COLOMBIA:Uribe emprende difícil misión en EEUU




Maria Isabel García

BOGOTA, 14 jun (IPS) - El presidente electo de Colombia, Alvaro Uribe,
viajará este fin de semana a Estados Unidos para pedir más ayuda militar, en
medio de denuncias de corrupción policial y de críticas en Washington por
supuesta ineficacia de la lucha antidrogas.

Uribe se reunirá el martes con la consejera de seguridad nacional
estadounidense Condoleezza Rice para conversar sobre la reestructuración del
Plan Colombia, implementado por el presidente Andrés Pastrana para combatir
el narcotráfico y atender aspectos sociales.

Así mismo, el lunes se entrevistará en Nueva York con el secretario general
de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, con el propósito de
splicitar una misión del foro mundial para facilitar negociaciones de paz
con las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Uribe, que el 7 de agosto reemplazará a Pastrana en la presidencia, no
encontrará el mejor clima político para sus gestiones en Estados Unidos.

Un informe de la Contraloría General del Congreso de Estados Unidos (GAO),
divulgado el jueves, indica que "el gobierno de Colombia no ha respaldado la
erradicación aérea de coca y amapola, ya que tiene preocupaciones políticas"
.

El GAO señaló que en los últimos 18 meses se fumigaron 147.582 hectáreas de
plantaciones de coca, pero una extensión igual sigue en producción en 23 de
los 32 departamentos de Colombia, según datos de la Dirección Nacional de
Estupefacientes de este país.

En el documento, elaborado en base a informaciones de la embajada de
Washington en Bogotá y del Departamento de Estado, también se cuestiona al
gobierno de Pastrana por no haber fortalecido el ejército con más recursos
presupuestarios e incremento de efectivos.

La embajada de Estados Unidos en Colombia emitió un comunicado para moderar
el tono del informe del GAO. La embajada aseguró que los dos países "han
avanzado sustancialmente" en la lucha antinarcóticos durante la
administración de Pastrana.

La relación con el gobierno saliente en el frente de la lucha contra las
drogas ha sido de "estrecha colaboración", según el comunicado. James
Williams, consejero para Prensa y Cultura de la embajada de Estados Unidos,
señaló al diario El Tiempo que el informe del GAO "no es oficial".

Fuentes del Departamento de Estado, en Washington, lo calificaron de "
documento interno", agregó el periódico colombiano.

Uribe viajará a Estados Unidos pocos días después de la que Procuraduría
General de Colombia comenzara investigaciones para identificar a los
responsables de una denunciada malversación de fondos de la ayuda
estadounidense para la lucha antidrogas.

En las supuestas irregularidades respecto del destino de dos millones de
dólares, de una asistencia de 37 millones para la policía antinarcóticos,
aparecen involucrados 60 integrantes de esa fuerza de seguridad, entre ellos
varios oficiales de alto rango.

La lista de personas investigadas es encabezada por el ex director de la
policía antinarcóticos, general Gustavo Socha, destituido en mayo a raíz de
esas denuncias, y por el coronel Edgar Bejarano, ex secretario privado del
director general de la policía colombiana, general Ernesto Gilibert.

Así, las denuncias de corrupción y la supuesta ineficacia en el combate
contra las drogas enturbian las relaciones entre los dos países.

La situación ha llevado a que ya "no sean relaciones de poder en términos de
coincidencia, sino de subordinación" de Colombia, dijo a IPS el analista
político Luis Valencia.

Uribe "no va a negociar (con Washington) la política sino la aplicación" de
la lucha antinarcóticos y contrainsurgente en su país, sobre la base de una
reestructuración del Plan Colombia, precisó.

Valencia indicó que esa estrategia de Uribe "coincide con los lineamientos
del gobierno (estadounidense) de George W. Bush".

De hecho, el presidente electo de Colombia ha señalado la necesidad de
aumentar a 100.000 los soldados profesionales, para lo cual se impondría un
nuevo impuesto de guerra, a incluir en el paquete de reformas que presentará
el 8 de agosto al Congreso legislativo.

Rudolf Hommes, ex ministro de Hacienda y representante de Uribe para los
contactos con el saliente presidente Pastrana, comentó que el nuevo gobierno
está en la línea de la eficacia militar.

"Si queremos ganar la guerra hay que transformar a la sociedad, y también
hay que tener un ejército que funcione o que por lo menos obedezca",
escribió Hommes en su columna semanal del diario El Tiempo.

El Plan Colombia contempla un presupuesto de 7.500 millones de dólares hasta
2003, 3.500 millones de los cuales ya están presupuestados. También cuenta
con una asistencia especial de Estados Unidos de 1.300 millones de dólares.

El Congreso estadounidense aprobó la primera semana de este mes levantar las
restricciones a la entrega de fondos para el Plan Colombia, con el fin de
que se puedan utilizar también en la lucha contrainsurgente. Sólo falta un
paso legislativo para que Bush promulgue la resolución.

Precisamente, el incremento de 600 millones de dólares para Bogotá estaría
condicionado a los compromisos que asuma Uribe.

Además, Washington ya aprobó otros 98 millones de dólares para la protección
militar del oleoducto Caño Limón-Coveñas, considerado de interés "
estratégico" por la embajadora de Estados Unidos en Colombia, Anne Paterson.

El oleoducto Caño Limón-Coveñas, que transporta petróleo desde el
departamento de Arauca, en la frontera con Venezuela, hasta las costas
septentrionales del mar Caribe, es blanco recurrente de ataques dinamiteros
de las FARC y del también insurgente Ejército de Liberación Nacional.

Aunque nadie duda del aumento de la ayuda militar de Estados Unidos a
Colombia, los reclamos de Washington de una mayor eficacia en la lucha
antinarcóticos y contrainsurgente indican que las condiciones serán mayores
para Uribe.

Armando Borrero, ex consejero de seguridad de la presidencia de Colombia,
dijo a IPS que el gobierno y la opinión pública estadounidense manifiestan
fuertes dudas sobre el destino de la ayuda a Colombia.

La investigación que involucra a los mandos de la policía en el contexto de
la transición de gobierno significará "más control, auditoría, intervención
y condiciones de Estados Unidos", señaló Borrero.

Por su parte, Valencia comentó que los lineamientos de la política de
seguridad del futuro gobierno de Uribe responderán y coincidirán con una "
actitud estadounidense más agresiva, en materia de respecto de los derechos
humanos y de lucha contra el terrorismo y contra el narcotráfico".

Hay que tener en cuenta que, a diferencia del gobierno de Pastrana que se
inició alentado por la expectativa de un acuerdo de paz con las FARC, el de
Uribe está precedido de declaratorias de guerra y una cruzada mundial contra
el terrorismo, explicó.

Esa actitud guerrerista, "articulada con las negociaciones con el Fondo
Monetario Internacional" para llevar adelante las reformas anunciadas,
implica rediseñar el aparto del Estado, incluidas las Fuerzas Armadas",
agregó Valencia.

La embajada de Estados Unidos declaró que aguarda el incremento de la
colaboración con Colombia luego de la instalación del gobierno de Uribe

Nello

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