hambre y a su dependencia de políticas asistenciales, se distribuía entonces entre ellos, como único alimento… Y se distribuyó, además, de manera porfiada por años y bajo justificaciones caritativas, pese a que públicamente numerosas voces incluso oficiales, denunciaran la indiscutida peligrosidad de la ingesta de Soja, especialmente por parte de menores, de embarazadas, de ancianos y de sujetos con defensas disminuidas, como los enfermos. Esas bolsas de soja GM las donaban los productores agrarios para apagar las llamas del desorden social, pero ocurría que, era la misma soja causante de la catástrofe que se vivía, tanto del desempleo masivo en la agricultura, cuanto del despoblamiento de enormes sectores rurales obligados a emigrar a los cordones urbanos de extrema pobreza. Ese daño no solo no ha sido revisado, sino que permanece en la oscuridad de lo que no se menciona, de lo que se prefiere olvidar... Pero no es barriendo bajo la alfombra lo que nos avergüenza el modo en que podremos aportar a resolver el hambre en el mundo. Todo lo contrario, el silencio sobre aquellas actividades benéficas que daban por cierto que los OGM podrían ser una comida válida para los pobres y hambrientos de la Argentina en estado de emergencia, se encuentra avalada todavía por prominentes miembros de las Academias Pontificias que, lamentablemente, están convencidos, pese a las repetidas evidencias de lo contrario, de que las propuestas de la ciencia empresarial y de las Corporaciones Biotecnológicas, podrían resolver los problemas alimentarios de la Humanidad. Para aclarar nuestra reflexión sobre cómo encarar el debate del hambre, proponemos indagar críticamente al libre comercio y a la creciente especulación financiera sobre el precio de los alimentos, así como a la aparición de fondos buitres en las Bolsas de Cereales y comodities, que desvirtúan terriblemente el poder de compra de los países periféricos. Deberíamos considerar los riesgos a que nos someten las Corporaciones Biotecnológicas con los OGM nunca suficientemente investigados . Nos debemos un debate acerca de la actual a gricultura química adicta al derroche de agua y de petróleo, al patentamiento de las semillas, al acaparamiento empresarial de tierras o landgrabbing, la especulación de mercado y al rol de las instituciones transnacionales como las causas del hambre y de otras tales como el éxodo a las periferias urbanas y la megalopolización compulsiva del planeta. No quedan fuera de estas consecuencias, el tráfico de seres humanos, las epidemias de obesidad y otras enfermedades propias del llamado Progreso, la aceptación generalizada de la explotación humana sobre otros humanos y el imperio de la diversidad sobre la certeza de cuanto nos es común como seres humanos. Y para concluir esta penosa lista de situaciones atroces y como si no bastara con lo expuesto, se suma el Cambio Climático y la devastación creciente de la Naturaleza por parte de las Corporaciones transnacionales... Debemos volver a sistemas de agricultura natural, debemos revisar de manera radical los criterios de urbanización así como contemplar el retorno de las sociedades a una necesaria ruralidad como camino para la recuperación de lo humano con arraigo a la tierra, a una Cultura con mayúscula y a la producción de alimentos sanos. Necesitamos repoblar los campos con familias y multiplicar los mercados de cercanías, mercados dónde no exista un descarte que no sea inmediatamente reciclado de manera ecológica, mercados a granel y sin packaging, y en un mundo dónde el petróleo se termina o encarece, sin cadenas de frío, largos costosos transportes, ni mayores gastos energéticos. Necesitamos que cada ser humano recupere su capacidad e inventiva para producir al menos una parte mínima de lo que consume, que podamos recuperar los patrimonios culturales, tanto como las antiguas tradiciones culinarias y las especies alimentarias autóctonas, que podamos rescatar los herbarios medicinales y las semillas locales. Debemos lograr que la Agricultura y los alimentos salgan de la OMC. y dejen de ser mercancías para la especulación... Alguna vez San Pablo expresó: “ Que por eso naciste desnudo y con dos manos para que cubras tu desnudez con el trabajo de tus manos y te procures la comida con tu inventiva eficaz. El trabajo será también tu baluarte”. Vivimos horas decisivas para la humanidad. Los Cambios Climáticos producidos por el afán inagotable de poder y de ganancias, la creciente contaminación, las crisis financieras y las guerras multiplican cada día, las amenazas globales. No tendremos demasiadas oportunidades de modificar nuestras prácticas erróneas, ya que los procesos ecológicos que nos sostienen como humanidad amenazan con escapar a toda posibilidad de ser encauzados. No debemos entonces, volver a equivocarnos. El mundo confía en que la autoridad moral de los líderes religiosos ponga freno a esas amenazas y abra nuevos horizontes de esperanza para una humanidad angustiada, no solamente por el hambre de alimentos, sino también por la necesidad de arraigo y de vivir en comunidad. No la defraudemos. GRR Grupo de Reflexión Rural 6 de Enero de 2014 Buenos Aires Argentina |