BRASIL-CUBA:Buenos negocios hacen buenos amigos



Patricia Grogg

LA HABANA, 27 sep (IPS) - Empresas cubanas y brasileñas firmaron este sábado
seis acuerdos en La Habana antes de la partida del presidente de Brasil,
Luis Inácio Lula da Silva, al que Fidel Castro consideró "la mejor visita
que hemos tenido en mucho tiempo".
Los pactos se refieren a biotecnología, turismo, producción de alcohol como
combustible, finanzas y transporte, entre otros sectores, y representan un
volumen potencial de negocios de 200 millones de dólares, estimó un
funcionario brasileño de comercio exterior.

Castro lucía un sobrio traje azul oscuro al inaugurar junto al visitante la
reunión de empresarios de ambos países en que se firmaron los acuerdos. En
la víspera, había recibido a su par brasileño con su tradicional uniforme
militar.

En la reunión, denominada Foro Empresarial Brasil-Cuba, alrededor de 50
hombres de negocios que integraban la delegación de Lula intercambiaron
información e identificaron posibilidades de inversión en la isla. "Todo con
nosotros son sorpresas, lo único que sabíamos ayer era que había una
excelente reunión entre empresarios brasileños y empresarios, entre comillas
(sic), cubanos", no que nosotros íbamos a hablar, dijo Castro al comenzar
una improvisada alocución de más de media hora.

En un discurso que contrastó, por su brevedad, con el del presidente cubano,
Lula optó por "felicitar a cubanos y brasileños por la feliz iniciativa" de
realizar un seminario sobre las perspectivas de inversión e intercambio
comercial en Cuba.

En su opinión, en un mundo globalizado como el de hoy se necesitan políticas
comerciales audaces y la capacidad de unir sectores complementarios para
crear condiciones que permitan "competir en igualdad" con los países más
desarrollados tecnológica, económica e industrialmente.

"Espero que los resultados de este seminario sean el de una asociación entre
Brasil y Cuba mucho más fuerte de lo que ya es", dijo el gobernante
brasileño antes de ceder la palabra a su anfitrión y antiguo amigo.

Por su parte, Castro elogió "el enorme sentido práctico" y "la gran
inteligencia natural" de Lula, así como las enormes posibilidades
económicas, tecnológicas y de recursos naturales de Brasil, al que adjudicó
condiciones de "potencia industrial".

Luego de calificar ese potencial brasileño de "esperanza" para Cuba y otros
pueblos, el mandatario de 76 años recordó que su país carece de grandes
recursos naturales y por tanto debe cultivar el conocimiento, en alusión a
una serie de programas educativos en marcha en la isla.

Durante el último día de estancia en Cuba, país que antes había visitado en
varias ocasiones en calidad de dirigente sindical y político, Lula conversó
con jóvenes brasileños que estudian medicina o alguna disciplina deportiva
gracias a becas concedidas por el gobierno cubano.

También sostuvo, poco antes de emprender el regreso a Brasil, una entrevista
con el cardenal Jaime Ortega, que versó sobre la situación de la Iglesia
Católica en Cuba, según confirmaron medios allegados a la comitiva
presidencial.

Sectores de oposición y esposas de disidentes que cumplen severas penas de
prisión desde marzo pasado habían solicitado una reunión con el mandatario
brasileño que no se concretó.

Castro acompañó a su huésped a la ceremonia de colocación de una ofrenda
floral en el monumento a José Martí, en la Plaza de la Revolución.

En horas del mediodía, los gobernantes tenían previsto continuar sus
pláticas privadas, realizadas sin agenda previa y aprovechando inclusive el
trayecto en automóvil de un punto a otro de la ciudad.

Al término de una primera ronda de conversaciones oficiales, la noche del
viernes, Castro y Lula presidieron la firma de 12 documentos (entre acuerdos
y memorandos de entendimiento) de cooperación bilateral.

Entre ellos, un acuerdo marco dejó constancia de la "voluntad de ambos
gobiernos de ampliar el mecanismo para la liquidación de la deuda existente
a favor de la parte brasileña".

Según el pacto, suscrito por el canciller brasileño Celso Amorim y el
ministro presidente del Banco Central de Cuba, Francisco Soberón, una parte
de las exportaciones cubanas a Brasil se pagará parcialmente con descuentos
a la deuda.

Las cantidades a deducir dependerían de cada producto y podrían oscilar
entre 10 y 30 por ciento del valor total de la venta de Brasil a Cuba.

La batería de acuerdos no incluyó una línea de crédito de hasta 400 millones
de dólares de la cual hablaban versiones procedentes de Brasil.

Funcionarios de ambos países aseguraron desconocer el hecho o respondieron
con un lacónico "no hay nada de eso" ante las insistentes preguntas de la
prensa extranjera acreditada, que presenció la firma de esos pactos.

Los intereses de intercambio comercial y colaboración entre los dos países
abarcan sectores como la pesca, la salud (incluida la transferencia de
tecnología), la educación, el ambiente y el turismo, entre otros.

La visita de Lula a Cuba tuvo un marcado acento en las posibilidades del
intercambio económico y comercial.

El mandatario viajó acompañado de los ministros Celso Amorim (Relaciones
Exteriores), Humberto Costa (Salud), José Dirceu (Casa Civil de la
Presidencia), Luiz Dulcí (Secretaría General de la Presidencia), José
Fritsch (Pesca), Luiz Fernando Furlan (Desarrollo), José Graziano (Seguridad
Alimentaria) y Antonio Palocci (Hacienda).

En la tarde de este sábado, fue despedido en el aeropuerto por Castro.
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(FIN/2003)