Bolivia: Huelga general pedirá nuevas elecciones y el cierre de Congreso boliviano



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26.enero/2004 - Bolivia - Adital* - La Central Obrera Boliviana (COB) inicia
otra movilización que culminará con una huelga general para pedir la
convocatoria de nuevas elecciones y el cierre del Congreso Nacional. Todas
las actividades se llevarán a cabo dentro de 20 días y tendrán como punto
principal a Carlos Mesa, actual presidente de Bolivia, tras la renuncia de
Sánchez de Lozada.

El llamado ya cuenta con apoyo de otros segmentos sindicales y movimientos
populares bolivianos, como el líder de los campesinos, Felipe Quispe y la
Central Obrera del municipio de El Alto, uno de los principales escenarios
de enfrentamientos que resultaron en la caída de Lozada. Hasta el momento,
el diputado Evo Morales, jefe del partido Movimiento al Socialismo, no ha
manifestado su apoyo al que se intenta llevar como un nuevo levantamiento
popular. Según las últimas noticias, el líder de la COB, James Solares,
llamó a Morales - quién habría participado en las manifestaciones pasadas
ocurridas en Bolivia - a un debate sobre el asunto.

La convocatoria presenta dos motivos básicos: el Congreso Nacional no
"escucha" las demandas del pueblo boliviano y el gobierno de Carlos Mesa no
alcanzó ningún cambio en la economía. La decisión fue confirmada por Jaime
Solares, quién aclaró que la medida fue tomada durante una asamblea ocurrida
en la ciudad de Cochabamba. En esa reunión también fue rechazado el aumento
salarial de 3% ofrecido por el gobierno.

El sindicalista explicó que el principal objetivo de la protesta será
conseguir la renovación del Congreso Nacional, al que acusó de no responder
a las demandas de la gente. "El pueblo quiere el cierre del Congreso y
nosotros tenemos que aceptar ese pedido", dijo. Y agregó que para ello se
presionará al Ejecutivo para que en "tres, cuatro o cinco meses convoque a
nuevas elecciones, como en Argentina".

En octubre de 2003 una posible negociación que permitiría a Bolivia exportar
gas hacia Estados Unidos y México despertó una seria de manifestaciones en
contra el acuerdo en diferentes ciudades. Las protestas requerían la
renuncia del presidente Sánchez de Lozada y otro tipo de tratamiento
comercial para el gas, una de las principales fuentes económica boliviana.

* Con informaciones de Argenpress.


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