Chiapas, Messico -



Chiapas, México: Paramilitares secuestran y torturan a zapatistas en San Cristóbal de las Casas
Tras la agresión los entregaron a la policía, denuncian adherentes a la otra campaña
Hermann Bellinghausen  La Jornada | Hoy a las 19:12 
Unos 50 miembros del grupo evangélico Ejército de Dios secuestraron, torturaron y entregaron  a la policía a dos ejidatarios de  la otra campaña,  adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en el ejido Mitzitón (municipio San Cristóbal de las Casas, Chiapas).

Además agredieron a sus familiares y amenazaron con violar a las mujeres. Dos días después, los campesinos tzotziles fueron obligados a pagar fianza sin mediar explicaciones. Los torturadores no recibieron ninguna sanción, más bien parecieron trabajar  junto con la policía del estado de Chiapas.

La agresión comenzó la noche del pasado día 2, cuando personas identificadas con el Ejército de Dios, agredieron a Pedro Díaz Gómez cuando se dirigía a su casa.  Los paramilitares empezaron a golpearlo  y Luis Rey Pérez Heredia  le agarró el cuello y lo estaba ahogando, quiso matarlo. Díaz Gómez logró escapar. Sus atacantes lo siguieron a su casa, allanaron la cerca y forzaron la puerta, lo sacaron y lo siguieron golpeando, así como a su esposa María de Lourdes Jiménez y a otra mujer. Condujeron a Díaz Gómez a la casa del  dirigente paramilitar Gregorio Gómez Jiménez, donde lo amarraron y lo torturaron.

Salvador Hernández Jiménez, al ver cómo era secuestrado su compañero, se acercó a defenderlo.  También lo golpearon y lo llevaron a la casa del dirigente paramilitar. Allí amarraron a los compañeros, los golpearon más y les echaron cubetazos de agua. A Pedro le machucaron sus dedos con un palo.

Hacia las 22 horas hizo acto de presencia en Mitzitón la Policía Estatal Preventiva.  Sin respetar a las autoridades de la comunidad, directamente llegaron a la casa de Gómez Jiménez y de Francisco Gómez Díaz, donde tenían secuestrados a los dos compañeros y se los llevaron. Sabemos que la policía sectorial es cómplice de los paramilitares, y por eso a ellos no se los llevaron, sólo a nuestros compañeros, señalan los declarantes.

Piden fianza

La autoridad ejidal acudió a la fiscalía indígena, donde les informaron que los campesinos habían sido trasladados a Tuxtla Gutiérrez, sin explicar por qué. El agente de la comunidad se comunicó por teléfono con los detenidos la madrugada del día 3:  Pedro me dijo que estaban muy golpeados, que él estaba con una costilla rota y tenía cortados y muy golpeados sus dedos. Me contó que le pusieron sus dedos en una superficie y le garrotearon las manos, que tenía fracturados los huesitos.

A las 13:30 de ese día, una comisión de ejidatarios y el agente municipal se trasladaron a la Procuraduría General del Estado. El día 4 los dos  detenidos  fueron liberados, después de pagar 12 mil 357 pesos de fianza.

En su testimonio, la esposa de Pedro refiere: “Los del Ejército de Dios llegaron con lazos bien gruesos, tiraron dos balazos al aire y entraron. Me empujaron para que me quitara del camino, y a mi hijo Ramón lo patearon. A mi esposo lo aventaron a una camioneta y se fueron. Traían la cara descubierta, por eso sabemos quienes son. Yo les gritaba y preguntaba ‘por qué nos hacen eso, si somos vecinos’, y me decían ‘tú cállate mujer zapatista, ustedes son amigos de los zapatistas’. Luego fuimos todos a la casa ejidal. Llegaron los policías y dijeron que iban a ir a rescatar a Pedro”.

Según otros familiares de la víctima, los del Ejército de Dios brincaron la cerca de la casa,  tiraron dos balazos  y amenazaron con violar a las mujeres. Entre los agresores fueron identificados: Celestino Pérez Hernández, David Hernández Hernández, Miguel Jiménez Jiménez, Carmen Gómez Gómez, Julio Gómez Hernández, Ciro Hernández Díaz, Agustín Pérez Díaz, Agustín Gómez Gómez, Julio Hernández Hernández, Juan Pérez Gómez, Pedro Hernández Hernández, Andrés Jiménez Hernández (segundo), Domingo Jiménez Gómez y Jesús Jiménez Heredia. Iban en tres camionetas y decían:Ya queremos sangre.