Guantánamo: un puñal en el corazón de la tierra cubana



La Habana, 15 de Marzo de 2006

LA BASE NAVAL DE EE.UU. EN GUANTANAMO
Un puñal en el corazón de la
tierra cubana


por MIGUEL ANGEL ALVAREZ de "Granma Internacional"

El 7 de febrero de 1901, el presidente Tomás Estrada Palma firma el acuerdo de cesión de territorios cubanos al Gobierno de Estados Unidos para la construcción de la Base Naval de Guantánamo.

Prisioneros sin asistencia legal, sometidos a torturas físicas y psicológicas.
Prisioneros sin asistencia legal, sometidos a torturas físicas y psicológicas.
 


 

La bahía de Guantánamo llamada “de bolsa” es una de las más profundas y mayores de Cuba. Fue descubierta por Cristóbal Colón en su segundo viaje al Nuevo Mundo, el 30 de abril de 1494. Posee características naturales muy especiales: profundidad, seguridad y capacidad para recibir grandes navíos.

Durante siglos, estuvo prácticamente subutilizada, pues los colonizadores españoles no fueron capaces de apreciar sus cualidades. Después de un intento de ocupación de la bahía por parte de los ingleses, en julio de 1741, los cuales pretendían establecer allí una base de operaciones, el gobierno colonial comprendió la importancia estratégica del lugar.

EE.UU. VUELVE SUS OJOS HACIA CUBA

A inicios del siglo XIX Estados Unidos hace público su interés de apoderarse de Cuba, pues se percata de su posición geográfica privilegiada, sus recursos naturales y las características históricas, económicas y sociales de su población.

Gestiones para la compra de la Isla a España se producen en 1805, 1807 y 1808, pero según recoge el Informe Central del Primer Congreso del Partido “si alguna vez la tozudez española prestó un servicio a la causa de Cuba fue su negación sistemática en acceder a tal operación de compra-venta que reiteradas veces Estados Unidos propuso a España en el siglo pasado”.

En 1823, el secretario de Estado, John Quincy Adams, propuso su tesis de la “fruta madura” con la cual anunciaba que Cuba caería irremediablemente en manos norteamericanas a partir del momento en que dejara de ser colonia española. Y ese mismo año, el presidente James Monroe elaboró la doctrina que lleva su nombre advirtiendo a las potencias europeas que América estaba reservada única y exclusivamente “para los americanos”. Al mismo tiempo, los del Norte entorpecieron y desestimularon durante años los intentos de los cubanos por independizarse.

En 1895, las inversiones norteamericanas en la Isla llegaban a 50 millones de pesos, principalmente en la industria azucarera, el tabaco, yacimientos de hierro, cromo y manganeso.

Por tanto, en 1898, ellos comprendieron que existían las condiciones propicias para intervenir en el conflicto armado, ante el fin inminente del imperio colonial español y el avance incontenible del Ejército Libertador.

Aprovechando los crecientes sentimientos de simpatía que la causa cubana despertaba en el pueblo norteamericano, el Congreso de EE.UU. aprobó en abril de 1898 la Resolución Conjunta que propició la intervención en el conflicto hispanocubano.

La Guerra Hispano-CubanoNnorteamericana, calificada por Lenin como “la primera guerra imperialista de rapiña”, tuvo como centro de sus acciones principales las provincias orientales y la zona de Guantánamo.

El 16 de julio de 1898 se firmó la capitulación y el 10 de diciembre de ese año fue firmado el Tratado de París. Estados Unidos se apoderó de Puerto Rico, Filipinas y Guam; Cuba quedó como un “territorio especial” del cual los norteamericanos se retirarían después de la “pacificación”.

El gobierno interventor, con el general Leonard Wood a la cabeza, convocó a una Asamblea Constituyente encargada de redactar la Carta Magna de la futura república. Pero para dejar bien sentadas las bases de lo que serían las ulteriores relaciones entre Cuba y Estados Unidos, los ocupantes ejercieron fuertes presiones e impusieron la tristemente célebre Enmienda Platt, dos de cuyas cláusulas cercenaban la soberanía nacional y representaban graves implicaciones para la autodeterminación de la naciente república.

La cláusula 3 de la Enmienda se reservaba el derecho de Estados Unidos a intervenir para la preservación de la independencia de Cuba y el sostén de un gobierno adecuado a sus intereses, mientras que la cláusula 7 obligaba a Cuba a ceder porciones de su territorio para el establecimiento de estaciones navales o carboneras.

El historiador Miguel D’Estéfano Pissani, en su libro "Derecho de Tratados", expresa:

 “La Enmienda Platt se convirtió en la espada de Damocles, cuyo filo lo eran las concesiones navales y carboneras. La fuerza del apéndice constitucional radicaba, precisamente, en la cláusula de las bases militares”.

El 8 de noviembre de 1902, el Gobierno norteamericano solicitó, con carácter perpetuo, el arrendamiento de tierras en las bahías de Nipe, Bahía Honda, Cienfuegos y Guantánamo. Pero ante la violenta reacción popular, sólo se limitó a Bahía Honda y Guantánamo.

Una de las figuras cimeras de nuestras luchas independentistas, Juan Gualberto Gómez, dejó oír su voz, advirtiendo que los artículos 3 y 7 de la Enmienda Platt ...“equivalían a entregar a los norteamericanos las llaves de nuestra casa, para que pudieran entrar en ella a toda hora..., de día o de noche, con propósitos buenos o malos”...  y que ...“su finalidad no es otra que la merma del poder de los futuros gobiernos de Cuba y de la soberanía de nuestra República”.

Finalmente, luego de varias negociaciones, el 10 de diciembre de 1903, Estados Unidos tomó posesión del territorio correspondiente a la Base Naval de Guantánamo. Mediante un acuerdo complementario, firmado el 2 de julio de 1903, el Gobierno estadounidense se comprometió a pagar dos mil pesos anuales en moneda de oro norteamericana (aproximadamente 4 085 dólares al cambio actual), una cifra irrisoria que continúa depositando y que Cuba se ha negado a aceptar y a cobrar desde el triunfo revolucionario de 1959.

Según el análisis del doctor Fernando Alvarez Tabío, reflejado en el artículo "La Base Naval de Guantánamo y el Derecho Internacional", el contrato de arriendo de la Base Naval carece de existencia legal y de validez jurídica porque está viciado en sus elementos esenciales (…), “por la incapacidad del Gobierno de Cuba para ceder a perpetuidad un pedazo del territorio nacional... y porque el consentimiento fue arrancado mediante violencia moral irresistible e injusta”...

Desestimando a Bahía Honda, Estados Unidos se centró en Guantánamo. La elección de esta bahía encubría un objetivo estratégico. Por su extraordinario valor y sus características geográficas le permitía asegurar su predominio militar en el Caribe y fijar los ojos en el canal interoceánico de Panamá, cuyos derechos de construcción también habían adquirido en ese año 1903.

UN SIGLO DE INFAMIA

Durante este siglo de existencia, la Base Naval norteamericana en Guantánamo ha sido escenario de capítulos y acontecimientos bochornosos.

Al establecerse este enclave la inversión de capitales del Norte se aceleró, primero, con la construcción del acueducto necesario y luego en la industria azucarera, los ferrocarriles y la electricidad. El vicio, la prostitución y el contrabando proliferaron a partir de la llegada de los marines y se convirtieron en un negocio lucrativo para la burguesía local.

La presencia del enclave también tuvo repercusiones en la vida política de la zona. En 1917, 1919 y 1922 los marines salieron de la base para “proteger” los centrales azucareros y otros intereses económicos norteamericanos ante la revuelta del Partido de los Independientes de Color, el levantamiento de la Chambelona y la revuelta de los liberales contra el Gobierno de Menocal.

Durante la última guerra de liberación, comandada por Fidel y el Ejército Rebelde, la base fue utilizada como puesto de aprovisionamiento de la aviación del tirano Batista, que bombardeaba y ametrallaba indiscriminadamente a los campesinos y a la población civil en las zonas liberadas. También de ella partieron tropas que invadieron a otros países, como Haití en 1915 y la República Dominicana en 1918.

Después del triunfo revolucionario, en 1959, la base se convirtió en refugio de asesinos y torturadores del antiguo régimen y ha sido usada como plataforma para agresiones contra el país, a partir de la infiltración de agentes enemigos, para el aseguramiento de bandas contrarrevolucionarias, planes de autoagresión que justifiquen una agresión directa a la Isla, centro de espionaje radioelectrónico y punto de concentración de barcos y aviones que permitirían, en un corto espacio de tiempo, imponer un bloqueo naval a nuestro país.

A lo largo de estos años, el enclave militar ha sido centro de provocaciones y violaciones contra nuestro país y contra los guardafronteras encargados de cuidar el perímetro exterior. Según cómputos oficiales desde el año 1962 hasta agosto de 1992 se habían registrado más de 13 mil hechos, que incluyen disparos con fusiles y pistolas (segando la vida de dos guardafronteras cubanos), apuntar con ametralladoras, tanques y cañones, lanzar objetos, hacer gestos obscenos, romper la cerca limítrofe y violar el espacio aéreo y marítimo con navíos, aviones y helicópteros.

El último capítulo nefasto en la historia de la base lo es su utilización como cárcel donde han sido confinados más de 500 prisioneros acusados de terroristas o vínculos con el terrorismo, sometidos a torturas físicas y psicológicas, sin derecho a asistencia legal ni a un juicio digno. El mundo civilizado se estremece ante las imágenes escalofriantes de hombres encadenados llevados a niveles de degradación extrema y alimentados a la fuerza ante la huelga de hambre que han iniciado en protesta por las condiciones imperantes en la prisión de Guantánamo a la que se ha negado el acceso a los abogados de los reos y a organizaciones humanitarias y de las Naciones Unidas.

La Constitución de la República de Cuba, aprobada por el pueblo el 24 de febrero de 1976 en el artículo 11 dice que nuestro país...repudia y considera ilegales y nulos los tratados, pactos o concesiones concertadas en condiciones de desigualdad o que desconocen o disminuyen su soberanía y su integridad territorial.  

Por ello, Cuba exige a EE.UU. la devolución de ese territorio, pues, como afirmó Fidel: ...“esa base está en su poder en contra de la voluntad de nuestro pueblo... es un puñal clavado en el corazón de la tierra cubana...”

http://www.granma.cu/espanol/2006/marzo/mier15/12guantanamo.html