VENEZUELA: Chavez esordisce con un messaggio conciliante sapendo di guidare un paese frattturato



Chávez vuelve al poder con mensaje conciliador

Andrés Cañizález

CARACAS, 14 abr (IPS) - El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, llamó a la
reconciliación nacional al recuperar en las primeras horas de este domingo
el poder que dos días antes había perdido ante un movimiento golpista
cívico-militar.
Chávez, que permaneció detenido en dependencias de las Fuerzas Armadas hasta
el sábado de noche, aseguró que "nada ni nadie" detendrá el proceso
revolucionario que él mismo conduce desde febrero de 1999, cuando comenzó su
periodo constitucional de gobierno.
Pero también lanzó un llamado a aprender "la gigantesca lección" de los
acontecimientos que se sucedieron desde el jueves y que costaron la vida a
unas 33 personas, según cálculos extraoficiales, y a lograr la
reconciliación nacional.
"Estos acontecimientos que trajeron sangre y dolor deben ser una gigantesca
lección. Que todos seamos capaces de leer esa lección, de apreciar señales
para corregir y profundizar", dijo el presidente, quien recibió el poder de
manos del vicepresidente Diosdado Cabello.
Cabello ocupó durante algunas horas la presidencia, a instancias del
parlamento, para evitar el vacío de poder mientras Chávez llegaba al Palacio
de Miraflores, sede del Poder Ejecutivo, y para precipitar la caída del
mandatario de facto Pedro Carmona.
Carmona, a quien los mandos militares le retiraron su apoyo, renunció sobre
las 23 hora local del sábado (03:00 GMT de este domingo) y fue
inmediatamente detenido, junto con sus ministros. Sólo estuvo poco más de 24
horas al frente del gobierno y su tentativa de arrogarse la suma del poder
público le enajenó el respaldo de los jefes militares.
Como gesto conciliatorio, Chávez anunció para el 18 de este mes la
instalación de un consejo federal en el que los disidentes podrán
expresarse. También destacó el carácter "democrático y pacífico" del
"proceso revolucionario" que su gobierno puso en marcha hace tres años.
También dijo que "el pueblo llegó a este palacio (de gobierno) para no irse
más". El desenlace de la crisis institucional de Venezuela estuvo marcado
por manifestaciones de partidarios de Chávez, que rodearon el sábado el
Palacio de Miraflores, para permanecer allí hasta el retorno del presidente
constitucional.
La investidura de Cabello había sido resultado de negociaciones entre
facciones militares, al cabo de una jornada de protestas que concluyó con
nueve muertos en la capital.
Varios de los más cercanos colaboradores de Chávez recuperaron en la noche
del sábado, amparados en una multitud de manifestantes, las instalaciones de
la presidencia y del Poder Legislativo, abriendo paso a la investidura de
Cabello.
La destitición de Chávez por una alianza de militares, empresarios y
sindicalistas fue cuestionada el mismo viernes no sólo por los simpatizantes
del mandatario derrocado sino también por los presidentes del Grupo de Río,
principal foro político latinoamericano, lo cual puso a Venezuela en una
delicada situación ante sus vecinos.
Pocas horas después del cese y arresto de Chávez, un teniente coronel del
ejército retirado elegido presidente en las urnas, su cargo fue ocupado por
Carmona, líder de la principal organización empresarial del país, quien duró
apenas un día en el poder.
Miles de chavistas permanecieron rodeando la sede del Poder Ejecutivo en
espera del retorno de su líder a la presidencia.
Carmona presentó su renuncia a la presidencia desde la instalación militar
donde fue detenido.
Cabello prestó juramento como presidente ante el gabinete que sirvió a
Chávez, el presidente del parlamento, William Lara y el fiscal general
Isaías Rodríguez.
"Según la Constitución, ante la ausencia del presidente quien debe asumir
inmediatamente la jefatura de Estado es el vicepresidente", dijo a IPS la
ministra de Trabajo, María Cristina Iglesias, poco antes de la ceremonia.
Desde el Palacio de Miraflores, Lara aseveró que el parlamento reanudará sus
actividades este lunes.
El canal de televisión del Estado había reanudado sus transmisiones con la
presencia ante cámaras de varios ministros de gabinete de Chávez, al tiempo
que una multitudinaria manifestación callejera de sus simpatizantes rodeaba
el Palacio de Miraflores.
Las derivaciones de la crisis política tras el derrocamiento de Chávez en la
madrugada del viernes se aceleraron por una sublevación militar iniciada en
la base aérea de Maracay, a la que se unieron varias guarniciones del país
para solicitar "que se respete el hilo constititucional".
Sin embargo, algunos portavoces de la cúpula militar, como el comandante del
ejército, general Efraín Vásquez, insistieron en reconocer al "gobierno de
transición" encabezado por Carmona, a condición de que se respete al resto
de poderes públicos.
Mientras, el alcalde de Caracas, Alfredo Peña, confirmó que el sábado
fallecieron nueve personas y resultaron heridas otras 48 en distintos
enfrentamientos.
"La mayoría de los fallecidos eran personas que manifestaban a favor del
presidente Chávez y fueron reprimidas en barrios populares", aseguraron a
IPS Portavoces del no gubernamental Programa Venezolano de Educación y
Acción en Derechos Humanos.
Vásquez y Carmona habían afirmado, por separado, que Chávez abandonaría
Venezuela, y recalcaron que había renunciado, a pesar de que fuentes del
propio gobierno transitorio negaron esa versión.
Según la Constitución vigente, el vicepresidente debe hacerse cargo de la
presidencia interinamente en caso de ausencia permanente del titular y
convocar nuevas elecciones en 30 días.
Carmona, que en su carácter de presidente de la principal cámara empresarial
del país (Fedecámaras) había encabezado una intensa la ofensiva opositora a
Chávez de los últimos meses, fue nombrado el viernes presidente de un
"gobierno de transición democrática" por el alto mando militar.
Pero miles de personas, procedentes de distintos barrios populares de
Caracas, se reunieron el sábado frente al Palacio de Miraflores para exigir
la restitución de Chávez en la presidencia.
La manifestación no fue exhibida por los canales de televisión a pesar de su
magnitud.
La sublevación en Maracay y la presión de Vásquez determinaron este sábado
que Carmona convocara a la asamblea legislativa que él mismo había disuelto
en la víspera, al jurar como presidente interino. "Rectificar es una
virtud", afirmó, al anunciar su cambio de posición.
Vásquez reiteró que estuvo de acuerdo con que Chávez resignara el poder,
pero aclaró que se negaba a respaldar la disolución del parlamento, la
destitución de los miembros del Tribunal Supremo de Justicia, del fiscal
general y del defensor del Pueblo, anunciadas por Carmona el viernes.
Carmona también se había arrogado la facultad de reemplazar a los
gobernadores de los estados y los alcaldes municipales, que surgieron de
elección popular.
"Lo más importante para el país es la institucionalidad, respetar lo
expresado en la Constitución de 1999", afirmó Vásquez, quien también pidió
que quien asuma el gobierno debe conceder prioridad a "los planes sociales
para el pueblo".
El parlamento tiene mayoría "chavista".
La crisis política fue agudizada también por la sublevación de la base aérea
de Maracay, promovida por cuatro generales encabezados por el general
paracaidista Raúl Baduel y que impidió la instalación del gabinete de
Carmona.
Baduel y los otros generales exigieron el reconocimiento de las
instituciones disueltas el viernes por Carmona y a la presentación de Chávez
en público, según pudo saber IPS.
Los hechos del sábado transcurrieron en medio de la censura impuesta a los
canales de televisión, que se limitaron a transmitir viejas películas y
programas grabados.
Chávez fue depuesto y detenido por el mando militar en la madrugada del
viernes, después de la dramática jornada del jueves, cuando 25 personas
murieron en enfrentamientos callejeros entre opositores a su gobierno y
fuerzas de seguridad. Un centenar de personas resultaron heridas.
Carmona se había comprometido a gobernar por "un máximo de 365 días". El
viernes anunció comicios legislativos para fines de este año y que el
parlamento elegido tendría potestades de asamblea constituyente.
Fedecámaras y la Confederación de Trabajadores de Venezuela se lanzaron a
fondo esta semana contra el gobierno de Chávez, con una huelga general que
fue rápidamente extendida por tiempo indeterminado.
La huelga fue levantada el viernes, cuando cayó Chávez. También se puso fin
entonces al conflicto en el sector petrolero, motor económico del país.


El desafío de gobernar un país fracturado
 El presidente de Venezuela Hugo Chávez, que recuperó el poder este domingo,
tras permanecer detenido 48 horas por mandos militares, tendrá el desafío de
gobernar un país fracturado.
Miles de personas, la mayoría de extracción pobre, dieron la bienvenida al
presidente este domingo de madrugada. El jueves, otros miles de venezolanos,
fundamentalmente de clase media, se habían manifestado en las calles para
pedir su relevo.
La división política de la sociedad, que alcanzó incluso a las Fuerzas
Armadas, persistirá seguramente si el gobierno no fomenta la tolerancia, el
respeto a sus adversarios y el diálogo nacional con resultados palpables,
afirmaron activistas de derechos humanos consultados por IPS.
"El gobierno tiene el reto de promover la tolerancia entre todos los
venezolanos, eso ya se lo habíamos advertido antes de esta crisis", comentó
Carlos Correa, coordinador del Programa Venezolano de Educación y Acción en
derechos Humanos (Provea).
De igual manera se expresaron las organizaciones no gubernamentales Vicaría
de Caracas y Comité de Familiares y Víctimas.
Pero también debe realizarse "una investigación completa, y con
participación ciudadana, para determinar responsabilidades, de cualquier
bando, en los sucesos entre el jueves y este sábado", dijo Correa a IPS.
El jueves, en el preludio del derrocamiento de Chávez, 25 personas murieron
y más de 100 resultaron heridas en confusos hechos en el centro de Caracas,
donde una manifestación de opositores al presidente se topó con
simpatizantes de éste.
La mayoría de las víctimas fueron alcanzadas por disparos al parecer de
francotiradores. Pero hay versiones contradictorias respecto de la
responsabilidad, que algunos adjudican al bando "chavista" y otros a la
Alcaldía Mayor de Caracas, a cargo del opositor Alfredo Peña.
Así mismo, al menos nueve personas resultaron muertas y 48 heridas el
sábado, la mayoría en barrios populares y durante la represión de
manifestaciones en respaldo de Chávez.
Chávez fue devuelto al Palacio de Miraflores, sede del gobierno, por civiles
y militares rebelados contra el régimen de facto de Pedro Carmona, que juró
el viernes como presidente interino y antes de la medianoche del sábado
debió dimitir.
El desenlace de la crisis institucional se tuvo cuando comandantes de varias
guarniciones se negaron a reconocer a Carmona como presidente, en clara
oposición con la postura que sostenía hasta ese momento el alto mando
militar.
"Reconozco que ha habido una fractura en la institución militar", dijo este
domingo el general Belisario Landis, comandante de la militarizada Guardia
Nacional, que se mantuvo leal a Chávez.
Pero "puedo decir con toda propiedad que tenemos un control absoluto sobre
las Fuerzas Armadas", aseguró Landis, para recalcar que la crisis está
superada. Aunque sus secuelas se conocerán probablemente en los próximos
días, cuando se designe un nuevo alto mando militar.
El presidente ha dado importancia capital a las Fuerzas Armadas en su
gestión, ante la debilidad de su partido Movimiento V República, que fue
creado en 1998 para cumplir con requisitos legales de carácter electoral.
Mientras, este domingo comenzaron a circular mensajes electrónicos y
versiones de prensa en procura del reagrupamiento de la oposición, que la
semana pasada se apoderó de la iniciativa política, con una huelga general
por tiempo indeterminado organizada por empresarios y sindicalistas y una
nutrida marcha callejera contra Chávez.
Pero las calles de la capital pertenecen desde el sábado a los partidarios
de Chávez, que celebraban este domingo su triunfo.
"El gobierno tiene el reto de gobernar en un país que está partido en dos,
eso tiene que ser el tema central de nuestro primer consejo de ministros con
el presidente Chávez", dijo a IPS el ministro de Educación, Aristóbulo
Izturiz.
"La lección de todos estos sucesos debe ser, para todos, el respeto a la
pluralidad política en el país, a la tolerancia", destacó el ministro, para
quien en esta crisis "hubo talibanes (extremistas) de lado y lado", es decir
en la oposición y el gobierno.
Chávez llamó a la conciliación nacional en su primer mensaje público, este
domingo de madrugada. Como prueba de su voluntad de tender puentes para el
diálogo, anunció para este jueves la primera sesión del Consejo Federal de
Gobierno, en el que participan todos los poderes públicos e incluso los
gobernadores y alcaldes opositores.
El diálogo con la oposición supondría un importante cambio del panorama
político, caracterizado en los tres años de gestión de Chávez por la falta
de canales concretos de diálogo entre el gobierno y varios sectores de
opinión.
El presidente también anunció la remoción del directorio de la empresa
estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), escenario de un corrosivo conflicto.
Antes del golpe de estado que lo apartó del poder durante dos días, Chávez
se había negado a anular los nombramientos que los gerentes de la petrolera
no aceptaban. (




Nello

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