Documenti su DINA e Pinochet in Plan Condor!!



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Documentos secretos confirman liderazgo de ex DINA y de Pinochet en
Operación Cóndor
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Archivos reservados de los servicios de inteligencia del cono sur que
constan en manos del ministro de fuero Juan Guzmán develan cómo funcionó la
tristemente celebre Operación Cóndor, en que los cientos de agentes tuvieron
carta blanca para viajar entre las "naciones amigas" y vigilar, detener,
torturar e interrogar conjuntamente a cientos de personas.
 
por Mercedes Castro
Fuente:...PrimeraLínea
http://www.primeralinea.cl/modulos/noticias/constructor/detalle_noticias.asp
?id_noticia=35484

Martes, 25 de Septiembre de 2001

En manos del ministro de fuero Juan Guzmán Tapia se encuentran documentos
secretos que revelan la interconexión de los servicios de inteligencia del
cono sur durante la década '70, en que la pieza clave fue el director de la
disuelta DINA, Manuel Contreras. Primera Linea reproduce parte de estos
escritos en que las Fuerzas Armadas paraguayas reciben solicitudes de
detención de parte de sus compañeros que conforman una compleja estructura
conocida como Operación Cóndor.

Aunque fue en noviembre de 1975 cuando se firmó el acta oficial en que
Manuel Contreras junto con los otros jefes de los servicios de inteligencia
del cono sur acordaban ayuda mutua en su tarea para detener a los opositores
a los regímenes de facto del continente, abundan los informes que revelan
que desde principios de 1974 comenzaron las primeras conversaciones que
sirvieron de base para los operativos que dieron muerte a cientos de
personas, entre ellos al ex canciller Orlando Letelier.

La visita del abogado paraguayo Martín Almada con nuevos documentos
obtenidos de los "archivos del terror" de su país revelan cómo la línea de
mando de Contreras y Augusto Pinochet se impuso.

El jurista -que fue detenido acusado de terrorismo intelectual y condenado
por un tribunal que él denomina Cóndor por estar integrado por los agregados
militares de los gobiernos que integraban esta operación- explicó que
existían constantes comunicaciones entre los servicios de inteligencia del
continente.

El Informe Rettig estableció que el plan se tradujo entre 1975 y 1976 en la
desaparición de 33 chilenos que fueron capturados por agentes argentinos,
paraguayos o brasileños y entregados luego a la DINA, entidad represiva que
mantuvo vínculos en el tiempo con sus "asociados" como una forma de ocultar
la ayuda que brindaban entre gobiernos.

De hecho, estas garantías fueron tales que los agentes miembros de la
Operación gozaban de inmunidad diplomática que les permitía -sostiene el
abogado- viajar de una nación a otra libremente.

Además, contaban con apoyo de instituciones como la Cancillería, Correos y
al menos 30 empresas ficticias que, en el caso de la DINA, le permitían
mantener una imagen pública. Al mismo tiempo, los constantes viajes dentro
del continente eran "favores" de manos de las líneas áreas nacionales como
Lan Chile y Líneas Aéreas Paraguayas.

Pero los detalles más interesantes del operativo de inteligencia conjunta lo
aportan los propios escritos firmados por altos personeros de las fuerzas
armadas de cada país cede de la operación.

Curiosamente pese a que el Plan fue lanzado formalmente en 1975, el 27 de
marzo de 1974 consta en un documento firmado por el jefe del Departamento de
Investigaciones de Uruguay, Pastor M. Coronel, dirigido hacia el jefe de la
policía de Paraguay, general de división Francisco A. Britez, señala que:
"esta mañana, en un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya fue enviada de la
República Oriental del Uruguay la srta. Victoria Godoy Vera, sindicado en
dicho país por haber actuado como elemento subversivo (Tupac Amaru). Adjunto
fotocopia de nota enviada por la Fuerza Aérea de la República Oriental del
Uruguay, como asimismo la declaración informativa tomada de esta jefatura".

Y los escritos siguen. En un informe secreto del comando en jefe de las
Fuerzas Armadas de Paraguay se informa que el gobierno alemán había dado
asilo a dos "extremistas" el argentino Amilcar Latino santucho y el chileno
Jorge Isaac Fuentes Alarcón. Ante ello el gobierno paraguayo solicita su
devolución inmediata al gobierno paraguayo o argentino.

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Ver documento.
http://www.primeralinea.cl/modulos/noticias/constructor/detalle_noticias.asp
?id_noticia=35484#
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El 2 de mayo de 1977 nuevamente hay registro de otra comunicación entre
gobiernos afines. En el pedido de búsqueda número 014/77 el general de
división, Alejandro Fretes Davalos y jefe del Esmagenfa -líder de los
servicios de inteligencia de Paraguay- alerta a los suyos de la necesidad de
detener al chileno Fernando del C. González Núñez.

En el informe se acusa a González de ser "delincuente habitual", pero
también se le sindica como integrante del comando del partido Socialista.

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Informe:
http://www.primeralinea.cl/modulos/noticias/constructor/detalle_noticias.asp
?id_noticia=35484#
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Otro documento fechado el 23 de enero de 1978 dirigido a un "servicio de
inteligencia de un país amigo" señala que el ciudadano chileno Santiago
Dinamarca se presentó el 7 de diciembre de 1977 ante el consulado de Chile
en Paraguay solicitando un certificado de buena conducta. A raíz de esta
solicitud el gobierno paraguayo antecedentes como la totalidad de trabajos
que había desempeñado Dinamarca, sus vinculaciones políticas y antecedentes
personales alertando al gobierno chileno, de que éste connacional había sido
"detenido en Asunción cuando viajaba desde Bolivia (Santa Cruz) rumbo a
nuestro país".

El abogado Almada aseguró que estos documentos dan fe que la tarea de
vigilancia mutua que realizaron los servicios de inteligencia del cono sur
fue en extremo coordinada, al punto que prácticamente ningún paso de un
miembro de un partido político opositor a los gobiernos militares era
descuidado.

La formación del Cóndor

La historia del Cóndor tiene su génesis casi en paralelo con la creación
oficial de la DINA. En 1974 el general Contreras sostuvo varias entrevistas
con el general Ramón Camps, jefe de la policía de Buenos Aires, quien años
después diría que "en Argentina no quedan desaparecidos con vida. Asumo toda
la responsabilidad y me siento orgulloso".

También en Argentina, Contreras tuvo el respaldo del general Iberico Saint
Jeant, interventor de la provincia de Buenos Aires, quien durante la
dictadura militar transandina dijo sin que le temblara la voz: "Primero
mataremos a todos los subversivos, luego mataremos a sus colaboradores,
luego a sus simpatizantes, luego a quienes permanezcan indiferentes, y por
último, a los indecisos".

Pero uno de los contactos más importantes se concretó en agosto de 1975
cuando Contreras se entrevistó en Washington con Vernon Walters, director
adjunto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), que de acuerdo a los
abogados de derechos humanos dio el empuje necesario para concretar este
verdadero sueño americano para los gobiernos de facto de la época.

Tras esta cita trascendental Rafael Rivas Velásquez, director del Servicio
de Inteligencia venezolano y los generales Benito Guanes Serrano, jefe de
Inteligencia del Estado Mayor y Francisco Brites, jefe de la policía de
Paraguay comprometieron su irrestricto apoyo a la red que se conocería en
adelante como Operación Cóndor.

Desde ese momento los servicios de inteligencia de Argentina, Bolivia,
Chile, Paraguay y Uruguay sostuvieron periódicas reuniones, lo que animó a
la participación de Brasil y Perú, que tuvieron un rol menos protagónico,
pero no ello menos importante.

El informe de la Comisión Rettig consigna que "a partir de 1974, y quizás
desde fines de 1973, la DINA comenzó a trabajar en Argentina y más tarde en
otros países de América Latina, en los Estados Unidos y en Europa. En 1976,
o quizás antes, se creó, a iniciativa de la DINA, y aparentemente coordinada
por este organismo, una instancia de colaboración de servicios de
inteligencia del Cono Sur (en particular incluyendo servicios de Chile,
Argentina, Uruguay y Paraguay) que permitía el desarrollo de actividades
conjuntas a través de planes operativos denominados Cóndor, que incluían la
eliminación de opositores políticos".

Las tareas específicas apuntaban a la "recolección, el intercambio y el
almacenamiento de datos de inteligencia relacionados con los activistas de
izquierda, los comunistas y los marxistas, con el fin de eliminar a los
terroristas marxistas y sus acciones en la zona".

El plan otorgó a las naciones miembros facilidades de desplazamiento
clandestino de agentes de estos países "y la ejecución de operaciones
represivas conjuntas". También se trabajó en la creación de equipos
multinacionales que operaban en las diferentes naciones en donde el Cóndor
posó sus garras.

Almada da prueba del trabajo conjunto señalado que en sus interrogatorios
"participaban agregados militares de todos los países del Cóndor " e incluso
sostiene que participó el coronel chileno (r) Jorge Oteiza López
perteneciente a la Fuerza Aérea y que es célebre por los apremios ilegítimos
que provocó al interior de la Academia de Guerra Aérea, y el comisario
argentino Héctor García Reyes, que años después fue designado comisario en
La Rioja.

Almada ya declaró ante el juez argentino Rodolfo Canicoba Corral, ante el
magistrado francés Roger Le Loire, el juez español Baltazar Garzón y el
fiscal italiano Giancarlo Capaldo, todos ellos investigan a Augusto Pinochet
y Manuel Contreras como los cerebros de esta operación que logró tal vez por
única vez unir a los regímenes del continente.