La compañía Ferrocarrils de Catalunya, de la Generalitat, desató hace unos días la polémica al poner en funcionamiento una aplicación móvil que permite denunciar la presencia de personas sin hogar que se encuentren en la red de metro y en los trenes gestionados por la empresa pública.
La aplicación serviría para informar de problemas en los vagones, cristales rotos, o incidencias de ese tipo. Sin embargo, lo que más ha llamado la atención es que el programa invita a delatar la presencia personas sin hogar, que son divididas en tres categorías: "músicos ambulantes", "vendedores" y "mendigos" en general.
En la web de recogida de firmas Change.org ya han expresado su indignación casi 9.000 personas, quienes han presentado su adhesión a una carta que se dirigirá a la compañía. "Esta medida, especialmente grave en el actual contexto de crisis, es un ataque directo contra la sociedad en general, y sobre todo contra aquellas personas más desfavorecidas", se puede leer en la misiva, que denuncia que esta aplicación es un ataque contra "la dignidad e integridad de las personas".