Fw: [ATTAC] INFORMATIVO 652 -



 
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Sent: Monday, April 30, 2012 7:21 PM
Subject: [ATTAC] INFORMATIVO 652 - La fuerza de las palabras

 

La fuerza de las palabras

Latinoamérica

COLONIALISMO Y DESCOLONIZACIÓN: NUEVAS VERSIONES. Diversas perspectivas y estilos matizan los distintos procesos de cambio emprendidos en Latinoamérica, pero todos coinciden en levantarse sobre fundamentos de autodeterminación y soberanía.

OBAMA Y SU POLÍTICA EXTERIOR EN AMÉRICA LATINA: EL VERDADERO ESCÁNDALO DE CARTAGENA Los dos principales pilares de la política exterior estadounidense (profundizar el neoliberalismo y aumentar la militarización con respecto a las drogas) continúan en pie, se retroalimentan y han generado una gran crisis en el corredor que va desde Colombia, pasa por América Central y llega hasta México.

“1ª JORNADA INTERNACIONAL DE AGROECOLOGÍA Y SOBERANÍA ALIMENTARIA”.   Varias delegaciones de Bolivia, Uruguay, Brasil, Argentina, Cuba, Estados Unidos, España, Inglaterra participaron en instancias de reflexión en torno al desarrollo de la agroecología como herramienta fundamental en la construcción de la soberanía alimentaria de nuestros pueblos.

COLONIALISMO Y DESCOLONIZACIÓN: NUEVAS VERSIONES
Irene León

Descolo.jpgDiversas perspectivas y estilos matizan los distintos procesos de cambio emprendidos en Latinoamérica, pero todos coinciden en levantarse sobre fundamentos de autodeterminación y soberanía. Más aún, varios de ellos sustentan sus proyecciones en enfoques políticos de la descolonización, perspectiva que se hace también ostensible como plataforma de partida para las nuevas iniciativas de la integración regional y su institucionalidad.

Dos países latinoamericanos, el Estado Plurinacional de Bolivia y Ecuador, han colocado la descolonización y la desneoliberalización como elementos imprescindibles para apuntalar su transición hacia el horizonte del Vivir Bien / Buen Vivir, una alternativa civilizatoria que implica, a la vez, el desmantelamiento del capitalismo y del patriarcado.

Otros países señalan la urgencia de descolonizar al momento de definir sus relaciones con terceros y, no en pocos casos, esta propuesta se levanta cuando de protegerse se trata, ya sea de los embates del imperialismo, del neocolonialismo -en particular de la codicia de las corporaciones transnacionales-, o del mismo colonialismo a la antigua que, en pleno Siglo XXI, afecta a alrededor de 20 "territorios no independientes"[1] del Caribe.

En los espacios clave de la integración regional, tales como la I Cumbre de la Comunidad de Estados Latinaomericanos y Caribeños[2] -CELAC-, ya casi nadie omitió mencionar a la descolonización como una necesidad histórica y hasta de plantearla como una urgencia, evidenciándola como "el" asunto histórico inconcluso, cuando tocó consensuar un epílogo para las celebraciones del bicentenario de la independencia, coincidente por esas fechas.

En las definiciones de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América -ALBA-, la perspectiva descolonizadora se transparenta en la misma visión "alternativa" fundacional, que teniendo en la mira la construcción de un futuro compartido, desde lo identificado como "propio", postula la solidaridad y las complementariedades -ya no al mercado- como ejes conductores para la integración de los pueblos. Aquí el discurso expresa autodeterminación, tanto frente a los sojuzgamientos resultantes de las dinámicas capitalistas, como a las imposiciones del poder imperialista y neocolonial.

En la UNASUR, esta perspectiva se manifiesta principalmente en propuestas relacionadas con las soberanías, y se hace patente en el desarrollo de "enfoques propios" sea para el diseño de la Nueva Arquitectura Financiera, o para la definición del Consejo de Defensa Suramericano, entre otros. Pero así como avanza la propuesta descolonizadora, también se reposicionan los poderes neo coloniales e imperialistas, la mayoría de las veces inextricablemente coaligados y exhibiendo recicladas interpretaciones de sus viejos métodos: la fuerza, la ideología, la amenaza, la estrategia sinuosa.

Un ejemplo es la reciente variante política de vetustos argumentos para justificar imposiciones, que ahora se presenta con titulares de "libertad". "Liberar a los pueblos" y /o "llevar democracia", son el aserto explícito con el que se impone la barbarización de cualquier forma de gestión política distinta de la liberal. En ese mismo orden de ideas, se sataniza cualquier intento de organización económica distinta del "libre" mercado, sea ésta socialista, comunitaria o simplemente soberana. La "libertad de expresión" es el argumento que encumbran las élites ante propuestas de democratización de la comunicación, que implican la potencial universalización del acceso efectivo a dicha expresión. La manipulación del concepto libertad permite reposicionar viejos mecanismos de dominación, a través de conocidos instrumentos de presión que van desde la reprimenda verbal a los "llamados" de organismos internacionales, e incluso hasta la presión militar.

Así, aún resonaban los tambores de las celebraciones del bicentenario de la independencia, cuando comenzaron a aparecer los rezagos de su inconclusión. Lo más flagrante es sin duda el despliegue de ejercicios militares británicos, comandados por el más alto nivel del poder monárquico, el Príncipe Guillermo, en las Islas Malvinas, territorio argentino ocupado por ese reino desde hace casi dos siglos. En este caso, la inversión de papeles entre agresor y víctima ha ido tan lejos que David Cameron, Primer Ministro del Reino Unido, el Estado que más colonias mantiene en el siglo XXI, llegó a acusar al gobierno argentino de colonialista. Pero más allá de las anécdotas, esta "dinamización" de la militarización posiciona a la base militar británica en las Malvinas como la fuerza más importante de la OTAN en el Atlántico Sur. Por su parte, manifestando espíritu de cuerpo ante este avance de posiciones de beneficio común, el Presidente estadounidense, Barack Obama, se rehusó a endosar una condena a esta ocupación, impulsada por todos los países de América Latina, en el marco de la fallida VI Cumbre de las Américas, celebrada en Colombia, en abril del 2012.

Por otro lado, se han levantado también las presiones comerciales como un arma de coacción poderosa, que se aplica permanentemente y en distintos niveles; el más conocido ejemplo en esta materia es el bloqueo impuesto, desde hace medio siglo, a Cuba por los Estados Unidos -donde mantiene, además, bajo ocupación forzosa, la base militar de Guantánamo-. Otras formas, menos imponentes pero también incisivas, son las presiones sobre preferencias arancelarias, que se negocian de forma bilateral según el "comportamiento" político de los países, o las "certificaciones" de distinta índole que emiten algunas instancias de los poderes dominantes: comerciales, de derechos humanos, de corrupción, etc.

En otra escala pero en la misma materia, figuran las presiones que resultan de las instituciones internacionales, tales como la Organización Mundial de Comercio, las Instituciones Financieras Internacionales, y otras instituciones neocoloniales como el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones -CIADI-, cuyas políticas de arbitraje externo colocan a Estados y empresas en igualdad de condiciones; por eso Bolivia, Ecuador y Venezuela se han retirado de esa instancia, en rechazo a la renuncia a la soberanía de los países que representa tal enfoque.

Pero si la versión del neocolonialismo en el siglo XXI tiene una marca identitaria, esa es la imbricación inalterable entre sus intereses, los de los capitales anónimos y los de las corporaciones transnacionales. El ejemplo de su aplicación práctica más reciente es la amenaza lanzada por el gobierno del reino español, de considerar a Argentina como "un paria de la comunidad internacional", luego de que ese país expropiara el 51% del capital social de la empresa petrolera REPSOL-YPF, en respuesta a una suerte de boicot sostenido de la reinversión en el país. Argentina "se ha dado un tiro en el pié", afirmó el canciller español, José Manuel García, a la vez que anunció represalias diplomáticas, comerciales, industriales y energéticas. Similares opiniones emitieron las Instituciones Financieras Internacionales, mientras en América Latina las felicitaciones para el gobierno argentino, que se multiplican, contienen invariablemente menciones a la dignidad, a la soberanía, a la descolonización.

Así configurados, los poderes imperialistas y neocoloniales están afanados en "reconquistar" el mundo, y en eso la palabra "acaparar" es la que más refleja la situación. La apropiación de tierras urbanas y rurales, de las fuentes hídricas, de minerales, y aún más, de todos los principios de vida, es una de las principales características del contexto actual. Las agendas de control geopolítico, con pretensiones incluso inter galácticas, están delineadas por las ambiciones transnacionales de esos acaparamientos territoriales y de recursos, mismos que son abundantes en América Latina.

Por eso, y por cuestiones de dignidad, el planteo descolonizador en la región es indisociable de las emergentes iniciativas de cambio y de integración, pues además de involucrar al conjunto, tiene que ver con el modo como se configuran los mecanismos de dominación en el siglo XXI y, por ende, también con el diseño de las estrategias para desmontarlos.

La descolonización en proceso

Hacer de la descolonización una cuestión política y regional, interrelacionada con las propuestas de cambio -Socialismo del siglo XXI, Sumak Kawsay, Vivir Bien y otras-, es sin duda el primer escaño ineludible para su consecución, en una región donde, como señalamos anteriormente, conviven distintas situaciones y relaciones de poder colonial y neo colonial, complejizadas según las reglas de juego del capitalismo global.

Se han dado pasos en ese sentido. Así, el Estado Plurinacional de Bolivia ha dado un salto de gigante, al colocar la descolonización como pieza política clave para el despunte de su proceso de cambio, como también al plantear, de manera subsecuente, la necesidad de unas políticas de Estado e instrumentar una institucionalidad para impulsarla. Con esos macro ingredientes, es de 

prever que si bien el camino por recorrer para su realización será extenso, las reglas del juego están trazadas, por primera vez en la historia.

Igual sucede en Ecuador donde, desde una perspectiva distinta, los caminos hacia la descolonización se esbozan, en esta primera fase, en la arena de la autodeterminación económica, inherente a la soberanía y al proceso de desneoliberalización. En este caso, el cese del neocolonialismo es incluso el leitmotiv, de amplio consenso, para explicar y sostener cambios o procesos complejos, tales como la auditoría de la deuda externa (realizada en 2008) y sus subsiguientes negociaciones con el sector financiero internacional amparadas en la noción de "deuda ilegítima".

En ambos casos, la descolonización está en la mira y en ambos se postula que la despatriarcalización constituye un elemento consustancial para emprender la transición hacia la construcción del Buen Vivir / Vivir Bien. Hablamos entonces de transformaciones estructurales de fondo, donde la perspectiva de refundación del "Estado" desde lo plurinacional, abre la posibilidad cierta de vindicar tanto a los pueblos indígenas como, en clave plural, a los afrodescendientes y otros sectores.

En el ámbito regional, Petrocaribe, iniciativa de solidaridad y soberanía energética, puesta en marcha por el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela en 2005, marca un hito en el impulso de prácticas de descolonización, pues se hace con los países calificados como los más periféricos de la región[3] -donde los abusos de las transnacionales navieras y otras son innumerables-, justamente los países que están en esa zona de frontera donde las relaciones coloniales aún marcan pauta. Allí, también se condensan múltiples consecuencias del tráfico transatlántico, que involucró a varios millones de personas desplazadas forzosamente desde África -se estima que entre el siglo XVII y el XIX se realizaron unos 35.000 viajes traficantes-, y por eso mismo, en ese contexto, una propuesta de transformación, que contempla la participación de esos pueblos, delinea una propuesta de descolonizaciónreal y de porvenir.

Los pueblos latinoamericanos siguen en resistencia, pues aún inmersos en uno de los procesos de cambio más sustantivos del mundo, confrontan unos poderes capitalistas y neocoloniales dispuestos a todo para mantener el control a escala global. No obstante, también es cierto que hay muchas condiciones dadas -incluso por la crisis estructural del propio capitalismo- que hacen viable que este camino de descolonización planteada, de soberanías, de superación del capitalismo, sea una gran posibilidad.

Estamos, pues, ante un escenario de complejidades acentuadas, junto a las que afloran propuestas en un proceso de construcción por demás dinámico. Toman forma debates de fondo, que alimentan y desafían los alcances de un pensamiento propio que despunta. En fin, hay esperanzas, como la de que pronto Puerto Rico y los demás pueblos en situación colonial compartan, desde la autodeterminación, los sueños de un nuevo porvenir para la región.

Notas:

[1] Puerto Rico, Guadalupe, Martinica, Barbados, San Bartolomé, Saint Martin, Aruba, Bonaire, Curazao, Saba, San Eustaquio, Sint Maarten, Islas Caimán, Islas Turcos y Caicos, Islas Vírgenes, Islas Vírgenes Británicas, Anguila, Montserrat. Incluso en países como Jamaica, que logró su independencia en 1962, sigue siendo Jefa de Estado la Reina británica.

[2] Caracas, diciembre 2 y 3 de 2011

[3] Está conformado por Venezuela, Cuba, República Dominicana, Antigua y Barbuda, las Bahamas, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, Surinam, Santa Lucía, Guatemala, San Cristóbal y Nieves y San Vicente y las Granadinas (Honduras fue suspendida tras el golpe de Estado en junio 2009)

- Irene León es socióloga ecuatoriana, Directora de FEDAEPS y vicepresidenta del Consejo Directivo de ALAI.

URL de este artículo: www.alainet.org/active/54259&lang=es

OBAMA.jpg      OBAMA Y SU POLÍTICA EXTERIOR EN AMÉRICA LATINA: EL

                  VERDADERO ESCÁNDALO DE CARTAGENA

Amy Goodman

La campaña de reelección del Presidente Barack Obama lanzó su primera publicidad en idioma español esta semana, justo después de regresar de la Cumbre de las Américas. Obama estuvo tres días en Colombia, más tiempo que ningún presidente en la historia de Estados Unidos. Sin embargo, el viaje estuvo marcado por un escándalo de prostitución que involucra a las Fuerzas Armadas y al Servicio Secreto de Estados Unidos. El General Martin Dempsey, Jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército, declaró: “Decepcionamos al jefe, porque de lo único que se habla sobre Colombia es de este incidente”. Dempsey tiene razón. El incidente también funcionó como metáfora del modo en que el gobierno estadounidense trata a América Latina.

Once miembros del Servicio Secreto de Estados Unidos y cinco miembros de las Fuerzas Especiales del Ejército estadounidense estarían implicados en el escándalo. Los oficiales supuestamente tuvieron encuentros con prostitutas en uno o en varios bares de Cartagena y se llevaron a alrededor de 20 mujeres al hotel. Algunas probablemente eran menores de edad. Todo esto debe ser investigado a fondo, pero también deberían analizarse las posiciones políticas que Obama promovió en Cartagena.

En primer lugar, su posición con respecto a la guerra contra las drogas. Sobre este tema el Presidente Obama declaró en la cumbre: “Es totalmente legítimo tener una conversación sobre si las leyes vigentes causan más daño que beneficio en determinados lugares. Mi posición personal y la de mi gobierno es que la legalización no es la respuesta”. Ethan Nadelmann, fundador y director ejecutivo de la Alianza por una Política de Drogas, con sede en Nueva York, me dijo que a pesar de la declaración predecible de Obama, esta cumbre demostró “la transformación del diálogo regional y mundial con respecto a las políticas sobre drogas....Es la primera vez en la historia que un presidente dice que estamos dispuestos a considerar la posibilidad de que las políticas de Estados Unidos con respecto a las drogas están causando más daño que beneficio en algunas partes del mundo”. Ethan Nadelman explica que esto es el resultado del creciente consenso existente en todo el espectro político latinoamericano, desde ex presidentes importantes como Vicente Fox, de México, que está a favor de la legalización de las drogas, hasta los actuales jefes de Estado, como el actual presidente mexicano, Felipe Calderón, que dijo que el principal problema es la voraz demanda de drogas en Estados Unidos.

Nadelman agregó: “También se da la situación un tanto inusual de Evo Morales, el presidente boliviano de izquierda y ex líder del sindicato de cocaleros, que alleccionó a Estados Unidos con una frase que podría ser una cita de Milton Friedman: '¿Cómo pretenden que reduzcamos la oferta si hay demanda?'. Entonces estamos ante el comienzo de un cambio. No creo que se pueda dar marcha atrás”.

Luego está el tema del comercio. Obama y el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, también anunciaron que el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Colombia entraría en vigor el 15 de mayo. Los líderes sindicales tanto de Colombia como de Estados Unidos cuestionan el acuerdo debido a que Colombia es el peor país del mundo para realizar actividades sindicales. El asesinato de sindicalistas en ese país es moneda corriente: al menos 34 sindicalistas murieron en el último año y medio. Durante su primera campaña presidencial, Obama prometió oponerse al TLC con Colombia “porque la violencia contra los sindicatos en Colombia estaría en contradicción con las protecciones laborales que insistimos que se incluyan en este tipo de acuerdos”. Ese año, 54 sindicalistas colombianos fueron asesinados. El presidente de la central sindical estadounidense conocida como AFL-CIO, Richard Trumka, dijo que el anuncio “es muy decepcionante y preocupante”. Por su parte, los republicanos elogiaron a regañadientes a Obama por promover el TLC.

Con respecto a Cuba, Obama asumió la impopular postura de defender el bloqueo estadounidense. Incluso en Estados Unidos, las encuestas indican que una gran mayoría de la población y de las empresas apoyan que se ponga fin al bloqueo. Estados Unidos también logró, una vez más, impedir que Cuba asistiera a la cumbre, lo que incitó al presidente de Ecuador, Rafael Correa, a boicotear la reunión.

En respuesta a la intransigencia absoluta de Estados Unidos, los demás países del hemisferio occidental se están organizando. Greg Grandin, catedrático de Historia Latinoamericana de la Universidad de Nueva York, me dijo: “Los propios latinoamericanos están creado organismos que excluyen a Estados Unidos, que profundizan la integración política y económica entre ellos. Parece ser un lugar donde se reúnen para criticar las políticas de Washington con bastante eficacia”.

El Profesor Grandin comparó las políticas de Obama con respecto a América Latina con las de sus predecesores: “Los dos principales pilares de la política exterior estadounidense (profundizar el neoliberalismo y aumentar la militarización con respecto a las drogas) continúan en pie, se retroalimentan y han generado una gran crisis en el corredor que va desde Colombia, pasa por América Central y llega hasta México. Esta política ha sido un desastre total y no ha habido cambios”.

Se necesitará más que un escándalo de prostitución para encubrirla.

- Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 550 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 350 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.

“1ª JORNADA INTERNACIONAL DE AGROECOLOGÍA Y SOBERANÍA ALIMENTARIA”.

PORQUE LA PRODUCCIÓN TIENE ROSTRO DE MUJER”

mujeres 3.jpg

Las distintas delegaciones de Bolivia, Uruguay, Brasil, Argentina, Cuba, Estados Unidos, España, Inglaterra reunidas el 11 y 12 de abril de 2012 en la comunidad de Chulumani del Cantón de Tablas Monte, Cochabamba – Bolivia, participamos en instancias de reflexión en torno al desarrollo de la agroecología como herramienta fundamental en la construcción de la soberanía alimentaria de nuestros pueblos. Asimismo, abordamos como eje de debate el rol de las mujeres en el proceso de transformación hacia una agricultura sin agro tóxicos, que fortalezca la soberanía alimentaria de nuestros pueblos en armonía con nuestra madre tierra.

La crisis estructural y la lógica de devastación del sistema capitalista, que pone en riesgo la sobrevivencia de la naturaleza y de la humanidad en su conjunto; Genera un sin fin de conflictos sociales, políticos, económicos, culturales, cambios climáticos  y la crisis alimentaria que la sufre todo el globo terráqueo, entre otros.

La necesidad que tiene el mundo industrializado de reducir su dependencia del petróleo, los ha llevado a buscar alternativas como los biocombustibles, que hoy se constituyen en una seria amenaza latente a la soberanía de los pueblos, ya que se deja de producir para alimentar al pueblo y se produce para sostener la demanda de este nuevo mercado. Sumado a esto la precarización del trabajo agrícola, por las injustas imposiciones de las transnacionales y la competencia desleal con trabajadores campesinos del primer mundo, fuertemente subsidiados por sus estados.

Entendemos que las crisis alimentaria a nivel mundial, tiene como causa fundamental el modelo de producción agroindustrial capitalista. Modelo de producción agrícola, que se caracteriza por estar dominado por grandes empresas transnacionales que monopolizan la producción de los alimentos, la tenencia de la tierra, la utilización de semillas transgénicas, el monocultivo, la explotación intensiva y mecanizada de la tierra, la utilización de agro tóxicos que destruyen la madre naturaleza. Grandes empresas transnacionales dominan toda la cadena productiva, desde la producción hasta la comercialización, fomentando así, el agio y la especulación.

Es por esta razón, que las grandes empresas transnacionales, ven perjudicial la presencia y la existencia de organizaciones indígenas y campesinas que plantean una alternativa sustentable a la producción capitalista en armonía con la madre tierra. Somos los y las campesinas e indígenas del mundo, los y las que producimos y garantizamos alimentos para la comunidad. Mientras que las grandes empresas transnacionales, que son parte del modelo de desarrollo capitalista del agro, priorizan el mercado, la producción de mercancías, la acumulación de riqueza y ganancia para unos cuantos y no así la soberanía alimentaria de la humanidad. Es por eso que reafirmamos la necesaria vinculación y articulación internacional y mundial, para luchar contra todas las manifestaciones del sistema capitalista. Y construir una alternativa real, desde nuestras comunidades, desde nuestra visión de mundo, a partir de lo que entendemos por la agroecología y la soberanía alimentaria, de nuestras familias, nuestra comunidad, nuestro país y los pueblos del mundo entero.

La lucha de las mujeres bolivianas por mayor participación en espacios de decisión,  reconocimiento y respeto de sus derechos; encuentran en la conformación del Estado Plurinacional de Bolivia una de sus principales  conquistas. Sin embargo, dicha victoria no sentencia el final de sus luchas sino que constituye la plataforma sobre la cual nuestras organizaciones sociales deben plantearse nuevos retos de cara a la construcción de un mundo alternativo a la lógica capitalista. El 86 % de las mujeres bolivianas desempeña trabajos en el área rural. Cifra que refleja la importancia de este sujeto social en la producción agrícola actual, así como en el proceso de transformación y consolidación de un modelo productivo que conquiste la soberanía alimentaria de nuestros pueblos en armonía con nuestra madre tierra.

El capitalismo es el principal enemigo de la soberanía alimentaria de nuestras naciones. Las comunidades campesino-indígenas constituyen, desde la óptica capitalista, el mayor peligro para su plan de saqueo y mercantilización de nuestra madre tierra. La promoción e implementación de paquetes de agro-tóxicos, semillas transgénicas, fertilizantes químicos; conforman estrategias del capital transnacional para fortalecer la cadena de dependencia a la vez que resultan una agresión a gran escala para nuestra madre tierra. La erosión de nuestros suelos, destrucción de su biodiversidad,  proliferación de enfermedades en nuestras comunidades, recalentamiento global; son algunas de las consecuencias del modelo de producción agrícola capitalista.

En este sentido creemos fundamental el despliegue de iniciativas que promocionen instancias de información y formación integral para el  desarrollo de un nuevo tipo de producción que tenga como objetivo central la recuperación de los saberes ancestrales de nuestras comunidades construyendo una perspectiva de trabajo en conjunto con la Pachamama. Creemos indispensable impulsar acciones que nos permitan mantener  soberanía sobre las semillas utilizadas en la siembra, concientizarnos en el uso racional del agua y acceder a obras hídricas que fortalezcan las agriculturas de nuestro pueblo. Toda  acción impulsada por el Estado y/u  organizaciones sociales en pos de consolidar la producción agroecológica, debe articularse con las comunidades campesinas, sus idiomas, prácticas culturales, nacionalidades.

La presente jornada representa un espacio donde organizaciones de nuestra América y Europa intercambian experiencias  de lucha y saberes, aportan a la unidad de nuestros pueblos, fortaleciendo  la autodeterminación de nuestras naciones frente al saqueo de nuestros bienes comunes. En este sentido, afirmamos que el  hostigamiento a nuestras comunidades campesino-indígenas, el desalojo de sus tierras y la consecuente acumulación por parte de capitales nacionales y transnacionales, la producción a gran escala de monocultivos con valor en el mercado global, la implementación de proyectos mega-mineros a cielo abierto que amenazan las cuencas hídricas ; constituyen diferentes caras del capitalismo extractivista que oprime a nuestros pueblos,  amenaza  la soberanía alimentaria de nuestras naciones.

Por  último, expresamos nuestro compromiso y ponemos en marcha la Escuela Nacional de Agroecología a partir de los distintos aportes que hemos tenido como base fundamental para empezar este proceso, que no es una lucha local sino internacional contra los agro-tóxicos y el modo de producción capitalista que tiene como base la mercantilización de la vida. Y con esto, teniendo en vista la formación de los y las campesinas indígenas originarios y los y las trabajadoras del mundo, promoviendo así la soberanía alimentaria de los pueblos.

¡ JALLALLA MADRE TIERRA!!! ¡AGROECOLOGÍA!!! ¡PARA VIVIR BIEN!!!

¡INTERNACIONALICEMOS LA LUCHA!!! ¡INTERNACIONALICEMOS LA ESPERANZA!!!


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Corresponsal de Attac España : Alfonso Hernández Lara
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