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Lettera di Dom Pedro Casaldaliga dal Brasile
- Subject: Lettera di Dom Pedro Casaldaliga dal Brasile
- From: Cristiano Morsolin <morsolin at yahoo.it>
- Date: Fri, 4 Jan 2002 02:39:18 +0100 (CET)
Allego la circolare annuale di Dom Pedro Casaldaliga, vescovo profeta dell'amazzonia brasiliana. Per il testo integrale entrate nel sito: www.alainet.org saluti latinoamericani cristiano morsolin da lima Oggetto: [Alai-amlatina] Casaldaliga: El mundo vuelve a empezar Data: Thu, 3 Jan 2002 11:42:09 -0500 * * * Servicio Informativo "alai-amlatina" * * * «El mundo vuelve a empezar» Carta circular de 2002 Pedro Casaldáliga Los comentarios –cautelosos o apocalípticos o clarividentes- acerca de la coyuntura proliferan, estos días, en los medios de comunicación. No voy a repetir “lo obvio aullante”. El problema está en saber leer la coyuntura a la luz de los signos de los tiempos, descubriendo causas, intereses, “efectos colaterales”, juegos de vida o muerte para la familia humana. Los terrorismos, en plural Creo, sin embargo, que a toda la Humanidad, y concretamente a la Iglesia, nos toca tomar nota de urgencia y asumir, corresponsablemente, los desafíos de esta hora. Ha empezado un nuevo milenio, un tiempo nuevo, que llaman “un cambio de época”. No tanto, precisamente, por las torres gemelas del 11 de septiembre; que hay muchos otros días, muchas torres, y muchos terrorismos, antes y después de ese 11 de septiembre. Cuatro terrorismos, sin duda, hay que destacar para entender y juzgar correctamente los actos terroristas y las guerras de terror, los terrorismos enloquecidos y las sistemáticas guerras imperiales. Hay un terrorismo individual, cometido por cualquier asaltante en cualquier esquina o vereda; otro terrorismo, grupal, perpetrado por cualquier facción; el terrorismo de Estado, que es a veces del Estado propio de cada país o de los prepotentes Estados imperialistas y colonizadores, sobre todo del más terrorista de todos ellos, a lo largo de los dos últimos siglos; y el terrorismo del Sistema, hoy de capitalismo neoliberal, que es el terror económico y social para la mayor parte de la Humanidad, sometida al hambre, a la marginación y al desespero. Los desafíos de esta hora Tres desafíos, concretamente, debe asumir con osadía profética y libertad evangélica la Iglesia de Jesús, para ser creíble y evangelizadora hoy: * la descentralización mundializada * la participación corresponsable * el diálogo solidario. La mundialización, por gracia de Dios y por el humano proceso de la historia, es “inevitable”. Y esa mundialización exige el reconocimiento de los varios mundos como pueblos, culturas, religiones, dentro de un solo mundo humano; sin primero, sin tercero, sin cuarto. Ese reconocimiento reclama, para que sea real y no apenas escrito, la descentralización de las instancias de planificación y de decisión. Lo cual les debe ser exigido tanto a la ONU y demás organismos mundiales como a la Santa Sede y a las curias eclesiásticas. Solamente esta descentralización hará posible la participación corresponsable y efectiva de los varios pueblos y estamentos. Quien concretamente pide sólo la democratización de la Iglesia, está pidiendo muy poco. A la Iglesia hay que pedirle, y en la Iglesia debemos dar, más que democracia: vida fraterno-sororal, cogestión adulta, ministerialidad plural, libertad evangélica. El muy probado teólogo Juan Antonio Estrada declara lúcidamente: «Hoy el catolicismo está lastrado con una institucionalización que ya no corresponde ni a las necesidades actuales, ni a las exigencias ecuménicas, ni a la sensibilidad de los fieles. Tampoco cuenta con el consenso global de la teología, ya que cada vez abundan más las corrientes y escuelas que impugnan el modelo vigente y proponen cambios desde un conocimiento renovado de la Escritura y de la Tradición». A propósito de la participación adulta en la Iglesia, se acaba de celebrar el Sínodo dedicado al ministerio episcopal. Un sínodo que se suponía coronación de todo un serial de sínodos por temas y hasta por continentes. La verdad es que este último sínodo ha confirmado la decepción que el instrumento-sínodo viene provocando prácticamente desde su aplicación, por no ser deliberativo y decisorio. Me permito contestar fraternalmente la satisfacción que el cardenal Joseph Ratzinger manifestaba sobre el curso de los debates, en este último sínodo: “Se podía temer –dice el purpurado alemán- que el sínodo se bloquease en torno a las relaciones entre la curia romana y los obispos, sobre los poderes de la asamblea sinodal o la estructura de las conferencias continentales y nacionales, estrangulando de este modo la vida de la Iglesia”. Lo que estrangula la vida de la Iglesia es, precisamente, señor cardenal, la falta de revisión a fondo de las relaciones entre la curia romana y los obispos, el modo de elección de los mismos, la restringida ministerialidad, la inculturación no efectuada, la problemática entera de la colegialidad y la corresponsabilidad. El que hayan sido tan pacíficas y concordes las sesiones sinodales podría deberse a la sistemática negativa de espacio oficial y a la omisión resignada de los participantes. Más para un “nostra culpa” que para un “Te Deum” de acción de gracias. Afortunadamente, el Espíritu y la Iglesia continúan caminando; y las bases se mueven. La conciencia y la práctica de que “somos Iglesia” no es apenas un movimiento, es una “movimentación” a lo largo y ancho de toda la Iglesia de Jesús, que son las varias iglesias que profesan su nombre y anuncian su Reino. Nunca como hoy, en la práctica, y a veces forzando barreras, diferentes sectores de la Iglesia, y concretamente el laicado –masculino y femenino-, han sido tan libres y creativos, tan adultos y corresponsables en la lectura bíblica, en el pensamiento teológico, en la liturgia, en los ministerios, en las pastorales, en la acción social... Están creciendo, en el mundo, un clamor y ya una acción en torno a un verdadero proceso conciliar. Que continúe y actualice y amplíe el Vaticano II; que responda a las grandes urgencias eclesiales y a las grandes expectativas de la Humanidad, hija de Dios. Esa movilización de las bases se da también, en mayor escala, dentro de la Sociedad como un todo. Ya van siendo cada vez más los movimientos y acciones de ciudadanía, cooperación, solidaridad; los varios forums libres y alternativos a la economía, al pensamiento y a la política neoliberales, pasando de la simple contestación a la propuesta, de la impotencia a la convocación eficaz. En esta hora kairós de mundialización y de madurez de conciencia, que es, simultáneamente, una hora nefasta de nuevas prepotencias, de macrodictaduras, de fundamentalismos y de radicalizaciones, se nos impone, como un don y como una conquista, el diálogo, interpersonal, intercultural, ecuménico y macroecuménico. Un diálogo de pensamientos, de palabras y de corazones. No la mera tolerancia, que se parece demasiado a la guerra fría, sino la convivencia cálida, la acogida, la complementariedad. La caída de las torres debería ser también la caída de unas escamas que empañan los ojos del Occidente cristiano frente al mundo árabe y musulmán. Desde ese 11 de septiembre, traído y llevado como si fuese el mayor terrorismo de la historia, el Occidente, cristiano o no, está necesariamente obligado a reconocer que el mundo árabe y el Islam existen, y que el Islam congrega más de un billón de fieles de diferentes pueblos y culturas. Durante muchos siglos la Sociedad occidental y la Iglesia -demasiado occidental siempre- han sido prejuicio, hostilidad y guerra con el Oriente musulmán. Nuestra Agenda Latinoamericana-Mundial de 2002 propone, precisamente, como gran tema de la hora, “las culturas en diálogo”, y la Agenda’2003 propondrá, concretando ese tema, el diálogo interreligioso: “las religiones en paz dentro de sí y entre sí, para la paz del mundo”; y la Agenda’2004, si Dios nos concede aún tiempo de andadura, estará dedicada, con espíritu de conversión, a “nuestros respectivos fundamentalismos”. La campaña contra el Banco Mundial, realizada en Barcelona durante el pasado mes de junio, se estructuraba en torno a siete ejes de debate y acción, que abarcan ampliamente los mayores desafíos y prospectivas de esta hora: * democracia, participación y represión * derechos sociales y laborales * migraciones * derechos ecológicos, derechos ambientales, modelo agroalimentario * globalización y militarismo * mujer y globalización * globalización y desarrollo. El artículo completo lo puede encontrar en: http://alainet.org/active/show_news.phtml?news_id=1630 _______________________________________________ Servicio Informativo "Alai-amlatina" Agencia Latinoamericana de Informacion info at alai.ecuanex.net.ec URL: http://alainet.org ______________________________________________________________________ Iscriviti al Meglio della Settimana, la newsletter di Yahoo! Per saperne di più vai alla pagina: http://it.docs.yahoo.com/buongiorno.html
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