Venezuela: la fine di un sogno apre un incubo



El fin del sueño abre una pesadilla http://www.pagina12.com.ar/
El nuevo presidente, Pedro Carmona, disolvió el Parlamento y removió la
Corte Suprema, gobernadores y alcaldes. Dijo que gobernará por un año y
designó a dos militares en puestos clave. Hay "una caza de brujas" contra
los principales dirigentes chavistas.
Pedro Carmona Estanga, nuevo presidente de Venezuela, habla con la prensa
rodeado de militares.
 El sueño bolivariano, que había nacido con un golpe, definitivamente,
terminó. Y con otro golpe. Pedro Carmona Estanga, hasta ayer titular de la
principal corporación empresaria del país, Fedecámaras, asumió ayer por la
tarde la presidencia de Venezuela, al frente de una "junta consultiva" de la
que se desconocen sus miembros, en reemplazo de Hugo Chávez Frías, que en la
madrugada del viernes quedó detenido por las fuerzas armadas en Fuerte
Tiuna, el principal cuartel militar de Caracas. En medio de los militares,
Carmona dijo que será el presidente interino del país y que convocará a
elecciones parlamentarias en ocho meses y presidenciales en un año. Sus
medidas concretas son contundentes: disolvió la Asamblea Nacional, destituyó
a alcaldes, gobernadores y jueces del Tribunal Supremo y revocó por decreto
las 49 leyes dictadas el año pasado por Chávez en el marco de sus (ex)
poderes especiales. Con la suma del poder público, Carmona declaró que no
habrá una gota más de petróleo para Cuba, que con Chávez tenía tarifas
preferenciales, y suprimió el adjetivo de "Bolivariana" para la República de
Venezuela. Fuentes consultadas por este diario afirman que hay "una caza de
brujas" contra los chavistas. Por la noche, unas 300 personas destrozaron
tres autos ubicados en la vereda de la embajada de Cuba. Otros 300, esta vez
chavistas, se juntaron en Fuerte Tiuna, donde está detenido el ex
presidente, para pedir su liberación.

"Aquí están metiendo presos a todos los personeros del gobierno de Chávez.
La situación es particularmente tensa en los 'círculos de Defensa
bolivarianos' (grupo de choque que defendía a Chávez y que participó en los
enfrentamientos en las cercanías del palacio presidencial de Miraflores)",
describió Valentina Alvarez, periodista de Unión Radio, una de las cadenas
radiales más importantes de Venezuela. "La represión es brutal, no se dice
nada de esto, pero está habiendo detenciones masivas que nada tienen que ver
con la cuestión de la represión de anteayer. Están persiguiendo hasta al ex
ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, una de las figuras más
respetables del gobierno anterior", declaró el periodista y analista
político Juan Antonio Gómez Gómez. "Si el tono de este gobierno va a estar
marcado por lo que pasa hoy (por ayer), entonces estamos ante un régimen de
extrema derecha profundamente autoritario, y más autoritario que el
anterior. Han destituido todos los poderes públicos y se lo han dado a
Carmona. Esto es increíble", razonó el general Alberto Miller Rojas, ex
embajador del gobierno de Chávez en Chile, que renunció en su momento
denunciando el "bonapartismo" del ex presidente. "Hay una cacería de
chavistas en marcha, de eso no hay dudas. A lo mejor es un exceso propio del
día después, pero debo decirte que esto se parece al clima de la Revolución
Libertadora en Argentina", dijo el experto argentino Ricardo Mitre, radicado
hace años en Venezuela.

La banda en fuga

Poco se sabe de la banda en fuga. El ex ministro de Defensa y uno de los
personajes emblemáticos del chavismo, José Vicente Rangel, pidió asilo en la
embajada chilena, algo que fue confirmado por fuentes oficiales de Santiago.
La esposa de Rangel es chilena y se está estudiando si se le da o no el
asilo. Al alcalde de Caracas y presunto "financiador" principal de los
"comités de Defensa Bolivarianos", Freddy Bernal, no se lo puede ubicar. Del
ex canciller Luis Alfonso Dávila, que volvió ayer de un viaje en el
exterior, tampoco se sabe demasiado. Y lo más importante: no se sabe cuál es
el destino final del mismo Chávez, detenido en Fuerte Tiuna, sin haber
tomado contacto siquiera con su familia. Efectivamente, tanto su familia
como algunos ex funcionarios alegan que Chávez nunca renunció y que eso hace
que esto sea, en términos, por ejemplo, de la OEA, una ruptura del orden
constitucional (ver nota aparte).

Un grupo de 300 a 400 personas rodearon ayer la embajada de Cuba,
sospechando que allí se refugiaron varios ex colaboradores y diputados que
respondían a Chávez. El asedio incluyó el corte de luz y de agua a la
embajada. "¡Van a tener que comerse las alfombras!", gritaban algunos
exaltados. El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, dijo que sus
diplomáticos en la embajada tienen órdenes de defender el edificio "aún al
precio de la vida" frente a esa "turba violenta". Pero Cuba tiene a partir
de ayer problemas más graves.

Es que todo volvió a ser como era antes de las últimas medidas de Chávez en
el corazón de la economía venezolana: PDVSA. Carmona dispuso la renuncia de
la plana mayor nombrada por Chávez y la restitución al frente de la empresa
del general Guaicaipuro Lameda, uno de los primeros militares en criticar
públicamente a Chávez. También fue restituido el gerente de Suministro,
Refinación y Comercialización de PDVSA, Edgar Paredes, cuyo primer anuncio
fue: "Ni un sólo barril de petróleo irá para Cuba", en referencia al acuerdo
suscripto en el 2000 en el que Venezuela suministraba a La Habana 53.000
barriles diarios de crudo (un tercio del total consumido en la isla) con
facilidades de pago. "La empresa fue usurpada por personas que responden a
sectores golpistas, por lo que no reconocemos su legimitidad", declaró Pérez
Roque. El canciller también manifestó su sorpresa: "No puedo imaginar un
escenario de consolidación de un golpe de Estado en América Latina en el
siglo XXI. No puedo creer que eso sea posible".

El nuevo gobierno

"Juro ante Dios todopoderoso, ante la patria y ante todos los venezolanos
restablecer la plena vigencia de la Constitución de 1999 y restituir el
estado de derecho,la gobernabilidad y la garantía del ejercicio de la
libertad ciudadana, del respeto a la vida, de la igualdad y de la
responsabilidad social", dijo Carmona a las seis de la tarde de Venezuela.
La restitución de la que habló el nuevo presidente implica la destrucción de
toda la institucionalidad que Chávez construyó en la Revolución Bolivariana:
el Congreso unilateral, la "República Bolivariana", la Constitución del 2000
("El muchachito", apodada por Chávez). Además de los diputados de la
Asamblea Nacional y los magistrados del Tribunal Supremo, cesaron en sus
funciones el Defensor del Pueblo, el Fiscal General, al Contralor y el
Consejo Nacional Electoral. Y también se revocó el mandato de los
gobernadores y alcaldes electos, algo que se instituyó a mediados de los 90
con la descentralización del poder durante el gobierno de Rafael Caldera.

El nuevo gabinete está conformado por un órgano consultivo de 35 miembros
principales y 35 suplentes. En algunos puestos clave, como el Ministerio del
Interior y el secretario general de la presidencia, estarán militares:
general de división de la Guardia Nacional, Rafael Damiani Bustillo, y
vicealmirante retirado Jesús Enrique Guillermo García, respectivamente. José
Rodríguez Iturbe (del partido derechista Primero Justicia) jurará hoy como
canciller, Leopoldo Martínez en Finanzas y Héctor Ramírez Pérez en Defensa.
El consejo estará representado por partidos políticos, empresarios,
sindicatos, la Iglesia Católica y ONG.

"A partir de ahora, volverá la vieja guardia con otras caras. Los dirigentes
de Acción Democrática y Copei (los dos partidos que fueron arrasados
electoralmente por Chávez) reaparecerán, pero en un segundo plano porque no
se pueden mostrar. Sin embargo, las estructuras se mantienen. Con tres años
de Revolución Bolivariana no basta", dice Valentina Alvarez. "Yo no tengo
dudas de que será un régimen de ultraderecha. En las fuerzas armadas se hizo
la conspiración, pero los militares venezolanos no tienen una tradición
anticomunista tan fuerte como el resto de América latina. No es cierto que
el asunto de Cuba y de las FARC haya sido determinante. Venezuela siempre ha
tenido relación con las guerrillas colombianas. Creo que, como viene este
régimen, habrá problemas con los mismos militares", vaticina el general
Miller Rojas."Vamos a reconstruirnos políticamente. Este año que van a
gobernar intentarán destruir nuestras bases, pero sabemos que podemos
unificar la base electoral que tenía Chávez, sea del 30 o 40 por ciento",
advierte Gómez Gómez, próximo al chavismo.

Algunas versiones indicaban ayer que hay más disturbios en Caracas. El golpe
pareció ser un éxito; ahora habrá que ver si el éxito dura.


Nello

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possible

www.peacelink.it/tematiche/latina/latina.htm

www.tightrope.it/galleria/margiotta/salvatore.zip