Portillo a dos años de gobierno en Guatemala enfrenta a empresarios

["Nello Margiotta" <animarg at tin.it>]

 GUATEMALA, 13 ene (AFP) - El presidente de Guatemala, Alfonso Portillo,
llega este lunes al segundo aniversario de su gobierno sin haber podido
controlar la corrupción y enfrentado a diversos grupos sociales, sobre todo
a la cúpula empresarial, que le reclama modificar su política económica.

Portillo, economista y abogado de 50 años, llegó a la presidencia con la
promesa de sanear la economía, reducir la pobreza que afecta al 80% de los
11 millones de habitantes, y combatir la creciente criminalidad, así como
cumplir los acuerdos de paz, firmados en 1996, que pusieron fin a una guerra
de 36 años.

"A dos años hay muchas cosas negativas, (en) la corrupción y la
transparencia hemos fallado", reconoció el propio mandatario el pasado
miércoles.

Portillo anunció que pedirá al Banco Mundial hacer un análisis para
determinar "dónde están las mayores debilidades de corrupción en el Estado",
pero rechazó las críticas de la prensa en el sentido de que los malos
manejos sean un problema generalizado de su gobierno.

"La corrupción está focalizada en dos o tres ministerios, en dos o tres
instituciones", aseguró el gobernante, quien el año pasado formó la llamada
Comisión Presidencial contra la Corrupción, que a la fecha no ha rendido
ningún informe y ni siquiera tiene un responsable.

Entre las denuncias de la prensa en los últimos 24 meses, figuran el desvío
de 1,3 millones de dólares en el ministerio de Gobernación (Interior), así
como múltiples casos de presuntos cobros de comisiones, y pagos de obras
adulteradas o sin concluir.

Algunos altos funcionarios, como el ex ministro de Comunicaciones Luis Rabé,
fueron forzados a renunciar por presuntas anomalías, pero en ningún caso se
iniciaron acciones penales.

Mientras tanto, organizaciones campesinas e indígenas, sindicatos y grupos
empresariales, han advertido al presidente que el 2002 será un año
convulsionado si no corrige el rumbo de su política económica y continúa con
una actitud y un discurso confrontativos.

La cúpula empresarial, representada por el Comité de Asociaciones Agrícolas,
Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF), rechazó el viernes pasado
concurrir a un diálogo nacional propuesto por Portillo para analizar los
principales problemas del país.

El presidente de la agrupación, Felipe Bosch, explicó que la negativa fue
una respuesta a declaraciones del gobernante, dos días antes, en el sentido
de que en Guatemala no existe una crisis económica de grandes dimensiones,
como aseguran los empresarios.

Para el dirigente de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas
(CNOC), Daniel Pascual, "el gobierno ha perdido legitimidad", y aseguró que
incluso quienes votaron por el partido en el poder (el Frente Republicano
Guatemalteco, FRG) están descontentos, "porque no cumplieron nada de lo que
ofrecieron".

"A dos años de gestión, vemos un partido político fraccionado, con
conflictos, que no genera ninguna situación de confianza ni planes de
desarrollo", aseveró.

Por su parte, el dirigente de la Central General de Trabajadores de
Guatemala (CGTG), José Pinzón, pronosticó un "año sumamente difícil debido
al incremento de la miseria y el desempleo, los cuales en cualquier momento
pueden generar un estallido social".

El gobierno enfrenta también fuertes críticas de grupos humanitarios, porque
consideran que los acuerdos de paz están estancados y que el militarismo se
ha fotalecido durante la actual administración.

Mario Polanco, director del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), señaló como uno de
los hechos más graves que un militar, el general retirado Eduardo Arévalo,
haya sido nombrado como ministro de Gobernación en diciembre pasado.

Por su parte, la ex guerrillera Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca
(URNG), asegura que los Acuerdos de Paz de 1996 se encuentran en "grave
peligro", debido a que se han "deteriorado" las condiciones de vida de los
guatemaltecos y el "clima político" del país.

Los grupos de presión amenazaron con paros en el sector productivo, tomas de
fincas en el interior del país, bloqueos de carreteras y manifestaciones
masivas en las ciudades, entre otras medidas.

Nello

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