Fw: [ATTAC] INFORMATIVO 705 - La hora de la voluntad



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Sent: Monday, April 29, 2013 2:03 PM
Subject: [ATTAC] INFORMATIVO 705 - La hora de la voluntad

 

INFO 705 29 de abril de 2013
informativo at attac.org http://attac.info.blogspot.com

La hora de la voluntad

LATINOAMÉRICA

PARAGUAY: OTRO TRIUNFO DE LA "VÍA HONDUREÑA” Así fue que otra vez la derecha se quedó con el gobierno, y abrió las puertas a un fascista "liberal auténtico" como Federico Franco, quien no dudó recientemente en declarar que la muerte de Hugo Chávez era un milagro para Latinoamérica.
*CRUZADA TRANSGÉNICA CONTRA LOS HAMBRIENTOS* La Cruzada Nacional contra el Hambre, programa insignia del gobierno mexicano, no tiene nada que ver con terminar el hambre, ni atender o modificar sus causas, pero sí tiene mucho de cruzada.
HAITÍ: LOS DESALOJOS FORZOSOS EMPEORAN LA YA GRAVE SITUACIÓN DE LAS PERSONAS SIN HOGAR TRAS EL TERREMOTO Los desalojos forzosos están empeorando en Haití la ya desesperada situación de los millares de personas que siguen viviendo en campamentos para desplazados más de tres años después del devastador terremoto de enero de 2010, ha explicado Amnistía Internacional
COLOMBIA: LA HORA DE LA VOLUNTAD No habrá paz sin una comunidad que la apoye y la exija, que la vigile y la acompañe. Y no será pequeña recompensa la posibilidad de dejar atrás el país mezquino que sacrifica sus jóvenes y gasta todos sus recursos en una guerra sin horizontes, y que mientras tanto tiene las carreteras de hace 50 años, los puertos de hace 80, los puentes de hace 100, y las ideas de hace más de 200.

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Latinoamèrica

REINVENTAR LA POLÍTICA Y EL MUNDO

Entrevista a Ignacio Ramonet
Manuel Fernández-Cuesta

1 Ignacio Ramonet (Redondela, 1943), es uno de los pensadores más lúcidos de los últimos tiempos. Instalado en París desde 1972, sociólogo y semiólogo, especialista en geopolítica, profesor de Teoría de la Comunicación, sagaz periodista, su forma de mirar e interpretar la modernidad y, por extensión, la globalización, hace de sus ideas un punto de inflexión necesario contra el pensamiento dominante. Diario Kafka ha hablado con él sobre la actualidad política, la crisis y los emergentes movimientos sociales, Europa y el porvenir.

Diario Kafka: ¿Asistimos a un renacimiento de los movimientos de protesta ciudadana?

Ignacio Ramonet: Desde que estalló la actual crisis financiero-económica, en 2008, estamos asistiendo a una multiplicación de los movimientos de protesta ciudadana. En primer lugar, en los países más afectados (Irlanda, Grecia, Portugal, España), los ciudadanos –cívicamente– apostaron por apoyar, con sus votos, a la oposición, pensando que esta aportaría un cambio de política tendente a menos austeridad y menos ajuste. Pero cuando todos estos países cambiaron de Gobierno, pasando de la izquierda o centro-izquierda a la derecha o centro-derecha, la estupefacción fue completa, ya que los nuevos Gobiernos conservadores radicalizaron aún más las políticas restrictivas y exigieron más sacrificios, más sangre y más lagrimas a los ciudadanos. Ahí es cuando empiezan las protestas. Sobre todo porque los ciudadanos tienen ante sus ojos los ejemplos de dos protestas con éxito: la del pueblo unido en Islandia y la de los contestatarios que tumban las dictaduras en Túnez y Egipto. Además, destaca el hecho de que las redes sociales están facilitando formas de la organización espontánea de las masas sin necesidad de líder, de organización política, ni de programa. Todo está listo entonces para que surjan, en mayo de 2011, los indignados españoles, y que su ejemplo se imite de un modo u otro en toda la Europa del sur.

DK: ¿Por qué los partidos políticos de la izquierda son mal comprendidos por estos movimientos?

IR: Porque lo que los medios califican de "partidos políticos de la izquierda" tienen, en opinión de esos movimientos y de las mayorías exasperadas, muy poco de izquierda. No hay que olvidar, además, que estos partidos están comprometidos con esta misma política conservadora que ellos fueron los primeros en aplicar, sin anestesia. Recuérdese lo que ocurrió en España cuando, de pronto, en mayo de 2011, Rodríguez Zapatero, sin avisar ni explicar, decidió aplicar un brutal plan de ajuste ultraliberal que era exactamente lo contrario del ADN del socialismo.

DK. ¿Cuál fue el pecado original de Mayo del 68? ¿Son los movimientos de hoy hijos tardíos del 68? ¿Cree que pueden realmente construir contrapoder político, alternativa real de Gobierno, o son más bien movimientos emocionales?

IR: No se pueden comparar las dos épocas. Mayo del 68 era una crisis contra un país en expansión (nacimiento de la sociedad de consumo, crecimiento alto, pleno empleo), que seguía siendo profundamente conservador y hasta arcaico en materia de costumbres. Hoy sabemos que fue menos una crisis política que una crisis cultural. El movimiento del 15M, sin embargo, es el reflejo del derrumbe general de todas las instituciones (Corona, justicia, Gobierno, oposición, Iglesia, autonomías...). En ese sentido, es lo más positivo que ha ocurrido en la política española desde el final del franquismo. Lo más fresco e innovador. Aunque no se ha traducido en movimiento político con perspectivas de conquistar el poder, revela un sentimiento profundo de hartura de la sociedad española golpeada por la crisis y por las brutales medidas de austeridad del Gobierno de Mariano Rajoy. Se podría decir que los movimientos de protesta son una buena noticia ya que demuestran que las sociedades europeas, y en particular su juventud tan castigada por la crisis social, está expresando su descontento general hacia la situación que se está viviendo y hacia el tipo de solución neoliberal que los Gobiernos y la Unión Europea están aplicando contra la crisis. Es más, estos movimientos rechazan la adopción de medidas de austeridad extremadamente serias, de ajuste económico, en una Europa del sur donde más del 20% de los jóvenes menores de treinta años se encuentra en paro. Curiosamente, esta juventud se expresa de una manera pacífica, no violenta, inspirándose en varios movimientos generales.

DK: ¿Qué otros efectos está produciendo esta crisis en Europa?

IR: La crisis se está traduciendo también en un aumento del miedo y del resentimiento. La gente vive en estado de ansiedad y de incertidumbre. Vuelven los grandes pánicos ante amenazas indeterminadas como pueden ser la pérdida del empleo, los choques tecnológicos, las biotecnologías, las catástrofes naturales, la inseguridad generalizada. Todo ello es un desafío para las democracias, porque ese "terror difuso" se transforma a veces en odio y repudio. En varios países europeos, ese odio se dirige hoy contra el extranjero, el inmigrante, el diferente, los otros (musulmanes, gitanos, subsaharianos, sin papeles...) y crecen los partidos xenófobos, racistas y de extrema derecha.

DK: ¿Son los movimientos sociales y políticos actuales, culminando en el 15M, capaces superar a los partidos políticos tradicionales de la izquierda?

IR: No sabemos hacer política sin partidos políticos. Lo que reclaman los contestatarios, los indignados en casi toda Europa del sur, es cambiar las reglas del juego: desmontar el truco. Nuevas reglas supondrían, por ejemplo en España, una nueva Constitución como reclama un número cada vez mayor de ciudadanos. Una Constitución que dé más poder a los ciudadanos, que garantice más justicia social y que sancione a los responsables del actual naufragio. Un naufragio que no puede sorprender a nadie. El escándalo de las hipotecas basura era sabido por todos. Igual que el exceso de liquidez orientado a la especulación, y la explosión delirante de los precios de la vivienda. Nadie se inmutaba, porque el crimen beneficiaba a muchos. Y se siguió afirmando que la empresa privada y el mercado lo arreglaban todo. En la historia larga de la economía, el Estado ha sido siempre un actor central. Solo desde hace treinta años –o sea, nada en una historia de siglos–, el mercado ha querido expulsar al Estado del campo de la economía. Hay que volver al sentido común, a un keynesianismo razonable: tanto Estado como sea necesario y tanto mercado como sea indispensable. La prueba evidente del fracaso del sistema neoliberal actual son los ajustes y rescates que demuestran que los mercados no son capaces de regularse por sí mismos. Se han autodestruido por su propia voracidad. Además, se confirma una ley del cinismo neoliberal: se privatizan los beneficios pero se socializan las pérdidas. Se hace ahora pagar a los pobres las excentricidades irracionales de los banqueros, y se les amenaza, en caso de que se nieguen a pagar, ¡con empobrecerlos aún más! ¿Se producirá un incendio social? No es imposible. Las repercusiones sociales del cataclismo económico son de una brutalidad inédita: 23 millones de parados en la Unión Europea y más de 80 millones de pobres. Los jóvenes aparecen como las víctimas principales. Por eso, de Madrid a Londres y Atenas, de Nicosia a Roma, una ola de indignación levanta a la juventud. Añádase, además, que en la actualidad, las clases medias también están asustadas porque el modelo neoliberal de crecimiento las está abandonando al borde del camino. En España, una parte se unió a los jóvenes para rechazar el integrismo ultraliberal de la Unión Europea y del Gobierno. "No nos representan”, dijeron todos los indignados.

DK: ¿Cómo ve Europa y el proyecto común europeo dominado, estos años, por Alemania y su política de austeridad?

IR: El curso de la globalización parece como suspendido. Se habla cada vez más de desglobalización, de descrecimiento. El péndulo había ido demasiado lejos en la dirección neoliberal y ahora podría ir en la dirección contraria. Ha llegado la hora de reinventar la política y el mundo. Todas las sociedades del sur de Europa se han vuelto furiosamente anti alemanas puesto que Alemania, sin que nadie le haya otorgado ese derecho, se ha erigido en jefe –autoproclamado – de la Unión Europea enarbolando un programa de sadismo económico. Europa es ahora, para millones de ciudadanos, sinónimo de castigo y sufrimiento: una utopía negativa.

DK: ¿Hay alternativas frente al abandono del campo de batalla de la socialdemocracia tradicional?

IR: La socialdemocracia ha fracasado porque ella misma ha participado en la liquidación del Estado de bienestar, que era su principal conquista y su gran seña de identidad. De ahí el desarraigo de muchos ciudadanos que pasan de la política absteniéndose, limitándose a protestar o votando por Beppe Grillo (que es una manera de preferir un payaso auténtico en lugar de sus hipócritas copias). Otros han decidido votar a la extrema derecha, que sube espectacularmente en todas partes, o en menor grado, optar por la izquierda de la izquierda que encarna hoy el único discurso progresista audible. Así estaban también en América Latina hace poco más de un decenio, cuando las protestas derrocaban Gobiernos democráticamente elegidos (en Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú...), que aplicaban con saña los ajustes dictados por el FMI. Hasta que los movimientos sociales de protesta convergieron con una generación de nuevos líderes políticos (Chávez, Morales, Correa, Kirchner, Lula, Lugo...) que canalizaron la poderosa energía transformadora y la condujeron a votar en las urnas programas de refundación política (constituyente), de reconquista económica (nacionalizaciones, keynesianismo) y de regeneración social. En ese sentido, se observa cómo a una Europa desorientada y grogui, América Latina le está indicando el camino.

Diario Kafka - Adital

PARA CORTARLE ALAS AL GOLPISMO HAY QUE SALIR DEL EXTRACTIVISMO

Raúl Zibechi

5"El extractivismo es mucho más que un modelo productivo y de acumulación de capital. En rigor, forma parte del complejo especulativo-financiero que hoy domina el mundo. En nuestros países tiene efectos depredadores: está creando un nuevo bloque de poder, corruptor políticamente, polarizador y excluyente socialmente y depredador del medio ambiente."

Esta semana quedó en evidencia la estrategia de la tensión y el caos que promueven las agencias estadunidenses para desestabilizar gobiernos. Si tomamos en cuenta las experiencias más recientes, incluyendo la primavera árabe, podemos concluir que los golpes de Estado son apenas uno de varios caminos posibles para desalojar gobiernos molestos. Ni el Pentágono ni la Casa Blanca apuestan por una sola estrategia para conseguir sus fines, sino que ponen en marcha un abanico de acciones convergentes y complementarias.

La crisis económica global y la necesaria contención de los gastos militares (al parecer el Comando Sur vio su presupuesto reducido en 26 por ciento, pero puede haber partidas ocultas) otorgan prioridad al poder suave, o sea mecanismos no tan ostensibles como los tanques y los bombardeos de palacios de gobierno. Los medios de comunicación, la acción legal y la semilegal, incluyendo las masas en las calles, que siempre sirven para legitimar proyectos innombrables, son algunas de las herramientas en uso.

En el caso de Venezuela y la escalada desestabilizadora que se escenificó horas después de la publicación de los resultados electorales, emergen un conjunto de mensajes que el tiempo permitirá develar completamente, pero que muestran la aparición de nuevas y más refinadas estrategias. Para mostrar no sólo los aspectos negativos de la coyuntura, habría que mencionar que la casi unanimidad de los miembros de la Unasur mostraron su apoyo a Nicolás Maduro, incluyendo un rápido reconocimiento por parte del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.

Sólo el Paraguay de Federico Franco, a quien le queda poco tiempo en el cargo, se alineó con Estados Unidos en la región sudamericana. Esto es relevante porque muestra el aislamiento de Washington y la creciente autonomización de gobiernos como el de

PARAGUAY: OTRO TRIUNFO DE LA "VÍA HONDUREÑA"

Carlos Aznarez

3Horacio Cartes, festeja triunfo colorado Es muy particular lo que viene sucediendo con las "nuevas" dictaduras latinoamericanas. Sólo basta recordar el caso hondureño, donde después de un año de resistencia en las calles, peleando a brazo partido contra los usurpadores del poder, el campo popular terminó contabilizando numerosos muertos debido a las acciones represivas de policías y militares. Además, un dictador le pasó la posta al otro, y para ello utilizó la tan ponderada "vía electoral", para facilitarle su acceso al gobierno. Así, se produjo el recambio entre Roberto Micheletti y Porfirio Lobo.


Hasta ese momento, los países de la región, capitaneados por UNASUR, habían boicoteado, ejemplarmente, al gobierno de facto. Sin embargo, cuando entraron a jugar los votos, en una elección amañada por las proscripciones y el fraude, se produjo el "milagro" de un súbito cambio en el perfil de los asesinos. De buenas a primeras, se levantaron las sanciones, y otra vez ingresaron al redil de la OEA, de donde habían sido separados por atentar contra la democracia. La "casa volvió a estar en orden", y las muertes selectivas de militantes populares continuaron en un lento pero doloroso goteo.

Ahora, en Paraguay, la historia vuelve a repetirse. Tras la masacre de campesinos en Curuguaty, sobrevino el derrocamiento de Fernando Lugo, un gobernante que durante todo su mandato no estuvo a la altura de los reclamos de los sectores empobrecidos que lo habían acompañado con su voto. Cayó sin pena ni gloria ni lucha, porque él mismo impuso esa impronta vergonzosa.

Así fue que otra vez la derecha se quedó con el gobierno, y abrió las puertas a un fascista "liberal auténtico" como Federico Franco, quien no dudó recientemente en declarar que la muerte de Hugo Chávez era un milagro para Latinoamérica. El mismo Franco preparó las condiciones (en eso la partidocracia es especialista) para muy pronto convalidar el arrebato ilegal por medio de comicios. En estos ardides, se luce desde siempre el partido Colorado, el mismo del fallecido dictador Adolfo Stroessner, que gobernó con mano dura durante más de 60 años. El candidato para blanquear la dictadura de Franco, se llama Horacio Cartes, empresario, banquero, propietario de un club de fútbol y con influencia notoria en los medios de comunicación, denunciado por relaciones con el narcotráfico y otros delitos varios, que le han hecho ganar el alias del "Berlusconi guaraní".

Durante toda la campaña electoral, los dos partidos en que se dividió la izquierda (el Frente Guasú, de Aníbal Carrillo, y Avanza País, de Mario Ferreiro) se cansaron en denunciar maniobras proscriptivas y fraudulentas de colorados y liberales, sin embargo la farsa electoral ya estaba "atada y bien atada", como diría el otro Franco, dictador español "por la gracia de Dios".

Ahora, como era previsible, la derecha colorada festeja el triunfo de Cartes con un 45% de votos frente a casi un 37% de liberales auténticos y poco menos del 5% de Avanza País. En medio del estallido de cohetes y bengalas, se consuma una vez más la "vía hondureña" para blanquear procesos dictatoriales y de esta manera asegurar la impunidad por los crímenes cometidos contra los que siempre ponen los muertos: los de abajo, sean obreros, campesinos o estudiantes. Pero lo que más llama la atención es el apuro que han demostrado ciertos presidentes y presidentas de la región para festejar la victoria del banquero Cartes, y convocarlo a que vuelva al Mercosur. Se acabaron las escasas sanciones aplicadas, y se olvidaron pronto los insultos proferidos por la derecha paraguaya contra sus pares latinoamericanos. Más aún, quedó en el pasado, casi como si no hubiera existido, el permanente boicot derechista a que Venezuela ingresara en el Mercosur. Ahora todas son caricias, franeleos y besitos al ganador. De los muertos de Curuguaty, de los presos y presas campesinas que sufren todo tipo de malos tratos en las cárceles-tumba paraguayas, ya nadie se acuerda en las cúpulas. Mucho menos de las promesas de ampliar el número de bases militares yanquis en territorio paraguayo, de la ley antiterrorista y de la continua censura de prensa, propiciada por dirigentes derechistas. Ganó Cartes, y con eso pareciera que alcanza para perdonar lo imperdonable

Todo indica, que quienes estén pensando en repetir las experiencias hondureña y paraguaya en la región, lo tienen más que fácil. Sólo tendrán que soportar algunos regaños de compromiso en los primeros meses de la asonada, y luego vendrán los premios. ¿Quién entiende a estos de

*CRUZADA TRANSGÉNICA CONTRA LOS HAMBRIENTOS*

Silvia Ribeiro*

6La Cruzada Nacional contra el Hambre, programa insignia del gobierno mexicano, no tiene nada que ver con terminar el hambre, ni atender o modificar sus causas, pero sí tiene mucho de cruzada. Ahora los "infieles" son indios y campesinos que cometen el pecado de tener cultura propia, de ejercer y defender sus propias formas de organización, de producción, de vida, de lucha. A ellos hay qu convertirlos a la fuerza a la "modernidad": comida chatarra, refrescos embotellados, y si insisten en que en lugar de limosnas quieren seguir cultivando, que sean transgénicos. Todo sazonado con la creación de consejos comunitarios" y apoyos selectivos, para asegurar votos y promover el enfrentamiento dentro y entre comunidades.

Es paradigmática la incorporación de las trasnacionales de comida basura Nestlé y PeçpsiCo a esa Cruzada. Ocupan el primero y segundo lugar como las trasnacionales más grandes del planeta en procesamiento de alimentos y bebidas, ambas ampliamente conocidas por dar al mundo abundantes fuentes de desnutrición, obesidad, diabetes y, en general, promover los malos hábitos alimentarios, generando una enorme carga de gastos públicos en salud. Nestlé ha sido por más de dos décadas el blanco de un boicoteo internacional en numerosos países, por su agresiva promoción de sustitutos de leche materna, provocando mayor desnutrición y colaborando en aumentar la mortalidad infantil, sobre todo en los países más pobres.

Por detalles, vea el expediente de la International Baby Food Action Network, IBFAN, galardonada con el Premio Nobel Alternativo justamente por estas denuncias. Digamos, hablando de desnutrir niños, Nestlé es toda una experta. Por ello, la Cruzada le asignó un programa de "educación" de promotoras, que la trasnacional entrenará en "autoempleo". Traduciendo: un pequeño ejército de 15 mil mujeres pobres que hagan propaganda de los productos de la trasnacional, con respaldo público. Con razón, Nestlé tituló el proyecto "Mi dulce negocio". Para complementar los efectos devastadores de Nestlé con sus sustitutos de leche materna, Pepsico distribuirá "galletas nutritivas" (traducción: industriales, con químicos, transgénicos, conservadores, etcétera),dirigidas a "mujeres embarazadas, en etapa de lactancia y niños menores de cinco años".

Como si fuera una defensa, Rosario Robles, secretaria de desarrollo social, coordinadora de la Cruzada, aclara que Nestlé participó en el programa Hambre Cero en Brasil. Omite agregar que la trasnacional tuvo que salir de allí por las protestas de la sociedad brasilera en su contra. Estas dos nefastas trasnacionales son apenas la punta del iceberg: también se anuncia la participación de Walmart, el supermercado más grande del planeta, cuyo negro historial en competir con producción nacional, eliminar pequeñas tiendas, bajar salarios, discriminación racial y de género y muchas otras condiciones para generar más hambre,le califican ampliamente para esta Cruzada. Avizoran ganancias muchas otras grandes compañías del sector agroalimentario. No hay duda, el hambre de ganancias de las megaempresas será bien atendido por este programa.

Robles abunda que estamos en una sociedad de globalización y libr mercado, por lo que la participación de las empresas "es determinante". Nuevamente omite decir que son determinantes para desatar y continuar l crisis alimentaria y de salud, la pobreza rural, la emigración a la ciudades, a través de la apropiación cada vez mayor de la cadena agro alimentaria, facilitada como ahora, por políticas gubernamentales. Cadenque finalmente se propone apresarnos a todos, con Monsanto en una punta (semillas y agrotóxicos) y Walmart en la otra, y cuyos eslabones son las grandes cerealeras como Cargill y ADM y los procesadores industriales de alimentos y bebidas, como Nestlé y Pepsico.

Al principio de la cadena, Monsanto espera que el gobierno le autorice en breve la siembra comercial de millones de hectáreas de maíz transgénico en el Norte del país. Si las solicitudes en Tamaulipas y Sinaloa sorprendían por que pedían se les autorizara más de un millón de hectáreas para cada tipo de transgénico, ¿qué se puede decir de las que están en curso para Chihuahua, Coahuila y Durango, donde la trasnacional solicita casi 12 millones de hectáreas (11 millones 985 mil 951) para cada uno de los tres eventos de maíz transgénico, en distintas localidades de esos estados? Las superficies solicitadas superan con mucho las actuales sembradas con maíz, porque la intención es ir cubriendo cada vez más en varias estaciones de siembra, garantizándo así la decisión a futuro de qué sembrarán los agricultores (no venderá ninguna otra semilla), haciendo además imposible la fiscalización de lo realmente plantado.

Se configura desde varias aristas una cruzada contra los hambrientos, contra los campesinos, contra la soberanía alimentaria y la autonomía d los pueblos del maíz, para que ni ellos ni nadie más que las trasnacionales puedan decidir qué plantar y qué comer.

Entre muchas respuestas a estas realidades, la Red en Defensa del Maíz, Ceccam, lVía Campesina, YoSoy132 Ambiental, Jóvenes ante el Desastre la Emergencia Nacional, el Movimiento Urbano Popular y otra organizaciones, llaman del 25 al 30 de abril a unas Jornadas contra el Maíz Transgénico, con la participación, entre otros, de los premios Nobel Alternativos, Vandana Shiva (India), Pat Mooney (Canadá) y Camil Montecinos (Chile). Acuden además como dictaminadores de otra pre-audiencia nacional del proceso del Tribunal Permanente de los Pueblos, esta vez sobre contaminación transgénica del maíz, en Oaxaca el 26 y 27 de abril. (Programa en http://redendefensadelmaiz.net/). Rendirse ante la cruzada transgénica, definitivamente no está en la agenda.

*Investigadora del Grupo ETC www.etcgroup.org /es

HAITÍ: LOS DESALOJOS FORZOSOS EMPEORAN LA YA GRAVE SITUACIÓN DE LAS PERSONAS SIN HOGAR TRAS EL TERREMOTO

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Los desalojos forzosos están empeorando en Haití la ya desesperada situación de los millares de personas que siguen viviendo en campamentos para desplazados más de tres años después del devastador terremoto de enero de 2010, ha explicado Amnistía Internacional con motivo de la presentación del informe ‘Nowhere to go’: Forced evictions in Haiti’s camps for displaced people.

Los llamamientos que han hecho Amnistía Internacional y otras ONG para que se detengan los desalojos forzosos no se han atendido: el gobierno haitiano no sólo no ha puesto fin a los desalojos, sino que incluso ha permitido que aumenten desde comienzos de este año”, ha manifestado Javier Zúñiga, asesor especial de Amnistía Internacional.

Casa un millar de familias han sido desalojadas a la fuerza de su hogares entre enero y marzo de este año, lo que supone un giro radical con respecto a 2012, cuando descendió el número de desalojos forzosos, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Estas 977 nuevas familias se suman a las al menos 60.978 personas que fueron desalojadas a la fuerza entre julio de 2010 y el final de 2012. Muchos de estos desalojos forzosos han sido llevados a cabo o aprobados por las autoridades.

Los desalojos forzosos amenazan a casi la cuarta parte de las más de 320.000 personas que siguen viviendo en campamentos más de tres años después del terremoto”, ha señalado Zúñiga.

Estamos ante una situación de violaciones continuas de derechos humanos, que causan gran sufrimiento. Quienes más han padecido los efectos del terremoto han sido las personas que vivían en condiciones de extrema pobreza. Residen en campamentos, donde soportan terribles condiciones de vida y, por si esto fuera poco, corren el riesgo de sufrir desalojos forzosos y, a la larga, de quedarse una vez más de sin hogar. Cada vez les cuesta más encontrar un lugar nuevo donde rehacer su vida y medios para ello.”

Es la situación en que viven personas como Cléane Etienne, a quien la policía desalojó a la fuerza en enero del campamento de Fanm Koperatif, en la capital haitiana, Puerto Príncipe. Perdió no sólo su refugio, sino también todas sus pertenencias, incluido el material que necesitaba para llevar un pequeño negocio.

Suze Mondesir, quien residía también en el campamento de Fanm Koperatif, cuenta así la terrible experiencia que vivió su familia: “Alrededor de las diez de la mañana llegaron al campamento un grupo de agentes de policía acompañados de hombres armados con machetes y cuchillos. Nos insultaron y comenzaron a derribar nuestras tiendas. Los hombres nos zarandearon, y la policía nos intimidó con sus armas para que no hiciéramos nada."

Este tipo de testimonios recogidos en el informe muestran que los desalojos forzosos van a menudo acompañados de intimidación, hostigamiento y violencia sistemáticos. En la mayoría de los casos, los refugios provisionales y las pertenencias de las personas desalojadas quedan totalmente destruidos.

No obstante, los desalojos forzosos son sólo uno de los aspectos del problema existente en Haití en relación con el derecho a una vivienda adecuada.

Las condiciones de vida en los campamentos de desplazados se han ido degradando constantemente. Debido a la falta de acceso a servicios como agua, saneamiento y recogida de basuras, los residentes están expuestos contraer enfermedades infecciosas. La ausencia de seguridad hace que teman constantemente por su vida, especialmente en el caso de las mujeres y las niñas, muchas de las cuales han sido víctimas de violencia sexual.

La vivienda era un problema crónico en Haití incluso antes del terremoto, cuando las organizaciones internacionales calculaban que había un déficit de 700.000 casas, siendo la población de Haití de poco más de 10 millones de habitantes.

Consciente de que es preciso abordar de manera exhaustiva esta situación, el gobierno haitiano está elaborando en la actualidad la primera política del país en materia de vivienda.

Acogemos con satisfacción que el gobierno vaya a proponer por primera vez una estrategia nacional de desarrollo del sector de la vivienda y esperamos que en la nueva versión de la propuesta se rectifiquen algunos aspectos de la anterior a fin de garantizar que esta política permite hacer efectivo en Haití el derecho a una vivienda adecuada para todas las personas”, ha afirmado Zúñiga.

La enorme labor de recuperación del terremoto que se está realizando en Haití es una oportunidad de abordar el problema de la vivienda. Sin embargo, para ello las autoridades deben situar los derechos humanos en la base de sus planes de reconstrucción.”

Información complementaria

Más de tres años después del devastador terremoto de Haití, que se cobró la vida de más de 200.000 personas y dejó a sin hogar a unos 2,3 millones, decenas de miles de familias viven todavía en refugios. La mayoría de estas personas son mujeres y niños. La vida de quienes perdieron su hogar ha sido sumamente difícil. A duras penas han conseguido buscarse el sustento y mantener a sus familias, sin apenas acceso a agua potable, saneamiento, atención de la salud, educación y otros servicios básicos.

El número de personas desplazadas internamente y el número de campamentos provisionales ha ido descendiendo desde julio de 2010 (de un máximo de 1,5 millones de personas residentes en 1.555 campos a 320.051 personas residentes en 385 campos al final de marzo de 2013, según la OIM). Miles de familias han abandonado los campamentos y aceptado otras formas de alojamiento proporcionado por distintos proyectos y programas. No obstante, los desalojos forzosos parecen haberse convertido en un importante factor determinante de la reducción del número de personas residentes en campamentos.

El informe 'Nowhere to go': Forced evictions in Haiti’s camps for displaced people está basado en tres visitas de investigación realizadas por delegados de Amnistía Internacional a Haití en 2011 y 2012 y centradas en los desalojos forzosos y otras violaciones de derechos humanos cometidas en el contexto del desplazamiento ocurrido tras el terremoto en la zona metropolitana de Puerto Príncipe.

El informe es parte de Exige Dignidad, campaña de Amnistía Internacional centrada en las violaciones de derechos humanos que generan y agravan la pobreza. La organización está prestando especial atención a las violaciones de derechos humanos cometidas contra las personas que viven en asentamientos informales y precarios y pide a los gobiernos que pongan fin a los desalojos forzosos.

Las normas internacionales de derechos humanos disponen que sólo deben llevarse a cabo desalojos como último recurso y tras haber establecido una lista completa de garantías de procedimiento, entre ellas: consulta genuina con las personas afectadas para buscar alternativas factibles al desalojo, aviso previo adecuado e indemnización y vivienda alternativa adecuada a quienes no puedan conseguirla por sus propios medios. En Haití no se está aplicando ninguna de estas garantías.

Amnesty International Chile

COLOMBIA: LA HORA DE LA VOLUNTAD

4No habrá paz sin una comunidad que la apoye y la exija, que la vigile y la acompañe. Y no será pequeña recompensa la posibilidad de dejar atrás el país mezquino que sacrifica sus jóvenes y gasta todos sus recursos en una guerra sin horizontes, y que mientras tanto tiene las carreteras de hace 50 años, los puertos de hace 80, los puentes den hace 100, y las ideas de hace más de 200.

El último conflicto armado del hemisferio podría estar a punto de terminar. Colombia necesita que cese el conflicto para que comience a construirse una paz verdadera y durable. Y podemos decir que de todos los procesos de diálogo que se han emprendido en los últimos 30 años, ninguno había llegado tan lejos como el que actualmente se adelanta en La Habana.

Si el expresidente Uribe, su más tenaz opositor, se muestra tan encarnizado en contra de este proceso, es porque lo está viendo posible. Y hay que saber que detrás de sus aparentes obsesiones y rencores no hay sólo una psicología sino unos sectores que siempre vieron en la paz un peligro para sus privilegios, el temor a la llegada de la modernidad social en términos de justicia y equidad.

Por su parte, el expresidente Pastrana ahora reconoce que en el proceso del Caguán no estuvo tan interesado en la paz sino en lo mismo que les reprocha a sus adversarios: en ganar tiempo y fortalecerse para la guerra. Pareciera que sólo siente el malestar de ver triunfar a otros donde él no pudo, pero también él representa intereses precisos que temen verse amenazados por unos acuerdos, que no quieren que se modifiquen algunas de las condiciones que han hecho al país tan proclive a la violencia y a la exclusión.

No todo es pequeñez y vanidad; algunos encarnan posiciones contrarias a lo que Colombia requiere para alcanzar una paz verdadera. Muchos poderes egoístas de adentro y de afuera saben que una paz que abra horizontes a nuestra sociedad será un freno para sus ambiciones particulares. Por eso quieren bloquear el camino de los acuerdos y tratan de impedir que el proceso en cualquier momento cruce la línea de no retorno.

Como decía Víctor Hugo, hay regiones donde la tierra todavía está blanda y mojada del diluvio. Colombia todavía padece en todo el cuerpo los quemonazos de la vehemencia guerrerista. No está lejos aquella política que concebía la paz sólo como redes de informantes, delaciones, intercepciones telefónicas, y falsos positivos. Todavía padecemos la pesadilla de los asaltos guerrilleros, los campos minados, el fuego en toda la línea.

El expresidente Uribe sabe por qué lo enfurece la posibilidad de que el país alcance la paz con que soñamos hace décadas, una paz que su política no podía alcanzar, aunque se le concedieran muchos períodos presidenciales. Y el expresidente Pastrana sabe por qué deplora que otros logren lo que a él le fue negado o en realidad nunca quiso. Pero si ellos sienten que la paz que este país requiere para ser grande los perjudica, ¿quién los podrá salvar para la historia?

Ahora lo importante es la paz. Vuelvo a oír el rumor de que el tiempo es escaso, de que las próximas elecciones pueden ahogar el proceso, de que se está luchando contra el reloj.

Aunque a todos nos gustaría un acuerdo rápido y definitivo, el talento de los estadistas radica en ser capaces de dar a cada cosa su tiempo y su ritmo. Pertenece al reino de fábulas de las Mil y una Noches el arte riesgoso de construir una gran torre en un día. Lo verdaderamente importante es construir una torre que no se caiga, y la paz es, para decirlo con palabras de Rimbaud, la canción de la torre más alta.

Lo que deberían estar haciendo con urgencia las delegaciones que están sentadas en La Habana, y quienes las dirigen, es darle verosimilitud y prestigio al proceso. A nadie puede interesarle un acuerdo improvisado y endeble, que no brinde garantías, pero el país necesita saber que los pasos se van dando con firmeza, que el proceso avanza con madurez. No es conveniente que se termine a cualquier precio en tiempo récord, pero es fundamental que tenga credibilidad y muestre resultados. Ello no es cuestión de tiempo sino de voluntad.

Los que siempre han ganado y algo pueden perder no dejarán de poner el grito en el cielo porque se cambien unos hábitos políticos y económicos que han desgarrado al país durante siglos y que a ciertos poderes les parecen leyes naturales.

¿Por qué tendría que concluirse el proceso de paz en este período presidencial? Si empieza a mostrar resultados, es muy difícil que la comunidad lo abandone. Las elecciones del próximo año no dejarán de convertirse en un gran plebiscito sobre el proceso, y si hay resultados convincentes, el país sabrá recompensar a quien abra horizontes a su futuro.

Lo que buscan los profesionales del desaliento y los palos en la rueda de quienes temen a la paz, es acaso paralizar a los protagonistas del diálogo e impedir que empiecen a mostrar resultados convincentes. Pero si bien la paz no puede ser una feria de vanidades tampoco puede ser un ceremonial en una cripta hermética.

Así como los enemigos de los acuerdos exhiben con franqueza su hostilidad y su vehemencia, los que sabemos que la paz es necesaria, y que podría estar a las puertas, tenemos que dejar de ser espectadores de tercera fila, debemos tomar iniciativas y asumir posiciones. Hay momentos en que la historia exige actuar; jornadas decisivas que reclaman la presencia en la arena. Y lo que no hacemos en el día adecuado, podemos deplorarlo por décadas.

No habrá paz sin una comunidad que la apoye y la exija, que la vigile y la acompañe. Y no será pequeña recompensa la posibilidad de dejar atrás el país mezquino que sacrifica sus jóvenes y gasta todos sus recursos en una guerra sin horizontes, y que mientras tanto tiene las carreteras de hace 50 años, los puertos de hace 80, los puentes de hace 100, y las ideas de hace más de 200.

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