BRASIL:SALUD-Desinformación propaga sida entre mujeres



Mario Osava

RIO DE JANEIRO, jun (IPS) - La falta de información determina en Brasil una
propagación más acelerada del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida)
entre mujeres que entre los hombres.

Estadísticas de la Coordinación Nacional de Enfermedades Transmisibles
Sexualmente y Sida, del Ministerio de Salud, indican que la incidencia de la
enfermedad se redujo de 5,8 hombres por cada mujer en 1990 a dos por una en
1999, último año con datos completos.

Informes parciales de los dos últimos años señalan que la tendencia
persiste, acercándose a 1,8 hombres afectados por cada mujer también
alcanzada por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida.

Entre los jóvenes de 14 a 20 años, "ya hay igualdad", aseguró a IPS Katia
Souto, responsable del área de prevención de sida del Ministerio de Salud.

Las jóvenes inician su vida sexual cada día más precozmente, a una edad que,
además de factores generales de vulnerabilidad femenina, agrega problemas
específicos, como la inexperiencia y el hecho de que sus compañeros suelen
tener algunos años más y relaciones más plurales, explicó Souto.

"Es muy difícil para una niña de 13 o 14 años convencer al joven tres años
mayor que debe usar condón, especialmente en la primera vez". Además, a esa
edad hay un "sentimiento mágico" que elimina cualquier idea de contagio,
sostuvo.

El gran aumento del embarazo indeseado entre adolescentes evidencia el
escaso uso de preservativos entre las adolescentes, añadió la funcionaria.

Sin embargo, la incidencia del sida entre adolescentes es baja, en términos
absolutos y relativos, ya que les corresponden sólo 2,2 por ciento de los
222.523 casos diagnosticados en Brasil desde 1980 hasta septiembre del año
pasado.

Las estadísticas oficiales revelan que la epidemia comenzó a declinar en
Brasil en 1999, cuando se registraron 20.395 casos, 14,8 por ciento menos
que el año anterior. Las mujeres representaban exactamente un tercio de esa
cantidad y 80 por ciento de ellas se contagiaron por relaciones
heterosexuales.

Los datos apuntan a una creciente "feminización e interiorización" del sida.

La cantidad de municipios con mayoría de mujeres enfermas aumentó de 59 en
1995 a 159 el año pasado, mientras que en algunas ciudades pequeñas del
interior del país se cuentan más de cinco mujeres enfermas por cada hombre,
según el Ministerio de Salud.

Las autoridades, ante esa realidad, distribuyeron cuatro millones de
preservativos femeninos desde 1999 y adquirieron otros cuatro millones para
repartirlos a partir del próximo semestre.

La aceptación del condón femenino es buena y ese medio de protección "
complementario" estimula el diálogo y favorece a la mujer frente a su
pareja, comentó Souto.

La desinformación es "angustiante" en localidades del interior, advirtió
Silvana Gomes dos Santos, activista de la Asociación Londrinense
Interdisciplinaria de Sida, de Londrina, una ciudad del meridional estado de
Paraná.

"Mucha gente de los barrios pobres ignora que el VIH es la causa del sida",
y por eso hay mujeres embarazadas que no toman ninguna decisión al tener
pruebas positivas del virus, observó.

Gomes dos Santos, ex empleada doméstica de 39 años, dirige el proyecto "
Saber para reaccionar", destinado a informar y orientar a las mujeres pobres
sobre el sida, y participa en el movimiento de la Red Nacional de Personas
Viviendo con VIH/Sida (RNP+).

La actividad de Gomes dos Santos comenzó en 1994, cuando se enteró que era
portadora de VIH. El año anterior había perdido a su hijo de 14 meses
afectado de neumonía y otros problemas, sin darse cuenta que en realidad lo
había matado el sida que ella le había transmitido.

El VIH puede ser transmitido por la madre a su hijo en el momento del parto
o a través de la lactancia.

La cadena de contagio se inició por el marido de la activista, un adicto a
drogas inyectables antes del matrimonio que ya estaba demasiado debilitado
cuando se le diagnosticó sida en noviembre de 1994 y que murió seis meses
después. "Escapó de la droga, pero del sida no", lamentó su viuda.

Por algún milagro, el segundo hijo de la pareja, hoy de ocho años, no
contrajo la enfermedad, pese a que Gomes dos Santos lo amamantó.

El desconocimiento era total. "Yo no sabía siquiera que era el sida",
recordó la mujer, hoy dedicada a combatir la ignorancia que persiste.

"Muchas siguen creyendo que es enfermedad de 'grupos de riesgo', como los
homosexuales, y no de mujeres casadas", lamentó.

Sin embargo, en Londrina, una ciudad de casi 500.000 habitantes, había sólo
150 enfermos conocidos en 1996, cuando el gobierno inició la distribución
gratuita de los medicamentos antirretrovirales.

En la actualidad suman 1.260 los afectados con VIH y 40 por ciento son
mujeres, la mayoría contaminada por su pareja estable, dijo la activista,
quien indicó que defiende los derechos humanos de las enfermas, pero también
sus "deberes" de transmitir el conocimiento al resto de la población.

Por su parte, Ana Paula Prado, asistente social de 32 años y residente en
Brasilia, reclamó que las mujeres, además de información, necesitan
servicios de salud pública mejores e integrados.

Prado descubrió que era portadora de VIH en 1997, cuando se realizó los
exámenes de embarazo al llegar a los seis meses de gestación de un bebé que
murió al nacer.

Sin embargo, Prado no perdió a su hijo por el sida sino por estrangulación
con el cordón umbilical, debido a que fue rechazada en varios hospitales a
los que concurrió al sentir dolores de parto. No la aceptaron y además le
recomendaron una espera fatal.

Prado se contagió también de su pareja --en una relación estable de cinco
años-- que ignoraba ser portador del VIH y su origen. Por eso ella defiende
el acceso a exámenes frecuentes y las campañas educativas permanentes, para
evitar el contagio inesperado de gente que piensa estar fuera de peligro.

Las mujeres enfermas necesitan tratamiento especial, pues sufren más efectos
adversos de los medicamentos antirretrovirales, según Prado.

Esta activista reclama mejor atención a la salud reproductiva, además de
señalar que en Brasil hay médicos que esterilizan a las mujeres portadoras
de VIH, violando sus derechos, en especial en el norte del país. En su caso,
por ejemplo, ella quiere ser madre pese al trauma de 1997 (FIN)



Nello

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