Argentina: inflazione fuori controllo mentre il piano economico arranca



In Argentina i prezzi continuano a crescere rapidamente. Il governo ha
annunciato che il tasso di inflazione è stato in aprile di circa il 10%.
L'aumento di aprile significa che i prezzi sono aumentati del 20% nei primi
quattro mesi dell'anno. In gennaio, il presidente Eduardo Duhalde aveva
previsto che l'inflazione in tutto il 2002 non avrebbe superato il 15%.
"Sarà annunciato, oggi,  che il tasso ufficiale di inflazione è stato per il
mese di aprile del 10%. La situazione è molto difficile" ha detto
l'esponente governativo Alfredo Atanasof in un'intervista apparsa in diversi
giornali.
Nonostante gli aumenti, Atanasov ha escluso ogni tentativo del governo di
controllare i prezzi, promettendo che "lo Stato non interverrà".
http://www.rainews24.rai.it


Una semana clave para Lavagna El ministro anunciaría hoy un decreto que
dispondrá la eliminación del CER para los créditos hipotecarios para
vivienda única, personales y prendarios. Después, deberá ocuparse de tres
frentes: Bonex, leyes para el FMI y dólar.
Ministro de Economía, Roberto Lavagna. Sábado y domingo se preparó para una
semana movidita.
 http://www.pagina12.com.ar/
 El ministro de Economía Roberto Lavagna jugará todas sus fichas en el
trascurso de esta semana. La apuesta será en tres frentes. Primero, deberá
cerrar el plan Bonex para canjear depósitos reprogramados que, como anticipó
Página/12, es en esencia muy similar al proyecto que terminó eyectando a
Jorge Remes Lenicov de Economía: trueque de plazos fijos por bonos, cuya
principal garantía será un Estado quebrado. Segundo, deberá conseguir que el
Congreso trate esta semana las modificaciones a las leyes de Quiebras y de
Subversión Económica, un condición que Washington exige para caminar hacia
un eventual acuerdo con el FMI. Tercero, seguirá padeciendo la marcha del
dólar, que el viernes cerró a 3,30, un nivel crítico en medio del desbande
generalizado de los precios. Para descomprimir la situación política y
social, Lavagna anunciaría hoy una a favor de la gente: un decreto de
necesidad y urgencia que dispondrá la eliminación del CER para los créditos
hipotecarios para vivienda única, personales y prendarios.

Nadie mejor que el ex viceministro de Economía, Jorge Todesca, segundo de
Remes Lenicov, para definir el rumbo que esta semana buscará profundizar
Roberto Lavagna: "Se sigue perdiendo tiempo para aplicar las mismas
herramientas (que Remes)", afirmó ayer Todesca (ver aparte). Ciertamente, en
su segunda semana como ministro, Lavagna buscará ir a fondo con la
estrategia que había trazado su predecesor en el cargo: terminar con el
corralito para los plazos fijos mediante un canje compulsivo por bonos
públicos a 10 años; reclamar al Congreso una rápida modificación de las
leyes que el FMI, en nombre del establishment financiero, reclama para
avanzar hacia un acuerdo; acelerar el trámite para llevar el ajuste a las
administraciones del interior del país; y continuar con una política de
dólar y precios libres, aun corriendo el riesgo de detonar en cualquier
momento la bomba de la híper.

La única diferencia importante con Remes es que Lavagna comprendió rápido
que para transitar por ese conflictivo sendero había que conceder algún
guiño político, de modo tal de borrar las huellas que dejaron a Remes
encajado en la banquina. Por un lado, el ministro se preocupó en los últimos
días por destacar en sus apariciones mediáticas la importancia de las
modificaciones en el CER, el coeficiente de indexación por inflación que es
la pesadilla de los deudores. Y hoy anunciaría una eliminación amplia: sin
límites de montos, para los créditos hipotecarios para vivienda única,
personales y prendarios. Del otro lado, el ministro machacó desde un
principio con la idea de que los bancos no deben desentenderse de la
responsabilidad de devolver los depósitos a sus ahorristas. Así, creó la
expectativa de que cada banco garantizaría con su cartera de créditos sus
propios depósitos. Sin embargo, tal garantía no será más que una formalidad,
ya que la garantía mayoritaria la pondrá el Estado. Más aún, no habrá un
bono por cada banco sino un título público para todas las entidades, ya sea
públicas o privadas, nacionales o extranjeras.

El menú que servirá Lavagna durante esta semana es el siguiente:

u CER: el ministro anticipó ayer, en un reportaje concedido a este diario,
que hoy se firmaría un decreto de necesidad y urgencia para modificar el
coeficiente de estabilización de referencia. La razón de que salga por
decreto es para facilitar el trámite de las leyes de Quiebra y Subversión
Económica a partir del martes en el Congreso, pero la norma contaría con
consenso legislativo. Pese a las diferentes versiones que se barajaron,
Lavagna confirmó que el CER no correrá para los créditos hipotecarios para
vivienda única, personales y prendarios, en todos los casos sin límites de
montos. Tampoco se seguirá aplicando para los alquileres, aunque allí la
intervención del Estado se limitará a los contratos vigentes. Así, se
mantendrá sólo para el caso de los créditos hipotecarios, fundamentalmente,
tomados por las empresas. Obviamente, también quedaría abierto el conflicto
del CER en el caso de las deudas no bancarias; como ser, los créditos
tomados por particulares en escribanías. Sobre estetema, un grupo de
diputados anunció que presentará un proyecto para "bancarizar" dichas deudas
(ver aparte).

El titular de la Comisión de Finanzas de la Cámara de Diputados, Rodolfo
Frigeri, quien trabajó intensamente en el proyecto, ayer difirió con el
ministro en un punto: dijo que en el decreto habrá que "definir los montos
para (créditos) prendarios y personales". Además, Frigeri afirmó que la
indexación de los créditos a los que se les sacará el CER se hará con un
coeficiente de variación salarial (CVS) y no por tasa de interés.

u Bonex: como anticipó este diario, habrá un bono público a 10 años en
dólares, para los depósitos a plazo fijo realizados originalmente en
dólares. El bono será igual para todos, sin distinción de bancos, porque
justamente el garante principal será el Estado. En lugar de rendir 2 por
ciento anual, como preveía el plan Remex, los títulos devengarán una tasa
más atractiva: Libor más 1 por ciento. Empezarán a pagarse dentro de dos
años, y el capital se cancelará en 8 cuotas anuales. Para los plazos fijos
originalmente hechos en pesos, el bono será a 5 años, y rendiría el CER más
un interés del orden del 7 por ciento. Empezará a pagar capital dentro de un
año.

Sólo habrá dos variantes respecto del Remex. Por un lado, Lavagna quiere
ofrecer a los ahorristas más pequeños (menos de 10.000 dólares) un bono en
dólares a un plazo más corto (5 años). Sin embargo, en el Central y en
Economía todavía dudaban sobre el tema, porque nadie sabe si el Estado
estará en condiciones de cancelar ese título en ese plazo, o dentro de poco
deberá anunciar una nueva reestructuración por otros 5 años.

Por el otro, los bancos deberían aportar un "aforo" para garantizar una
porción menor de los títulos. Sin embargo, dado que la mayoría de los bancos
tiene su cartera privada en categoría 1 (al día) ya embargada como garantía
de los redescuentos y que los bancos extranjeros más fuertes se niegan a
ceder esa parte del negocio, en los hechos la garantía privada sería casi
una formalidad.

Sea como fuere, los bonos se podrían utilizar para cancelar créditos.
Todavía no está definido qué tipo de préstamos ni en qué condiciones. En el
Banco Central dicen que deberían ser exclusivamente créditos hipotecarios en
situación normal o al día, para no incentivar el no pago de las deudas, como
hizo Cavallo al disponer que los títulos públicos podría destinarse a
cancelar créditos bancarios sólo en situación 3,4 y 5; es decir, con moras
importantes.

u Corralito: Como informó Página/12 el sábado, Lavagna quiere anunciar la
apertura total del corralito en un plazo de 60 días. El bono para plazos
fijos terminará con el corralito para esa clase de depósitos, ya que los
ahorristas podrán vender esos bonos en un mercado secundario (con una
pérdida que podría llegar al 70 por ciento). Pero las cuentas a la vista
(cajas de ahorro y cuentas corrientes) atrapadas en el corralito seguirán
siendo un problema. En este sentido, Lavagna cree que para darle aire
político al Bonex sería bueno anunciar conjuntamente el camino de la
liberación de las cuentas a la vista.

Sin embargo, con una medida así se corre el peligro de que el dólar se
dispare, desembocando en una hiperinflación. Actualmente, hay unos 27.000
millones de pesos en cuentas a la vista, de los cuales 12.000 millones es
"dinero transaccional", que circula en las operaciones cotidianas de la
economía. El problema son los 15.000 millones restantes, que serían ahorros
y, por lo tanto, una vez abierto al corralito correrían al dólar, si no
hubiera otra opción atractiva y segura de inversión. Si ése fuera el caso,
el Banco Central debería vender unos 5000 millones de dólares, poco menos de
la mitad de las reservas líquidas, para mantener el dólar en torno de los 3
pesos.

Por eso, para evitar que esos ahorros se vuelquen sin escalas al dólar, el
Gobierno ofrecerá como opción de inversión un bono público, "increíblemente
atractivo" por rentabilidad, pero no por seguridad. Elproyecto es un bono de
entre 3 a 5 años en dólares, pero los dólares se comprarán a 1,40.

El titular del Banco Central, Mario Blejer, tiene diferencias con Lavagna
acerca de cuándo abrir el corralito. Cree que la apuesta es demasiado
arriesgada si no se cuenta antes con un acuerdo con el FMI, que no sólo
recomponga la confianza sino también aporte algunos dólares frescos a las
reservas.

u Quiebras y Subversión Económica: Lavagna sorprendió el viernes al decir
que no pretendía la derogación de la ley de Subversión Económica, como
quiere el FMI, sino su modificación. El motivo de tal cambio de opinión fue,
como informó Página/12, un documento que demuestra que el propio Banco
Central es el organismo que más invoca la ley 20.840 para denunciar a
banqueros responsables del vaciamiento de sus entidades. Y que si fuera
anulada, al menos, 12 causas denunciadas por el Central por vaciamiento de
bancos quedarían impunes. Sea como fuere, el ministro se juega a que el
Congreso trate la modificación de ambas leyes durante esta semana, lo
cual -presupone- allanaría las negociaciones por el auxilio de Washington y
dejaría satisfecho al establishment financiero. Al respecto, el titular del
bloque de diputados del PJ, Humberto Roggero, aseguró ayer que los cambios a
la Ley de Quiebras podrían ser tratados el martes en comisión y el miércoles
sobre tablas. Y un trámite similar podría seguir la ley de Subversión
Económica, aunque en este caso el procedimiento podría complicarse: "No
puede ser una amnistía, su modificación no puede cambiar la situación
procesal de nadie", afirmó Roggero


Nello

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possible

www.peacelink.it/tematiche/latina/latina.htm