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Piccola Rassegna Stampa LatinoAmericana
- Subject: Piccola Rassegna Stampa LatinoAmericana
- From: "Martinerrico" <martinerrico at libero.it>
- Date: Tue, 09 Oct 2001 09:54:26 +0200
(1) La prensa latinoamericana y la guerra: El Clarín de Argentina subraya que EE.UU. ha consolidado antes de los ataques una diplomacia global. Buenos Aires. 9/10/2001. Los Estados Unidos han encarado una respuesta frontal a las redes del terrorismo fundamentalista islámico asentadas en Asia Central. Cuentan, para ello, con el más amplio apoyo jamás antes conocido por un solo país, el cual incluye no sólo a los países miembros de la OTAN, el resto de Europa, los países latinoamericanos y Rusia sino también el acompañamiento de la comunidad internacional representada en la Organización de las Naciones Unidas, de la que forman parte los casi doscientos Estados nacionales reconocidos en el mundo. Este consentimiento debe ser justamente apreciado por el gobierno norteamericano, en orden a circunscribir sus acciones a la desarticulación de esas bases terroristas y de las connivencias de gobiernos y grupos de poder con acciones de violencia como las que alcanzaron hace pocas semanas su carácter más ominoso. Es fundamental que exista, al mismo tiempo, el mayor resguardo de la población civil en las zonas afectadas por la operación y que se actúe en todo momento dentro del marco de la legalidad y la legitimidad internacional, tensadas al máximo por la situación de guerra en la que el mundo se está internando. En tal sentido, el Consejo de Seguridad de la ONU ha colocado un hito en el derecho internacional al incorporar al terrorismo dentro de las amenazas a la paz y la seguridad internacional que habilitan el uso de la fuerza por parte de un Estado o grupo de países, en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva.(...) Los Estados Unidos no pueden enfrentar solos con éxito el desafío que representa esta clase de terrorismo. La segunda es que es el conjunto de la comunidad internacional el que se encuentra expuesto a graves peligros como consecuencia de este enfrentamiento de fuerzas tan disímiles. El inmediato respaldo de la Alianza Atlántica y la Unión Europea y las resoluciones del Consejo de Seguridad de apoyo a la lucha contra el terrorismo muestran una dinámica en la que, si bien los Estados Unidos se colocan en un nuevo ejercicio de su condición de superpotencia con una indiscutida supremacía, deben al mismo tiempo compartir con otros poderes el compromiso de enfrentar las principales amenazas a la paz y la seguridad. (...) Washington aceleró, a partir de entonces, la designación del representante ante la ONU y se reactivaron las instancias de la diplomacia multilateral reconociéndose la importancia de contar con un más fluido sistema de consultas a la hora de definiciones tan cruciales como las que significan el lanzamiento de represalias bélicas o la conformación de fuerzas multinacionales para actuar en zonas de conflicto. En esa dirección se inscribió la intensa actividad del secretario de Estado, Colin Powell, con las cancillerías latinoamericanas y del propio presidente Bush con los países europeos así como la gira del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, por países del mundo árabe, Turquía y Uzbekistán. El respaldo de Rusia y la aquiescencia de China reflejan otro aspecto decisivo del grado de consenso que permite, por primera vez en la historia, poner en funcionamiento todos los mecanismos previstos por la Carta de las Naciones Unidas cuando terminó la Segunda Guerra Mundial. Allí, se recuerda, las potencias vencedoras prometieron trabajar para librar a la Humanidad del flagelo de las guerras. (...) Es fundamental que se mantengan en pleno funcionamiento las acuerdos regionales, instancias de consulta y mecanismos de decisión, particularmente entre la alianza de países que participan de las acciones bélicas y los gobiernos de Asia Central que se propongan la búsqueda del más rápido desenlace y de un nuevo equilibrio de poder que contenga los peligros más graves. Fuente :EL CLARÍN/ARGENTINA =http://www.clarin.com (2) La prensa latinoamericana y la guerra: La República de Perú afirma que el terrorismo se derrota también combatiendo la pobreza y las injusticias. Lima. 9/10/2001. Con el lanzamiento de medio centenar de mísiles Cruiser sobre blancos ubicados en territorio afgano y bombardeos aéreos terminó la cuenta regresiva iniciada el 11 de septiembre...(...) La oferta hecha a último momento por la dictadura de los talibanes para llevar a bin-Laden a juicio ante un tribunal islámico fue considerada insuficiente y rechazada por los Estados Unidos. (...) De acuerdo con las escuetas informaciones, los misiles habrían sido lanzados desde barcos norteamericanos y británicos contra blancos terroristas, es decir, contra bases en las que se sospecha podría encontrarse escondido el millonario saudita que ha declarado una guerra personal contra lo que él denomina el "gran satán". (...) La dirigencia pakistana ha cumplido sus acuerdos con los Estados Unidos, es decir que ha permitido la utilización de su espacio aéreo por parte de la coalición, obteniendo a cambio el levantamiento de las sanciones impuestas a causa de sus ensayos nucleares, un alivio en su cuantiosa deuda externa y el compromiso norteamericano de presionar a la India para negociaciones sobre el viejo litigio de Cachemira. Es muy pronto para contar con informes precisos sobre el resultado de estos bombardeos. Si hemos de creer a los talibanes pero no tenemos por qué hacerloñ tanto Osama bin-Laden como el jeque Mohammed Omar, su máximo dirigente espiritual, han escapado indemnes. En un mensaje grabado, el líder de Al Qaeda abomina otra vez de los Estados Unidos y asegura que nunca más podrán sentirse seguros por haber atacado a musulmanes. Resulta impredecible el curso que tomarán los acontecimientos. Lo que es seguro es que los Estados Unidos no se darán por satisfechos con una solución a medias. En esto pesa demasiado el resultado de la operación "Tormenta del desierto" contra Saddan Hussein que, al no concluir en su derrocamiento, dejó la situación intacta. Pero, una vez más, el mundo se encuentra en guerra y la guerra nos afecta a todos. Las tendencias recesivas manifestadas por la economía global se agudizarán, y los precios de algunas materias primas ñocurre ya con el petróleoñ conocerán alzas respetables. La guerra pone nerviosos a los mercados e inversionistas y esto trae consecuencias globales. Una guerra que tiene como objetivo la derrota del terrorismo debería ser mirada con simpatía por los peruanos, que lo padecimos por más de 15 años. Sin embargo, sabemos también por experiencia que no basta con derrotarlo militarmente, que es necesario derrotarlo políticamente y esto en el Perú como en el mundo sólo se consigue disminuyendo las distancias entre ricos y pobres y haciendo que las posibilidades de desarrollo sean compartidas, y no solo privilegio de unos pocos. Nuestro deseo es que este conflicto tenga la menor duración posible, que no se altere de modo permanente la precaria estabilidad del planeta y que, como tantas veces ha ocurrido, no sean los pobres quienes lleven la peor parte. El mundo necesita de paz y solidaridad, no de terrorismo y guerra. Fuente :LA REPÚBLICA/PERÚ http://www.larepublica.com.pe (3) La prensa latinoamericana y la guerra: La Opinión de Los Ángeles afirma que habrá que extirpar de raíz las causas profundas del terrorismo. Los Ángeles. 9/10/2001. Después del devastador ataque del 11 de septiembre, el pueblo y el gobierno de Estados Unidos quedaron frente al hecho de una vulnerabilidad hasta entonces desconocida. Fuera de sus víctimas y objetivos de destrucción inmediata, la agresión logró un tremendo impacto sobre la economía del país. Desde el primer momento fueron evidentes el peligro de nuevos ataques, y la necesidad ineludible de lanzar una operación de grandes alcances diplomáticos, de inteligencia, y militares contra los agresores. El éxito de la ofensiva iniciada ayer depende de una clara definición de objetivos y de la capacidad de Washington para mantener la unidad de la coalición contra el terrorismo. A pesar de su gran contundencia, es posible que la operación aérea tenga una importancia sobre todo simbólica. En efecto, el enemigo terrorista está demasiado desperdigado como para ser alcanzado vitalmente mediante cohetes y mísiles. Para socavarlo del todo habrá que extirpar de raíz las causas profundas del terrorismo. Y eso requerirá instrumentos mucho más sutiles -estratégica y políticamente- que los cohetes y los mísiles. Los aliados deben a toda costa evitar daños a la población civil, es decir, deslindar eficientemente a los talibanes y terroristas del resto de la población afgana. La acción de ayuda humanitaria debe llevarse a efecto con medios tan sofisticados como la misma guerra. Es necesario organizar una operación de grande alcance, que involucre organizaciones internacionales, y grandes recursos, para aliviar las penurias del pueblo afgano, de los refugiados, y de otras poblaciones musulmanas. El humanitarismo a gran escala es quizá la mejor arma contra el terrorismo. Debemos ser conscientes de que el inicio del contraataque de la coalición encabezada por Estados Unidos contra la red terrorista Al Qaida, plantea serios riesgos de represalias de ésta y repeticiones de ataques terroristas contra objetivos estadounidenses. El país ha entrado pues en una fase de alerta máxima, que se mantendrá durante varias semanas, en el mejor de los casos. Es necesario guardar la calma, confiando en que algún día la paz regrese para quedarse. Fuente :LA OPINIÓN DE LOS ÁNGELES http://www.laopinion.com (4) La prensa latinoamericana y la guerra: La Tercera de la Hora de Chile destaca la alianza EE.UU.-Rusia y la recuperación del papel de la ONU. Los Ángeles. 9/10/2001. A todos los que se atrevan a dimensionar el verdadero alcance de las operaciones militares iniciadas contra los refugios de bin-Laden en Afganistán les convendría recordar una de las importantes lecciones de la Guerra del Golfo, llevada a cabo en 1990 por el padre del actual presidente de Estados Unidos, George Bush. Hoy se sabe que la ofensiva iniciada el 17 de enero de ese año -que entonces y en las semanas siguientes fue presentada como muy precisa y con blancos limitados- devastó Irak y dejó un saldo cercano a los 100 mil muertos. (...) Sin embargo -más allá del escepticismo con que deben ser recibidos los comunicados oficiales- la forma en que se gestó la respuesta militar, lanzada casi un mes después del cruel atentado contra las Torres Gemelas y el Pentágono, es una demostración de los numerosos cambios que han ocurrido en el mundo desde el ataque.(...) Una de las novedades más destacadas es la inusitada alianza entre Estados Unidos y Rusia, algo inimaginable hasta el pasado 11 de septiembre. En agradecimiento a la ayuda logística rusa, Washington ha tenido deferencias como alinearse con las exigencias del Kremlim en Chechenia, olvidándose de las críticas a los atropellos a los derechos humanos por parte de las tropas rusas. "No deseo cometer exageraciones para hacer más poético el hecho, pero esta es la primera vez, desde el 7 de diciembre de 1941 (día del bombardeo a Pearl Harbour), que los Estados Unidos y Rusia tienen un enemigo potencial común", dijo al diario The New York Times el historiador Robert Legvold, especialista en Rusia de la prestigiosa Universidad de Columbia. También es significativo el giro de Washington respecto del rol de las Naciones Unidas, el organismo más indicado para articular una coalición a escala internacional contra el terrorismo. Hasta el 11 de septiembre, la Casa Blanca no escondía su desprecio e irritación con la ONU. Incluso el Congreso de Estados Unidos no había ratificado al nuevo embajador ante el organismo y el país había dejado de pagar sus cuotas. Ambos atrasos se corrigieron apresuradamente tras los atentados.(...) Puede que aún sea temprano para evaluar hasta qué punto esas nuevas tendencias, inimaginables antes de los atentados del 11 de septiembre, podrían ser duraderas. Lo que está claro es que las casi cuatro semanas que han transcurrido desde el ataque de bin-Laden están dándole la razón a quiénes vaticinaban que se convertiría en un hito que marcaría un cambio en el mundo. (...) Sin embargo, hay que ponerle tanta atención a eso como al vertiginoso proceso de cambios políticos, económicos y culturales que ha desencadenado la denominada primera guerra del siglo XXI. Más temprano que tarde, para bien o para mal, repercutirán con fuerza en Chile, cuya influencia en los acontecimientos actuales es, en todo caso, irrelevante. Pese a los esfuerzos de nuestra cancillería por intentar atribuirse un papel mayor. Fuente :LA TERCERA DE LA HORA/CHILE http://www.tercera.cl ********************************************************************** Martin E.Iglesias martinerrico at libero.it ********************************************************************** ³Cadauno de nosotros somos el ladrillo de nuestra futura casa....² ³Ciascuno di noi è il mattone della nostra casa futura....² ------------------------------------------------------------ (Dalla Campagna NoNobel - http://www.peacelink.it/tematiche/latina/nobel/)
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