Evo Morales en Bolivia



¿Nueva izquierda o nuevos actores politicos?

Jenny Gruenberger
Globalización-Uruguay http://www.rebelion.org/

En los últimos meses, muchos analistas internacionales sostuvieron que el
líder cocalero boliviano Evo Morales y su grupo político Movimiento al
Socialismo (MAS) representan una nueva izquierda.

Recordemos que Morales surgió como uno de los más prominentes líderes
campesinos del trópico cochabambino y que, durante el anterior gobierno de
Hugo Banzer, obtuvo un escaño en el Congreso como diputado uninominal por la
Izquierda Unida. Luego fue expulsado por supuestas actividades de
instigación a la violencia. Este hecho hizo suponer a algunos que allí
terminaría la carrera política del dirigente cocalero. Sin embargo, a
inicios del nuevo proceso electoral boliviano, Morales reapareció al frente
del MAS realizando una intensa campaña con relativamente pocos recursos
económicos, que se caracterizó por su abierta oposición al neoliberalismo y
un claro discurso a favor de la soberanía y la dignidad nacional.

En este contexto, sus posiciones estuvieron marcadas por una constante
crítica a Washington y a las venias de los partidos tradicionales frente a
la embajada americana. Posiblemente uno de los momentos en que Morales
atrajo la mayor atención internacional fue cuando sostuvo que, antes de un
debate entre presidenciables, prefería un encuentro público con el embajador
de Estados Unidos en La Paz, Manuel Rocha, quien en realidad manejaba a
Bolivia. Estas declaraciones hicieron que muchos lo vieran como una nueva
izquierda, cuestión que ahora puede ser analizada con más detenimiento, al
contarse con más información y al haberse acallado el enfrentamiento
electoral.

Si recordamos que la lucha por el poder, para transformarlo y lograr que
esté al servicio de las mayorías nacionales y no de unas cuantas familias
que sirven al capital transnacional, siempre fue una propuesta de la
izquierda radical, puede decirse que Morales es de izquierda. En este
sentido, los comunicados del MAS centran sus propuestas en la construcción
de un Estado para el pueblo, basado en nuevas estructuras donde las personas
se constituyan en activos participantes del desarrollo.

Es más difícil lidiar con el adjetivo de "nueva" izquierda, principalmente
porque los principales asesores de Morales provienen de la izquierda más
antigua del país, entre los que se encuentran ex militantes del Partido
Comunista y del Ejercito de Liberación Nacional, del Partido Obrero
Revolucionario y del Partido Socialista, sólo para citar los más
importantes.

En realidad el "fenómeno Evo" responde a diferentes causas que no son
nuevas, aunque se han acentuado en los últimos tiempos: el hambre, la
incertidumbre, la cotidiana violación de derechos humanos, brutal en la
región del Chapare donde ha actuado Morales así como en muchas otras zonas
rurales de Bolivia.

Pero el apoyo a Morales ha captado a otros sectores. En efecto, el resultado
de las elecciones muestra que el MAS logró el 20, 94% de la votación,
conquistando un primer lugar en La Paz, Cochabamba, Oruro y Potosí, lo que
le permitió contar con una importante bancada parlamentaria compuesta por 35
legisladores. Sorpresivamente, Morales fue el segundo candidato más votado,
desplazando al tercer lugar al favorito de las encuestas, Manfred Reyes, y
poniendo en jaque a todo el sistema político boliviano.

Por lo tanto el MAS no sólo contó con el apoyo de sectores campesinos,
además logró articularse con una "bronca" de la clase media progresista, que
quisiera que se detuviera la entrega del país a los intereses
transnacionales, en especial sus riquezas hidrocarburíferas, pero también la
corrupción, el nepotismo, etc.

En este sentido, el programa del MAS también rescata muchos de los
planteamientos de la izquierda tradicional. Entre las principales propuestas
programáticas del MAS, se destacaron la redistribución de la tierra, la
recuperación de los recursos naturales que fueron vendidos a empresas
transnacionales, la defensa del cultivo de la coca en tanto que elemento
fundamental de las culturas originarias y además como una de las
alternativas viables para enfrentar la pobreza, la transformación de los
poderes del Estado en instrumentos al servicio del pueblo, la reforma del
ejército y la policía para que las armas estén al servicio del pueblo y la
Asamblea Popular Constituyente, formada por representantes de las
organizaciones sociales.

Entonces, es posible que el calificar al MAS de "nueva" izquierda pudiera
justificarse por la inexistencia de un partido y la presencia de nuevos
actores sociales. En este sentido, el MAS es un movimiento cuya organización
ni se reclama partidaria ni cuenta con una estructura similar a la de los
partidos tradicionales de izquierda. Por otra parte, los actores
protagónicos del MAS son los campesinos, mientras que para la izquierda
ortodoxa la clase obrera sigue constituyéndose en la única que podría
conducir al socialismo. Sin embargo, ese análisis también puede ser
replicado por el hecho de que en Bolivia aún existen muchos territorios que
se utilizan de manera comunitaria y la mayor parte de los movimientos
campesinos e indígenas reclaman el acceso colectivo a la tierra.

Estas controversias hacen difícil afirmar que el MAS sea la expresión de una
nueva izquierda, pero lo que si es evidente es que nuevos actores han
entrado en la escena de la política oficial boliviana. El Poder Legislativo
ahora se parece más a la Bolivia de verdad, con sus desigualdades sociales y
diversidad cultural. Lo que queda por verse será el papel que jueguen estos
nuevos actores, que por ahora están dispuestos a luchar por las demandas de
sus bases a través de la actividad parlamentaria, sin por ello dejar de
utilizar la acción directa, el bloqueo de caminos, las marchas y las
huelgas, cuando sea necesario.

A pesar de la fuerza que han cobrado los movimientos de origen campesino y
de la similitud de sus demandas, la unión entre los dos principales
dirigentes de estos movimientos no pudo hacerse realidad. Las relaciones
entre Morales y Felipe Quispe, el líder aymara de mayor importancia en el
Altiplano boliviano, no fueron muy afortunadas. Aunque sus bases así lo
desearon, la unidad de ambos movimientos no siempre estuvo presente durante
las constantes movilizaciones campesinas de los últimos años, ni tampoco
frente al proceso electoral. Sin embargo, la gente de Quispe, más conocido
como el Mallku --que en aymara quiere decir "autoridad"-- finalmente sumó
sus votos en la elección congresal para que Evo fuera Presidente de Bolivia.

Morales y el MAS cuentan ahora con una fuerte presencia parlamentaria, han
legitimado la presencia de los campesinos e indígenas en un nuevo plano de
la escena política boliviana y han puesto en nuevos términos discusiones
como la venta del gas natural. Morales no ha logrado obtener la presidencia,
pero cuenta ahora con la posibilidad de convertirse en un actor clave desde
el parlamento, donde muchos tienen la esperanza que ese rótulo de
"izquierda" se transforme en un ejercicio legislativo responsable en
cuestiones clave como el control y seguimiento de la gestión del ejecutivo.
Las viejas prácticas de los arreglos parlamentarios para limpiar acciones
del gobierno deberían quedar atrás, y además deberían asomar nuevas
prácticas para abordar leyes sobre temas de fondo que hacen a la realidad
boliviana. En esa práctica el MAS debería mirar con menos impotencia el
futuro, ampliar y fortalecer sus fuerzas, y generar propuestas concretas de
cambio.

Sin embargo, la fuerza del MAS y su capacidad de consolidar el apoyo de
quienes votaron por él es algo que todavía no está dicho. Muchos se
preguntan cómo se lo logrará sin contar con una estructura organizativa
capaz de conducir la bronca general hacia cambios concretos. Además, el
nuevo gobierno, no bien tomó posesión, comenzó una fuerte campaña de
desprestigio contra de los productores de coca y a favor de la erradicación,
enfrentándose a la posición del movimiento campesino que promueve la
paralización de la destrucción de los cocales.

Jenny Gruenberger es una analista boliviana, miembro de Prodena, e
investigadora asociada de CLAES.


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Nello

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