Harold 
        Pinter denuncia al aceptar el Nobel los 'crímenes sistemáticos' de EEUU por todo 
        el mundo
        §                                 
        'La 
        invasión a Irak fue un acto de bandidos y de terrorismo de Estado 
        abierto' 
        
        
        
        
        ESTOCOLMO.- El dramaturgo 
        británico y ganador del Premio Nobel de 
        Literatura 2005, Harold Pinter, acusó a 
        Estados Unidos de haber cometido crímenes sistemáticos con cientos de 
        miles de muertos en todo el mundo y de haber sometido brutalmente a 
        numerosos Estados.
 
        En su discurso de 
        aceptación del Nobel, que fue emitido en vídeo 
        en Estocolmo dado que el escritor de 75 años no pudo asistir en persona 
        al acto debido a que se encuentra gravemente enfermo de 
        cáncer, Pinter hizo 
        un repaso a la política exterior de Estados Unidos desde la Segunda 
        Guerra Mundial.
        Pinter 
        grabó en vídeo el discurso, de una hora de duración y que incluyó un 
        poema 
        del chileno Pablo Neruda, el fin de semana 
        pasado en un estudio de televisión de Londres, poco antes de ser 
        ingresado en un hospital de la capital británica. Ya antes los médicos 
        le habían prohibido asistir a la ceremonia con el rey Carlos Gustavo de 
        Suecia este sábado.
        El autor reclamó además en 
        sus palabras un juicio contra el presidente estadounidense, George W. Bush, y contra el primer 
        ministro británico, Tony Blair, ante la Corte 
        Penal Internacional en La Haya por crímenes de guerra en la invasión a 
        Irak.
        Como ejemplo de la 
        actuación de Washington en materia de política exterior, Pinter destacó el caso de Nicaragua y el 
        apoyo que la dictadura de Somoza recibió de 
        Estados Unidos durante 40 años, así como el desprecio hacia los sandinistas que llegaron al poder en 1979 y que 
        finalmente fueron derrocados con ayuda estadounidense.
        En cuanto a los "crímenes 
        sistemáticos" de Estados Unidos, Pinter 
        también mencionó las actuaciones en Indonesia, Grecia, Uruguay, Brasil, 
        Paraguay, Haití, Turquía, Filipinas, Guatemala, El 
        Salvador y Chile. Sobre 
        este último país dijo que nunca se podrá perdonar el daño que Estados 
        Unidos hizo en 1973.
        Pinter 
        sostuvo que en estos países hubo cientos de miles de 
        muertos. "¿Los hubo realmente? ¿Son 
        atribuibles a la política exterior de Estados Unidos? La respuesta es 
        sí".
        Guerra de 
        Irak
        El Nobel añadió que los crímenes de Estados Unidos 
        fueron "sistemáticos, constantes, infames y despiadados", pero que sólo 
        pocas personas hablaron de ellos. Eso lo atribuyó a una enorme 
        manipulación, "un acto de 
        hipnosis", a través del cual Washington se 
        hizo pasar por defensor de las bondades universales.
        También dijo que antes 
        Estados Unidos favorecía los "conflictos de baja intensidad", en los que 
        las personas morían más lentamente, pero que ahora se dio cuenta de que 
        esa reserva no es necesaria. "La invasión a Irak fue un acto de bandidos, un 
        acto de terrorismo de Estado abierto, que 
        demostró el desprecio absoluto por el principio del derecho 
        internacional".
        El escritor aseguró que a 
        Bush y a Blair les 
        da igual la muerte de al menos 100.000 iraquíes por bombas y misiles 
        estadounidenses. Pinter aprovechó para citar 
        el poema 'Explico Algunas 
        Cosas' del libro 'Tercera Residencia' escrito 
        por Pablo Neruda.
        El Nobel, que inició su discurso hablando sobre la 
        dificultad de dar con la verdad en el 
        arte pero el deber de preguntarse por ella como ciudadano, dijo que a 
        los políticos no les interesa la verdad sino mantenerse en el poder. De 
        ahí mentiras como la de que Irak poseía armas de destrucción 
        masiva.
        El escritor, conocido por 
        obras como 'El portero' (1960) y 'El retorno al hogar' (1965), fue 
        distinguido en octubre con el máximo galardón literario del mundo, 
        dotado con diez millones de coronas (1,1 millones de 
        euros).