La fuerza de las palabras
Latinoamérica
COLONIALISMO Y DESCOLONIZACIÓN: NUEVAS VERSIONES.
Diversas perspectivas y estilos matizan los distintos procesos de
cambio emprendidos en Latinoamérica, pero todos coinciden en levantarse
sobre fundamentos de autodeterminación y soberanía.
OBAMA Y SU POLÍTICA EXTERIOR EN AMÉRICA LATINA:
EL VERDADERO ESCÁNDALO DE CARTAGENA Los dos principales pilares
de la política exterior estadounidense (profundizar el neoliberalismo y
aumentar la militarización con respecto a las drogas) continúan en pie, se
retroalimentan y han generado una gran crisis en el corredor que va desde
Colombia, pasa por América Central y llega hasta México.
“1ª JORNADA INTERNACIONAL DE AGROECOLOGÍA Y
SOBERANÍA ALIMENTARIA”. Varias delegaciones de Bolivia,
Uruguay, Brasil, Argentina, Cuba, Estados Unidos, España, Inglaterra
participaron en instancias de reflexión en torno al desarrollo de la
agroecología como herramienta fundamental en la construcción de la
soberanía alimentaria de nuestros pueblos.
COLONIALISMO Y
DESCOLONIZACIÓN: NUEVAS VERSIONES Irene León
Diversas perspectivas y estilos matizan los distintos procesos
de cambio emprendidos en Latinoamérica, pero todos coinciden en levantarse
sobre fundamentos de autodeterminación y soberanía. Más aún, varios de
ellos sustentan sus proyecciones en enfoques políticos de la
descolonización, perspectiva que se hace también ostensible como
plataforma de partida para las nuevas iniciativas de la integración
regional y su institucionalidad.
Dos países latinoamericanos, el Estado Plurinacional de
Bolivia y Ecuador, han colocado la descolonización y la
desneoliberalización como elementos imprescindibles para apuntalar su
transición hacia el horizonte del Vivir Bien / Buen Vivir, una alternativa
civilizatoria que implica, a la vez, el desmantelamiento del capitalismo y
del patriarcado.
Otros países señalan la urgencia de descolonizar al
momento de definir sus relaciones con terceros y, no en pocos casos, esta
propuesta se levanta cuando de protegerse se trata, ya sea de los embates
del imperialismo, del neocolonialismo -en particular de la codicia de las
corporaciones transnacionales-, o del mismo colonialismo a la antigua que,
en pleno Siglo XXI, afecta a alrededor de 20 "territorios no
independientes"[1] del Caribe.
En los espacios clave de la integración regional, tales
como la I Cumbre de la Comunidad de Estados Latinaomericanos y
Caribeños[2] -CELAC-, ya casi nadie omitió mencionar a la descolonización
como una necesidad histórica y hasta de plantearla como una urgencia,
evidenciándola como "el" asunto histórico inconcluso, cuando tocó
consensuar un epílogo para las celebraciones del bicentenario de la
independencia, coincidente por esas fechas.
En las definiciones de la Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América -ALBA-, la perspectiva descolonizadora se
transparenta en la misma visión "alternativa" fundacional, que teniendo en
la mira la construcción de un futuro compartido, desde lo identificado
como "propio", postula la solidaridad y las complementariedades -ya no al
mercado- como ejes conductores para la integración de los pueblos. Aquí el
discurso expresa autodeterminación, tanto frente a los sojuzgamientos
resultantes de las dinámicas capitalistas, como a las imposiciones del
poder imperialista y neocolonial.
En la UNASUR, esta perspectiva se manifiesta
principalmente en propuestas relacionadas con las soberanías, y se hace
patente en el desarrollo de "enfoques propios" sea para el diseño de la
Nueva Arquitectura Financiera, o para la definición del Consejo de Defensa
Suramericano, entre otros. Pero así como avanza la propuesta
descolonizadora, también se reposicionan los poderes neo coloniales e
imperialistas, la mayoría de las veces inextricablemente coaligados y
exhibiendo recicladas interpretaciones de sus viejos métodos: la fuerza,
la ideología, la amenaza, la estrategia sinuosa.
Un ejemplo es la reciente variante política de vetustos
argumentos para justificar imposiciones, que ahora se presenta con
titulares de "libertad". "Liberar a los pueblos" y /o "llevar democracia",
son el aserto explícito con el que se impone la barbarización de cualquier
forma de gestión política distinta de la liberal. En ese mismo orden de
ideas, se sataniza cualquier intento de organización económica distinta
del "libre" mercado, sea ésta socialista, comunitaria o simplemente
soberana. La "libertad de expresión" es el argumento que encumbran las
élites ante propuestas de democratización de la comunicación, que implican
la potencial universalización del acceso efectivo a dicha expresión. La
manipulación del concepto libertad permite reposicionar viejos mecanismos
de dominación, a través de conocidos instrumentos de presión que van desde
la reprimenda verbal a los "llamados" de organismos internacionales, e
incluso hasta la presión militar.
Así, aún resonaban los tambores de las celebraciones del
bicentenario de la independencia, cuando comenzaron a aparecer los rezagos
de su inconclusión. Lo más flagrante es sin duda el despliegue de
ejercicios militares británicos, comandados por el más alto nivel del
poder monárquico, el Príncipe Guillermo, en las Islas Malvinas, territorio
argentino ocupado por ese reino desde hace casi dos siglos. En este caso,
la inversión de papeles entre agresor y víctima ha ido tan lejos que David
Cameron, Primer Ministro del Reino Unido, el Estado que más colonias
mantiene en el siglo XXI, llegó a acusar al gobierno argentino de
colonialista. Pero más allá de las anécdotas, esta "dinamización" de la
militarización posiciona a la base militar británica en las Malvinas como
la fuerza más importante de la OTAN en el Atlántico Sur. Por su parte,
manifestando espíritu de cuerpo ante este avance de posiciones de
beneficio común, el Presidente estadounidense, Barack Obama, se rehusó a
endosar una condena a esta ocupación, impulsada por todos los países de
América Latina, en el marco de la fallida VI Cumbre de las Américas,
celebrada en Colombia, en abril del 2012.
Por otro lado, se han levantado también las presiones
comerciales como un arma de coacción poderosa, que se aplica
permanentemente y en distintos niveles; el más conocido ejemplo en esta
materia es el bloqueo impuesto, desde hace medio siglo, a Cuba por los
Estados Unidos -donde mantiene, además, bajo ocupación forzosa, la base
militar de Guantánamo-. Otras formas, menos imponentes pero también
incisivas, son las presiones sobre preferencias arancelarias, que se
negocian de forma bilateral según el "comportamiento" político de los
países, o las "certificaciones" de distinta índole que emiten algunas
instancias de los poderes dominantes: comerciales, de derechos humanos, de
corrupción, etc.
En otra escala pero en la misma materia, figuran las
presiones que resultan de las instituciones internacionales, tales como la
Organización Mundial de Comercio, las Instituciones Financieras
Internacionales, y otras instituciones neocoloniales como el Centro
Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones -CIADI-,
cuyas políticas de arbitraje externo colocan a Estados y empresas en
igualdad de condiciones; por eso Bolivia, Ecuador y Venezuela se han
retirado de esa instancia, en rechazo a la renuncia a la soberanía de los
países que representa tal enfoque.
Pero si la versión del neocolonialismo en el siglo XXI
tiene una marca identitaria, esa es la imbricación inalterable entre sus
intereses, los de los capitales anónimos y los de las corporaciones
transnacionales. El ejemplo de su aplicación práctica más reciente es la
amenaza lanzada por el gobierno del reino español, de considerar a
Argentina como "un paria de la comunidad internacional", luego de que ese
país expropiara el 51% del capital social de la empresa petrolera
REPSOL-YPF, en respuesta a una suerte de boicot sostenido de la
reinversión en el país. Argentina "se ha dado un tiro en el pié", afirmó
el canciller español, José Manuel García, a la vez que anunció represalias
diplomáticas, comerciales, industriales y energéticas. Similares opiniones
emitieron las Instituciones Financieras Internacionales, mientras en
América Latina las felicitaciones para el gobierno argentino, que se
multiplican, contienen invariablemente menciones a la dignidad, a la
soberanía, a la descolonización.
Así configurados, los poderes imperialistas y
neocoloniales están afanados en "reconquistar" el mundo, y en eso la
palabra "acaparar" es la que más refleja la situación. La apropiación de
tierras urbanas y rurales, de las fuentes hídricas, de minerales, y aún
más, de todos los principios de vida, es una de las principales
características del contexto actual. Las agendas de control geopolítico,
con pretensiones incluso inter galácticas, están delineadas por las
ambiciones transnacionales de esos acaparamientos territoriales y de
recursos, mismos que son abundantes en América Latina.
Por eso, y por cuestiones de dignidad, el planteo
descolonizador en la región es indisociable de las emergentes iniciativas
de cambio y de integración, pues además de involucrar al conjunto, tiene
que ver con el modo como se configuran los mecanismos de dominación en el
siglo XXI y, por ende, también con el diseño de las estrategias para
desmontarlos.
La descolonización en proceso
Hacer de la descolonización una cuestión política y
regional, interrelacionada con las propuestas de cambio -Socialismo del
siglo XXI, Sumak Kawsay, Vivir Bien y otras-, es sin duda el primer escaño
ineludible para su consecución, en una región donde, como señalamos
anteriormente, conviven distintas situaciones y relaciones de poder
colonial y neo colonial, complejizadas según las reglas de juego del
capitalismo global.
Se han dado pasos en ese sentido. Así, el Estado
Plurinacional de Bolivia ha dado un salto de gigante, al colocar la
descolonización como pieza política clave para el despunte de su proceso
de cambio, como también al plantear, de manera subsecuente, la necesidad
de unas políticas de Estado e instrumentar una institucionalidad para
impulsarla. Con esos macro ingredientes, es de
prever que si bien el camino por recorrer para su
realización será extenso, las reglas del juego están trazadas, por primera
vez en la historia.
Igual sucede en Ecuador donde, desde una perspectiva
distinta, los caminos hacia la descolonización se esbozan, en esta
primera fase, en la arena de la autodeterminación económica, inherente a
la soberanía y al proceso de desneoliberalización. En este caso,
el cese del neocolonialismo es incluso el leitmotiv, de amplio consenso,
para explicar y sostener cambios o procesos complejos, tales como la
auditoría de la deuda externa (realizada en 2008) y sus subsiguientes
negociaciones con el sector financiero internacional amparadas en la
noción de "deuda ilegítima".
En ambos casos, la descolonización está en la mira y en
ambos se postula que la despatriarcalización constituye un elemento
consustancial para emprender la transición hacia la construcción del Buen
Vivir / Vivir Bien. Hablamos entonces de transformaciones estructurales de
fondo, donde la perspectiva de refundación del "Estado" desde lo
plurinacional, abre la posibilidad cierta de vindicar tanto a los pueblos
indígenas como, en clave plural, a los afrodescendientes y otros sectores.
En el ámbito regional, Petrocaribe, iniciativa de
solidaridad y soberanía energética, puesta en marcha por el gobierno de la
República Bolivariana de Venezuela en 2005, marca un hito en el impulso de
prácticas de descolonización, pues se hace con los países calificados como
los más periféricos de la región[3] -donde los abusos de las
transnacionales navieras y otras son innumerables-, justamente los países
que están en esa zona de frontera donde las relaciones coloniales aún
marcan pauta. Allí, también se condensan múltiples consecuencias del
tráfico transatlántico, que involucró a varios millones de personas
desplazadas forzosamente desde África -se estima que entre el siglo XVII y
el XIX se realizaron unos 35.000 viajes traficantes-, y por eso mismo, en
ese contexto, una propuesta de transformación, que contempla la
participación de esos pueblos, delinea una propuesta de
descolonizaciónreal y de porvenir.
Los pueblos latinoamericanos siguen en resistencia, pues
aún inmersos en uno de los procesos de cambio más sustantivos del mundo,
confrontan unos poderes capitalistas y neocoloniales dispuestos a todo
para mantener el control a escala global. No obstante, también es cierto
que hay muchas condiciones dadas -incluso por la crisis estructural del
propio capitalismo- que hacen viable que este camino de descolonización
planteada, de soberanías, de superación del capitalismo, sea una gran
posibilidad.
Estamos, pues, ante un escenario de complejidades
acentuadas, junto a las que afloran propuestas en un proceso de
construcción por demás dinámico. Toman forma debates de fondo, que
alimentan y desafían los alcances de un pensamiento propio que despunta.
En fin, hay esperanzas, como la de que pronto Puerto Rico y los demás
pueblos en situación colonial compartan, desde la autodeterminación, los
sueños de un nuevo porvenir para la región.
Notas:
[1] Puerto Rico, Guadalupe,
Martinica, Barbados, San Bartolomé, Saint Martin, Aruba, Bonaire, Curazao,
Saba, San Eustaquio, Sint Maarten, Islas Caimán, Islas Turcos y Caicos,
Islas Vírgenes, Islas Vírgenes Británicas, Anguila, Montserrat. Incluso en
países como Jamaica, que logró su independencia en 1962, sigue siendo Jefa
de Estado la Reina británica.
[2] Caracas, diciembre 2 y 3 de
2011
[3] Está conformado por
Venezuela, Cuba, República Dominicana, Antigua y Barbuda, las Bahamas,
Belice, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, Surinam, Santa Lucía,
Guatemala, San Cristóbal y Nieves y San Vicente y las Granadinas (Honduras
fue suspendida tras el golpe de Estado en junio 2009)
- Irene León es socióloga
ecuatoriana, Directora de FEDAEPS y vicepresidenta del Consejo Directivo
de ALAI.
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OBAMA Y SU POLÍTICA
EXTERIOR EN AMÉRICA LATINA: EL
VERDADERO ESCÁNDALO DE CARTAGENA
Amy Goodman
La campaña de reelección del Presidente Barack Obama
lanzó su primera publicidad en idioma español esta semana, justo después
de regresar de la Cumbre de las Américas. Obama estuvo tres días en
Colombia, más tiempo que ningún presidente en la historia de Estados
Unidos. Sin embargo, el viaje estuvo marcado por un escándalo de
prostitución que involucra a las Fuerzas Armadas y al Servicio Secreto de
Estados Unidos. El General Martin Dempsey, Jefe del Estado Mayor Conjunto
del Ejército, declaró: “Decepcionamos al jefe, porque de lo único que se
habla sobre Colombia es de este incidente”. Dempsey tiene razón. El
incidente también funcionó como metáfora del modo en que el gobierno
estadounidense trata a América Latina.
Once miembros del Servicio Secreto de Estados Unidos y
cinco miembros de las Fuerzas Especiales del Ejército estadounidense
estarían implicados en el escándalo. Los oficiales supuestamente tuvieron
encuentros con prostitutas en uno o en varios bares de Cartagena y se
llevaron a alrededor de 20 mujeres al hotel. Algunas probablemente eran
menores de edad. Todo esto debe ser investigado a fondo, pero también
deberían analizarse las posiciones políticas que Obama promovió en
Cartagena.
En primer lugar, su posición con respecto a la guerra
contra las drogas. Sobre este tema el Presidente Obama declaró en la
cumbre: “Es totalmente legítimo tener una conversación sobre si las leyes
vigentes causan más daño que beneficio en determinados lugares. Mi
posición personal y la de mi gobierno es que la legalización no es la
respuesta”. Ethan Nadelmann, fundador y director ejecutivo de la Alianza
por una Política de Drogas, con sede en Nueva York, me dijo que a pesar de
la declaración predecible de Obama, esta cumbre demostró “la
transformación del diálogo regional y mundial con respecto a las políticas
sobre drogas....Es la primera vez en la historia que un presidente dice
que estamos dispuestos a considerar la posibilidad de que las políticas de
Estados Unidos con respecto a las drogas están causando más daño que
beneficio en algunas partes del mundo”. Ethan Nadelman explica que esto es
el resultado del creciente consenso existente en todo el espectro político
latinoamericano, desde ex presidentes importantes como Vicente Fox, de
México, que está a favor de la legalización de las drogas, hasta los
actuales jefes de Estado, como el actual presidente mexicano, Felipe
Calderón, que dijo que el principal problema es la voraz demanda de drogas
en Estados Unidos.
Nadelman agregó: “También se da la situación un tanto
inusual de Evo Morales, el presidente boliviano de izquierda y ex líder
del sindicato de cocaleros, que alleccionó a Estados Unidos con una frase
que podría ser una cita de Milton Friedman: '¿Cómo pretenden que
reduzcamos la oferta si hay demanda?'. Entonces estamos ante el comienzo
de un cambio. No creo que se pueda dar marcha atrás”.
Luego está el tema del comercio. Obama y el Presidente de
Colombia, Juan Manuel Santos, también anunciaron que el Tratado de Libre
Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Colombia entraría en vigor el 15 de
mayo. Los líderes sindicales tanto de Colombia como de Estados Unidos
cuestionan el acuerdo debido a que Colombia es el peor país del mundo para
realizar actividades sindicales. El asesinato de sindicalistas en ese país
es moneda corriente: al menos 34 sindicalistas murieron en el último año y
medio. Durante su primera campaña presidencial, Obama prometió oponerse al
TLC con Colombia “porque la violencia contra los sindicatos en Colombia
estaría en contradicción con las protecciones laborales que insistimos que
se incluyan en este tipo de acuerdos”. Ese año, 54 sindicalistas
colombianos fueron asesinados. El presidente de la central sindical
estadounidense conocida como AFL-CIO, Richard Trumka, dijo que el anuncio
“es muy decepcionante y preocupante”. Por su parte, los republicanos
elogiaron a regañadientes a Obama por promover el TLC.
Con respecto a Cuba, Obama asumió la impopular postura de
defender el bloqueo estadounidense. Incluso en Estados Unidos, las
encuestas indican que una gran mayoría de la población y de las empresas
apoyan que se ponga fin al bloqueo. Estados Unidos también logró, una vez
más, impedir que Cuba asistiera a la cumbre, lo que incitó al presidente
de Ecuador, Rafael Correa, a boicotear la reunión.
En respuesta a la intransigencia absoluta de Estados
Unidos, los demás países del hemisferio occidental se están organizando.
Greg Grandin, catedrático de Historia Latinoamericana de la Universidad de
Nueva York, me dijo: “Los propios latinoamericanos están creado organismos
que excluyen a Estados Unidos, que profundizan la integración política y
económica entre ellos. Parece ser un lugar donde se reúnen para criticar
las políticas de Washington con bastante eficacia”.
El Profesor Grandin comparó las políticas de Obama con
respecto a América Latina con las de sus predecesores: “Los dos
principales pilares de la política exterior estadounidense (profundizar el
neoliberalismo y aumentar la militarización con respecto a las drogas)
continúan en pie, se retroalimentan y han generado una gran crisis en el
corredor que va desde Colombia, pasa por América Central y llega hasta
México. Esta política ha sido un desastre total y no ha habido cambios”.
Se necesitará más que un escándalo de prostitución para
encubrirla.
- Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un
noticiero internacional que se emite diariamente en más de 550 emisoras de
radio y televisión en inglés y en más de 350 en español. Es co-autora del
libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos
extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono
Sur.
“1ª JORNADA INTERNACIONAL DE AGROECOLOGÍA Y
SOBERANÍA ALIMENTARIA”.
“ PORQUE
LA PRODUCCIÓN TIENE ROSTRO DE MUJER”
Las distintas delegaciones de Bolivia, Uruguay, Brasil,
Argentina, Cuba, Estados Unidos, España, Inglaterra reunidas el 11 y 12 de
abril de 2012 en la comunidad de Chulumani del Cantón de Tablas Monte,
Cochabamba – Bolivia, participamos en instancias de reflexión en torno al
desarrollo de la agroecología como herramienta fundamental en la
construcción de la soberanía alimentaria de nuestros pueblos. Asimismo,
abordamos como eje de debate el rol de las mujeres en el proceso de
transformación hacia una agricultura sin agro tóxicos, que fortalezca la
soberanía alimentaria de nuestros pueblos en armonía con nuestra madre
tierra.
La crisis estructural y la lógica de devastación del
sistema capitalista, que pone en riesgo la sobrevivencia de la naturaleza
y de la humanidad en su conjunto; Genera un sin fin de conflictos
sociales, políticos, económicos, culturales, cambios climáticos y la
crisis alimentaria que la sufre todo el globo terráqueo, entre otros.
La necesidad que tiene el mundo industrializado de
reducir su dependencia del petróleo, los ha llevado a buscar alternativas
como los biocombustibles, que hoy se constituyen en una seria amenaza
latente a la soberanía de los pueblos, ya que se deja de producir para
alimentar al pueblo y se produce para sostener la demanda de este nuevo
mercado. Sumado a esto la precarización del trabajo agrícola, por las
injustas imposiciones de las transnacionales y la competencia desleal con
trabajadores campesinos del primer mundo, fuertemente subsidiados por sus
estados.
Entendemos que las crisis alimentaria a nivel mundial,
tiene como causa fundamental el modelo de producción agroindustrial
capitalista. Modelo de producción agrícola, que se caracteriza por estar
dominado por grandes empresas transnacionales que monopolizan la
producción de los alimentos, la tenencia de la tierra, la utilización de
semillas transgénicas, el monocultivo, la explotación intensiva y
mecanizada de la tierra, la utilización de agro tóxicos que destruyen la
madre naturaleza. Grandes empresas transnacionales dominan toda la cadena
productiva, desde la producción hasta la comercialización, fomentando así,
el agio y la especulación.
Es por esta razón, que las grandes empresas
transnacionales, ven perjudicial la presencia y la existencia de
organizaciones indígenas y campesinas que plantean una alternativa
sustentable a la producción capitalista en armonía con la madre tierra.
Somos los y las campesinas e indígenas del mundo, los y las que producimos
y garantizamos alimentos para la comunidad. Mientras que las grandes
empresas transnacionales, que son parte del modelo de desarrollo
capitalista del agro, priorizan el mercado, la producción de mercancías,
la acumulación de riqueza y ganancia para unos cuantos y no así la
soberanía alimentaria de la humanidad. Es por eso que reafirmamos la
necesaria vinculación y articulación internacional y mundial, para luchar
contra todas las manifestaciones del sistema capitalista. Y construir una
alternativa real, desde nuestras comunidades, desde nuestra visión de
mundo, a partir de lo que entendemos por la agroecología y la soberanía
alimentaria, de nuestras familias, nuestra comunidad, nuestro país y los
pueblos del mundo entero.
La lucha de las mujeres bolivianas por mayor
participación en espacios de decisión, reconocimiento y respeto de
sus derechos; encuentran en la conformación del Estado Plurinacional de
Bolivia una de sus principales conquistas. Sin embargo, dicha
victoria no sentencia el final de sus luchas sino que constituye la
plataforma sobre la cual nuestras organizaciones sociales deben plantearse
nuevos retos de cara a la construcción de un mundo alternativo a la lógica
capitalista. El 86 % de las mujeres bolivianas desempeña trabajos en el
área rural. Cifra que refleja la importancia de este sujeto social en la
producción agrícola actual, así como en el proceso de transformación y
consolidación de un modelo productivo que conquiste la soberanía
alimentaria de nuestros pueblos en armonía con nuestra madre tierra.
El capitalismo es el principal enemigo de la soberanía
alimentaria de nuestras naciones. Las comunidades campesino-indígenas
constituyen, desde la óptica capitalista, el mayor peligro para su plan de
saqueo y mercantilización de nuestra madre tierra. La promoción e
implementación de paquetes de agro-tóxicos, semillas transgénicas,
fertilizantes químicos; conforman estrategias del capital transnacional
para fortalecer la cadena de dependencia a la vez que resultan una
agresión a gran escala para nuestra madre tierra. La erosión de nuestros
suelos, destrucción de su biodiversidad, proliferación de
enfermedades en nuestras comunidades, recalentamiento global; son algunas
de las consecuencias del modelo de producción agrícola capitalista.
En este sentido creemos fundamental el despliegue de
iniciativas que promocionen instancias de información y formación integral
para el desarrollo de un nuevo tipo de producción que tenga como
objetivo central la recuperación de los saberes ancestrales de nuestras
comunidades construyendo una perspectiva de trabajo en conjunto con la
Pachamama. Creemos indispensable impulsar acciones que nos permitan
mantener soberanía sobre las semillas utilizadas en la siembra,
concientizarnos en el uso racional del agua y acceder a obras hídricas que
fortalezcan las agriculturas de nuestro pueblo. Toda acción
impulsada por el Estado y/u organizaciones sociales en pos de
consolidar la producción agroecológica, debe articularse con las
comunidades campesinas, sus idiomas, prácticas culturales, nacionalidades.
La presente jornada representa un espacio donde
organizaciones de nuestra América y Europa intercambian experiencias
de lucha y saberes, aportan a la unidad de nuestros pueblos,
fortaleciendo la autodeterminación de nuestras naciones frente al
saqueo de nuestros bienes comunes. En este sentido, afirmamos que el
hostigamiento a nuestras comunidades campesino-indígenas, el desalojo de
sus tierras y la consecuente acumulación por parte de capitales nacionales
y transnacionales, la producción a gran escala de monocultivos con valor
en el mercado global, la implementación de proyectos mega-mineros a cielo
abierto que amenazan las cuencas hídricas ; constituyen diferentes caras
del capitalismo extractivista que oprime a nuestros pueblos,
amenaza la soberanía alimentaria de nuestras naciones.
Por último, expresamos nuestro compromiso y ponemos
en marcha la Escuela Nacional de Agroecología a partir de los distintos
aportes que hemos tenido como base fundamental para empezar este proceso,
que no es una lucha local sino internacional contra los agro-tóxicos y el
modo de producción capitalista que tiene como base la mercantilización de
la vida. Y con esto, teniendo en vista la formación de los y las
campesinas indígenas originarios y los y las trabajadoras del mundo,
promoviendo así la soberanía alimentaria de los pueblos.
¡ JALLALLA MADRE TIERRA!!!
¡AGROECOLOGÍA!!! ¡PARA VIVIR BIEN!!!
¡INTERNACIONALICEMOS LA LUCHA!!!
¡INTERNACIONALICEMOS LA ESPERANZA!!!
RTF:
http://archive.attac.org/attacinfoes/attacinfo652.zip PDF:
http://archive.attac.org/attacinfoes/attacinfo652.pdf
SUSCRIPCIÓN Y DES-SUSCRIPCIÓN A “El
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