Latinoamérica
COLOMBIA: EN CINCO AÑOS HAN ASESINADO A 71
LÍDERES CAPESINOS . La Defensoria pide celeridad
en las investigaciones LOS DAÑOS DE LAS TRANSNACIONALES EN
LATINOAMÉRICA. Las compañías transnacionales con el apoyo de los
gobiernos donde tienen sus sedes principales (Estados Unidos, Europa,
Asia, así como el Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional) han
destruido durante décadas el medio ambiente, desplazado a habitantes
autóctonos y conculcados los derechos humanos de las poblaciones de
América Latina en su afán de obtener grandes dividendos de sus
suelos. DOS AÑOS SIN CAMBIOS CONCRETOS. El economista
Camille Chalmers describe la realidad de Haití ARGENTINA: LA
BARRICK GOLD REALIZA TAREAS DE EXPLORACIÓN PETROLERA EN LAS MALVINAS
. Pese a que la Ley 26.659/2010 lo prohibe ECUADOR –
BOLIVIA. Los movimientos sociales en el posneoliberalismo: de la
resistencia a la esperanza. En Ecuador, la Confederación de
Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE, conjuntamente con otras
organizaciones sociales, llevaron adelante la Marcha Plurinacional por el
Agua, por la Vida y la Dignidad de los Pueblos, del 8 al 22 de marzo de
2012, con una plataforma de 19 puntos entre los que constaban la oposición
a la megaminería a cielo abierto, la defensa del agua, el rechazo a la
criminalización social, entre otras; demandaban, además, el cumplimiento
de los derechos que constan en la Constitución y que no han sido ni
cumplidos ni respetados por el gobierno de Alianza País. Leer en: http://attac-info.blogspot.com
;Latinoamérica
COLOMBIA
LÍDERES DE TIERRAS: DEFENSORÍA
Muchos líderes de restitución de tierras viven bajo amenaza.
La
entidad pide celeridad en investigaciones. Hay 68.492 personas reportadas
como desaparecidas.
En la conmemoración del Dia de la Memoria y Solidaridad
con las Víctimas, la Defensoría del Pueblo pidió celeridad en las
investigaciones de Derechos Humanos.
A través de un comunicado, el defensor del Pueblo, Vólmar
Pérez, aseguró que en la última década se hicieron cinco informes de
riesgo sobre la vulnerabilidad de líderes reclamantes de tierras.
"Entre 2006 y 2011 ocurrieron al menos 71 asesinatos de
líderes de procesos de restitución de tierras en 14 departamentos del país
como Atlántico, Bolívar, Sucre, Córdoba, Guajira, Antioquia, Meta y
Tolima", aseguró el Defensor.
En el informe sobre las víctimas del país, la Defensoría
indica que ha asesorado al menos 200 mil víctimas. De hecho, destacó que
en los últimos años se creó la Unidad de Justicia y Paz que permitió
ampliar la cobertura de atención en las regionales con la realización de
1.200 jornadas.
La entidad señala que son de "suma importancia" los
casos de la comunidad de Jiguamiandó y Curvaradó y el despojo de
tierras en los departamentos de Chocó y Córdoba que han requerido una
atención especial por parte de la institución.
En el Registro Nacional de Desaparecidos, hay registradas
68.492 personas reportadas como desaparecidas, de las cuales se presumen
son desaparecidas de manera forzada 17.780.
La Defensoría asegura que en el 2010 se registraron 4.173
reportes de personas desaparecidas presuntamente forzadas, y para el 2011,
2.664.
Respecto a la cifra de personas que se han ubicado, para
el 2010 fueron 133, de las cuales 62 se encontraron con vida y 71 sin
vida. Y durante el 2011 fueron 71, de las cuales 40 se encontraron
vivos y 31 sin vida.
"Solicito a los organismos de investigación del Estado
adelantar las investigaciones correspondientes para
identificar y sancionar a los responsables de los actos de
violencia e insto a la autoridades competentes a que
implementen medida eficaces de prevención y seguridad para los
líderes", dijo Vólmar Pérez.
REDACCIÓN JUSTICIA http://www.eltiempo.com/justicia/en-cinco-anos-han-asesinado-a-71-lideres-de-tierras-defensoria_11524621-4
LOS DAÑOS DE LAS TRANSNACIONALES EN LATINOAMÉRICA
Hedelberto López Blanch
Las
compañías transnacionales con el apoyo de los gobiernos donde tienen sus
sedes principales (Estados Unidos, Europa, Asia, así como el Banco Mundial
y del Fondo Monetario Internacional) han destruido durante décadas el
medio ambiente, desplazado a habitantes autóctonos y conculcados los
derechos humanos de las poblaciones de América Latina en su afán de
obtener grandes dividendos de sus suelos.
Esa situación ha sido posible debido al control que a lo
largo del siglo XX, Estados Unidos ejerció sobre los gobiernos
establecidos en la región que entregaban (y algunos aún entregan) enormes
territorios, otorgaban exenciones tributarias, facilitaban las
explotaciones mineras, de agua, de biodiversidad, mientras se profundizaba
las afectaciones al medio ambiente, a la salud de los pobladores y se
desprotegía la fuerza laboral de esas regiones.
Mientras las transnacionales se llevan anualmente miles
de millones de dólares, dejan detrás grandes daños a los ecosistemas de
América Latina.
Desastres provocados en Ecuador y Brasil por la compañía
norteamericana Chevron han llamado la atención de los países
latinoamericanos y de los medios de comunicación, debido a que los dos
gobiernos nacionalistas que hoy dirigen en Quito y Brasilia, han apoyado
las demandas de los afectados.
El desastre ambiental en la amazonia ecuatoriana se
inició en 1964 cuando la Texaco (adquirida por Chevron en 2001) empezó a
buscar petróleo en la provincia de Sucumbíos junto con la compañía Gulf.
Los estudios efectuados por varios especialistas han
llegado a la conclusión de que en esa región ocurrió una de las peores
catástrofes ambientales en la historia de la humanidad.
La justicia ecuatoriana sancionó a Chevron a pagar 18 000
dólares por los desastres ocasionados a los pobladores y al medio ambiente
pero la transnacional se niega a abonarlo y ha interpuesto varias
querellas desde hace 19 años.
El Brasil, el Ministerio Público Federal (fiscalía)
comenzó las actuaciones en el juicio donde se acusa a Chevron y a la
perforadora Transocean de daños al patrimonio público y falsedad
ideológica por el derrame de 2 400 barriles de crudo en noviembre de 2011,
y de otro en marzo pasado, en la plataforma ubicada en el océano
Atlántico, a 370 kilómetros de la costa de Río de Janeiro.
El Ministerio acusa a las transnacionales de crimen
ambiental y daño al patrimonio público por el derrame de crudo en el Campo
de Frade en la cuenca de Campos.
La compañía está haciendo numerosas gestiones jurídicas,
entrega dinero y trata de comprar a quien sea para salirse del embrollo
pero la presidente brasileña Dilma Rousseff ha sido directa al manifestar
que "las empresas que vengan, así como las que ya se instalaron aquí,
tienen que saber que los protocolos de seguridad existen para ser
cumplidos”.
El siglo XX, casi en su totalidad, marcó una larga etapa
para América Latina en que Estados Unidos, dueño y señor de la mayoría de
la región (a la que consideraba su traspatio) imponía gobierno y políticos
afines que entregaban primero a las compañías norteamericanas, y a las
transnacionales después, las riquezas de sus países.
Mientras unos pocos funcionarios criollos se enriquecían
por otorgarles numerosas prebendas a las compañías mineras y agrícolas
extranjeras, estas con mínimas inversiones extraían (y aun extraen) los
bienes de esas naciones con la consecuente destrucción del medio ambiente
y el empeoramiento de las condiciones económicas y de salud de las
poblaciones.
Un informe publicado en 2005 por la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (CEPAL), señaló que "entre 1990 y 2000 se
deforestaron 467 000 km2 en América Latina para destinarlos a la
agroindustria, explotaciones mineras, o plantas de celulosa o
hidroeléctricas entre otras, y ya en 2005 la deforestación de la Amazonia
brasileña era de unos 680 000 km2
El Banco Mundial (BM) ha sido uno de los mayores
propulsores de las incursiones de compañías extranjeras en Latinoamérica y
de 1994 a 2004, mediante la Corporación Financiera Internacional (CFI)
otorgó 900 millones de dólares para proyectos mineros en Bolivia, Brasil,
Chile, México y Perú.
Algunas de las transnacionales beneficiadas han sido la
Anglo American, BHP- Billiton, Barrick Gold, Mitsubishi, Mitsui, Newmont,
Pan American Silver y Rio Tinto.
Son innumerables las empresas que han ocasionado daños
graves en países latinoamericanos como el Grupo Anglo Gold/Anglo American
que derramó en 1999 centenares de contenedores de cianuro en el río Vila
Nova en Amapá Brasil. En Chile, en 2005, la compañía de celulosa Celco
vertió mercurio durante más de 10 años y ocultó los hechos.
Argentina, Paraguay y Bolivia sufrieron en el pasado
siglo XX la deforestación indiscriminada para propiciar la siembra de
soya, maíz o algodón, por parte de las transnacionales. Por esos motivos,
Argentina perdió 140 000 km2 de bosques; Paraguay 20 000 y Bolivia 15 000.
Las gigantes suizas Xstrata Plc. y Glencore, dedicadas a
la explotación y comercio de minerales y materias primas han dejado un
rastro apocalíptico a su paso por varios países del hemisferio sur a la
par que han obtenido utilidades superiores a 14 000 millones de dólares
anuales.
Xstrata en las minas de carbón de El Cerrejón, en la
Guajira colombiana cometió abundantes delitos ambientales, fiscales y de
violaciones de los derechos humanos. La explotación y la continua
ampliación de los yacimientos deterioraron la calidad y cantidad del agua
río Ranchería y el desplazamiento forzado de comunidades indígenas.
En Perú, la Xstrata labora desde 2006 en la explotación
de cobre en el Proyecto Tintaya. Sus acciones han contaminado los ríos
Salado y Cañipia y la fiscalía del Cusco le tiene presentada una querella.
Abundantes son las demandas que se mantienen en juzgados
de Colombia contra compañías extranjeras que han arruinado el medio
ambiente y la vida de sus pobladores. Entre estas aparecen: Coca cola,
Nestlé, Chiquita Brands, Drummond, Cemex, Holcim, Muriel mining
corporation, Glencore-Xstrata, Anglo American, Bhp Billington, Anglo Gold
Ashanti, Kedhada, Smurfit Kapa.
Además, Pizano S.A. y su filial Maderas del Darién,
Urapalma S.A., Monsanto, Dyncorp, Multifruit S.A. filial de la
transnacional Del Monte, Occidental Petroleum Corporation, British
Petroleum, Repsol YPF, Unión Fenosa, Endesa, Aguas de Barcelona,
Telefónica, Canal Isabel II, Canal de Suez, Petrominerales, Gran Tierra
Energy, Brisa S.A.
El daño ha sido catastrófico para Latinoamérica y de eso
se han dado cuenta los nuevos gobiernos progresistas y nacionalistas que
han surgido en la región, que además no están solos en las acciones de
enfrentar las ambiciones de las transnacionales.
Brasil, Argentina, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Perú,
Paraguay, Nicaragua por citar algunos, están zafándose de las cadenas
impuestas durante decenas de años por Estados Unidos y las
transnacionales.
Cierto que a todas las naciones les hace falta la
inversión de capitales para su desarrollo pero las compañías deben
respetar las leyes medioambientales, el hábitat de los pobladores, pagar
por posibles daños ocasionados y generar dividendos también para los
países donde se instalen.
Ese es el desafío presente y futuro.
Adital - [Enviado por Sur&Sur].
DOS AÑOS SIN CAMBIOS CONCRETOS. El economista
Camille Chalmers describe la realidad de Haití
Juan
Nicenboim
Crítico del presidente Michel Martelly y de las tropas
humanitarias de la ONU, Chalmers denuncia que, pese a las donaciones, la
mitad de los escombros no fueron removidos y que un 60 por ciento de los
hospitales no fue reconstruido.
"A más de dos años del terremoto es sorprendente ver que
no hay cambios con respecto al día después.”
Camille Chalmers, economista y analista haitiano, tiene
una sonrisa amplia que deja entrever dientes blancos y brillantes. A lo
largo de su diálogo con Página/12, esa expresión se irá desdibujando
progresivamente al recordar algunas de las catástrofes de aquel terremoto
que cambió para siempre la vida de los haitianos en 2010. Como la
Universidad de Lingüística que desapareció en un minuto junto con 5000
alumnos y decenas de profesores. O su preciada biblioteca, que fue
sepultada junto con su casa, lo que hizo que viva refugiado en una carpa
hasta que él y su esposa pudieran alquilar algo "chico y feo” en la
periferia de Puerto Príncipe. Crítico del presidente Michel Martelly y de
las tropas humanitarias de la ONU, Chalmers mira a Latinoamérica y
especialmente al ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América) para que formen pistas alternativas de cooperación y solidaridad
con Haití.
–¿En qué fase del proceso de reconstrucción se
encuentra Haití actualmente?
–A más de dos años del terremoto es sorprendente ver que
no hay cambios con respecto al día siguiente de aquel suceso. Todavía el
50 por ciento de los escombros no fueron removidos. Las infraestructuras
más importantes que cayeron, tales como el Palacio de Justicia, el Palacio
Nacional, 49 edificios universitarios, más del 60 por ciento de los
hospitales no fueron reconstruidos. Todo eso está en el suelo. De los
desplazados hay todavía 600.000 personas en la calle viviendo bajo carpas
en precariedad, eso es inaceptable. Supuestamente dos años después la
comunidad internacional gastó 4000 millones de dólares y realmente no se
ven los efectos directos concretos de esa reconstrucción. Un ejemplo
significativo es Puerto Príncipe, donde perdimos más de 300.000 casas del
casco urbano, el centro histórico está destruido en un 80 por ciento y
todavía no hay un plan consensuado para la reconstrucción de la capital.
El contraste más grande es la enorme y bella ola de solidaridad que se
levantó alrededor de Haití después del terremoto, no solamente la interna
que fue clave y salvó muchas vidas, sino también de pueblo a pueblo. De la
plata desembolsada una parte muy chica llega al terreno, la mayoría fue
cooptada por los gobiernos, por las grandes agencias bilaterales de ayuda
o por las ONG.
–¿No existe ningún órgano de control
establecido?
–Después del terremoto se organizó una conferencia de
donantes en la ONU. De aquélla salió una decisión muy grave de hacer una
ley de emergencia que permita firmar contratos y tomar decisiones sin
pasar por los procedimientos legales. Era una ley de emergencia que daba
18 meses para actuar fuera de todo mecanismo de control. Después de esos
18 meses pasaron muchas cosas muy cuestionables. Se evidencia ahora que se
marginalizó al gobierno de Haití, que de los 2000 millones de dólares
desembolsados para ayuda humanitaria recibió sólo el uno por ciento de
esta suma. Inclusive el gobierno dominicano recibió más dinero. Estamos
ante un debilitamiento muy grave del Estado y una situación donde los
actores haitianos no tienen los mecanismos de control de las decisiones
estratégicas.
–¿Cómo califica el rol de la misión de las tropas de
estabilización de las Naciones Unidas (Minustah), desplegadas desde hace
ocho años en territorio haitiano?
–Durante la presencia en estos últimos años de la
Minustah hemos vivido varias crisis humanitarias graves y en cada ocasión
su presencia no se ha transformado en un apoyo real al pueblo de Haití
para hacer frente a esas crisis. Por el contrario, una de las respuestas
de la Minustah frente al terremoto fue alquilar un barco donde las tropas
pudieran dormir en la bahía de Puerto Príncipe. Ese alquiler le costó a la
ONU 112.000 dólares al día, lo que constituye una movilización de recursos
insultante. Desde 1992 tuvimos varias intervenciones de la ONU. En 1994
tuvimos una incursión militar y una segunda en 2004. Es una tropa de
ocupación disfrazada de fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU, que
responde al capítulo 7 de su Carta Magna. Pero es una manipulación, ya que
no existieron crímenes de guerra o genocidios en aquellas oportunidades,
como para intervenir de aquella manera ilegítima en Haití. Por otra parte
aparecen cada vez más episodios de violación masiva a mujeres, a niñas y
adolescentes. Se arman cortes marciales y se les dan condenas de un año,
como mucho. La respuesta de la Minustah es repatriarlos, pero sin ningún
proceso judicial consistente.
–¿Cómo articula el gobierno de Martelly las demandas
de los remanentes de las fuerzas armadas de Haití que exigen su
restitución?
–Martelly intenta lanzar un proceso de renacimiento del
antiguo ejército, pero de manera que parece más un proceso de fuerza
paramilitar muy ligada a intereses corporativos y de la oligarquía, pero
que no tiene nada que ver con un ejército nacional republicano. Hay mucha
resistencia a ello, pero se aprovecha del papel de la Minustah para decir
que necesitamos una fuerza armada. Existe un cuerpo paramilitar ilegal que
por debajo de la mesa recibe armas, equipamiento, uniformes y
financiamiento por parte del gobierno. Ocupan cuarteles y, al mismo
tiempo, la sociedad civil denuncia esas maniobras que nos pueden conducir
a un regreso de la dictadura. Sabemos que Martelly tiene mucha relación
con los remanentes del duvallierismo y mucha tentación autoritaria.
–¿Se refiere a lo que Martelly definió como
reconciliación nacional, cuando sugirió que no vería con buenos ojos un
juicio por crímenes de lesa humanidad contra el dictador Jean-Claude
Duvallier (1971-1986)?
–Su presencia tras su exilio de 25 años en Francia es
insultante para los miles de campesinos masacrados y los pueblos enteros
quemados bajo su dictadura que trajo mucho dolor y sufrimiento. Es
evidente que está protegido por el gobierno y la Justicia que le perdonan
todo crimen político y de lesa humanidad.
Enviado por Jubileo Sur.- Adital
ARGENTINA: LA BARRICK GOLD, FINANCIA EXPLORACIÓN DE PETRÓLEO EN
MALVINAS
Empresas y bancos británicos accionistas de las mineras
que destruyen y saquean nuestros recursos naturales, como La
Alumbrera, son además quienes financian y contratan la exploración de
petróleo en las Islas Malvinas, pese a que La ley 26.659/2010 "prohíbe a
los estados nacionales, provinciales y municipales contratar empresas que
tienen interés, filiales o conexiones con empresas que se encuentren
explorando por hidrocarburos en Malvinas".
Agencia de Comunicación Rodolfo
Walsh
RTF: http://archive.attac.org/attacinfoes/attacinfo650.zip PDF:
http://archive.attac.org/attacinfoes/attacinfo650.pdf SUSCRIPCIÓN
Y DES-SUSCRIPCIÓN A “El Grano de Arena” o CAMBIO DE MAIL:
http://list.attac.org/wws/subscribe/attac-informativo Para
obtener un número anterior entrar en http://list.attac.org/wws/arc/attac-informativo
Corresponsal de Attac España
: Alfonso Hernández Lara Distribución: Tom Roberts Edición: Susana
Merino
|