BRASIL:Lula anuncia acción social con rigor económico

["Nello Margiotta" <animarg at tin.it>]

Mario Osava

RIO DE JANEIRO, 28 oct (IPS) - Luiz Inácio Lula da Silva anunció este lunes,
en su primera declaración pública como presidente electo de Brasil, que su
gobierno se iniciará el 1 de enero con una amplia acción de combate contra
el hambre.

La primera medida de gobierno será crear la Secretaría de Emergencia Social,
que contará con recursos propios y poderes especiales para poner en marcha
un plan que asegure hasta el fin del mandato presidencial de cuatro años el
desayuno, almuerzo y cena de cada día para todos los brasileños pobres,
puntualizó.

Esa será "la misión de mi vida", dijo Lula.

El primer año de gobierno del líder del izquierdista Partido de los
Trabajadores (PT) estará marcado por el proyecto "hambre cero", elaborado
por el Instituto Ciudadanía, una organización no gubernamental creada por
Lula en 1990 para diseñar políticas de gobierno.

Casi 44 millones de los 171 millones de habitantes de Brasil viven sin
condiciones de alimentación adecuadas, según datos en los que se basó el
Instituto Ciudadanía para elaborar el plan "hambre cero", que incluye
aumento de producción agrícola, mejora en la distribución y otras acciones
para lograr su objetivo.

La creación de empleo será también "una obsesión" en los próximos cuatro
años, como parte de un "nuevo modelo de desarrollo económico y social",
añadió Lula.

Sin embargo, advirtió que no habrá una "solución milagrosa" en poco tiempo,
pues "lo que no se hizo en décadas" acumuló una gran deuda social.

Su gobierno será de "diálogo y negociación" con todos los sectores, agregó.

Respecto del área económica, Lula se comprometió a "cumplir con los
contratos, mantener el control de la inflación y actuar con responsabilidad
fiscal", austeridad en los gastos públicos y "combate implacable contra la
corrupción".

De este modo Lula repite sus afirmaciones y las de sus asesores económicos
realizadas en la campaña electoral, buscando calmar a los inversionistas y
evitar una mayor depreciación del real, la moneda brasileña.

Representantes del actual gobierno de Fernando Henrique Cardoso y expertos
atribuyeron la inestabilidad cambiaria de los últimos meses a las supuestas
indefiniciones económicas y financieras del entonces candidato del PT.

Lula trató también este lunes de despejar otras dudas respecto de su futuro
gobierno, al indicar que su país seguirá participando en las negociaciones
para crear el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Para ese fin buscará fortalecer el Mercado Común del Sur (Mercosur),
conformado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, aunque aclaró que su
gobierno negociará "soberanamente".

También atacó el "proteccionismo injusto de las grandes potencias",
manifestado en las barreras y subsidios aplicados al ingreso de productos de
los países en desarrollo, una situación que su gobierno "hará todo por
eliminar".

Otros aspectos de política exterior a llevar adelante son el impulso de la
integración de América Latina, el respeto de los acuerdos internacionales,
entre ellos el de No Proliferación de Armas Nucleares, y la defensa de una "
globalización solidaria y humanista, cambiando el orden injusto y
 excluyente".

Lula triunfó en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebrada
el domingo con 52,8 millones de votos, que representan 61,3 por ciento de
los votos válidos (sin contar en blanco y anulados), mientras su oponente,
el oficialista y socialdemócrata José Serra, obtuvo 33,4 millones de votos.

"La esperanza venció el miedo" y "un nuevo Brasil está naciendo", definió
Lula.

Sin embargo, hay consenso entre los analistas políticos y económicos que el
gobierno de la coalición liderda por el PT afrontará graves dificultades,
empezando por un ya definido presupuesto nacional "prácticamente sin margen
de maniobra".

Expertos en políticas públicas calculan, empero, que el proyecto "hambre
cero", que requiere unos 21.000 millones de reales (5.700 millones de
dólares), es factible porque la mayor parte de los recursos tienen fuentes
previstas, con la posibilidad de redistribución.

La identificación de una acción de gran impacto, financieramente factible,
permitiría al gobierno de Lula afirmar un perfil de cambio y atención al
área social, sin agravar el déficit fiscal, uno de los responsables de la
crisis financiera que afecta al país.

Mientras, el futuro gobierno puede beneficiarse del elevado superávit
comercial que se espera para este año, calculado en más de 11.000 millones
de dólares, un hecho que puede reducir la necesidad de captar capitales
externos.

Pero el gobierno de Lula enfrentará dificultades políticas por no contar con
mayoría propia en el Congreso Nacional.

Los sectores de coalición del futuro gobierno dispondrán de poco más de un
tercio de parlamentarios, contando con el apoyo de otros pequeños partidos
de izquierda, lo cual exigirá duras negociaciones con los partidos
mayoritarios.

Además, la segunda vuelta de las elecciones para gobiernos estaduales,
realizada en simultánea con las presidenciales del domingo, fue negativa
para el PT, que sólo ganó en tres de los 27 estados brasileños, ninguno de
los más importantes. Otros partidos de izquierda asumirán siete estados.

El Partido de la Socialdemocracia Brasileña, del presidente Fernando
Henrique Cardoso y de Serra, conquistó siete gobiernos estaduales, entre los
cuales se cuentan los de mayor importancia, como el de Sao Paulo y Minas
Gerais

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Nello

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