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Sent: Friday, September 06, 2002 2:53 PM
Subject: LA MUERTE DEL PRESIDENTE G.BUSCH


LA MUERTE DEL PRESIDENTE G.BUSCH
por Isaac Bigio
Analista Internacional
London School of Economics

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G. Bush padre e hijo han llegado a ser los hombres más poderosos del
planeta. Su nombre es asociado con victorias militares de la única
super-potencia que queda y con los intereses de grandes multinacionales
petroleras.

Sin embargo, de quien hablaremos en este artículo es de Germán Busch, un
poco recordado presidente boliviano que supuestamente se suicidó hace 63
años.

G. Busch murió enfrentándose a los mismos intereses que los dos G. Bush hoy
defienden. El Busch con una 'c' intermedia y los dos Bush sin 'c' tienen en
común haber nacido en el mismo continente americano y haber sido hombres
duros fogueados en guerras.

Ni Germán Busch ni el actual presidente estadounidense llegaron al gobierno
ganando una mayoría electoral. El primero es uno de los raros casos
internacionales en los cuales un grupo de militares tomaba el poder
cabalgando sobre una huelga general obrera. En Mayo 1936 los sindicatos
paralizaron Bolivia y un equipo de oficiales liderados por David Toro se
aliaron a la huelga para decretar una república socialista donde la mitad
del gabinete era cedida a partidos socialistas civiles y un ministerio era
dado por primera vez a un lider fabril.

Germán Busch fue un héroe en la guerra del Chaco entre su país y Paraguay
(1932-35), la misma que se dió ligada a una disputa entre una transnacional
petrolera inglesa y otra norteamericana. Busch estuvo en el golpe
'socialista' y un año después, en julio 1937, asumió la presidencia.

El 'socialismo castrense' nacionalizó a la Standard Oil de New Jersey, a
quien se le sindicaba de haber sido culpable de la guerra y de haberse
enriquecido a costa de la miseria y la sangre de los bolivianos. Esta medida
fue seguida inmediatamente después por Lázaro Cárdenas en México y en
décadas posteriores por otros regímenes nacionalistas en Irán, el mundo
árabe o Perú. En cierta manera Busch precedió alos socialistas militaristas
de Nasser o los Baath que siguen gobernando Siria e Irak.

Busch nacionalizó el Banco Central y el Minero, y decretó que todas las
divisas generadas por los dueños de las grandes minas que dominaban la
economía boliviana fuesen vendidas a la banca estatal. Esto último generó un
grave conflicto con los dueños del poder. El resultado fue que Busch
apareció suicidado el 23 de agosto de 1939. Algunos creen que la impotencia
le llevó a ello y otros que él fue asesinado por la oligarquía enemiga.

Su muerte fue uno de los símbolos que inspiraría la revolución
nacionalizante de 1952, en la cual la Central Obrera Boliviana se
convertiría en el principal factor de poder. Los sindicalistas han quedado
dividios ante su figura. Para algunos él fue el presidente valiente que se
atrevió a enfrentarse con los EEUU y los 'amos del país'. Para otros él fue
otro dictador que coqueteaba con el facsismo y cuyas políticas de
nacionalizaciones y sindicalismo obligatorio tendían a refortalecer la
maquinaria estatal burguesa.

Germán Busch y George Busch representan tenencias contrapuestas. Mientras
uno nacionalizaba a la corporación norteamericana que poseía el oro negro
nacional y quería controlar a las grandes empresas, el segundo quiere mano
libre para las grandes petroleras norteamericanas, pide menos controles e
impuestos para las multinacionales y está organizando una guerra en defensa
de los intereses de las grandes coporaciones en la región donde están los
principales yacimientos petrolíferos del viejo mundo.

Lo paradójico es que el intervencionismo belicista de Bush puede terminar
produciendo más gobernantes contestarios tipo Busch. La nueva guerra contra
Irak podría ocasionar la caída de Hussein, pero, al mismo tiempo, puede
generar una ola de fuertes repudios internacionales y la emergencia de
nuevos movimientos nacionalistas.

Chávez en Venezuela empalma con la tradición de oficiales críticos a los
EEUU en la cual se enmarcaba Busch. Una eventual victoria de Lula en Brasil
puede inclinar al subcontinente sudamericano a una actitud más autónoma. El
enorme avance electoral de la izquierda campesina en Bolivia está
apuntalando una tendencia de cuestionamiento al modelo neo-liberal alentado
por Bush.

Germán Busch representaba aquel tipo de mandatarios que no quería abolir el
sistema de mercado sino de reformarlo a fin de poder lograr una mayor
autonomía nacional y un reparto menos desigual de la riqueza generada por
las grandes empresas. El gobierno estadounidense con su dureza se convirtió
en el más atacado en la reciente cumbre de Johanseburgo sobre el medio
ambiente.

Si Washington persiste con su actual intransigencia terminará produciendo
nuevos cuestionadores. El actual presidente Bush irá así sembrando la
posibilidad que puedan resucitarse otros presidnetes como el boliviano
Busch.


(*) ISAAC BIGIO
Se ha formado en la London School of Economics & Political Sciences donde
obtuvo grados y postgrados en Historia Internacional y Política Económica, y
ha venido enseñando e investigando. Escribe y colabora en varios periódicos
del Grupo de Diarios de América y en màs de un centenar de medios. En 1998
obtuvo el Premio a la Excelencia de Dillons (Waterstone), la mayor librería
británica, y de la Unión de la Universidad de Londres