TONI NEGRI de Caracas a Milan: mismos delirios.





retebolivariana <retebolivariana at yahoo.it> ha scritto:


Viernes  17 de noviembre de 2006,  Centro Sociale Leoncavallo de Milan:
"Global - Biopotere e lotte in America Latina" con Toni Negri,
Christian Marazzi, Agostino Petrillo.


www.informationguerrilla.org/rd.php/www.carmillaonline.com/archives/2006/10/001986.html#001986 
 
Los delirios de Toni Negri
Heinz Dieterich
 
A Carlos Morillo y la Unión Latinoamericana por la Democracia Participativa
Dentro del mercado de esotérica pseudocientífica, donde suele hacer su shopping ideológico la actual izquierda, Antonio Negri es una de las mercancías más sobrevaluadas. Esto explica probablemente, porque fue invitado a una sesión plenaria del Foro Social Europeo (FSE), en noviembre del 2003, en Paris.

Sin embargo, como no hay mal que por bien no venga, el discurso del "filósofo" italiano ofrece in nuce la posibilidad, de entender la terrible confusión de su pensamiento, sin tener que pasar por las indigeribles cuatrocientos cincuenta páginas de su Empire, que escribió junto con el estadounidense Michael Hardt.

Negri inició su discurso en el FSE con un lamento sobre los soldados italianos muertos en Irak. "Quisiera comenzar recordando con mucha piedad, con muchísima piedad... a los muertos de mi país en Irak", decía, para después declamar patéticamente, como si estuviera en una opera de Giuseppe Verdi, "¡Malditos! ¡ Malditos! ¡Malditos!", refiriéndose a aquellos que mandaron "a esos hombres a morir en Irak".

Si bien es lamentable toda vida que se pierda en la guerra de Irak, no hay que olvidar que el contingente italiano es parte de una fuerza de agresión militar al servicio de la primera guerra del gran capital imperialista, del siglo XXI, que evoca el derecho a la legítima autodefensa nacional. Es revelador, que Negri lamente las bajas en las fuerzas imperialistas, sin decir una sola palabra sobre los iraquíes muertos.

La guerra determina una "terrible ruptura" entre las fuerzas de paz y todos aquellos que en Italia la apoyaron, que incluye "buena parte de la izquierda". ¿Qué sentido tiene, calificar a los oportunistas socialdemócratas, los sectaristas y los liberales notoriamente invertebrados, de "izquierda italiana"? ¿Qué tiene de izquierda esa fauna política que cubre el globo desde Argentina hasta Alemania, y desde Brasil hasta España?

Después, Negri nos alecciona que la guerra es "constituyente", lo que significa que la "forma de la guerra ya no es simplemente la legitimación del poder". Aquí, nuestro filósofo tiene las cosas al revés. Es, por lo general, el poder que legitima a la guerra, no viceversa, porque ante la carnicería mercantilista, las elites dominantes que mandan a la grex a morir, requieren de apologías para las víctimas.

De esta manera aparece el iustum bellum, la guerra justa, en la cual mueren las víctimas por los fetiches construidos por los intelectuales del poder: los cruzados cristianos ad maiorem Dei gloriam; los musulmanes por la jihad; los estadounidenses por "la democracia"; los sionistas por el Yitzak Israel y los nazis por la liberación del pueblo alemán, de la tiranía del "capital financiero judío".

La guerra "quería presentarse" no ya como "guerra entre los estados, sino contra un enemigo público, contra una realidad interna". ¿Los líderes de los Estados en guerra no se convierten, automáticamente en el enemigo público número uno del Estado contrincante? ¿Puede hacerse la guerra de agresión, sin demonizar al otro?

Es más: ¿Ha habido en la historia de las guerras de agresión alguna elite que no haya aprovechado el supuesto peligro de una quinta columna interna? ¿Que no haya explotado la reducción militar de los derechos democráticos para reprimir a sectores de la población ---socialistas, cristianos de base, nacionalistas independientes, trabajadores, intelectuales críticos--- que definía como peligro para el status quo ?

Después viene el obligatorio sometimiento al poder ---"Todo lo que Ignacio Ramonet decía en un principio acerca de la sobreposición de guerra económica, social y militar es perfectamente correcto"--- que introduce el salto mortale hacia la capitulación ideológica total.

"Veis que ya no se trata de la guerra imperialista que va a expandir los poderes de las naciones singulares; se hace en nombre del capital global." ¡Muy profundo! Lastima, que no tiene nada que ver con la realidad.

Alguien debería regalar a Negri para el año nuevo una suscripción del The Washington Post y del The New York Times, para que se entere de la "expansión de los poderes de las naciones singulares". Cuando sucedieron los atentados del 11 de septiembre, la responsable del Consejo de Seguridad Nacional, Condoleeza Rize, convocó a su equipo y les dijo que resolvieran la siguiente tarea: "¿ Cómo se capitalizan esas oportunidades para una potencia mundial? ... Creo que este periodo es análogo al de 1945 a 1947... Las placas tectónicas de la política internacional están reacomodándose y es importante tratar de aprovechar esto y posicionar los intereses e instituciones estadounidenses... antes de que las placas vuelvan a inmovilizarse."

George W. Bush y Colin Powell, presidente y secretario de Estado de la Unión Americana, concordaban plenamente, como reportó el The Washington Post en enero del 2002, afirmando que Bush y Powell vieron a los ataques como "una oportunidad para reconfigurar las relaciones mundiales" (reshape relationships throughout the world).

Mientras Bush y Blair procuraban ocultar la "reconfiguración de las relaciones del mundo" mediante delirantes discursos de democracia, paz y desarme, los planificadores del sionismo revelaban sin rubor la esencia de la Operación Irak: "Tenemos un gran interés en estructurar el Medio Oriente el día después de la guerra", afirmó antes de la guerra el Ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz y agregó, que después de haber derrotado a Irak, Washington debería "generar presión política, económica y diplomática sobre Irán".

El asesor de seguridad nacional del Primer Ministro Ariel Sharon, y exjefe del servicio secreto Mossad, Efraim Halevy, dijo que Israel esperaba de un Bagdad post- Saddam "profundos efectos en Teheran, Damasco y Ramallah", es decir, "una mayor estabilidad y confianza, desde el Golfo Pérsico hasta las costas atlánticas de Marruecos". En la misma tónica, el ex Primer Ministro israelí Ehud Barak afirmó que "el camino a la paz en Palestina pasa por Bagdad".

Se trata, en pocas palabras, de un megaproyecto de modernización-destrucción capitalista estadounidense-sionista, inspirado en el Zeitgeist (la lógica) de Hitler, del cual Bush y su camarilla no se han apartado ni un ápice, como Negri se puede informar en el diario del Gran Capital liberal estadounidense, The New York Times (NYT), de ayer, leyendo el artículo de Colin Powell: "What we will do in 2004".

Otro vocero del sionismo israelí y del gobierno de Bush, el columnista del NYT , William Safire, comentando "la capitulación preventiva" de Gaddafi en abrir sus instalaciones nucleares a Washington y atraer de nuevo a las transnacionales petroleras estadounidenses, afirma que la política exterior post-9/11 de Bush está teniendo éxito y que los dominós están cayendo; cayendo, se entiende, hacia donde Washington los hace caer.

Los nuevos dominós son Siria, que tendrá que salir de Líbano para entregárselo a Washington-Tel Aviv a fin de ser convertido en otro protectorado de sus voraces transnacionales, e Irán. Y las grandes ganancias del negocio imperial serán para los súbditos y vasallos de Washington. Alemania, Francia y Rusia están excluidos de los 18 mil millones de dólares de reconstrucción de Irak. Será, ¿que no forman parte del "capital global", en nombre del cual, según nuestro filósofo, se realiza la barbarie bélica en Medio Oriente?

En otra de sus mistificaciones de la agresión bélica, Negri afirma que se trata de una guerra "que se mueve como el capital global". La dinámica del movimiento del capital global, tanto en la esfera de la acumulación como de la circulación, y ejecutada esencialmente por entes privados dentro de vías institucionales no- violentas, es determinada por la interminable búsqueda de las mejores tasas de ganancia, en torno al planeta entero.

La guerra en Irak, en cambio, es el uso concentrado de las fuerzas de destrucción físicas de los Estados de las elites anglo-sajonas al servicio de esos intereses capitalistas. El supuesto paralelismo entre la dinámica de ambos fenómenos, que son, cada uno, de naturaleza sui generis, sólo existe en la cabeza de Negri.

No podía faltar la negación abstracta del nacionalismo. "Estos valores de patria, nación, nunca han estado en la verdadera tradición comunista y hoy ya no lo estarán más, no lo estarán nunca", dice Negri. Al igual que el grupo "Crisis" de Robert Kurz en Alemania, que proclama que la ruptura con la "nacionalidad" y con "la jaula de la identidad nacional" (Kurz) es la "pregunta decisiva" para la izquierda, Negri es incapaz de diferenciar entre la función del nacionalismo en el polo dominador del sistema y el polo dominado.

En su escandalosa ignorancia de la epistemología científica, se le ha pasado por alto que Albert Einstein y Werner Heisenberg descubrieron hace mucho tiempo lo que podría denominarse, la verdad relacional. O, si su alma mater, la filosofía se le hace más congénita, pudiese consultar con el gran Georg W.F. Hegel el tema de la verdad dialéctica.

En la negación abstracta del nacionalismo y de la Patria, la "izquierda" eurocentrista se encuentra en perfecta sintonía con los señorítos intelectuales neoliberales latinoamericanos y los intereses transnacionales, a que sirven. La guerra cultural de los neoliberales contra la educación pública, la pequeña y mediana empresa, los indígenas y todo vestigio de la herencia nacional, tiene como blanco principal destruir a la identidad nacional, es decir, la defensa del patrimonio cultural y material de la Patria Grande que es, hoy día, junto con la cuestión social, el último dique ante el colapso total de las sociedades latinoamericanas.

"El problema fundamental de la reconstrucción de la izquierda" es, que sepa proponer "lo común a todos" y que sepa "ser pacífica". Bravo Maistro. "Lo común a todos" se propuso de manera pacífica justo en la fase prebélica de Irak, cuando las abrumadoras mayorías de España e Italia se manifestaron contra la agresión planeada por Bush, Blair, Aznar y Berlusconi. Lastimosamente, ninguno de los cuatro Presidentes demócratas, ni los diputados y senadores respectivos, escucharon la plegaria de la vox populi. ¿Considera Usted posible, Maistro, que le falte algún ingrediente en su plan maestro para llegar a un mundo mejor?

"Hoy, el desarrollo capitalista usa la guerra para organizar el mundo", afirma Negri, en otra de sus burdas falsificaciones de la historia. Procediendo de tierras del Imperium Romanum, ¿cómo se le puede olvidar al filósofo, que todos los imperios, desde el romano hasta el estadounidense, siempre han utilizado la violencia militar como medio de apropiación del plusproducto de otros pueblos?

Pero, si la premisa de Negri es fatal, la inferencia está peor. El supuesto hecho, de que "hoy, el desarrollo capitalista usa la guerra para organizar el mundo", dice Negri, obliga a la izquierda a "transformar también nuestra lucha por la paz en lucha social", siempre que sepa "ser pacífica".

En primer lugar, la transformación de la guerra en "lucha social" es un proceso objetivo, como muestran interminables ejemplos históricos, entre ellos la Comuna de Paris, las revoluciones rusas de 1905 y 1917, y la Revolución Alemana de 1918. Como tal tiene, en palabras de uno de los últimos filósofos que merecían este calificativo, Immanuel Kant, su "condición de la posibilidad", es decir, su causalidad.

La causalidad que transforma una guerra en "lucha social", hasta el extremo de la guerra civil, es de triple naturaleza. En lo objetivo, el factor constituyente es el sufrimiento de las masas, tanto en el frente como en la retaguardia. Dado que las masas en Italia, ni en ninguna otra parte del Primer Mundo, no sufren por la guerra en Irak, no existen las condiciones objetivas para convertir el bandidaje imperialista en revolución social. Una vez más, una frase vacía de Negri, sin sentido alguno dentro de las condiciones objetivas.

En lo subjetivo, todo sujeto social tiene que resolver el aspecto material ( materialiter) y el aspecto formal (formaliter) de su postura, ante la guerra. Materialmente, es decir, en términos de contenido, la pregunta es, ¿qué Proyecto Histórico puede concretizar la oportunidad de transformación social que ofrece una guerra imperialista? Siendo los holocaustos bélicos congénitos al sistema capitalista, la respuesta es obvia. El proyecto solo puede ser no-capitalista.

De ese contenido antisistémico, il condottieri italiano no dijo nada en el magnífico Foro Social Europeo de Paris, donde tenía la posibilidad de concientizar a decenas de miles de jóvenes europeos que estaban literalmente sedientos de verdad teórica y alternativas prácticas. En lugar de aprovechar el Foro, confundió la teoría material sobre el fenómeno ---el Nuevo Proyecto Histórico anticapitalista--- con su dimensión formal, es decir, sus formas de lucha, y pontificó que el sendero luminoso de los oprimidos es el saber "ser pacífico". Nietzsche ha de reírse en la tumba, ante esta magnífica ilustración de la "moral esclava cristiana".

No tiene nada de malo que Toni Negri quiera andar como Francisco de Asís o la Madre Teresa, mendigando urbi et orbi por la paz y un mundo mejor. Al fin y al cabo, toda su estructura mental es teológica. Se trata de un mundo mental en el cual los hechos (factum) y los estándares básicos de la intelección científica, no tienen cabida.

Tampoco hay problema de que se llame filósofo. En vista de la miseria de la filosofía actual, cuyos protagonistas son esencialmente empleados directos del Estado en las facultades de filosofía, es decir, burócratas; o coolíes de pluma freelance de las élites económicas, se trata, de hecho, de una descripción bastante exacta de la docta ignorancia, que caracteriza a los "amantes de la sabiduría" contemporáneos. Con contadas excepciones, han regresado al oscurantismo escolástico que les da venia legendi (licencia) para fantasear sobre lo que les dé la gana.

Lo que sí preocupa, es el estado de la clase política e intelectual europea que permite, como en el caso de Italia, que un piccolo duce conduzca la política nacional de una de las potencias imperialistas más importantes del presente, y un Rásputin teórico figure como líder ideológico, a quien se invita a foros europeos alternativos.

Peor aun es que alguien en América Latina les haga caso. Cada hora que pierda un estudiante latinoamericano leyendo las tonterías de Toni Negri o la propaganda barata de Samuel Huntington, es una hora perdida para la transformación real de nuestra realidad.

Pero, carentes de conocimientos de la metodología científica y de nociones básicas de las ciencias económicas, como "costos de oportunidad" y "economía de tiempo", profesores mediocres, oportunistas e inescrupulosos, gastan el tiempo de nuestra juventud en la chatarra ideológica del Primer Mundo.

Negri, que viene de las ilusiones anarquoides de Autonomía Operaia italiana, es un farsante del Capital. Como lo es también, el flamante promotor del megaproyecto hitleriano en Medio Oriente, Daniel, "el rojo" Cohn-Bendit, quien viene del grupo Revolutionaerer Kampf (Lucha Revolucionaria), de Frankfurt, Alemania.

Solo los tontos y los pillos pueden hacerle caso a esas figuras patéticas de la opera buffa del Gran Capital.
 
 
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Toni Negri en T.V. Por Por Isidoro Cruz Bernal El limite ambiguo entre la teoría y la moda cultural. Hoy por hoy, Toni Negri, más allá de algunos aspectos que se pueden rescatar de su obra teórica pasada, es el autor de Imperio. El boom Negri interesa a partir de ello. De ahí que no sea tan paradójico su recibimiento político y mediático tan destacado o los comentarios elogiosos con los que diarios imperialistas como el New York Times saludaron la salida de Imperio. Este libro, por fuera de las intenciones de Negri, ha sido recibido por el establishment mundial como una verdadera ayuda en su lucha ideológica contra las masas.
La guerra y el autonomismo Por Ruth Wagner y Facundo Aguirre Tomado de Rebelion La guerra puso a prueba a las distintas teorías y programas anticapitalistas. La concepción autonomista, influenciada por Toni Negri y Michael Hardt, ha entrado en crisis. La ilusión de un Imperio que superaba las contradicciones del imperialismo y de un contrapoder que surgido "desde abajo" podía evitar la lucha política por el poder del estado, se ha mostrado impotente ante la cruda realidad de la guerra. Quizás esta sea la explicación de la escasa actividad y del silencio ante un hecho de tal magnitud, de quienes en Argentina, como el MTD de Solano en la Aníbal Verón, se referencian como parte de esta corriente.
Imperio Este libro de Toni Negri ha sido recibido por el establishment mundial como una verdadera ayuda en su lucha ideológica contra las masas.
 


 
LAS RELACIONES ENTRE LA MULTITUD Y LOS GOBIERNOS DE IZQUIERDA: LA REINVENCION DE LA DEMOCRACIA COMO PROCESO PERMANENTEMENTE CONSTITUYENTE.
Debate entre Antonio Negri, Michael Hardt, Giussepe Coco y Sandro Mezzandra en la Universidad Central de Venezuela.
 
Los intelectuales y militantes Antonio Negri y Michael Hardt, conocidos por su libros Imperio y Multitud, así como Giussepe Coco y Sandro Mezzandra, todos parte de la corriente llamada autonomista, estuvieron en Caracas después del Foro Social Mundial Policéntrico realizado en esa ciudad. Ni bien terminara el Foro dentro de cuyo marco los temas de más discusión fueron la relación movimientos sociales, los instrumentos políticos y la gestión institucional, la relación entre los gobiernos progresistas de izquierda que hoy ocupan la escena latinoamericana y los movimientos sociales, así como la polémica invocación del presidente Chávez para constituir una coalición más decidida, de alcance global que bajo lo que el llamó la “estrategia perfecta” combatiera de manera unificada al capitalismo en lo que sería una especie de nueva versión de la Internacional, se realizó una Mesa sobre las relaciones justamente entre la llamada “Multitud” y la nueva institucionalidad emergente en Venezuela basada en la democracia participativa. Esta mesa organizada por la Alcaldía Mayor de Caracas y que contó con la participación del Alcalde Juan Barreto y el intelectual Rigoberto Lanz, se realizó el día 3 de febrero de este año, en una de los auditorios de la Universidad Central de Venezuela.
 
Entre miembros de organizaciones de base, funcionarios de la alcaldía, universitarios y militantes de diferentes organizaciones se desarrolló una importante discusión para quienes propugnan y luchan por la construcción de una alternativa emancipatoria al capitalismo y se hallan sumergidos en los dilemas y discusiones de los movimientos sociales, la militancia y los procesos de cambio que se pretenden impulsar en diversos países de Nuestra América y el mundo. La voluntad de abrir esta discusión y promoverla en un país como Venezuela nos muestra la efervescencia con que se vive allá el proceso político en el que a su manera y sus contradicciones se aporta en la construcción de “otro mundo posible”, una de cuyas condiciones -como dijo Rigoberto Lanz en la presentación- es la necesidad de que exista otro pensamiento, asumiendo la diversidad del pensamiento crítico, y los retos que plantea la complejidad de la revolución hoy, al que “los autonomistas” como Negri han aportado. A continuación intentamos hacer un resumen por las ideas expuestas esperando sean útiles y lo más fieles posibles a las ideas discutidas para seguir alimentando el debate.
 
Michael Hardt: El desafío de pensar la sociedad hoy para transformarla.
 
Hardt se centró en la explicación de la categoría “multitud”, en una introducción pedagógica sobre su significado, para comprender las características de la sociedad y de los nuevos antagonismos y la relación entre gobiernos y movimientos. Empezó por citar a Gilles Delleuze quien habría planteado que nunca hay gobierno de izquierda, que lo que hay son gobiernos que dan espacio a la izquierda para luego definirnos en términos negativos lo que (no) es Multitud: Así, Multitud no es el pueblo, porque no tiene una identidad única, el pueblo la tiene, y esta en la modernidad fue identificada con lo nacional. En cambio, la Multitud tiene muchas partes, “es un complejo de singularidades” internas: de género, étnicas, culturales, etc. Esas singularidades hacen parte de la multitud. En segundo lugar, la Multitud no son las masas, no es la muchedumbre, es diversa pero no indiferente. La muchedumbre, las masas son grises, pasivas, no pueden tener acción autónoma, deben tener un líder. En cambio, la Multitud tiene capacidad de acción autónoma, tienen capacidad de autogestión. El comunismo según Lenin era “soviets + electricidad”. Recurriendo a las fórmulas podríamos decir que  la Multitud es “singularidades + autonomía”.
 
Dos preguntas pueden plantearse a partir de lo dicho según Hardt: ¿Este es un concepto adecuado para se utilizado en América Latina? En segundo lugar ¿Los gobiernos son capaces de darles espacio a las multitudes con todo lo que implican?
 
Toni Negri: Socialismo constituyente, gobierno e impulso de la multitud.
 
Negri planteó la discusión acerca de la Multitud usando las críticas esgrimidas contra esta. Así, y en ese sentido se plantea que gobernar significa unificar, no hay posibilidad de gobernar sin centralidad, sin una fuerza de gobierno y la Multitud no tendría capacidad de unidad; y por otra parte, la Multitud no tiene capacidad sistémica de definición como la “clase obrera” que se oponía claramente a la burguesía. Esto nos plantea el problema en dos dimensiones: una como proceso, es decir la constitución de la multitud y, cómo abordamos el posicionamiento de la Multitud en el escenario político y social.
 
Para hacer esa tarea se planteó la necesidad de remontarnos a lo que significó la clase obrera y verla desde una perspectiva crítica.  Las luchas de la clase obrera fueron fundamentales, y esta agrupó a la población transformadora del trabajo humano. La clase obrera se unificó como partido, impulso transformaciones que generaron a su vez una necesaria transformación del capitalismo con el empuje del socialismo, así se desplegó un esfuerzo universal y positivo. Pero, alrededor de conceptos como clase obrera o partido se destruyeron también ideales, se afirmaron dictaduras aún cuando los mecanismos productivos permitían concebir el trabajo asociado al cambio de vida, como parte de la inteligencia y la libertad.
 
Hoy el trabajo vivo se ha transformado en un trabajo inteligente, producto de la inteligencia y la libertad. El trabajo es parte de la acumulación, pero el trabajo libre debe ser articulado. El socialismo del siglo XXI será un “socialismo constituyente”, es decir,  a la vez que se produce es libre, se construye, las instituciones no atrapan las capacidades productivas. En cuanto al gobierno es fundamental pensarlo desde una dualidad en la que se considere al propio gobierno y el empuje de la multitud. La finalidad es “el común”, la singularidad no es la soledad del pobre, es solidaridad, sólo juntos producimos, esto es estructural, una realidad profunda, necesitamos las acción común, por ello la solidaridad entre gobierno y multitud.
 
Giuseppe Coco: Pensar el trabajo más allá del salario y la construcción de lo común desde las políticas sociales.
 
Es necesario verificar lo que pensamos de la multitud, el común, la construcción entre gobierno y multitud por ejemplo en Brasil. La experiencia del gobierno de Lula se somete a dos enfoques desde la izquierda: uno favorable a su política internacional en el contexto de inclinación de la región hacia la izquierda y las críticas surgidas en lo interno por la crisis, con su política económica que reproduce la relación de dependencia y es continuista en cuanto a la gestión neoliberal de la moneda, del modelo de desarrollo, respeto a los compromisos internacionales como el pago de la deuda. En ese contexto el gobierno de Lula ha impulsado políticas sociales en dos frentes: la reforma del Estado, la democratización de la educación, la lucha contra el racismo; y, por otro lado, la redistribución de los ingresos, a través de programas para alcanzar a los sectores más pobres.
 
La crítica fundamental de la izquierda clásica es que el cambio histórico efectivo se efectúa con el cambio de la política orientando los esfuerzos a lograr el crecimiento económico y el pago de la deuda interna, expandiendo el empleo basado fundamentalmente en el trabajo asalariado: es la propuesta de un keynesiana dinamizando la lucha de clases a través de la movilización del trabajo asalariado. Las políticas sociales serían incapaces de movilizar las fuerzas productivas, sólo compensarían lo que genera el neoliberalismo.
 
Pero, si concebimos el trabajo desde otra perspectiva, si consideramos más la movilización antes que la salarización y entendemos y constatamos que el trabajo asalariado ya no moviliza y que el socialismo debe ser pensado como soviets sin asalariado, estaremos pensando el trabajo más allá del salario. De esa forma, las políticas sociales también pueden ser base para la movilización y la articulación entre el gobierno y las bases. No se trata de aprobar o desaprobar esto, sino de impulsarlo a fin de dislocar sobre esta base y asumiéndolas las nuevas formas de acumulación capitalista y en perspectiva de trabajar y construir lo común.
 
Sandro Mezzandra: de gobierno a gobernanza, la disputa de la legitimidad y el poder constituyente de la multitud.
 
La reflexión sobre las relaciones entre gobierno y movimientos sociales es un tema estratégico para Mezzandra. Multitud es un concepto que nos habla de una búsqueda, de un desafío, expresa la búsqueda de un desafío, buscar otras ideas, otras formas de hacer política, producir nuevas categorías políticas que permitan entender la novedad radical de los movimientos de los últimos años. Hablar de multitud significa producir una nueva relación de categorías, de la necesidad de inventar nuevas categorías que se ajusten a la importancia que han tomado los espacios locales y continentales más allá de las naciones, y por tanto de la necesidad de construir una institucionalidad más allá del Estado. Con Foucault no hay gobierno socialista, nos habla de la necesidad de pensar de forma novedosa la relación movimientos-institución y de una nueva producción de institucionalidad.
 
Estamos viviendo un proceso de transición de la noción de gobierno a la de gobernanza, de una forma vertical y jerárquica, a una forma horizontal, inmanente, siendo esto impuesto por los propios movimientos. El mismo sistema con este concepto busca capturar la producción dentro de la libertad que se produce en esta fase de desarrollo del capitalismo. La discusión desde hacerse bajo la transformación de la legitimidad mediada por la representación política hacia la gobernanza en la que la actividad gubernamental es la que produce los criterios de legitimación, la política es la que produce los criterios de legitimación. Así, hay un conflicto abierto en los espacios de gestión sobre la legitimidad. Este esquema puede ser interesante pues permite pensar un “proceso constituyente” que nunca se cierra, que sea el empuje de la multitud lo que le de forma bajo una “gobernanza socialista”.
 
Las intervenciones del público:
 
-           ¿Se pueden repensar los conceptos pueblo/multitud considerando la vigencia del concepto pueblo en América Latina?
-           ¿Es la  multitud devenir o permanencia?
-           En el pueblo habría un poco de multitud, de masa, de clase. Los conceptos no son lo real ¿podemos ver el concepto multitud como algo puro?
-           ¿La libertad sólo puede ser planteada desde la perspectiva del trabajo? ¿No puede ser pensada más allá del trabajo?
-           Si articulamos la multitud en los Consejos Comunales (Espacios de organización y gestión comunal que se vienen construyendo en Venezuela promovidos por el gobierno popular) ese estaría “disolviendo” Estado o construyendo un nuevo tipo de institucionalidad no centralizada, nuevas formas de comunismo, la política como producción.
-           En el mundo posmoderno el pueblo es multitud
-           ¿Por qué Negri apoyo la constitución europea?
-           Las difíciles relaciones entre la autonomía que se propugna y la gestión estatal.
-           Imperio e Imperialismo ¿cuáles son sus diferencias?
 
Michael Hardt:
 
Ningún concepto es absoluto. Sobre el concepto pueblo, este históricamente estaba constituido por los propietarios, la multitud eran los pobres. Por otra parte el uso del concepto pueblo era una forma de buscar una unidad que escondía la exclusión. La multitud no es sólo reconocimiento, es la constatación de su potencia y su capacidad de autonomía. Por otra parte, pueblo sigue siendo un concepto que alude a lo nacional. Esta es una discusión útil cuando sirve para el debate y la acción concreta, si pueblo sirve para ir más allá de lo nacional y expresa las singularidades entonces es útil.
 
La multitud no sólo es devenir sin institucionalizarse, puede tener expresiones institucionalizadas. Y si se quiere poner en una fórmula nuevamente el concepto multitud esta sería pobreza + amor y reconoce la creatividad y productividad de los pobres.
 
Toni Negri
 
Multitud, pueblo, nación, se puede deconstruir multitud usando pueblo como concepto pero, para los pueblos pueblo significa la unidad de las clases en un país, guerra y muerte, la nación es fascismo. El concepto puede ser potente para países de América latina pero en Europa fue un elemento de mistificación del capitalismo, los migrantes se siguen viendo como extranjeros y pueblo y nación son elementos de dominación. Si se puede reconstruir este término en términos multitudinarios, entonces no hay problema. Multitud es una determinación fenomenológica, sociológica con una relación polémica con la clase obrera y corre el riesgo de ser muda, no alude sólo al trabajo inmaterial sino a la diversidad, la multitud no sólo “es”, se “hace”. La producción en las fábricas es limitada en comparación a la producción social.
 
Negri afirmó categóricamente: ¡soy marxista y siempre lo seré! afirmando después que la historia es guiada por el trabajo de los explotados y sus luchas. El concepto Capital antes estaba separado, separaba, ahora está inscrito en el trabajo, el excedente se produce como autonomía y de ahí esta característica de la multitud. Estamos en sociedades complejas pero sólo mediante la cooperación es posible la producción de la vida, hay elementos de valor que van más allá de la producción, la vida y la política se mezclan, el comunismo es algo que debemos realzar, somos materialistas, hay que hacerlo material.
 
Sobre el Imperio, este es el gobierno de la globalización impuesta por las dificultades de mantener el Estado Imperialista. No debemos defender el pasado, impedir que el capitalismo se refuerce en este pasaje. Se intentó un golpe de Estado por parte de los Estados Unidos, pero hay un “pluricentrismo mundial” que cuestionó y cuestiona ese golpe. Por otra parte ¿por qué luchar contra un espacio político europeo donde se pueden unificar las luchas incluidas las de los migrantes?
Giussepe Coco
 
La necesidad de la autonomía de los movimientos sociales y asumir la problemática del gobierno nos pone en una paradoja. Los movimientos no tienen que ver con las relaciones tradicionales, asalariadas de la clase. El neoliberalismo trata de adecuarse a la forma del trabajo más social que no necesita pasar por el sindicato y el partido, su antagonismo surge directamente. Pero, las gestiones son expresión del avance productivo de la multitud. En Brasil este proceso se expresa de diversas formas. Por ejemplo en el movimiento negro. Este movimiento negro produjo un campo de batalla contra el copyright, se organiza para luchar contra la exclusión en la universidad. Aquí podemos deconstruir el concepto de pueblo. En Brasil existe un racismo que es antagonizado por un bloque biopolítico. Se luchó contra el racismo sobre la concepción de pueblo como proyecto homogeneizador que se niega a la diversidad y que sin embargo termina escondiendo el racismo. El “Estado posmoderno” sigue manteniendo el racismo. En América Latina se está creando un arco iris de colores y se multiplica, y no es para construir un conjunto gris.
 
Sandro Mezzandra
 
La Multitud no es una consigna, es una búsqueda, debemos ir más allá de las palabras. Se debe reinventar la democracia como un proceso permanentemente constituyente, hay que redefinir el poder constituyente, la ciudadanía, plantear la abertura continua de procesos constituyentes que abren y cuestionan los límites de los constituido estableciendo una nueva relación entre movimientos sociales y Estado.
 
Los movimientos sociales que nos interesan son los que luchan contra la dominación y la explotación, que construyen el común dentro del movimiento autónomo que nos interesa. Es necesario observar como se han desarrollado las luchas en América Latina y Europa. En América Latina hay muchos movimientos que están más allá de las fronteras de la ciudadanía nacional y la clase obrera. La migración debe ser pensada más allá de estos marcos, por ejemplo. En Europa la precariedad laboral, la migración, temas biopolíticos, nos obligan a pensar conceptos más allá de las categorías  modernas y más allá de las características del pensamiento socialista. En conclusión se trata de ir más allá, no se trata de desarrollar una lucha entre la multitud contra la clase o la noción de pueblo.
 
Alvaro Campana Ocampo.
27 de marzo de 2006.


"Un revolucionario sabe que este donde este, siempre que luche por la humanidad, estará cumpliendo con su deber."
Carlos Fonseca Amador
 
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