ARGENTINA: Hebe parla di Nestor Kirchner



 PAGINA12   28 10 2010

“Un tipo increíble” - intervista a Hebe de Bonafini -

 Por Alejandra Dandan

Hebe de Bonafini acaba de decir a sus compañeros que cambien la tapa de la revista de la Asociación de las Madres de Plaza de Mayo. Que esta vez en la tapa va Néstor Kirchner, con una impresión que dice: “Estarás para siempre en la Plaza de Mayo”.

–¿Cómo fue ayer?

–Pienso que a veces en estos momentos todo lo que uno dice es pelotudo, porque uno habla y habla y habla. Que es muy injusto, que es insoportable, que nadie puede entender el dolor del otro y desde donde lo siente, que era muy necesario, que era un tipo que tenía un humor increíble. Que nos demostró cosas inesperadas.

–¿Cuáles fueron?

–Lo repitió todo el mundo, pero bajar el cartel de los milicos de un saque y dar esa orden con tanta fuerza: “¡Retírelo!”. Entregar la ESMA, ese espacio tan maravilloso que compartimos las Madres, anular las leyes de obediencia debida y punto final. O sea, siempre nos dio mucho más de lo que esperábamos, y aquella frase maravillosa donde dijo que éramos sus madres y que nuestros hijos eran sus compañeros, para mí fue lo más comprometido que ningún presidente se me ocurriera que pudiera decir. La fuerza con el tema de Bush, la inteligencia del plan económico.

–¿Recuerda algún encuentro simbólico con él?

–Un momento para mí increíble resulta que fue cuando él gana las elecciones. Mi mamá, que me conocía bastante como toda madre, me dice: “Hija mía, tenele paciencia que este hombre tiene pasta”, y tenía 90 años. Yo no podía creer. Después, la otra parte fue cuando le pedí la entrevista para decirle que me había equivocado: creí que era lo mismo que Duhalde, y le pedí perdón, delante de los periodistas, y desde ahí empezamos a entendernos. Le di una lista de tipos que no queríamos las Madres. Le dije: “Ponelos en una canastita, y de a poco los sacás”. El se mataba de risa. Después hubo cosas que me asombraron: llamaron a mi mamá de la Casa de Gobierno y era Néstor para felicitarla por el cumpleaños. O la primera Navidad que fue presidente: llamó para preguntarme si estaba sola o con quién la pasaba. Cosas que no hace para publicitarlas sino porque lo siente. Me trataba como de la familia, yo siempre hago cosas de barricada.

–¿Se enojó con él alguna vez?

–Nunca. ¿No viste que un día Cristina me dijo: “Seguí gritando vos, que sos la que tenés más derecho porque te lo has ganado”? A él le regalamos el pañuelo cuando recién asumió, y yo le di una carta como un deseo: decía que yo aspiraba a que alguna vez un hijo mío cruce la Plaza de Mayo y ocupe la presidencia, sentía que había llegado el momento con él. La carta es un poco más larga, y se la di. Y esas cosas teníamos en común. Lo voy a extrañar tanto, tanto... Todo el pueblo lo necesita mucho, y necesitamos mostrarle a Cristina que las plazas se van a llenar, y lo mejor que podemos hacer es estar en la plaza mucho tiempo y mostrarle a Cristina que todos los que estamos ahí la vamos a acompañar y vamos a estar.

–¿Cómo ve lo que viene?

–Mirá, cuando nos llevaron los hijos no todas reaccionamos igual. Y salimos a pelear, a pelear, a pelear, pero lo que pasa es que en esos momentos tenías un tiempo. Ahora no tenemos un tiempo: tiene que ser hoy la pelea. Tenemos que agarrar un montón de fuerza porque son demasiadas cosas que nos han pasado; vos pensá que yo perdí toda la familia en cinco años. Le decía a mi hija: “No puedo más, no aguanto más”. Y ella, me decía: “Sí, mami, vas a ver que lo vamos a hacer”.

Y Hebe llora. Y sigue: “Lo vas a poder hacer y eso me pasa, viste. Eso me pasa y eso nos pasa a muchos por lo injusto o por lo terrible, nos queda mucho, tenemos que llenar las plazas y no darlo por muerto sino sentirlo vivo y decirle a Cristina que estamos, para qué nos necesitás. Tenemos que ser soldados de ella. Y a Cristina la necesitan los hijos, y el país, y el pueblo: a nosotras, las madres mujeres, nos toca trabajar de fuertes y creo que le tocó eso a ella en este momento”.