Escuela de las Américas: una
historia que no acaba
Arnaldo Pérez Guerray Pablo Ruiz Espinoza (*) SOAW / La Insignia. Chile-EEUU, noviembre
del 2006.
Muchos piensan que la Escuela de las Américas es una historia del
pasado, pero no. El padre Roy Bourgeois, en reciente visita a nuestro
país, solicitó al gobierno de Michelle Bachelet terminar con el envío de
militares chilenos a dicho instituto militar. El Ejército asegura que las
denuncias contra la Escuela de las Américas son "un mito", a la par que
confirman que este año más de 170 oficiales viajaron a Estados Unidos al
"entrenamiento militar". Muchos de quienes "desfilan" por los tribunales
de justicia requeridos por su participación en violaciones a los derechos
humanos y crímenes de lesa humanidad son precisamente "graduados" de la
Escuela de las Américas.
El 6 de octubre de 2006, encontraron muerto al ex agente de la
Central Nacional de Inteligencia (CNI), Gonzalo Asenjo Zegers. Estaba
solo. Afirmado en su escritorio. En el suelo, una pistola 9 milímetros
debidamente inscrita, y un balazo en el pecho que le habría quitado la
vida. Era uno de los responsables del desaparecimiento de cinco militantes
del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), ocurrido en 1987.
En enero de 2005, otro de sus "colegas", Germán Barriga Muñoz, se
habría quitado la vida al lanzarse del piso 18 de un edificio en la comuna
de Las Condes. Barriga, poco tiempo antes de su muerte, había sido
"funado" en su lugar de trabajo por activistas de derechos humanos. Era
jefe de Seguri dad de Supermercados LIDER. Estaba involucrado en el caso
conocido como "calle Conferencia", operativo de exterminio que realizó la
Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), en 1976, y donde fue detenida y
echa desaparecer la cúpula clandestina del Partido Comunista.
Ambos militares eran investigados por la justicia. Es muy posible que
se suicidaran cansados de soportar el peso de sus culpas. Aunque sus
muertes levantan más de alguna sospecha. Su historia y la de muchos
militares ha estado íntimamente ligada a la formación recibida en Estados
Unidos.
Escuela de asesinos
Asenjo y Barriga fueron entrenados en la Escuela de las Américas.
Academia militar dirigida por el Ejército estadounidense que ha entrenado
a más de 61.000 soldados latinoamericanos en "técnicas de combate",
"tácticas de comando", "inteligencia militar" y "técnicas de tortura";
inicialmente establecida en Panamá, en 1946, fue luego tras ladada a
Estados Unidos, en 1984.
Hace diez años, la prensa estadounidense dio un golpe noticioso. Dio
conocer la existencia de "Manuales de Entrenamiento" utilizados en la
Escuela de las Américas. Dichos manuales instruían cómo "...aplicar
torturas, chantajes, extorsión y pago de recompensas por enemigos
muertos". Los documentos le dieron la razón definitivamente al movimiento
de derechos humanos que siempre denunció que allí se entrenaba a
torturadores y asesinos.
Cientos de miles de latinoamericanos han sido torturados, asesinados
y desaparecidos por soldados y oficiales latinoamericanos "entrenados" en
la Escuela de las Américas.
El propio Plan Cóndor -coordinación de los militares del Cono Sur de
América durante las dictaduras militares-, demuestra la estrecha unión que
alcanzaron los uniformados para reprimir y exterminar al "enemigo
interno", incluso más allá de sus fronteras.
La Doctrina de Seguridad Nacional que adoptaron los ejérc itos
latinoamericanos fue elaborada por los Estados Unidos. Su semillero de
propagación fue precisamente la "Escuela de Asesinos", como también es
conocida.
Uno de cada cuatro agentes de la DINA se "graduó" en la Escuela de
las Américas. Entre ellos los asesinos y torturadores Alvaro Corbalán
Castilla, Miguel Krassnoff Marchenko, Pablo Belmar Labbé, Haroldo Latorre
Sánchez, Humberto Gordon Rubio, José Zara Holger, Carlos Herrera Jiménez,
Raúl Iturriaga Neuman, Odlanier Mena Salinas, Armando Fernández Larios,
Fernando Lauriani Maturana, Ernesto Baeza Michelsen, Álvaro Guzmán
Valenzuela y Manuel Contreras Sepúlveda.
El 2001, por su mala reputación, el Pentágono decidió cambiarle el
nombre a Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica (WHINSEC).
Pero sigue siendo una escuela de entrenamiento en "contrainsurgencia".
"Otro nombre, la misma vergüenza", dicen quienes se oponen firmemente a
ella. Amnistía Internacional expresa: "Aunque el Ej E9rcito estadounidense
afirma haber cerrado la Escuela de las Américas, por casualidad el
Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica (WHINSEC) está
ubicado en el mismo espacio físico y es esencialmente la misma escuela,
con la misma misión principal, la de transmitir técnicas militares a
miembros de las Fuerzas Armadas latinoamericanas". El mismo edificio,
emplazado en los mismos terrenos, mantiene a los mismos instructores
enseñando lecciones de similar crueldad y cuestionable legalidad.
Campaña Internacional
Desde los años 90 en Estados Unidos, el movimiento Observadores de la
Escuela de las Américas (SOAW), que dirige el sacerdote católico Roy
Bourgeois, lucha por cerrar este centro de entrenamiento militar. Dicen,
"no en nuestro nombre": "No queremos que nuestros impuestos se ocupen en
entrenar a militares latinoamericanos que luego vuelven a sus países a
violar los derechos humanos".
El 2005, el congr esista demócrata Jim McGovern, presentó un proyecto
de ley para investigar y suspender las operaciones del Instituto de
Cooperación para la Seguridad Hemisférica. Sin embargo, aún no reúne los
votos necesarios para aprobar su propuesta legislativa. Cuentan, empero,
con el apoyo nada despreciable de 188 congresistas. Por tal razón, este
año una delegación de SOAW, encabezada por el padre Bourgeois, visitó
varios países de América Latina intentando conseguir que los propios
gobiernos suspendieran el envío de tropas a Estados Unidos.
Su visita logró importantes avances. Argentina, Bolivia y Uruguay se
comprometieron a no seguir enviando a sus militares a la Escuela de las
Américas. Nilda Garré, ministra de Defensa de Argentina, afirmó: "No
solamente no mandaremos militares a la Escuela de las Américas, sino que
será ilegal mandarlos". En el mismo sentido, Venezuela y Brasil ya habían
tomado igual determinación, años atrás. Sin embargo, la delegaci F3n de
Soaw no encontró la misma respuesta de los gobiernos de Perú, Ecuador y
Chile que prefirieron seguir enviando militares al instituto militar.
El 28 de agosto, la delegación norteamericana se reunió con la
ministra de Defensa, Vivianne Blanlot. Lisa Sullivan, Coordinadora de
Latinoamérica de Soaw, nos señaló: "La ministra Blanlot sabe muy bien lo
que fue la Escuela de las Américas. Por lo tanto, nos expresó, que va a
sugerir, pero no imponer, que el Ejército termine con los envíos de
militares a esa institución".
Ricardo Frodden, director ejecutivo de la Comisión Ética contra la
Tortura (CECT), plantea al respecto que "el gobierno de la presidenta
Michelle Bachelet debe terminar definitivamente con estos envíos". Frodden
señala que "es una vergüenza que una presidenta, cuyo padre fue muerto en
tortura, no se atreva a impedir que se sigan preparando torturadores y
criminales chilenos en Estados Unidos. El tema no es sugerir, sino imponer
soberanamente que se acaben l os envíos de tropa a esta singular escuela
de torturas", dice.
El sacerdote José Aldunate -fundador del Movimiento Contra la Tortura
Sebastián Acevedo-, se manifiesta muy preocupado de que "sigan enviando
militares a formarse a Estados Unidos que durante tantos años han sembrado
tanta violencia. Se hace urgente y extremadamente necesario poner fin a
esta práctica", sentencia.
El Ejército chileno en un comunicado publicado por La Nación Domingo,
señaló que existía una "cierta mitología" con respecto a la Escuela de las
Américas, afirmando que, a su juicio, "no era verdad que allí se entrenará
en contra de los derechos humanos". A la par, informó que la referida
institución cumplía con los "parámetros de formación que necesitaban
adquirir los soldados chilenos" y que, por lo tanto, hasta el momento "170
militares chilenos han viajado a recibir entrenamiento".
Lisa Sullivan, rebate firmemente esa versión. Nos reitera que "siguen
los abusos de pa rte de los graduados de la Escuela de las Américas. En
los 80, El Salvador fue el líder en violaciones a los derechos humanos.
Durante el conflicto en Chiapas, México, fueron los militares mexicanos
entrenados en Estados Unidos quienes reprimieron a los indígenas.
Actualmente son los militares colombianos, entrenados en la Escuela de las
Américas quienes violan los derechos humanos de su pueblo. La Escuela de
las Américas sigue siendo el lugar donde soldados latinoamericanos
aprenden a reprimir a su propio pueblo cuando este lucha por sus derechos.
En el golpe de estado de 2002 en Venezuela, dos de los líderes eran
'egresados' de Escuela de las Américas. En la 'guerra del agua', en
Bolivia, el 2003, el responsable de los asesinatos también era un graduado
de este instituto militar", sostiene.
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