Brasil contra subsidios de Estados Unidos al algodón



Mario Osava

RIO DE JANEIRO, 19 feb (IPS) - La Organización Mundial del Comercio (OMC)
deberá instalar, en un plazo máximo de un mes, un comité de arbitraje sobre
el reclamo interpuesto por Brasil contra las subvenciones estadounidenses a
los cultivos de algodón.

Brasil prosigue así su guerra particular contra los subsidios agrícolas.

También las exportaciones de azúcar subsidiado de la Unión Europea son
blanco de la ofensiva brasileña. La voluntad de Brasilia es no esperar el
resultado de la nueva ronda de negociaciones globales de liberalización
comercial en marcha, que deberá finalizar en 2005.

Las dos iniciativas, que cuentan con apoyo de varios países exportadores de
algodón y azúcar, cuestionan el incumplimiento de acuerdos anteriores por
parte de las grandes potencias.

La cancillería brasileña argumenta que si se continúan infringiendo viejos
compromisos sin ningún castigo, no habrá avances en la nueva ronda.

Para lograr un fallo favorable del comité de arbitraje, Brasil tendrá que
comprobar que Estados Unidos aumentó los subsidios al algodón por encima de
los montos de 1992, y que eso provocó pérdidas a los cultivadores
brasileños.

Tales pérdidas fueron estimadas en 640 millones de dólares en la cosecha
2001/2002, pues la competencia desleal de Estados Unidos desalentó la
siembra en Brasil y derrumbó los precios internacionales, alegan los
brasileños.

El Comité Consultivo Internacional del Algodón (ICAC) estimó que la caída de
los precios a su nivel más bajo de las últimas tres décadas hizo que los
países productores perdieran 14.000 millones de dólares en 2001/2002 y
acumularan pérdidas de 34.000 millones, en las cuatro últimas cosechas.

El ICAC, creada en 1939, es una asociación con sede en Washington de los
países interesados en la producción, comercio y consumo del algodón, para
promover la cooperación y la discusión sobre aspectos relativos a esa
materia prima de la industria textil.

El algodón es uno de los cultivos más amenazados por enfermedades,
especialmente por hongos. "Los subsidios son otra plaga que combatimos hace
50 años y que no se redujeron, sino que aumentaron", dijo a IPS el director
ejecutivo de la Asociación Brasileña de los Productores de Algodón (Abrapa),
Helio Tollini.

Tollini, uno de los impulsores de una actitud más agresiva del gobierno
brasileño en la OMC, espera que el comité se instale en la reunión del
Organo de Solución de Controversias el 18 de marzo, y "quizás antes".

Pero, el empresario estimó difícil prever un resultado favorable, aunque
Brasil defiende una buena causa y abrió "un frente de lucha importante" para
la economía de los países en desarrollo.

No sólo están en juego las divisas obtenidas por exportaciones, sino empleos
perdidos por la caída de las cosechas en países que no subsidian su
producción agrícola, entre otras razones por no disponer de recursos
financieros como los países ricos, arguyó Tollini.

Estados Unidos practica el "dumping" (vendiendo a precios por debajo del
costo de producción) en el comercio internacional de algodón y de otros
cuatro productos agrícolas: arroz, maíz, soja y trigo, según el
estadounidense Instituto de Política Agrícola y Comercial, con sede en
Minneapolis.

El algodón estadounidense es exportado a un precio 57 por ciento inferior al
costo de producción, estimó el Instituto.

Brasil está asumiendo el liderazgo de una acción "justa", que abre
oportunidad para muchos países afectados por los subsidios estadounidenses,
señaló Aluisio de Lima-Campo, economista y delegado brasileño ante el ICAC,
en un artículo sobre la crisis de precios, difundido en el sitio en Internet
http://www.cottonnews.com.br.

Las subvenciones son la principal causa de la caída de casi 50 por ciento en
los precios internacionales del algodón entre fines de 2000 y octubre de
2001, cuando bajó a 35 centavos de dólar por libra de peso (0,4536
kilogramos) contra un promedio de 72 centavos en los 25 años anteriores,
apuntó Lima-Campo.

Los precios cayeron incluso en medio de una baja generalizada de la oferta,
que debió haber impulsado un alza, observó Lima-Campo.

Las pérdidas fueron relativamente mayores en países más dependientes de las
exportaciones del algodón que Brasil. Argentina perdió 500 millones de
dólares en las tres últimas cosechas, Colombia 570 millones de dólares entre
1991 y 2001, e India 1.300 millones sólo en la cosecha 2001/2002.

Más graves son los efectos en los países africanos. El algodón representa 80
por ciento de los ingresos por exportaciones de Benín y la mitad en Burkina
Faso y Malí, destacó el economista brasileño.

De mantenerse la situación actual, las perspectivas no son buenas,
coincidieron Tollini y Lima-Campo, porque la nueva ley agrícola
estadounidense vigente desde el año pasado, asegura unos 36.000 millones de
dólares en subsidios a los cultivadores de algodón en los próximos diez
años.

Por eso, las esperanzas se centran en que el reclamo brasileño produzca
resultados en la OMC.

A juicio de Tollini, podría haber un fallo al final de este año, aunque es
imposible prever resultados y plazos más precisos.

Todo depende de la reacción de Washington. Además, si Estados Unidos no
cumpliera con un fallo desfavorable para sus intereses, se iniciaría otro
proceso prolongado en el sistema multilateral, concluyó

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Nello

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