UBISORT



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La policía no quería actuar por temor a Ubisort: padre de reportero rescatado

David Cilia dijo haber comprobado que la autoridad requiere permiso para entrar al territorio del grupo.

Agustín Galo Samario, corresponsal
Publicado: 30/04/2010 19:51

 

Juxtlahuaca, Oax. “Me sorprendió mucho que me dijera (Lázaro Hernández, subdirector de la Agencia Estatal de Investigaciones en Huanajuapan) ‘no vamos a hacer nada (para encontrar a David Cilia y Érika Ramírez) porque es territorio de Ubisort. Sólo que lo ordenen mis jefes”, cuenta David Cilia Olmos, padre del fotógrafo.

“También me sorprendió escuchar cómo hablaba con el jefe de Ubisort (supuestamente Rufino Juárez Hernández). Fue como comprobar que una autoridad tiene que pedir permiso para entrar a una parte del territorio. Después de eso que me quedó claro que los dos obedecen a un mismo jefe”.

Su relato desmiente las afirmaciones del secretario de Seguridad Pública de Oaxaca, Javier Rueda Velásquez, jefe directo de Lázaro Hernández, quien la víspera dijo que la prioridad era rescatar a los periodistas: “El helicóptero llegó gracias a las gestiones de la ONU, de Miguel Badillo, director de Contralínea; de organismos de derechos humanos”.

“Pero primero nos llevó a un lugar equivocado, por eso se pasó el tiempo, hasta que se hizo de noche. Creo que lo que los convenció fue que les dijimos que nos dejaran en el lugar del ataque y que nosotros por nuestros medios buscaríamos a mi hijo, porque no me iba a ir sin él”.

Este tipo de cosas no son exclusivas de Oaxaca, “parece que son el futuro de México. Así sucede en Durango y en otros estados donde el gobierno entrega la plaza a grupos de paramilitares o de la delincuencia organizada”.

Miguel Badillo dice por su lado que San Juan Copala y La Sabana, en este municipio de Juxtlahuaca, “son una zona de excepción: Tuvimos que ir (en busca de Érika y a David) con 50 policías y diez mandos. Ahí estaba el líder del grupo (también supuestamente Rufino Hernández), dándole órdenes al comandante de la policía (Lázaro Hernández)”.

“Sí”, insiste, “esta zona es de excepción. Totalmente”.