Argentina:Multitudinaria marcha contra la pobreza en Buenos Aires




Stella Calloni, La Jornada

Una multitudinaria marcha multisectorial contra la pobreza cubrió varias
calles céntricas de la capital federal, cuyo símbolo Argentina-Biafra, es,
en estos días, la imagen de miles de niños desnutridos.

La manifestación de protesta también fue en rechazo a los aumentos de las
tarifas de los servicios privatizados, que exige el Fondo Monetario
Internacional (FMI) como una de las nuevas condiciones para firmar un
acuerdo con el gobierno argentino.

"No vamos a permitir los aumentos que exigen los bancos y los dueños de
Argentina luego de que se han llevado tranquilamente el dinero de millones
de personas. Una sola propiedad que se remate significará que no quedará una
ruta sin ocuparse" dijo Raúl Castells, dirigente del Movimiento de Jubilados
y Pensionados, durante la manifestación de esta tarde, que como otras
realizadas en los días recientes indican un severo recrudecimiento del
reclamo social.

Los cacerolazos y la cohetería regresaron esta noche al centro, y se
advertía la furia, contenida apenas, de la multitud ante amenazas de
aumentos tarifarios y remates.

Carteles contra el FMI, y también contra "la debilidad" del gobierno, los
"fuera yanquis" multiplicándose daban cuenta del regreso multitudinario a
las calles.

Freno a la recuperación

"No hay ninguna situación de default", dijo el ministro de Economía, Roberto
Lavagna, al hablar este viernes con la prensa, después de que el gobierno de
Argentina dispusiera el jueves anterior pagar sólo los intereses de un
crédito del Banco Mundial por 805 millones de dólares, que vencía ayer, lo
que causó gran revuelo político.

Lavagna explicó también que Argentina pagó todo este año a los organismos
multilaterales, pero como contrapartida no hubo refinanciamientos y esto
significó "una reducción de la deuda pública externa" a costa de frenar la
reactivación económica.

Ahora, añadió, "la deuda con las instituciones es 4 mil 300 millones de
dólares inferior a la de principios de año. Estamos reduciendo la deuda exte
rna. Un país como el nuestro, que está saliendo de una situación difícil,
está cancelando la deuda, y por eso puede pedir por lo menos mantener los
niveles actuales".

Incluso recordó que "en el presupuesto 2003 está previsto el pago (a los
organismos) vía refinanciación, y estaban presupuestados algunos fondos
frescos adicionales ligados a las economías provinciales y a la posibilidad
de rescatar algunas cuasimonedas (los bonos que utilizan las provincias en
estos tiempos)", aunque aclaró que podrían utilizarse otras fuentes de
financiamiento.

El presidente Eduardo Duhalde, por su parte, adelantó para el próximo
domingo -al regreso de su viaje a República Dominicana, donde asistirá a la
Cumbre Iberoamericana- una reunión con los gobernadores de todo el país y
líderes legislativos, en un intento por lograr el consenso político que le
reclama el FMI para destrabar la negociación.

"Los otros poderes deben tener una visión parecida a la del gobierno para
llegar a un acuerdo", señaló Lavagna, quien también aclaró que la reunión
está destinada a discutir cuestiones clave.

Las nuevas medidas que demanda el FMI son consideradas como un "combustible
que puede avivar el incendio social apenas contenido" si el gobierno las
acepta. Entre ellas, la exigencia para no prorrogar las ejecuciones
hipotecarias cuando ya hay anuncios de resistencias masivas -el compromiso
de no modificar la ley de quiebras, el aumento de tarifas en 30 por ciento
contra 10 por ciento que propone el gobierno, cuando la población se ha
lanzado a las calles ante este solo anuncio-, la votación de una ley que
impida dictar nuevas moratorias impositivas y avanzar en la posibilidad de
eliminar los bonos, entre otras.

El FMI exige, además, un ajuste fiscal para lograr en 2003 un superávit
primario de 2.5 por ciento, y para esto estima que debe reducirse el gasto
en las provincias -donde la pobreza fluctúa entre 40 y 80 por ciento de los
habitantes-, y que se aumente la recaudación, sin descartar la suba de
impuestos.

También demanda que se frenen los amparos de los ahorradores, sanear la
banca pública, exigiendo además un plan para que ingresen capitales privados
a los bancos estatales. En suma, como se denuncia desde distintos sectores,
"ahora van a por la banca pública".

Sin proyecto alternativo

Ante esta situación, en entrevista con La Jornada el analista Eric Calcagno
sostuvo que el mayor problema es que el gobierno no tiene un proyecto
alternativo.

"Se necesita una política coherente ante el FMI y el Banco Mundial. No les
pagan a ahora, pero han dejado que se vayan del país 8 mil millones de
dólares, 4 mil para pagar a los organismos y el resto que se evade. ¿Qué
ganamos si no se paga ahora ahora mientras se deja salir ese dinero?", se
preguntó el experto. Aunque reconoce que Lavagna se ha manejado bien dentro
de las graves circunstancias, "sin embargo, no se ha presentado ningún
modelo alternativo".

Agregó: "No es sólo el FMI contra el país, sino que son los sectores
financieros locales e internacionales, los dueños del país, y los bancos
extranjeros, Repsol (YPF), el Departamento del Tesoro estadunidense y el
FMI, entre otros, que imponen una política que este último organismo
legitima".

Se lamentó, asimismo, de la ausencia de fuerzas políticas para dar una
respuesta conjunta a la grave situación imperante. No las hay, sólo existen
"peñas de amigos que se disputan temas electorales en momentos en que el
país vive una tragedia", dijo.


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Nello

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