Mexico: Núñez Soto gobierna como cacique, al igual que todos los priístas, afirma Marcos



La entidad, ejemplo de lo que abunda en México: miseria extrema y represión

 Expresa que en la Huasteca es delito ser indígena; en Pachuca, joven, banda
o punk

MAYO: HIDALGO, LA QUINTA ESTELA.

(EL MÉXICO DE ABAJO).

Va la mano con la mirada cuando ésta hojea el calendario y se detiene en el
mes de MAYO. Y es el sol de mayo el que ilumina una palabra: HIDALGO.

Hidalgo. Según el INEGI, el estado de Hidalgo tenía más de dos millones y
cuarto de habitantes hace 3 años. De ellos, más de 300 mil, mayores de 5
años, hablan una lengua indígena. Sobre los suelos hidalguenses habitan
indígenas nahuas, otomíes-hñahñús, tepehuas, zapotecos, huastecos, mixtecos
y totonacos.

Mayo. Hidalgo. Para andar estas tierras hay que pegarse al suelo, y la nube
se hace piedra para seguir el paso del México de Abajo. Y es que Hidalgo es
un ejemplo al mismo tiempo escalofriante y esperanzador de lo que es el
sótano de este país.

¿Escalofriante? Sí, según el analista Julio Boltvinik, el estado de Hidalgo
está entre los 7 estados más pobres del país, el 73% de sus pobladores son
pobres extremos, casi indigentes, y el 29% son pobres moderados. En resumen:
el 92% de los hidalguenses son pobres ("La Jornada", 30 de agosto del 2002).

En cuanto al índice de marginación, algunos estudios (CONAPO) ubican a
Hidalgo entre las 5 entidades con "grado de marginación muy alto"
(analfabetismo, viviendas sin servicios, bajos salarios, falta de servicios
de salud), junto con Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Veracruz.

Los análisis del gobierno de Fox ponen a Hidalgo con cifras de terror: es de
los estados de la república con menos esperanza de vida, con mayor
mortalidad infantil y con mayor mortalidad general, con menos producto
interno bruto per cápita, con mayor desigualdad laboral, con peores
salarios, con más analfabetismo, con mayor inasistencia a la escuela, con
más casas sin drenaje, sin agua potable, sin energía eléctrica, con piso de
tierra.

Tan sólo en 5 municipios, con un total de más de 100,000 habitantes, el
analfabetismo anda por el 50%, la población sin primaria completa es de más
de dos terceras partes, igual proporción de viviendas sin drenaje, sin
energía eléctrica, con piso de tierra y hacinamiento. Según este mismo
estudio de la Presidencia de la República, más de la mitad de la población
en el estado de Hidalgo es rural y casi la quinta parte es población
indígena.

La pobreza es tal, que la nube hecha piedra azul no sabe si ha equivocado el
camino y ha regresado al Chiapas de su origen.

Y no, no está en Chiapas, aunque de alguna forma su origen viene a cuento
cuando se asoma a la Huasteca hidalguense que, junto con la veracruzana, la
potosina y la tamaulipeca, es un claro ejemplo de lo que abunda en el México
de abajo: miseria extrema, represión, rebeldía.

Huejutla de Reyes, en la huasteca, es el municipio hidalguense con mayor
concentración de indígenas (más de 60 mil hablantes del náhuatl), pero hay
un buen número de municipios de esta zona de las Huastecas cuya población se
compone de poblados indígenas de entre 500 y 9 mil habitantes.

La Huasteca. Esta es la tierra que vio nacer a esta piedra rodante y la
alimentó con su sabiduría y su lucha. Es la tierra de la que se despidió
hace años, no sin antes aprender que no se podía vivir sin hacer algo.

"Donde hay muchos pobres, hay pocos ricos", dice el axioma que está grabado
en otra piedra, la de la historia, junto a otro que reza: "Y donde hay pocos
ricos, algunos de ellos son gobierno".

El gobernador en turno es M. A. Núñez Soto (nacido en Actopan el 30 de enero
de 1951). Fue elegido no por los hidalguenses, sino por Murillo Karam en un
proceso que dejó fuera a José Guadarrama, un ex rector de la Universidad,
jefe de matones y experto en fraudes electorales. Con el apoyo de dos
prófugos de la justicia (Zedillo y Labastida) Núñez Soto logra la
candidatura y opera en las elecciones uno de los fraudes más descarados y
escandalosos en la historia de este país.

Para ello contó con el apoyo del candidato del PAN-PVEM, Francisco Javier Be
rganza, que legitimó el fraude tan pronto cerraron las casillas. El señor
Berganza, que tiene experiencia en esto de los fraudes (como cuando era
"cantante" infantil y ganaba los "concursos" con la misma técnica), es un
personaje ridículo, oportunista, mediocre y corrupto, que por lo mismo
fracasará siempre en la política. Un personaje así sólo podría ser arropado
por el PAN... bueno, también por el PRI... bueno, también por el PRD...
mmh... bueno, como decíamos, el señor Berganza, a pesar de la derrota en las
elecciones para gobernador, tiene un gran futuro como político y podría
llegar a ser coordinador de la fracción parlamentaria en el Senado de
cualquier partido político.

El candidato del PRD-PT, Miguel Angel Granados Chapa, denunció el fraude,
pero fue abandonado rápidamente por los partidos que supuestamente lo
apoyaban, tal vez porque es honesto. Las elecciones de Núñez Soto fueron
sintomáticas: más del 50% de abstencionismo. Dos años después de la
elección, José Guadarrama (siguiendo un camino que ya es común en los
políticos mexicanos) cambió de partido e ingresó... ¡al PRD! Que lo recibe
con los brazos abiertos.

Núñez Soto gobierna como todos los gobernadores priístas, como un cacique. Y
la lógica del cacique dice: lo que no se puede comprar, se puede golpear,
encarcelar, matar. Eso lo saben los hidalguenses desde hace varios sexenios.

En 1995, la FDOMEZ, denunció asesinatos en Yahualica, Tianguistengo,
Huezalingo, Atlapexca y Huejutla. El maestro Pedro Palma, asesinado por
órdenes de Jonguitud Barrios en 1982, está enterrado en Ixmiquilpan. Y el
maestro Misael Núñez Acosta (mandado asesinar por la consentida de Los
Pinos -residencia presidencial también conocida como "Ciudad Sahagún"-, Elba
Esther Gordillo), nació en estas tierras, en Chapulhuacán.

Para no quedarse atrás, Núñez Soto hace lo mismo que sus antecesores. La
Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh) denunció los
allanamientos, agresiones, detenciones arbitrarias y desapariciones en
contra de indígenas nahuas de la comunidad de Tlalchiyahualica, municipio de
Yahualica. Todo esto consta en el expediente MEXO080500 de la Organización
Mundial Contra la Tortura, con sede en Ginebra, Suiza.

Pero no sólo líderes sociales e indígenas sufren la represión en Hidalgo.

La Agencia Confidencial de Noticias (ACN), creada en el año 2001, como un
movimiento anticorrupción y antirepresión dentro del gremio periodístico
(difunden su información sin cobro alguno y no demandan se les cite como
fuente), ha documentado varios casos de represión a la prensa en Hidalgo.

En Mineral del Monte, el 21 de febrero del 2001, el reportero Jorge Lozano
Pérez, del periódico "Aguila o Sol" de esa ciudad, fue detenido, golpeado y
robado por policías. Su "delito" fue denunciar las anomalías e
irregularidades en el Ayuntamiento de Mineral del Monte y los abusos de la
policía. Cuando fue detenido por un incidente vial, al periodista le
encontraron su credencial de prensa y entonces los policías le dijeron que
tenían órdenes de la entonces presidenta municipal, Angelina Rosa Bulos
Islas, de "ponerlo en orden".

En octubre del mismo año, Feliciano Hernández López y Juan Manuel Hernández
Rodríguez, corresponsales de los periódicos "Ruta" y "Avanzando en Hidalgo"
en la Sierra Otomí-Tepehua, respectivamente, denunciaron en el expediente
CNIOCDHEH/018/2001, ante la Comisión Nacional e Internacional de
Organizaciones y Confederaciones de Derechos Humanos en el Estado de
Hidalgo, el ser víctimas de intimidaciones por parte del entonces presidente
municipal de San Bartolo Tutotepec, Dagoberto Islas Trejo, quien a base de
amenazas y utilizando a la policía municipal, pretende dictarles las notas.

El 31 de octubre, el reportero Dylan Rodríguez, del periódico "Ruta", fue
citado a comparecer por el agente del ministerio público federal, Jaime
García Belio, en la averiguación P/217/2001, por haber denunciado en un
reportaje (relativo al mecanismo que se sigue para hacer llegar a Hidalgo
explosivos para fuegos pirotécnicos), algunos actos de corrupción en los que
incurren elementos del ejército mexicano y la Policía Federal Preventiva.

Según un reportaje de María Eugenia Pérez García, publicado en "Los
Periodistas" de la Fraternidad de Reporteros en enero del 2001, en el estado
de Hidalgo el control político, ideológico y económico mantiene cooptada a
buena parte de la prensa. Mediante la publicidad, el gobierno controla a los
medios y "dosifica" información a través de las oficinas de prensa de los
ayuntamientos.

De la Huasteca, la piedra rueda hacia la capital del estado, Pachuca, "la
bella airosa".

Si en la Huasteca el delito es ser indígena, en Pachuca lo es el ser joven y
banda y punk. Para el gobierno y los ricos de Hidalgo, "Chavo", "Banda",
"Punk" y "Joven" son sinónimos de delincuencia.

Pero estos jóvenes, que viven en las colonias más pobres de Pachuca, buscan
organizarse y abrirse espacios de expresión cultural y conseguir empleos.
Uno de ellos dice: "el otro día estaba en una entrevista de trabajo, pero
llegó otro chavo güerito y bien vestido y mejor se lo dieron a él". A una
muchacha de la banda la corrieron de la escuela por embarazo, quitándole así
la oportunidad de estudiar. La policía del gobierno tiene sus horas de
"cacería", en las cuales se dedica a perseguir, golpear y encarcelar jóvenes
por el "delito" de vestirse diferente. Los partidos políticos se les acercan
en épocas de elecciones (también "cazando", pero electores), y tan pronto
pasan éstas, se suman al ambiente de intolerancia.

Los grupos de jóvenes punk o "chavos banda" no sólo sobreviven, resisten y
luchan aquí. Grupos similares hay en otras partes del México de abajo:
Cuernavaca, Atizapán, Neza, Iztapalapa, Monterrey, Guadalajara, Ciudad
Madero, DF, León, Celaya, Querétaro, Tijuana, Hermosillo, Chihuahua.

Pero estos jóvenes están muy lejos de ser molidos por el sistema. Se
organizan en grupos musicales y círculos de estudio y, con su música, sus
bailes, sus discusiones, sus acuerdos y sus acciones se ligan con luchas
populares de todo el país. Los que son también "grafiteros" obligan a las
paredes a gritar la rebeldía. Al gobierno no le gusta y los lleva a la
cárcel... si los alcanza.

Sigue la piedra su camino y brinca a Zapotlán. Ahí, en la comunidad de
Acayuca, se encuentran maquiladoras manejadas por pequeños propietarios, la
gente que trabaja en estos espacios es de bajos recursos y no goza de
ninguna garantía, ya que son lugares clandestinos.

Aquí en el Valle de San Javier, donde comparten territorio los municipios de
Zapotlán, Tolcayuca, Villa de Tezontepec y Tizayuca, las tierras fueron
propuestas para la construcción del aeropuerto alterno al de la Ciudad de
México. Este mega proyecto incluía la construcción de una vía de tres que
llegaría hasta el DF. La propuesta aun no ha sido aceptada, sin embargo
surgió otra nueva: un Corredor Industrial, por supuesto con capital
extranjero. Los campesinos de la zona se oponen a la expropiación de sus
tierras.

Muchos de estos campesinos se han organizado para defender sus tierras.
Cuando el gobierno municipal aprobó y dio todo su apoyo a la construcción
del aeropuerto, un grupo de ellos tomó la Presidencia Municipal en 2
ocasiones, además cerraron dos carriles de la carretera México-Pachuca. Cabe
señalar que los partidos políticos han tratado de cooptarlos prometiéndoles
que respetarán sus tierras, pero los proyectos del corredor industrial y el
crecimiento de maquiladoras continúan.

El gobernador del Estado de Hidalgo, Manuel Angel Núñez Soto, había
manifestado un profundo interés en que las Presidencias Municipales que
abarcan el Valle de San Javier quedaran en manos de priístas. Lo consiguió a
excepción del Tizayuca que la ganó el PAN.

Pero como PRI y PAN no difieren ni en el grado de corrupción, ni en el
(bajo) coeficiente intelectual, ni en el manejo de la represión, el señor
Núñez Soto está satisfecho (y con él los grandes poderosos de Hidalgo).

Rodando, siempre rodando, la piedra llega al municipio de Ixmiquilpan. Ahí
está el balneario de aguas termales El Tephé. Es un hotel limpio, cómodo,
bien atendido, barato y familiar. Pero no pertenece a ninguna de las grandes
cadenas hoteleras. Es propiedad de una comunidad indígena y es administrada
por sus integrantes. Sin servilismo pero con atención, los turistas
nacionales y extranjeros que visitan El Tephé son recibidos por estos
indígenas que lucharon, y duro, por recuperar las tierras que los ricos les
habían arrebatado. Y esa doble lección, el luchar por lo que les pertenece y
el administrar con éxito y equidad la riqueza de su tierra, es algo que los
poderosos no les pueden perdonar a los indígenas del Tephé.

La piedra va y aprende.

Sigue su camino y, en la pared de un cerro de arcilla, amparada en la
madrugada, raya una verdad disfrazada de grafitti: "Rebeldía" se escribe con
"X" (de MéXico y de El MeXe).

Y, "like a rolling stone" sigue la piedra su camino en el Hidalgo
subterráneo (que, como todo el México del sótano no sólo abunda en pobreza,
también en dignidad rebelde), reconociendo y saludando piedras hermanas.

Se llega así hasta el municipio Francisco I. Madero, también llamado
Tepatepec, que quiere decir "cerro de arcilla" o "cerro de pedernales". Y
aquí, como de un pedernal, salió una chispa que aún alumbra la historia
reciente de Hidalgo.

El 6 de febrero del año 2000, la Policía Federal Preventiva (dirigida
entonces por un militar, Wilfredo Robledo, hoy prófugo de la justicia) tomó
por asalto la Universidad Nacional Autónoma de México y arrestó a más de 700
miembros del Consejo General de Huelga de esa casa de estudios. Dos semanas
después, la policía de Hidalgo trató de cerrar la escuela normal rural "Luis
Villarreal" de El Mexe, pero algo pasó.

En el mes de enero de ese año, la lucha por evitar el cierre de la escuela
había llevado a los estudiantes a tomarla. El día 26, el gobierno anunció
que la escuela estaba cerrada y que los estudiantes que se mantenían ahí "la
ocupaban ilegalmente". Les cortaron la luz, el agua y el teléfono y casi la
tercera parte de los estudiantes fueron arrestados. Las condiciones de su
liberación eran que tenían que firmar que no participarían en más protestas,
y que se inscribirían en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), plantel
Pachuca.

Estudiantes de las normales rurales de otros estados, que también luchan
porque no cierren estas escuelas, se instalaron en carpas en la plaza de
Pachuca en apoyo a El Mexe. A las tres de la mañana del 19 de febrero, más
de 400 policías arrestaron a 736 estudiantes y regresaron a 700 a su estado.

De Pachuca, los policías se fueron a Tepatepec, y asaltaron el pueblo
golpeando a mujeres, niños y ancianos, y destrozando las casas. Se metieron
a El Mexe y arrestaron a 176 estudiantes, y cometieron violaciones. A los
estudiantes los llevaron a la cárcel de Pachuca y unos 150 policías quedaron
"resguardando" la escuela.

Dos horas después, los pobladores se organizaron para la resistencia.
Sitiaron la escuela con barricadas de piedras y hogueras, destruyeron los
vehículos policiales (18), y tomaron presos a 68 policías (el resto huyó en
vehículos o por el canal de aguas negras). Los pobladores desnudaron a los
policías y los llevaron a la plaza central. Cuando revisaron la escuela y
los vehículos, los pobladores encontraron un arsenal (se suponía que los
policías iban desarmados): lanzagranadas, rifles y pistolas.

El objetivo era "sembrar" las armas en la escuela para acusar a los
estudiantes de "guerrilleros". Finalmente, el gobierno canjeó los
estudiantes presos por los policías detenidos. La mayoría de los estudiantes
de aquí están organizados en la Federación de Estudiantes Campesinos
Socialistas Mexicanos (FECSM).

La lucha por la defensa de las normales rurales no es nueva ni exclusiva de
aquí. Sus alumnos son pobres y su vocación es servir a sus pueblos, y luchar
para cambiar la situación de injusticia en la que viven. Ahí están, para
ejemplos, los normalistas de Amilcingo, en Morelos; las de Panotla, en
Tlaxcala; los Ayotzinapa, en Guerrero, por mencionar algunas de las muchas
que, como la del Mexe, se resisten a convertirse en dóciles sirvientes de
quienes son poder y gobierno en México.

En el Mexe, un policía, desnudo sin sus armas, sintetizó lo que había
pasado: "Siempre ganamos, pero ora nos tocó perder". La frase es también una
profecía.

Siempre rodando, la piedra se despide de El Mexe, donde un letrero
reflexiona: "Desgraciados los pueblos donde la juventud no haga temblar al
mundo y los estudiantes sean sumisos ante el tirano".

Se va la piedra de Hidalgo. Mucho ha aprendido de los gritos y silencios que
pueblan las montañas de este estado. Lo principal es que lo que hoy une a
todo el México de abajo son la pobreza y la rebeldía. Habrá que luchar mucho
para que esa unión sea en la justicia, la libertad y la democracia.

Sigue rodando la piedra.

Allá, a lo lejos, en tierras queretanas, esperan impacientes el Firulais
Loyola y el Comendador Fernández de Cevallos, es decir, el perro y el dueño
del perro...

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Marcos.

México, Enero del 2003.

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Nello

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possible