ARGENTINA: Elecciones anticipadas, una posibilidad cierta



Marcela Valente

BUENOS AIRES, 4 may (IPS) - El gobierno de Eduardo Duhalde, a quien se
designó en enero presidente de Argentina para una transición de dos años,
manifiesta síntomas tan agudos de debilidad y desgaste que la posibilidad de
convocar elecciones anticipadas se consolida día a día.
"Queremos elecciones en 30 días", gritaba el viernes por teléfono una joven
estudiante de abogacía a los conductores de un programa de radio que
preguntaron a su audiencia si Duhalde debería completar el periodo de
gobierno, fijado, en principio, hasta septiembre de 2003.
La posibilidad de un llamado anticipado a elecciones, que comenzó a tomar
fuerza en la ciudadanía y en las asambleas barriales, está también instalado
como plan de emergencia entre los dirigentes políticos, tanto oficialistas
como opositores.
Esta semana aumentaron como nunca las versiones de una salida anticipada de
Duhalde del poder. "Si mi salida contribuye en algo a parar la crisis,
tienen mi renuncia", admitió el presidente ante los gobernadores
provinciales.
La imagen de Duhalde ha empeorado desde enero, según las encuestas. Del
mismo modo, y a medida que la crisis económica se profundizaba, ha aumentado
la proporción de entrevistados por las encuestadoras que apoyan la
convocatoria anticipada de elecciones, posibilidad que parecía poco viable
hace pocos meses.
Desde fines de abril, la sociedad argentina volvió a asomarse al abismo,
esta vez de la mano de Duhalde, el quinto presidente en dos años.
El peso, la moneda nacional, pierde valor casi día a día, los precios
aumentan, los salarios caen, y la recesión, que va por su cuarto año
consecutivo, no hace más que destruir empleo.
Cada día se aleja la posibilidad de una solución satisfactoria a la crisis
financiera que mantiene atrapados los depósitos bancarios de millones de
argentinos, mientras la rabia de los ahorradores contra los bancos se
incrementa.
En medio de la incertidumbre y de la desesperanza, muchos buscan refugio en
el dólar, y el círculo vicioso se reanuda.
Ante el aceleramiento de la crisis, Duhalde cambió su ministro de Economía.
La demora en designar un reemplazante para Jorge Remes Lenicov demostró que
son pocos los que están dispuestos a jugarse el prestigio para tomar el
timón de un barco semihundido.
Por fin, la cartera recayó en el economista Roberto Lavagna quien en su
primera semana de gestión apenas prometió normalizar el funcionamiento del
mercado cambiario y bancario y acelerar la aprobación de leyes exigidas por
el Fondo Monetario Internacional (FMI) para destrabar una ayuda financiera
aún incierta.
Mientras, Duhalde se quedó casi sin el apoyo de dirigentes políticos de
primera línea para oxigenar el gabinete.
El viernes invistió a tres nuevos ministros --los de Trabajo e Interior y el
jefe de gabinete-- después de una semana en que los gobernadores
provinciales mantuvieron su respaldo retórico pero privando al Poder
Ejecutivo de sus mejores figuras para combatir contra una crisis que todo lo
devora.
"Duhalde tiene los días contados", comentó este sábado el columnista del
programa televisivo Periodistas, Ernesto Tenembaum. Su colega Joaquín
Morales Solá, del diario La Nación, consideró que la suerte del presidente
se definirá "en las próximas dos semanas".
La trituradora política puso fin al debilitado gobierno encabezado por
Fernando de la Rúa en diciembre, cuando aún le faltaban dos años de gestión,
y se deglutió luego a los sucesivos presidentes designados en forma
interina: Ramón Puerta, Adolfo Rodriguez Saá y Eduardo Caamaño.
Ahora comenzó a carcomer la base de sustento del gobierno de Duhalde, que no
define un rumbo. Algunas semanas amenaza romper con el FMI, y en otras
sobreactúa las promesas de cumplir con los ajustes que exige el organismo,
aun cuando los expertos prevén que éstos serían socialmente insostenibles.
"No sé cuál puede ser la viabilidad en el corto plazo de un gobierno que
sólo se propone durar en medio de una crisis tremenda", comentó a IPS el
politólogo Marcos Novaro, profesor de la Universidad de Buenos Aires y de la
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
Tras la renuncia de De la Rúa el 20 de diciembre, Novaro, como muchos otros
politólogos, era partidario de un gobierno de transición designado por el
parlamento, lo cual ocurrió. La responsabilidad recayó en la figura de
Duhalde, pero ahora la transición "no camina", dijo el experto.
"Duhalde no se propone hacer grandes cambios, sino apenas sobrevivir. Hace
lo que puede, que es muy poco, y está preso de una ambigüedad increíble, que
lo inmoviliza. Su gobierno es como una variante aumentada de la
administración fracasada de De la Rúa", sostuvo Novaro.
El politólogo se inclinó por una convocatoria anticipada a elecciones y una
redefinición del papel del jefe de gabinete, de modo de convertirlo en una
suerte de primer ministro, con apoyo parlamentario incluido.
De ese modo, el presidente sería elegido por el voto popular y el jefe de
gabinete por el Congreso legislativo, para fortalecer el respaldo del nuevo
gobierno.
Casi todos los analistas coinciden en que lo único que mantiene a Duhalde en
el cargo es la falta de una alternativa de peso y la fuerte atomización que
provocó la crisis en los partidos políticos, oficialistas y opositores, y en
otros sectores de poder, como empresarios y banqueros.
Novaro explicó que un llamado inmediato a elecciones implicará la segura
fragmentación del electorado entre numerosas opciones, fenómeno que podría
derivar en la designación de un presidente con escaso apoyo del conjunto de
la ciudadanía, un argumento a favor de su propuesta sobre el papel del jefe
del gabinete.
Entre los mejor ubicados para suceder a Duhalde figuran los gobernadores
Carlos Reutemann, de la provincia de Santa Fe, y José Manuel de la Sota, de
Córdoba, según el analista político Rosendo Fraga. Ambos pertenecen, al
igual que Duhalde, al Partido Justicialista, pero ninguno de ellos quiere
dar un salto antes de tiempo.
El viernes, De la Sota y Reutemann manifestaron su apoyo al ministro
Lavagna, y De la Sota --que propuso llamar a elecciones cuando cayó De la
Rúa-- negó que los dirigentes políticos consideren ahora esa posibilidad.
Por otra parte, la diputada Elisa Carrió, del nuevo partido
centroizquierdista Argentinos por una República de Iguales, se mantiene al
frente entre los dirigentes políticos que despiertan mayor confianza de la
ciudadanía, según las encuestas.
Sin embargo, el apoyo a Carrió cae cuando los encuestadores preguntan la
intención de voto a la presidencia.
La crisis resulta, así, una experiencia sin precedentes para los votantes.
Sin figuras sólidas de recambio que prometan una solución para la crisis,
los argentinos ven cómo se alarga la agonía, sin soluciones a la vista ni
dirigentes con capacidad de liderar un cambio como el que exige la hora.


****************************************************************************
******************
Nello

change the world before the world changes you because  another world is
possible

www.peacelink.it/tematiche/latina/latina.htm