''Colombia vive una situación de autocensura'', asegura periodista Hollman Morris



20 de diciembre de 2006
''Colombia vive una situación de autocensura'', asegura periodista Hollman Morris
TeleSUR
El periodista colombiano Hollman Morris se mostró solidario con la causa que hoy toca a nuestro corresponsal en Bogotá, Fredy Muñoz. Denunció múltiples incongruencias en el caso y dijo que la prensa en Colombia necesita mayores garantías políticas.
''Colombia vive una situación de autocensura'', declaró desde Bogotá en entrevista exclusiva concedida a TeleSUR, el periodista y productor independiente colombiano, Hollman Morris.
El profesional de la comunicación afirma que ''bajo este gobierno se ha estigmatizado y señalado el trabajo de la prensa. Particularmente, a mi el presidente Álvaro Uribe me acusó de tener vínculos con el terrorismo y de haber hecho un pacto con la guerrilla para grabar un atentado. Después tuvo que sacar un comunicado pidiendo disculpas''.
Estas declaraciones fueron enmarcadas en el caso de nuestro corresponsal en Colombia, Freddy Muñoz Altamiranda, quien este martes cumple un mes detenido en los calabozos del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) en Colombia, tras ser sindicado de haber cometido cargos de ''terrorismo y rebelión''.
Hollman Morris relacionó su caso con el que actualmente envuelve a Muñoz, asimismo, citó las acusaciones que el presidente Uribe lanzó contra el director de la revista Semana, Alejandro Santos, en las que dijo que sus investigaciones sobre la infiltraciones paramilitares al DAS, eran un simple juego de muñecas.
Prensa estigmatizada
En ese sentido, sostuvo que ''estamos viendo que hay un comportamiento sistemático, especialmente del presidente (Álvaro Uribe) y de este gobierno para señalar y estigmatizar la labor del periodista y de la prensa independiente''.
Admitió que si bien es cierto el gobierno presta garantías físicas a los miembros de la prensa, haciendo referencia a escoltas y blindados, ''lo más importante es que hayan garantías políticas, es decir, que las instituciones respeten el trabajo de los periodistas. Que no les disguste cuando algún periodista haga alguna pregunta incomoda'', dijo.
Por otro lado, Morris señaló otro aspecto que preocupa al gremio periodístico en Colombia. Dijo que el tema de los informantes sólo ha llevado a pensar que se trata de montajes.
''Yo solamente quiero sentar un ejemplo en este momento, el caso Quinchía (municipio de Risaralda en limites con Caldas), donde se detuvo en una tarde a 200 personas, estuvieron encarceladas dos años, fueron acusadas de rebelión y terrorismo y al cabo de dos años salieron libres. Luego se descubrió que todo era  un montaje de informantes, de personas a las que les pagaron por sus testimonios. Me parece que el caso de Fredy tiene estas particularidades'', fustigó.
Informantes perjudiciales
Valoró la práctica de los informantes como ''perjudicial y nociva para el estado de Derecho'', pues para Morris, ''los ciudadanos en una democracia no se les deben pagar para que informe. Debe ser su responsabilidad como sociedad, de lo contrario estaremos alimentando un monstruo que lleva a la cárcel a gente inocente a cambio de recompensas''.
Sin embargo, cree que ''Colombia pasa por una crisis donde se están descubriendo, los sectores de la sociedad colombiana en ese momento buscan la verdad, buscan el hasta donde ha llegado el fenómeno paramilitar''.
En el caso de Fredy, resalta Morris, ''han habido medios que se han comportado a la altura, que han estado pendientes de lo que está pasado. Hoy sabemos que hay irregularidades dentro del proceso. Que hay irregularidades en las declaraciones y que hay incongruencias en los testimonios''.
Dijo que a su modo de ver, ''lo que espera la prensa responsable, la prensa demócrata en Colombia, es que este proceso se siga, pero llegará el momento en que la prensa se va a centrar en señalar esas incongruencias e irregularidades para tratar de descubrir que hay detrás del caso de Fredy Muñoz''.
Batalla contra el paramilitarismo
Morris consideró que en Colombia hay diferentes medios de comunicación, como la revista Semana, el periódico El Tiempo, en algunas oportunidades, y el periódico El Espectador, que han liderado la batalla para desentrañar, para denunciar el fenómeno del paramilitarismo dentro del Estado colombiano.
''Ha sido gracias a la prensa, aunque no la televisión pues me parece que sigue siendo supremamente oficialista; que los escándalos en Colombia se están dando a conocer por las investigaciones periodísticas de algunos medios que tienen el favor de denunciar lo que está pasando'', sostuvo.
En cuanto al término ''paraestado'', el periodista arguye que ''el paramilitarismo ha llegado al congreso, está dentro de organizaciones sociales, en la empresas de la salud, pero en medio de eso, hay una corte constitucional que está en medio y que está dando la batalla. Hay también sectores de la Fiscalía general de la nación que también quieren dar la batalla. Entonces no parece que se englobe en el paraestado colombiano''.
Finalmente, enfatizó que ''el desenlace del caso de Fredy tiene que ser uno: la justicia y la verdad están del lado de Fredy, primero por las incongruencias de los testigos. ¿Cómo es posible que un jefe guerrillero decide salir de la clandestinidad a hablarle a millones de personas a través de un canal?, que cosa tan estúpida''.
Consideró que ''esas son personas a las que se le pagan para que digan mentiras con alguna orientación. Eso hay que investigarlo. Hay que saber que mensajes le quieren enviar a la prensa y a otros corresponsales.

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