ARGENTINA:Rebelión contra la política económica



Marcela Valente

BUENOS AIRES, 29 may (IPS) - Trabajadores de la industria y del campo,
empleados públicos, maestros, médicos, desempleados, pequeños empresarios,
jubilados y estudiantes, realizaron este miércoles en Argentina un millar de
manifestaciones de protesta contra la política económica del gobierno.

"Esto es una verdadera rebelión popular", afirmó Víctor de Gennaro,
secretario general del Congreso de Trabajadores Argentinos (CTA), la central
sindical de empleados públicos y privados que convocó a esta medida de
fuerza.

La CTA dejó librada a la iniciativa de cada grupo participante la forma de
expresión de la protesta. La consigna de la jornada fue "Hay que pararlos",
en alusión a la política económica del gobierno de Eduardo Duhalde.

La administración de Duhalde decidió la devaluación del peso argentino en
medio de una profunda recesión que lleva más de cuatro años, mientras el
desempleo es de 23 por ciento de la población económicamente activa y la
pobreza afecta a la mitad de los habitantes del país.

El gobierno ha apostado sus cartas a conseguir un esquivo respaldo del Fondo
Monetario Internacional, para evitar el cese de pagos a los organismos
multilaterales de crédito. El pago a los tenedores de los títulos de deuda
fue suspendido en diciembre por Adolfo Rodríguez Saa, que gobernó una
semana.

"No sé si los dirigentes políticos y sus cómplices van a cambiar, pero sí sé
que hay un cambio en nosotros, que ya no queremos delegar más la
construcción de nuestro futuro y el de nuestros hijos", explicó De Gennaro
al finalizar una asamblea con trabajadores aeronáuticos.

El dirigente explicó que la CTA no se conformaba con organizar un paro
tradicional, sino que buscó sumar a la jornada a todos los sectores
contrarios a la política económica gubernamental, para demostrar "la
extensión territorial y la diversidad" de los sectores afectados.

Los manifestantes bloquearon rutas nacionales, incluídas las autopistas de
acceso a la capital, y caminos y calles, hubo paro en escuelas y hospitales
y asambleas barriales, clases y radios abiertas en universidades, marchas y
ocupaciones de edificios.

La CTA compartió la organización de la protesta con la Corriente Clasista
Combativa, un grupo integrante del movimiento de trabajadores y desempleados
que desde hace seis años se manifiesta mediante el corte de rutas y con
campamentos a los lados de los caminos, algunas veces por tiempo indefinido.

También participaron legisladores de la oposición, artistas, sindicalistas
opuestos a las cúpulas tradicionales que controlan las dos organizaciones en
que se ha dividido la Confederación General del Trabajo (CGT), estudiantes,
maestros, científicos, religiosos y organizciones humanitarias.

La Federación Agraria Argentina, que reúne a pequeños y medianos productores
agropecuarios, resolvió participar de la protesta con un paro que comenzó el
lunes y finalizó este miércoles.

Los agricultures articularon su protesta con los camioneros, que fueron
afectados por un aumento de precio de los combustibles de 70 por ciento
desde principios de este año.

También participó de la jornada la Asamblea de Pequeños y Medianos
Empresarios e incluso la banca cooperativa, cuyo líder, Carlos Heller, acaba
de ser elegido presidente de la Asociación de Bancos Públicos y Privados de
Argentina.

De Gennaro destacó el masivo apoyo a la protesta en localidades del
interior.

Centenares de actores participaron del movimiento, con la suspendión de las
funciones de teatro previstas para este miércoles en las salas públicas, y
numerosos taxistas, un sector laboral habitualmente reacio a intervenir en
protestas, se plegaron a la medida bloqueando avenidas del centro de Buenos
Aires.

Los argentinos "tenemos que construir una fuerza propia, de todos los que
estamos en contra de este modelo económico de acumulación que permitió el
enriquecimiento de los sectores financieros a costa del hambre, del
desempleo, y de la pobreza de la mitad de la población", dijo De Gennaro.

La CTA expresó en diversos actos que la "resistencia" a la política
económica oficial no basta y que hay que organizar una salida superadora
para la profunda crisis que vive el país.

"Este es un proyecto social, político y cultural diferente, que no tiene un
candidato a la cabeza sino que convoca a todos los sectores para un
verdadero cambio", declaró De Gennaro.

La CTA es la tercera central sindicial, después de las dos CGT, que han
perdido poder de convocatoria.

Los dirigientes de la CTA entienden que el alto desempleo y la crisis
económica han transformado el panorama sindical, afirman que los dirigentes
de la CGT se han alejado de los problemas reales de los trabajadores y
cuestionan su tendencia al pacto con los empresarios y con las autoridades
del gobierno.

La CTA propuso hace tres años la creación de un seguro de empleo, que
incluiría la capacitación de jefes y jefas de hogar desocupados, de 380
pesos mensuaes (110 dólares en la actualidad), mas 60 pesos (17 dólares) por
cada hijo en edad escolar.

Esos subsidios, según el plan original, se financiarían con impuestos y
transferencias de recursos y con parte de la recaudación agregada que
sobrevendría por el incremento de la demanda de los millones de
beneficiarios.

La propuesta es reivindicada por el Frente Nacional contra la Pobreza, una
alianza de sindicalistas, economistas, periodistas, legisladores y
organizaciones humanitarias, que también se sumó a la protesta de este
miércoles

Nello

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